Las gotas de sangre caían lentamente a los ojos de la maga que veía al mago inconsciente y completamente herido. Los asaltantes se habían equivocado de persona y ahora miraban con asombro a la maga que mostraba unos ojos de color rojo intenso.

—Mal...malnacidos—bramo ella liberando una gran cantidad de poder.

Al ver aquel aura liberada los enemigos saltaron hacía ella antes de que pudiera liberar un poder superior pero era demasiado tarde. El viento los golpeo, como cuchillas que cortaron y provocaron heridas por todo sus cuerpos teniendo que gritar de dolor.

El que parecía el líder al ver la situación como estaba dio un chasquido y desaparecieron de su vista, era mejor retirarse que morir. Ella inspiro aire para poder tranquilizarse, recordó que el mago estaba inconsciente y se apresuro para ver como estaba. 

—Deja que te vea—prendió la luz y pudo ver su cuerpo herido, no era demasiado grave pero si sangraba bastante.

Llevo su mano a él y trato de curar lo más grave.

—Parece que te pondrás bien, todo esto es mi culpa—dijo mientras lagrimas salían de sus ojos.

—No...no te preocupes—sorprendida vio que Natsu estaba despierto pero débil.

Aquella noche Irene no pudo dormir, estaba demasiado preocupada. A la mañana siguiente le preparo el desayuno, le dio de comer ella misma para que no hiciera esfuerzos innecesarios.

—De verdad que no hace falta—dijo este.

—Si, es mi culpa, deja que te ayude—él haciendo como que estaba enfadado se dejo cuidar.

Natsu no tardo más de un día en recuperarse por lo que era hora de marcharse a alguna misión ya que tenía ganas de pelear como era habitual en él.

—¿Estas seguro de que estas mejor?—su tono denotaba preocupación.

—Si, no te preocupes, nos vemos—dijo con aquella sonrisa haciendo sonrojar a la maga.

Irene se quedo el resto de la tarde leyendo un libro romántico, no es que fuera su favorito pero era mejor que nada. Cuanto más leía, más escenas pasaban por su cabeza imaginando que lo que leía pasaba con Natsu. No entendía porque pero no podía sacarlo de la cabeza.

—¿Y si...Natsu y yo acabamos siendo pareja?—se levanto para ir a mirarse al espejo—bueno...soy mas mayor pero tampoco soy tan vieja...¿le gustarán pelirrojas?, ¿y si prefiere a Erza antes que a mi?, sería normal ya que ella es una versión joven de mi—preguntas y mas preguntas resonaban en su cabeza.

Y así se quedo el resto del día, imaginando cosas que no esperaba que en un futuro ocurriera.

Sin embargo, los enemigos aún estaban al acecho, habían sido imprudentes pero no cometerían el mismo error dos veces, tenían la casa vigilada, sabían cuando iba a comprar y a que hora se acostaba. Tenían que hacerlo rápido debido a su gran poder, si lo hacen según lo planeado todo iría sobre ruedas.

—Preparados para entrar—dijo el líder a sus secuaces.

Todos se pusieron en marcha aquella noche, iban por las calles sin hacer ruido, ni siquiera el viento soplaba a su paso, eran como ninjas en las sombras.

—Natsu...Natsu...—susurraba ella entre sueños con una sonrisa en el rostro.

Continuara...

Bueno, espero sus comentarios y opiniones.