Capitulo 7

Benjamín de Bryon; un joven príncipe que vivía en el imperio vecino de Escarlata, hijo del Rey Leopold y la Reina Irina, quienes gobernaban entonces. Un hombre guapo y dedicado al estudio y a la espada como debía ser, podía superar incluso al capitán de su ejército. Inteligente, fuerte y atractivo, sin duda alguna, de cabellos castaños bien peinado, tez clara y sus brillantes ojos azules con ese tono verdoso característico de el.

Scarlett no estaba acostumbrada a interactuar con los hombres, menos con un príncipe como el, que era soltero además y estaba buscando comprometerse.

-¿Y usted es...? -su voz hizo reaccionar a la pelirroja-

-Ah claro... -desvio la mirada por unos segundos y volvió su vista a él con un porte elegante- soy la segunda princesa, Scarlett Fiore

-La mismísima princesa Scarlett -se sorprendió el príncipe y tomó su mano delicadamente para besarle en su dorso mientras se inclinaba con respeto- es un placer conocerla, he escuchado mucho de usted

-Ya imagino las cosas que habrá escuchado

-Nose porque no lo supuse, debí reconocerla por su cabello -admiro éste el cabello rojizo de la fémina - Dicen que nadie en el imperio Escarlata ha sido bendecido con un cabello tan brillante y llamativo como usted, obviamente nacen niños pelirrojos pero que ninguno se compara con su color

-¿Es eso un halago? -sonrie ligeramente -

-Solo espero que no le sea incómodo, su alteza

-Asi que haz escuchado de mí solo por el color de mí cabello

-No. Siendo sincero y no quiero ofenderla, pero también escuché ciertos rumores...ya debe estar enterada de cuales exactamente

-No estoy interesada en hacer caso a lo que dicen, si es verdad o mentira, no me importa, después de todo ....aún sigo en este palacio con título de princesa

-Su alteza es una princesa orgullosa -opino el castaño tras aquello y los pasos de otra gente los distrajo- al parecer la están buscando

-mmm es hora de volver, ya tomé aire como quería

-¿Me permite escoltarla?

-¿Usted...quiere escoltarme? Estoy segura que el Príncipe de Bryon debe tener a alguna señorita que espera ser escoltada por usted, alguien aparte, claro

-Vine solo -aclaro - no conozco a casi nadie, solo a su alteza

-Si no es molestia...

Así, el joven príncipe empezó a escoltar a la princesa de cabellos rojos. La sala principal estaba prácticamente llena de gente, las casas nobles, desde los más importantes hasta los más relevantes de ellos preparados para celebrar el cumpleaños número 18 de la princesa heredera.

Pasó un rato y la gente empezaba a brindar con la llegada de Perla. El primero en levantar su copa fue el rey, como era costumbre.

-¡Agradezco a todos por venir al cumpleaños de la princesa Perla, su futura reina ya cumplió su mayoría de edad y me da gusto decir que ya estamos buscando a su prometido como es costumbre en todo cumpleaños de mayoría de edad de un miembro de esta dinastía! -exclamo el orgulloso rey de melena dorada mirando con satisfacción a su hija mayor - ¡Salud !

-¡Por el reino escarlata!

-¡Por la futura reina!

-¡Por el futuro de este reino!

-¡Viva la princesa Perla!

Y así siguieron hasta terminar sus copas por el brindis. Se sentaron luego de eso para empezar con la comida y como debía de ser, aquellos miembros de algún reino eran bien atendidos en una mesa bastante cercana a la familia real, entre ellos estaba Benjamín.

-Se graduó como el mejor promedio en la escuela, ganó varias medallas en el campo militar de su reino lo cual sorprendió a sus súbditos, -comentaba Isabela a los oidos de sus tres hijas mirando al joven príncipe - Es todo un galan por supuesto, pero tiene una reputación algo difícil con las mujeres

-¿Porque? -preguntó con inocencia la más joven-

- Puede ser todo un príncipe de pies a cabeza, inteligente, apuesto y elegante pero....es muy conocido entre las mujeres por ser un casanova

-Un casanova -arqueo sus cejas la rubia, con cierto gesto de disgusto, un hombre que andaba con quién el quisiera era un tanto.... despreciable - No es tan príncipe como dice, madre

-Es su único defecto que le han encontrado -se encogió de hombros de una manera leve que apenas se notaba sus movimientos -

-Nadie es perfecto, si ese es su único problema no afecta a nadie, peor sería si dijeras que puede afectar a su reino o a su gente pero por lo que he leído... Un rey puede decidir tener incluso su harén, no es algo que esté prohibido

-Querida Scarlett, no todo lo que lees suena bonito -se quejó su hermana mayor- Arruina su imagen, como consecuente afectará a su pueblo también.

-¿Cuántos reyes han tenido una mala imagen pero fueron intachables en su labor de dirigir su reino? Dime, cuántos

-Se ve que estás muy interesada en defender a ese príncipe -fruncio ligeramente su ceño y desvío la mirada-

La princesa del medio suspiró y no le tomó más importancia tampoco, sus ojos de vez en cuando se escapaban hacía el príncipe de cabellos castaños sin darse cuenta hasta que cruzaron miradas. Fue vergonzoso para ella y giró su cabeza a otro lado como si nada hubiese pasado.

En la mesa de invitados:

-La familia Fiore tiene décadas reinando estas tierras, debe ser un honor pertenecer a la honorable familia llevando su glorioso apellido, Marquesa Nataly

-Oh jojo -sonrie ante al halago llevando su mano a sus labios de una manera elegante- Muchas gracias, Duque Clayton

-¿Familia Fiore? ¿No es la familia real?

-Asi es, alteza -dijo el tal Clayton - La marquesa Nataly es sobrina del rey, por lo cuál es alguien muy importante en el reino Escarlata

-Oh, mucho gusto marquesa -saludo el joven- pido disculpas por mis modales, soy el Príncipe Benjamín de Bryon

-¿Príncipe de Bryon? -repitio asombrada la de cabellos morados- Un honor tener a uno de nuestros aliados aquí presente, y más a mí lado, mucho gusto

Benjamín sonrió levemente asintiendo su cabeza luego de eso y no hablaron mucho, o no más de la cuenta mejor dicho. Lo que sí, la adorada sobrina del rey no dejaba de mirar de reojo al joven príncipe. Tal como dijo la reina, era un hombre apuesto de buenos rasgos faciales, un príncipe con todas las letras.

- El casanova y la cazafortunas se encontraron.

-Perla, no digas eso, es tu prima -reprocho la matriarca-

Al cabo de algunas horas...

Dante, el rey, se levantó de su trono y levanto nuevamente la voz para ser bien escuchado pero justo en ese momento entraron de imprevisto tres hombres, o más bien caballeros.

-¿No les dije que no llegaran tarde? -llamo la atención de todos allí haciendo una escena incómoda - ¡Que falta de resto es ésta!

-Disculpas, majestad -se inclinó y los dos que le seguían lo tuvieron que imitar- Estuvimos ocupados, usted ya sabe, para quienes protegen este reino es difícil llegar puntuales

Eso de cierta manera sonó algo vergonzoso para el rey. ¿Que ellos protegían el reino? ¡Ja! ¡Porque el lo ordena!
Soltó un suspiro pesado y cerró sus ojos para calmarse. Un rato después dejo que se mezclarán entre los invitados para no tener que lidiar con ellos.

-Como sea, lo que quería decir es que hoy cumplo dos papeles muy importantes -los demás lo escucharon atentos - Soy un padre y un rey, hoy soy ambos, porque mí hija, mí mayor tesoro, ya es mayor de edad y como dictan las costumbres es importante y esencial que se comprometa con quién se lo considere apropiado

-Papá....

-Desposare a mí primogénito, la sangre de mí sangre, el filo de mí espada, mí princesa y futura reina, Perla con....

-espero que no elija al hijo de ese hombre -sono preocupada- Isabela-

-¿Con quien, madre?

-le dije que lo piense mejor, espero que me haya escuchado

-¡El príncipe Benjamín de Bryon, de las tierras Bryon!

Todos se vieron atónitos, sobre todo los pretendientes de la princesa y sus padres. Aunque quien terminó más atónita fue Nataly.

Benjamín no parecía impresionado, sus ojos miraron a los de la reina.

"-....Estoy más que segura que eres el candidato perfecto para mí hija, la princesa Perla, si asistes a la fiesta de su cumpleaños es porque aceptas mí propuesta. Convencere a mí rey, piénsalo..."

Scarlett se sorprendió, su mismo rostro expresaba aquello, hasta Perla estaba atónita. Por otro lado Nataly se ponía más seria.

-Perla, Perla, Perla ....siempre obtiene lo que quiere.... Algún día todo lo tuyo pasará a ser mío, te lo prometo... Inclusive el apoyo de tus hermanas -susurra la pelimorada y giro su cabeza viendo unos ojos dorados que la veían como si la analizarán y soltó un pesado suspiro, las cosas que quería no le salían como tenía planeado, lo mejor era cambiar los planes y así lo haría -

-Papá.... ¿Porque ..porque tan rápido ésto del matrimonio?

-Esa es la tradición, princesa mia, no hay candidato más apto para ti que él , si no te gusta , no hay nada que hacer

-Es....¿La tradición? Pero ...

-Respetaras la tradición o no habrá corona, ¿Acaso quieres que tu corona cambie de cabeza? Porque no será así, tu eres mí heredera, la legítima futura reina de todo esto que hice para ti, si no lo quieres, te lo aguantas

-Y-yo ....

-Hasta que seas reina.


(...)

- ¡Conde Marcus! -celebro uno de los nobles al ver al rubio - Que bueno verte debutando entre la sociedad, es bueno verte más seguido que antes

-Me hace feliz escuchar que le alegro esta noche -respondio con naturalidad- A pesar de todo lo que ha pasado, fue bastante incómodo cuando el rey comprometió a la princesa con el príncipe del otro reino

-Jaja! Ni que lo digas, ¿Vió a los pretendientes? ¿A sus padres? Ellos estaban más desilusionados que sus propios hijos

-creo que incluso la princesa se veía descontenta -dijo mirando en dirección a la rubia que estaba con algunas mujeres de la sociedad- ¿Y el príncipe? Parecía poco sorprendido también

-Supongo que ya lo sabía -se encogió de hombros mirando hacia la terraza- Mm ¿Que no es el?

-¿Quien?

-el príncipe de Bryon, pero está.....-trata de visualizar bien- ¿La princesa Scarlett?

-¿Porque la princesa estaría con el prometido de su hermana mayor?

-usted dígamelo, -le señala hacía afuera- alli están los dos

-Que extraño.....

(...)

-Asi que ya está decidido....te comprometeras con mí hermana

-Bueno, si es el deseo del rey.... Creo que no puedo hacer nada

-Nisiquiera te lo preguntó

-Mi...mí padre, el rey Leopold Bryon, también desea que me comprometa y me pidió que asistiera a la fiesta por si acaso...

-Asi que viniste prácticamente obligado

-Si...-asintio desviando la mirada- Por cierto, a todo esto...¿Que edad tiene, princesa?

-tengo 16 aún, dentro de unos meses cumpliré los 17...

El príncipe tenía una expresión de sorpresa, cosa que no paso desapercibido por la menor.

-¿Creiste que tenía un poco más?

- b-bueno, pensé que ya tenía los 17 pero faltan solo meses para eso

-Ya que tan interesado está de mí edad, dígame la suya

-Tengo 19, casi recién cumplidos

-Con razón vi esa cana en su cabeza

-¿Que....? Ah, es usted mala princesa, ¿No me ve? Soy muy joven

-Mentalmente talvez

-Me advirtieron sobre usted pero no les creí, enserio es mala -hizo un puchero-

Si ambos eran príncipes, ¿donde quedó esa famosa "sangre azul" que corren por sus venas? ¿Son príncipes o niños burlándose del otro? Nadie dice que para ser pertenecientes de una familia real no se deben divertir, ni bromear aunque sea un poco o pensar como un niño solo para aligerar el ambiente o simplemente, ser unos niños en cuerpos de casi adultos. Así se dieron cuenta que por mucho tiempo, no se reían así como lo estaban haciendo el uno con el otro siendo observados por el conde desde adentro del palacio. Que interesante escena....


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