Otro ataque más se había producido y todos empezaban a ponerse nerviosos porque se veían incapaces de poder atrapar al culpable. Nadie estaba a salvo y además podía disfrazarse de cualquiera con lo que complicaba todavía más las cosas.

—Bien, he tomado una medida urgente como maestro del gremio—Makarov tosió—hasta que se encuentre al responsable todos permaneceremos juntos en este lugar. Hay habitaciones de sobra pero...todos los chicos dormirán en una y las chicas en el otro.

Todos se miraron aún nerviosos, ¿tan grave era la situación?.

—Somos una familia y la familia se protege, id en grupos de cinco a traer vuestras cosas, nunca vayan solos—dicho esto se sentó a beber y leer el periódico.

—Entendido—dijeron todos finalmente.

El más afectado era Gray que no salía de la enfermería tras lo sucedido. Estaba sentado en una silla cerca de ella llorando como un niño porque casi pierde de nuevo algo tan valioso. 

—Juvia—apretó la mano de la maga mientras no dejaba de mirarla. Estaba bien pero inconsciente por la pérdida de sangre.

Natsu estaba con Irene y sentía rabia.

—¡Maldito bastardo, voy a matarlo!—dijo Natsu golpeando la mesa.

—Tranquilo o no podrás pensar con claridad. Se que deseas atraparlo pero debes tener cuidado porque en un descuido puede matarte. Y yo no quiero eso—le dio un fuerte abrazo mientras este aún seguía enojado.

—Ey Erza, ¿cómo es que tu madre ha logrado novio antes que tu?—un pequeño grupo se echo a reír.

La pelirroja muerta de vergüenza no sabía si matarlos ella misma o dejar que lo hiciera el enemigo.

—Yo me alegro por ustedes madre, cuida de ella Natsu—dijo algo feliz al haberlo aceptado por fin.

—No, tienes que llamarlo papá—comentó Irene.

Todos se echaron a reír.

—No...no pienso hacer eso—contesto roja.

—Obedece a tu madre.

—Me alegro por ti...papa—finalmente pudo decirlo ante las risas de sus compañeros—¿Acaso quieren que los mate yo pedazo de imbéciles?—pregunto a gritos.

Aunque la situación era seria, necesitaban un momento así de felicidad y sonrisas para templar los ánimos. Lucy estaba preocupada porque ella podría ser la siguiente y esperaba que fuera atrapado cuanto antes.

El Consejo Mágico estaba sin dar abasto porque destinaron muchos soldados a investigar el asunto y a patrullar constantemente las calles. Ya no solo por Fairy Tail, sino por el resto de gremios que podrían estar en apuros.

Mirajane ya había comido algo pero estaba sin fuerzas, aquello le iba a costar de asumir y se recluyó en el cuarto antes que nadie. Gajeel estaba nervioso porque si atacaba a Levy lo iba a matar ya que estaba embarazada y no quería perder a ninguno de ellos.

—¡Panda de idiotas, id a por vuestras cosas ya antes de que sea  de noche!—todos dieron un bote y dejaron de reírse de Erza para salir por equipos a por sus cosas.

Lucy suspiro aliviada ya que fueron todas juntas a Fairy Hills, luego acompañaron a la maga de espíritus celestiales a su casa para evitar problemas.

Todo esto era visto por el hombre que acechaba en las sombras, paseaba por el lado de ellas sin que se dieran cuenta gracias a su arte para el disfraz. Pronto empezaría el ataque al gremio, aquella misma noche sería ideal. Tenía todo listo y no tenía miedo de que estuvieran todos reunidos.

Continuara.