Epílogo
—Buff, que pesada estoy—la maga caminaba despacio y como podía debido a su estado.
—¿Te llevo?—pregunto su amado.
—No, no quiero vomitar.
—Como veas, pero creo que deberías descansar.
A Irene no le gustaba estarse sin hacer nada, necesitaba salir de casa a caminar ya que decían que era bueno para el bebé. Cuando no era Natsu era Erza, ella se mostraba reacia con la idea de tener un hermano pero poco a poco fue volviéndose felicidad.
Ella era tratada como si fuera muy frágil, no le dejaban hacer absolutamente nada.
—¿Cómo van las cosas por el gremio?—pregunto mientras ojeaba una revista sentada.
—Bastante bien, me preguntan mucho por ti—respondió su hija limpiando algunos muebles.
—Si, la verdad es que son como una familia.
—Por supuesto, estoy feliz de tenerlos a mi lado.
—¡Ya estoy aquí!—el mago entró alegre con un ramo de flores y se las dio a su amada.
Ella las olió y le dio las gracias. Resultaba increíble el cambio del joven y su madurez desde que consiguió novia.
—Oh, Erza, muchas gracias por tu ayuda—dijo al ver que estaba allí.
—No es nada, ¿podemos hablar un segundo?.
—¿No querrás robarme a Natsu no?—aquello la hizo sonrojar y ella se puso nerviosa.
—¡Claro que no!—dijo conociendo las bromas de su madre.
Fueron hasta una habitación donde podrían estar los dos solos.
—¿Qué necesitas?.
—Hasta ahora no hemos podido hablar los dos de este tema. Estuve enfadada contigo y me porte mal porque era mi madre tu pareja. Pero ahora veo que la haces muy feliz y quisiera que me perdones.
Él viendo como actuaba no podía estar cabreado, se acercó y la abrazo.
—No hay nada que perdonar, me alegra oír esto. Quiero mucho a tu madre.
La puerta se abre y Irene ve aquello.
—¡La traición!—dijo enfadada.
—No es lo que parece—Erza negaba con sus manos.
—Es broma.
La maga cayo al suelo, de nuevo había caído en una trampa de su madre.
Los días pasados y un gran acontecimiento se iba a producir, la boda de Juvia y Gray que finalmente se atrevieron a dar el paso. Irene estaba molesta porque el vestido apenas le cabía dado su estado avanzado.
—Me veo horrible—dijo caminando del brazo de Natsu.
—No, te ves preciosa.
—Eso es lo que dices siempre.
Todo estaba preparado para que se celebrase; globos, sillas, mesas, comida, el altar...quedaba algo de tiempo hasta que la novia llegase y Gray estaba en calzoncillos teniendo que buscar la ropa.
Levy recién había tenido a los gemelos por lo que se quedo con Irene para hablar de como criar a estos. Mientras, Gajeel afinaba la guitarra para cantar.
—Si, son muy guapos—la pequeña veía a sus retoños dormir.
—Oh oh...—Irene se llevo la mano a su vientre.
—¿Sucede algo?.
—Creo...que he roto aguas...
—Eh, eh...¡EHHHHHHHH!—grito esta despertando a sus niños.
Mientras, Natsu estaba viendo pasar la comida de un lado a otro en bandejas y esperaba que llegase el momento para hincar el diente a toda esa carne. Happy volaba cerca imitando al joven pero con el pescado.
—¡Natsu!.
—Levy, ¿qué sucede?.
—Es Irene, ha roto aguas y se va a poner de parto.
—¿Ahora?.
—Si, venga tienes que ir.
—Oye, ¿incluso el día de mi boda tienes que ser el protagonista?—se quejo Gray.
Ambos se enzarzaron en una pelea mientras la maga era trasladada.
Continuara...
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