| 17; Tenjiku |
—¡Gracias por venir a ver a Hanna! —la presentó uno de los chicos del bar—. ¡Hoy tenemos una canción nueva y a Hanna tocando la guitarra!
Todos vitorearon cuando la vieron sentada en la tarima con la guitarra en sus manos y el micrófono frente a ella. Hanna sonrió alegre, recordando la última vez que usó una guitarra (fue para golpear a Senna).
♪Tan fría, sola♪
♪¿Podrías ser mi cobija?♪
♪Rodea mis huesos♪
♪Cuando mi corazón se siente desnudo♪
♪Sin fuerza, demasiado débil♪
♪Me vendría bien que me salvaras♪
♪Y tu amor es tan fuerte♪
—Y eso fue lo que pasó —terminó de contarle lo que había sucedido la noche anterior.
Koko, que lo estaba abrazando por la espalda, frunció el ceño.
♪Como una píldora lo tomaría, lo tomaría, lo tomaría♪
♪Como una píldora, tu amor, lo tomaría♪
♪Lo tomo, lo tomo♪
♪Como una píldora, tu amor, lo tomo♪
—¿Por qué mintió Mikey? —inquirió—. ¿Acaso es idiota y no sabe que está enamorado?
—No lo sé —se masajeó la sien—, lo que sea que lo haya llevado a hacer eso... La lastimó.
♪Cuando mi mundo se vuelva ruidoso, ¿podrías calmarlo?♪
♪Cuando mi cabeza duela, ¿podrías apagar todo el ruido?♪
♪Si sufriera dolor, ¿estarías a mi lado?♪
♪Si te necesito ahora, ¿podrías ser tan amable de calmarme?♪
—Quieres golpearlo, ¿verdad?
—Sí, pero no lo haré —replicó.
♪Oh-oh-oh, oh-oh-oh, ¿podrías ser tan amable de calmarme?♪
—Podré ser un idiota, pero no soy estúpido —masculló.
Él reconocía bien en que posición estaban en la Toman en ese momento, Mikey había sido condescendiente con ellos por los viejos tiempos y por Takemicchi, pero eso no quería decir que no los desecharía de inmediato si ellos se entrometían en su vida.
♪ ¿Podrías ser tan amable de calmarme?♪
—Como sea, parece que al final eso se tornó a nuestro favor —Koko se alzó de brazos.
El rubio movió levemente su cabeza.
—Ahora será nuestra.
♪Cuando mi corazón no es puro♪
♪¿Matarías mi enfermedad?♪
♪Y cuando no hay ninguna cura♪
♪Tú eres justo lo que necesito♪
♪Cuando pierdo la cabeza♪
♪¿Seguirías recordándome?♪
♪Cuando me este sintiendo perdida♪
♪¿Vendrías a hallarme?♪
—Hanna merece que le digan la verdad y no se acobarden —miró a Seishu con una sonrisa—. Así que es nuestro turno de jugar. ¿No crees?
♪Como una píldora lo tomaría, lo tomaría, lo tomaría♪
♪Como una píldora, tu amor, lo tomaría♪
♪Lo tomo, lo tomo♪
♪Como una píldora, tu amor, lo tomo♪
—Yo sólo quiero que ella sea feliz —la volteó a ver, sonriendo.
La canción que había compuesto justo después de esa noche parecía ser una confesión, que ¨tomaría su amor¨ como si fuera medicina.
Quizá podía sonar frívolo, como si estuviera calculándolo, pero eso era suficiente para él por el momento, que le diera la oportunidad.
Él se encargaría de que ella no se arrepintiera de eso.
♪Cuando mi mundo se vuelva ruidoso, ¿podrías calmarlo?♪
♪Cuando mi cabeza duela, ¿podrías apagar todo el ruido?♪
♪Si sufriera dolor, ¿estarías a mi lado?♪
♪Si te necesito ahora, ¿podrías ser tan amable de calmarme?♪
—Por un momento creí que no se presentaría —murmuró Emma.
—Cuando nos llamó porque cambió el horario fue muy abrupto —murmuró Hina—, dijo que pescó un resfriado anoche. Se ve bastante mal.
♪Oh-oh-oh, oh-oh-oh, ¿podrías ser tan amable de calmarme?♪
♪Oh-oh-oh, oh-oh-oh, ¿podrías ser tan amable de calmarme?♪
—¿Un resfriado?
Takemicchi era el único de los hombres ahí ese día, y eso era sólo porque se encontró con Hina y Emma de camino al bar que se enteró que Hanna había cambiado el horario de su presentación.
♪Cuando mi mundo se vuelva ruidoso, ¿podrías calmarlo?♪
♪Cuando mi cabeza duela, ¿podrías apagar todo el ruido?♪
♪Si sufriera dolor, ¿estarías a mi lado?♪
♪Si te necesito ahora, ¿podrías ser tan amable de calmarme?♪
—Hm, Mikey y ella se vieron anoche, pero a juzgar por cómo llegó mi hermano —Emma los miró de reojo—, no creo que haya sido muy bueno. Aunque dijo que se reconciliaron de la pelea.
—¿Huh? —Takemicchi parpadeó—. ¿Tan rápido?
♪Cuando mi mundo se vuelva ruidoso, ¿podrías calmarlo?♪
♪Cuando mi cabeza duela, ¿podrías apagar todo el ruido?♪
♪Si sufriera dolor, ¿estarías a mi lado?♪
♪Si te necesito ahora, ¿podrías ser tan amable de calmarme?♪
—Al parecer Hanna-chan no quería permanecer mucho tiempo enojada con él —suspiró.
—Yo sí lo hubiese hecho —Hina frunció el ceño—. Mikey-kun no tiene responsabilidad afectiva.
—¿Qué es eso?
♪Oh-oh-oh, oh-oh-oh, ¿podrías ser tan amable de calmarme?♪
♪Oh-oh-oh, oh-oh-oh, ¿podrías ser tan amable de calmarme?♪
—Todo mal contigo, Takemicchi —Emma se quejó—. Estos hombres realmente...
¿Pero yo qué hice? Pensó con una gotita de sudor en su cabeza.
—¡Gracias por escucharme! —Hanna sonrió, realmente se veía cansada.
Luego de levantarse de la silla se acercó a las chicas y les comentó que iría a casa porque se sentía terrible, Hina y Emma le dieron ánimos mientras Takemicchi la observaba en silencio.
—¿Lista? —Koko se acercó a ella por atrás y la abrazó de la cadera.
—Ya casi es hora de la siguiente medicina —le recordó Seishu e hizo una pequeña reverencia a las chicas a señal de despedida—. Nos vemos después.
—¡Sí, cuídate Hanna-chan!
Takemicchi escuchó entonces como Hina y Emma hablaban de aquel par, el modo en que se comportaban con Hanna, al parecer él no era el único que podía notar el cambio de los rudos pandilleros a los tiernos caballeros que hacían.
Era como si hicieran parkour de personalidad.
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Un par de días después.
—Hakkai... Esto es demasiado gay incluso para ti.
Hanna soltó una carcajada al ver su fondo de pantalla en el télefono.
—¡¿Verdad?! —Yuzuha también se rió.
El peliazul sólo las miró con cansancio.
—¿Me recuerdan porqué están aquí ustedes dos? —frunció el ceño.
Por alguna razón ahora Hanna se había unido a su hermana para hacerle bullying.
—¿De qué hablas? Yo vivo aquí.
—No, Hana, tu no vives aquí —negó con la cabeza—. Esta es la casa de Taka-chan.
—Porque no me quería quedar sola en la casa —replicó Yuzuha, alzando sus hombros.
—Porque Mitsuya me pidió que cuidara a sus hermanitas —respondió entonces con una sonrisa.
Hakkai entrecerró los ojos.
—¿Qué estás haciendo... tú aquí, Hakkai?
—¡Ey! Esto es discriminación —se quejó, poniendo su rostro sobre su mano—. Oi, Hanna...
—¿Hm?
—¿Es verdad que cuando estabas pequeña le pediste matrimonio al hermano de Mikey y a su amigo? —se burló.
Hanna podía recordarlo vagamente.
—¿Hm? —ella miró al techo, pensativa.
Cuando era pequeña le entregó un anillo de dulce a Shinichiro, este le había sonreído grande cuando ella le prometió que si aceptaba casarse con ella, su vida siempre estaría llena de dulce, lamentablemente Shinichiro le dijo que no porque ya tenía a alguien en su corazón.
—¿A su amigo? —Yuzuha la miró curiosa.
Por otro lado, pensó en el peliblanco de ojos violeta, a ese le prometió cerveza infinita y este aceptó, diciendo que se aseguraría de esperar cuando ella fuera mayor para casarse.
¿Habría olvidado aquello del mismo modo que ella lo hizo?
Le preguntaría la próxima vez que lo viera.
—Sí, creo que sí lo hice...
Hakkai suspiró, esa no era precisamente la reacción que él estaba esperando, en su mente era algo más como ¨¡No digas eso, Hakkai-kun, qué vergüenza! (se sonroja)¨ En cambio fue aburrido, bastante, en la realidad.
Ella sólo le sonrió.
—Tus trucos no funcionarán conmigo —le avisó.
Hakkai y Yuzuha la miraron.
—¿Sabes cuánto bullying me han hecho Ken-chan y Mitsuya-kun por eso? No tienes idea de todo lo que pasé —fingió estar traumada, haciéndolos reír.
Yuzuha entonces miró a Hakkai.
—¿Hm? Ahora que lo pienso, Hakkai —Yuzuha estaba curiosa de algo hace tiempo—. Siempre eres tan tímido con todas las mujeres, ¿por qué con Hanna-chan no eres así?
—¿Crees que considero ¨eso¨ una mujer? —la señaló.
—¡Oi! —frunció el ceño—. ¿Acaso quieres pelear, poste de luz?
La pelinegra fingió que se remangaba su suéter.
—Agárrate, puerca —fingió que le iba a dar un puño.
—¡Te pasaste, Hakkai Shiba! —le gritó entonces, yéndose encima de la mesa para alcanzar sus orejas—. ¡No estoy gorda, estoy creando un bebé! ¡Tú sí que eres una jirafa y solterona!
—Pues peeerdón —le jaló entonces el cabello, tratando de que le soltara las orejas—. ¡¿Quién es una jirafa solterona?!
—¿Qué demonios están haciendo...?
Mitsuya, que acababa de entrar a la sala, les miró con una expresión de ¨¿Qué demonios están haciendo?¨ que era bastante natural en él a ese punto. Después de un par de años viendo ese tipo de escenas, te acostumbras y ya.
—¿Mitsu-kun?
—¡Taka-chan!
Hanna y Hakkai, que se estaban agarrando del cabello y las orejas respectivamente, se quedaron quietos de repente y miraron a Mitsuya de reojo.
—Nada, nada.
Ambos se enderezaron enseguida y hasta se acomodaron la ropa, sonriendo entonces.
—Realmente —Yuzuha no podía parar de reír.
Mitsuya les miró con duda.
—Claaro —fingió que les creía, mirando hacia el sofá donde Luna y Mana se habían quedado dormidas.
Era una suerte que tuvieran el sueño bastante pesado.
—Entonces... Hakkai, ven conmigo, tenemos que hacer cosas... de la Toman.
Especificó al ver el rostro sugerente de la pelinegra.
—¿Ahora le dicen así? —le guiñó un ojo a Yuzuha.
—Como cambian los términos la chaviza —Yuzuha le siguió el juego, riéndose.
Mitsuya rodó los ojos y le señaló a Hakkai la puerta, el peliazul no tardó ni dos minutos en levantarse de donde estaba y seguirlo. Hanna silbó, qué obediente era ese perrito azul.
—Way to go, Mitsu, walk him like a dog —se burló—: Así se hace, Mitsu, paséalo como a un perro.
—No sé que dice, pero miente —aseguró Hakkai, empujando a Mitsuya hacia afuera de la casa.
Le sacó la lengua a Hanna por último y cerró la puerta dejando solas a las mujeres en la casa.
—Amiga, realmente no creo que te puedas aburrir con un hermano así —Hanna sonrió.
—Si quieres te lo regalo —ofreció la pelirroja.
—No, gracias, no me gusta mucho eso de la caridad —le negó con la cabeza.
Ambas se rieron mientras decidían qué más hacer en lo que las hermanitas de Mitsuya dormían.
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—Se acabó...
Takemicchi respiraba entrecortadamente.
¿Quién demonios eran esos tipos?
Él jamás escuchó de ¨Tenjiku¨ y estaba seguro que nada de eso tenía sentido. Miró de reojo a Akkun, Yamagishi y Makoto... Todos estaban en su misma situación o peor.
¿Realmente podrían seguir peleando hasta que llegaran refuerzos?
—Tú no entiendes lo que está pasando, ¿no?
—¿Huh?
Vio al Tetta pararse en frente de él con el mismo uniforme rojo de los demás, por alguna razón ese uniforme le recordaba a algo pero no lograba saber a qué.
—¡Kisaki!
—Hola... Héroe —Takemicchi le vio confundido, el rostro de Kisaki tenía una sonrisa victoriosa—. ¿Deberíamos empezar ya el ¨Incidente de Kanto¨?
Takemicchi no estaba comprendiendo qué mierda le decía. ¿Por qué le dijo ¨héroe¨? ¿Qué incidente?
—De capitán de la tercera división en Toman me convertí... ¡en líder de Yokohama Tenjiku!
—¿Líder de Tenjiku? —Takemicchi le vio confundido—. Espera.. ¿Cambiaste de bando... porque te echaron de la Toman?
—Takemicchi, no compares tu estúpido cerebro con el mío... Yo creé mi propia ¨Toman¨
—¿Toman...?
—Un día... Mikey me reconocerá —afirmó, sonriendo de lado—. Y esa zorra de Pandora que se la pasa detrás de la Toman también me las pagará por su arrogancia.
¿Qué...? Frunció el ceño.
—¡Kisaki! —vio a Hanma llegar en una moto—. Deberíamos irnos.
—Este es el fin para ti —le dijo a Takemicchi, lo miró por el rabillo del ojo—. ¿En serio vas a morir de esta forma? Te veré del otro lado entonces.
Lo vio subirse a la moto de Hanma e irse de ahí, seguido de eso llegó otro hombre de Tenjiku arrastrando de la capucha a Chifuyu.
—¡Chifuyu!
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—Si es verdad que Kisaki puede viajar en el tiempo —Chifuyu bufó—, él ahora debe estar desesperado.
—¿Por qué?
—Porque él también murió en el futuro, ¿no?
Takemicchi abrió grande los ojos.
—En ese caso él no podría volver al futuro porque está muerto... Eso significaría que Kisaki también falló —murmuró.
—Tenemos que asegurarnos de que Kisaki en realidad pueda viajar en el tiempo —murmuró—. Tenemos que comenzar con nuestro plan confirmando esto.
—Kisaki está con Tenjiku ahora...
Takemicchi miró a Chifuyu.
—Yokohama... Tenjiku... ¡CHIFUYU! —lo tomó de los hombros, sorprendido—. El otro día en la presentación de Hanna unos idiotas bajo ese nombre la hicieron cantar una de las canciones que odia. ¿Crees que también estén detrás de ella?
—Hm... Si le ponemos sentido a lo que dijo Kisaki, quizá la persona arrogante de Pandora es Hanna —murmuró, pensativo—. Dijo algo sobre que se la pasaba detrás de la Toman, ¿no?
Takemicchi se puso las manos en la cabeza.
—¡Demonios! Ella realmente está metida en todo —se quejó.
Sentía que tenía que estar de niñera de Hanna para evitar que arruinara el futuro.
—¿Eh...? Pero no deberíamos de preocuparnos por ella, ¿o sí?
Ella ya tenía a dos personas que cumplían esa función exactamente.
—Después de todo tendrá a su par de black dragons al lado todo el tiempo —comentó.
—Hm... Es verdad —Chifuyu asintió.
¿Quizá estaban dejando algo importante de lado? Chifuyu tenía la sensación de que sí, pero no podría saber qué era.
—¡Heey! Sabemos dónde está el escondite de Tenjiku.
Los hermanos Kawata se acercaron a ellos.
—¡Súbanse a las motos!
Los hermanos Kawata comenzaron a explicarles que Tenjiku fue creada recientemente por lo que no había mucha información sobre ellos, pero ya habían conquistado a todas las pandillas de Kanagawa.
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Por otro lado, Mitsuya estaba mirando en silencio al hombre frente a él.
—El mundo es vasto —murmuró—. No sabía que un monstruo como tú podía existir, hijo de puta.
—Hay gente de voluntad fuerte como tú en la Toman —Mochizuki Kanji, cuarto de los ¨reyes celestiales¨de Tenjiku, sonrió de lado—. Esto se está poniendo divertido...
—Ey, Mocchi.
Mitsuya volteó su mirada hacia el recién llegado.
—¿Por qué te estás quedando con toda la diversión?
Ese era Rindou Haitani, el hermano menor de los ¨hermanos Haitani¨de Roppongi.
—¿Los Haitani? —se sorprendió Mitsuya.
No tanto como su los de su división al ver a Ran Haitani, el hermano mayor y ¨rey celestial¨de Tenjiku, golpearlo con un ladrillo.
—Te atrapé jaja —se agachó y sonrió, haciendo una pose—. ¡Peerdón por hacer trampa!
—¡Ey, hijo de puta —Mocchi le gritó—, no te robes el objetivo de alguien desde atrás!
—Mi hermano siempre se lleva las mejores partes —suspiró Rindou—, y también odio las poses que hace.
—Pero los resultados son lo que importa... ¿No? —sonrió Ran—. No es fácil pelear con la Toman, aún no nos agarran con la guardia baja así que es mejor que nos encarguemos de ellos rápido.
Comenzaron a alejarse de la escena.
—Suficiente por hoy —Ran levantó la mano.
—Retírense —dio la orden Rindou.
Mitsuya frunció el ceño mientras estaba en el suelo.
Mierda...
No era sólo el antiguo líder de Jugemu, también tenían a los hermanos Haitani.
Tenjiku era... realmente formidable.
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—Hmmm...
Hanna miró de reojo a Yuzuha hablar con las pequeñas mientras ella estaba al teléfono. Escuchó el reporte en silencio, sin poder creer lo que estaba escuchando, su pierna estaba temblando.
—So you're telling me that there's been an attack to our fourth division —se masajeó la sien—: Así que lo que me estás diciendo es que ha habido un ataque a nuestra cuarta división.
Era increíble, la cuarta división ni siquiera tenía misiones o peleas pendientes, eso quería decir que las habían atacado sin siquiera tener sus uniformes puestos. Frunció el ceño.
¿Cómo era posible?
—Yes, ma'am.
—Who in their fucking right minds would start a war against Pandora nowadays —frunció el ceño, sin comprender—: ¿Quién en su puto sano juicio empezaría una guerra contra Pandora hoy en día?
Cuando escuchó el nombre de Kisaki, le comenzó a temblar el ojo.
—For fuck's sake, I knew I had to kill him —se quejó—: Por la mierda, sabía que tenía que matarlo.
Miró hacia el paisaje cerca de la casa de Mitsuya y suspiró.
—Gracias por el reporte, convoca una reunión con los chicos para esta noche... Creo que es hora de que les dejemos en claro a esos idiotas quienes mandan en Tokyo —no esperó respuesta y colgó.
¿Por qué Kisaki había atacado una de las divisiones de Pandora? No tenía sentido.
—¿Qué truco sucio estás tratando de sacar ahora —masculló—, Kisaki?
Aunque no lo entendiera estaba claro que Kisaki quería armar un gran conflicto, pero ella sería más inteligente, comenzó a pensar en qué podrían hacer al respecto. Todavía no había terminado de reunir el dinero necesario para matar a Kisaki así que necesitaba otras opciones.
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—Así que este es el escondite de Tenjiku...
—¿Eh? —Takemicchi se sorprendió al ver a tantos hombres ahí.
—Wow... Esto es más de lo que esperaba —silbó Chifuyu.
—No me importa golpear a tantos —murmuró Smiley.
—Vayámonos si terminamos heridos —dijo Angry.
A simple vista habían más de cincuenta hombres, en el centro había un hombre con una cicatriz.
—Parece que caímos en su trampa —murmuró el peliazul.
—Nos estuvieron esperando —afirmó Matsuno.
—¿Huh? Él se ve familiar —Takemicchi centró su mirada en el chico de la cicatriz en la cara.
—Así que viniste —le saludó con una sonrisa.
El rey celestial de Tenjiku, ¨Fighter¨ Kakuchou.
—¿Eh? Nos estuvo esperando...
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—Yuzuha, ¿puedes quedarte con las niñas aquí adentro un momento? Voy a salir.
—¿Hm? —Yuzuha asintió—. Sí, descuida, solo no te tardes mucho o se pondrán a llorar.
—No, sólo me tardaré un par de minutos —le respondió—. Voy por pan, te juro que si vuelvo. No soy mi papá.
Yuzuha se rió.
—Está bien.
No quería decirle que el hecho de que Mitsuya se estuviera tardando le preocupaba, cuando fue a las calles, observó el silencio con curiosidad. Mitsuya le había enviado un mensaje que decía que se tuvo que separar de Hakkai por una situación, pero no había recibido nada después de eso.
—No esperaba encontrarme contigo por aquí —el peliblanco le observó un momento.
Ella lo miró de reojo.
—Izana...
—Hanna.
—¿Qué haces por estos lares? —inquirió con el ceño fruncido.
—Hm... ¿Ni siquiera un hola?
Ella arqueó la ceja.
—Estaba paseando por aquí y por allí. Creo que me perdí en tus ojos —se le acercó hasta tenerla a menos de un metro.
Ella levantó su mirada hacia la del mayor y arqueó la ceja.
—Estás invadiendo mi espacio personal... ¿Has estado jugando space invaders? —se acercó a él también—. ¿Quieres que llame a la policía?
—Hm... Si estás dispuesta a contarles sobre tus pequeños trucos ilegales —él asintió.
Hanna lo observó en silencio.
—¿Por qué estás a la ofensiva? Chico, cálmate.
¨¿Y quién era ese Izana?¨Quizá se estuvieran preguntando.
Era un chico que creció en un orfanato al que Shinichiro y su hermana mayor solían frecuentar, por ende, terminó conociéndole en un día lluvioso cuando se escapó de su niñera para ir a buscar a Haruki, su hermana mayor, era una historia complicada.
—¿Tú por qué estás a la defensiva? —su sonrisa escondía algo que molestaba a Hanna.
Puso algo de distancia entre ellos con sus manos en el pecho del mayor, él le agarró la mano.
—¿Qué pasa, pececito tropical?
No se habían visto en años, bueno, al menos hasta que él se había presentado a la zona VIP del bar donde ella solía cantar con la excusa de verle de nuevo. No se habían dicho mucho esa vez, Izana sólo fue hasta allá y fingió ser un pez gordo para que le concedieran tiempo a solas con ella.
—¿No dirás que me extrañaste? —la obligó a poner su mano sobre la mejilla del peliblanco—. ¿O es porque aún sigues revolcándote con Inupi y su amigo, perlita de mar? Deberías compartirte un poco conmigo también...
—Ey, Kurokawa —lo miró a los ojos, tratando de soltar su mano.
—Haré que te sientas muy bien si vienes conmigo —prometió, mordiendo sutilmente su mano.
—Suéltame antes de que te de una patada donde más te duele, idiota.
Izana sonrió divertido y la soltó, alzando sus manos al aire.
—Sólo decía que estoy abierto a la posición de amante —masculló él.
Sus ojos mostraron un brillo inusual. Hanna arrugó la nariz y negó.
—Como sea, estoy algo ocupada así que... Bye, bye —se despidió, pasándole de largo entonces.
Izana la observó irse antes de decidirse a su próximo destino con una sonrisa de lado.
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—¿Ah.... Cuántos hay de ustedes?
—Cien —respondió Kakucho con una sonrisa.
—Cuatro contra cien, ¿eh? —Chifuyu hizo una mueca.
—Vayan, chicos —dio la orden.
Todos los de Tenjiku se dispersaron.
—Cuatro contra cien sería un poco injusto, ¿no? —sonrió—. Hagamos un uno contra cuatro.
Sus reacciones:
N/A: Jsjs tenía que ponerla porque realmente me parece que sus caritas lo son todo.
—Whoa, tú sí que tienes huevos, cabrón —el pelinaranja dio tres pasos adelante y con su distintiva sonrisa, se presentó, tronando sus dedos—. Capitán de la cuarta división, Nahoya Kawata. Si vas a pelear por tu cuenta... Entonces yo haré lo mismo.
—¡Nahoya!
—¡Espera —gritó Chifuyu—, eso es injusto!
—¡Buena suerte, Smiley!
Angry sólo lucía... Bueno, Angry.
—Rey celestial de Tenjiku —se presentó también con una sonrisa—. Kakucho.
¿Kakucho? Takemicchi le vio sorprendido, de algo le sonaba el nombre.
—¡Adelante! —Nahoya empuñó su mano y corrió hacia él.
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—¿Qué estará haciendo ahora?
Mikey observó el puerto, estaba pensando en Hanna para variar.
—¿Baji...?
Aunque se habían reconciliado las cosas seguían sintiéndose incómodas luego de esa pelea. Había escuchado por Emma que esos dos chicos se la pasaban con ella día y noche últimamente, se moría de celos y no podía hacer nada.
—¿También estás intentando escapar del mar? —le preguntó al Taiyaki en sus manos.
¿Estaría con esos dos chicos?
—¨Sí¨
Aunque permitió que ingresaran a la Toman, aun se sentía incómodo por la forma en que hablaban de ella, lo peor de todo era que no podía decirle nada porque no son nada.
—Glup, glup, glup.
¿Era eso lo que sentía Baji cuando él se acercaba de más a Hanna? Odiaba el sentimiento. Una parte de él también se odió por no haber comprendido a Baji antes.
—Ey, Taiyaki-kun... ¿Cómo terminó eso de nuevo? —preguntó.
Cálmate, Mikey...
Incluso si ella estaba con ellos, lo más probable es que sólo fueran un pasatiempo de la adolescencia, se dijo, quizá también podría echarle la culpa a la etapa hormonal también, se intentaba convencer.
Al final el que realmente ganaba era quien pasase el resto de su vida con ella...
Y él se aseguraría de ser ese alguien.
—No lo sé, lo olvidé —Mikey giró su rostro entonces a la persona que le habló.
Un albino de grandes ojos violetas y tez bronceada, sus aretes hanafuda eran rojos con la parte de abajo negra y un punto blanco. Notó esto último cuando lo vio levantarse y estos se movieron.
—Soy Izana Kurokawa —respondió, mirando de reojo hacia atrás—. Linda moto.
La ¨babu¨ de Mikey estaba aparcada detrás de él.
Mikey observó al extraño en silencio, este solo sonrió con sus ojos cerrados.
—Nos vemos pronto —dijo antes de irse caminando con una mano en el bolsillo de su chaqueta.
Qué extraño.
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—¡Muy bien, regresemos a Tokyo! —gritó Nahoya tras vencer a Kakucho.
Angry le comentó que él tenía unas vendas mientras los tres caminaban hacia la salida, Takemicchi fue el que se quedó atrás.
—De algún modo hay algo sobre este Kakucho que no puedo sacarme de la cabeza —comentó, viéndolo en el suelo—. Hm, quizá solo estoy sobrepensando...
—¡Carajo! —lo escuchó gritar cuando le dio la espalda—. ¡Eso es molesto, Takemicchi!
—¿Huh?
Aquello le hizo recordar algo de su pasado y se giró.
—¿Kaku...?
El más alto se sentó en el suelo y sonrió.
—Así que por fin te acordaste... Tontomicchi.
—¿Huh? —parpadeó, sorprendido—. ¿Huuh?
—Segundo de primaria, ¿cierto?
—¡Kaku...! Ya me acuerdo —fue cuando se cambió de colegio en segundo de primaria—. ¡¿Te encuentras bien?! Bueno... Es gracioso preguntar eso mientras te ves así...
—Nosotros dos tenemos mucho que discutir..
—¿Huh?
Kakucho se levantó.
—Perdí a propósito —lo dijo como si fuera obvio.
—Mentiroso —Takemicchi solo lo miró con los ojos entrecerrados.
—¡En serio —gritó—, soy extremadamente fuerte! ¡¿Sabes?!
—Sí, sí —se aguantó la risa—. Jaja me recuerda a los buenos tiempos... Nosotros peleabamos como idiotas y tú odiabas perder. No cambias, ¿eh?
—Te digo que-
—El pequeño Kaku se convirtió en un ¨rey celestial¨ ahora —le puso la mano en el hombro, sin parar de sonreír.
Kakucho sonrió también y se dio la vuelta entonces.
—Y tú... De acuerdo a los rumores eres el capitán de la primera división de la Toman —Takemicchi se sorprendió de la sonrisa del mayor—. Tampoco has cambiado, tú... eras mi héroe.
—¿Huh?
—El líder de Tenjiku, Izana Kurokawa... Ahora mi héroe se llama Izana Kurokawa y yo le dedico mi vida a él —su rostro se endureció entonces—, así que en conclusión... Tú y yo somos enemigos. Es por eso que te pido que... salves a Izana Kurokawa.
¿Salvar a... Izana Kurokawa? Takemicchi le vio confundido.
—Kaku-chan... ¿Qué significa eso?
¿Quién es Izana Kurokawa? Para empezar...
—Takemicchi, yo realmente no comprendo este conflicto —confesó—. Ese maldito de Kisaki está usando a Izana.
Takemicchi lo observó en silencio... ¿Kisaki? ¿De nuevo Kisaki?
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—¿Qué diablos hacía Izana por aquí? —se preguntó a sí misma mientras ingresaba a la tienda.
Keisuke a su lado solo alzó los hombros.
—¡Hola! Gracias por venir a nuestra tien- Ah...¿Hanna-sama?
—What's up with that boring reaction? —alzó una ceja y sonrió de lado—: ¿Qué pasa con esa aburrida reacción?
El peliblanco de tatuaje de tigre en la mano parpadeó, mientras se limpiaba la mano con una toalla, al parecer había estado horneando algo porque aún podía ver algo de harina en sus mangas. Le echó un vistazo al lugar, el aroma a café y pasteles que tanto le fascinaba.
—Perdón, jefa, me tomó algo de sorpresa verle tan de repente —se disculpó, inclinándose hacia ella de forma respetuosa—. ¿Pasa algo? Ya sabemos de la reunión de esta noche...
—Sólo venía a comprar algo —afirmó, mirando por encima del mostrador—. ¿Dónde está Kimi?
—Hm, está adentro —señaló Akira—. ¿Quieres que la llame?
Hanna negó con la cabeza.
—¿Qué tienes nuevo hoy? —murmuró, con su vista fija en el mostrador atrás de él.
El Mito le comenzó a explicar los pasteles que habían preparado para ese día, Hanna observó todos en silencio por un momento, pensando qué llevarle a las niñas y a Yuzuha. Ella en particular se antojaba algo de limón así que señaló el pastel de limón con una de sus manos.
—Dame un pastel de limón y, para las chicas... Hm, ¿qué me recomiendas para las pequeñas?
—¿Las hermanas de Mitsuya?
Ella asintió. Como Akira vivía en el mismo sector de Mitsuya y además era uno de sus amigos cercanos obviamente se conocían entre ellos, siempre que cuidaba a las hermana de Mitsuya compraba algo ahí para llevarles. Takashi la regañaba por eso a veces.
—Tenemos...
Hanna recordó cuando se conocieron ese par y no pudo evitar reír un momento.
—Ey, Akira-teme, ¿por qué no me dijiste que la harina se acabó? ¿Oh? —la voz cantarina de la peliazul hizo que se volteara hacia la puerta por donde ella estaba entrando—. ¡Oh, jefa〰️♡!
La peliazul no tardó en este a su lado y abrazarla, Kimi era particularmente apegada a ella, su personalidad extrovertida la hacía querer pegarse todo el tiempo a la más alta. Hanna sonrió.
—¿Qué demonios haces, Kimi? Suéltala.
—¡Shh! Ella no me ha apartado, hay que aprovechar el bug —le calló la peliazul.
Ciertamente Hanna, como toda una persona introvertida que era, no le gustaba mucho el contacto físico de cualquier persona, pero de vez en cuando permitía que sus amigos lo hicieran. Le abrazó de la cintura un momento mientras le daba instrucciones de que más quería al peliblanco.
—Hm... Takahiro dijo que quería verte —el peliblanco comentó entonces.
—¿Ah, sí?
Takahiro Mito era el hermano mayor de Akira por cuatro años, lo que significaba que era mayor que ella por seis, actualmente teniendo diecinueve años. Era un muchacho bastante... raro. En una escala de rareza donde Mikey era la norma y lo máximo era Izana, estaba al nivel de Izana.
—¿Por qué?
—No lo sé, no me quiso decir —bufó, empacando los pasteles que ella había pedido junto con unas donas—. Mencionó algo sobre un topo, dijo que eso debería significar suficiente para ti.
Ella entornó la mirada. ¿Takahiro sabía sobre el topo de Pandora?
—Dile que venga al lugar de nuestra reunión, hablaré con él —soltó a Kimi y la miró—. Kimi, necesito un favor.
—Haré lo que quiera por usted, mi jefa〰️♡
Hanna sonrió y acarició las mejillas sonrosadas de la más baja.
—Quiero que acabes a golpes a alguien —le susurró al oído el nombre de esa persona y dónde encontrarle—. Y no dejes nada de evidencia, ¿entendido?
—¡Sí, su majestad!
La peliazul sonrió, feliz de tener una nueva misión y tras una pequeña reverencia corrió dentro de la tienda para cambiarse de ropa. Hanna se giró hacia el peliblanco.
—Oye, Aki...
—¿Hm?
—¿Recuerdas a Inupi y Koko?
—¿Los chicos que te daban como cajón que no cierra? —sonrió socarrón—. ¿Cómo olvidarlos? Era bastante gracioso verte cuando salías de tus ¨visitas¨ matutinas.
Las orejas de la pelinegra se tiñeron de rojo, carraspeó.
—Hm, ¿qué debería decirles ahora? Últimamente han estado muy... intensos.
—¿Sabías que una mujer embarazada emite feromonas que vuelven locos a los hombres que considera potenciales parejas? —el comentó entonces, ella negó.
—No...
—Bueno, pues ya ves —movió las manos—. Esa es una de las razones por las que están así... La otra quizá sea que los has tenido a tu lado todo este tiempo sin dejarlos hacer nada, deben estar al borde de estallar.
—Oh... Would you look at that? Quite interesting —sonrió de lado—: ¿Verás eso? Qué interesante.
El peliblanco solo negó con la cabeza, riendo.
—Estoy pensando en dejar de contenerme —sonrió.
—Suerte con eso, recuérdales usar lubricante —le sonrió de vuelta—, y preservativos.
Hanna le enseñó el dedo medio entre risas mientras salía de la cafetería.
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—¡Comienza la reunión oficial de Pandora! —gritó Yuki, acomodándose sus gafas.
El lugar de reunión de Pandora era un viejo establecimiento que fue abandonado tras no tener el dinero suficiente para continuar operando, solía ser un hotel del barrio rojo tiempo atrás. El lugar era el escondite favorito de los "siete grandes de Pandora" y ahora se había vuelto su lugar oficial.
—Muy bien, este es el reporte —Kaede Senna, hermana menor de Kaito y capitana de la cuarta división de Pandora—. El día de hoy en la tarde, doce chicas de la cuarta división fueron atacadas por unos hombres que se identificaron como pandilleros de la ¨Yokohama Tenjiku¨ bajo, lo que se cree, fueron órdenes directas de ¨Kisaki Tetta¨.
—¿Tenjiku?
—¿Yokohama?
—¿Alguien ha escuchado de ellos? —empezaron los murmullos.
—No, ni idea...
¨¿Por qué atacarían a Pandora si son de Yokohama?¨
¨¿Por qué vendrían desde la prefectura de Kanagawa hasta aquí?¨
¡Hacer un viaje de casi una hora sólo para joder con ellos, tenía que ser una broma! Hanna los observó en silencio desde su trono mientras saboreaba un bombón.
—Se formó recientemente —comentó Senna—, así que no tenemos mucha información.
—Según mis fuentes... También atacaron a la Toman —continuó Kaede, mirando de reojo a la pelinegra, quien sólo le devolvió la mirada—. Dicen que fueron varias divisiones.
Ella suspiró, todos se quedaron impactados al escuchar esto ya que conocían la relación de Pandora con la Toman era relativamente amigable por órdenes de su líder, Yuki comentó lo que había ocurrido y lo que habían logrado recolectar.
—Al parecer los que están involucrados son de la generación de los S62 —concretó Yuki, llamando su atención entonces.
¿La S62?
—¡Ja! Estos malditos —chasqueó la lengua, acomodándose en su trono—, volviendo a eso, huh.
La ¨S62¨era la generación que también se conocía como ¨la generación de la brutalidad¨y solía ser liderada por nada más ni nada menos que Izana Kurokawa. Estuvieron envueltos en terribles crímenes como robos, asaltos, tráfico de drogas y demás.
¿Y esa era... la nueva Tenjiku?
—Ya entiendo porqué Izana parecía estar tan tranquilo de nuevo —murmuró entre dientes.
¿Por qué había atacado a sus chicas? No debería tener nada en contra de Pandora, ¿o acaso era por su conexión con la Toman? Miró a las chicas que fueron golpeadas. Todas eran conocidas, familiares o hasta parejas de alguien en la Toman.
—¿Qué quiere hacer, jefa? —preguntaron.
Ella se sacó el bombón rojo de la boca y sonrió de lado.
—¿No deberíamos devolverles el mismo trato? —miró al vibrante barrio rojo desde la ventana de aquel lugar—. Está claro que ellos quieren pelear...
—¿Qué hay de la Toman?
—Deberíamos llegar a una clase de acuerdo —comentó Kaede—, con la Toman.
Hanna asintió.
—Hablaré con su líder y les dejaré saber a cada uno de sus capitanes cualquier otra información.
Hanna volvió a meterse el bombón a la boca y dio la señal para que continuaran la reunión con los otros temas que faltaban.
¿Qué haremos... Mikey?
Al finalizar la reunión se quedaron únicamente los capitanes, vicecapitanes, Takahiro y ella. Les hizo una señal para que les dieran algo de espacio, le advirtió que no tendría mucho tiempo así que era mejor que lo hiciera rápido. Mikey la citó a la reunión de la Toman.
—Entonces estás aquí por el topo.
—Me agradecerás esto —Takahiro le entregó una carpeta, ella le dio una ojeada—, te lo aseguro.
—¿Cuánto por esto?
Takahiro y ella no eran precisamente amigos así que supuso que quería algo a cambio.
—No quiero nada a cambio —se mostró ofendido.
—¿Por qué estás ayudando?
—Eres la amiga de mi hermano...
—Takahiro, nunca te ha importado tu hermano —alzó una ceja—, sólo piensas en tu novio.
—Al menos mi novio sigue vivo —masculló—, Hanna.
La pelinegra lo miró a los ojos, asintiendo en silencio un momento mientras le hacía una señal a Senna y Asa para que lo sacaran de ahí, le dijo que Kaede se encargaría de pagarle la información y se recostó en su trono.
—Wow, eso fue... bastante doloroso —se mordió la lengua—. Uh...
Hanna pensó en Baji, su corazón se apretujó, todavía podía recordar el momento en que se fue como si hubiese sido ayer. Dejó que las lágrimas cayeran mientras observaba el barrio rojo de noche.
Keisuke... ¿Algún día me dejarás de doler?
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—¡La reunión de emergencia de la Tokyo Manji Gang comienza ahora! —anunció Draken. Takemicchi los miró solemne, esperando encontrar una pista del futuro ahí—. Ayer nuestros miembros fueron atacados por los Yokohama Tenjiku.
En la Toman, como en Pandora, muchos se quedaron como ¨¿Y quiénes son esos?¨ ya que nunca habían escuchado de ellos antes.
—¡Tenjiku es una pandilla recién formada —aclaró el subcomandante—, no tenemos idea de cómo es la pandilla! Buscamos cualquier tipo de de información sobre ellos... ¡Por lo tanto, antes que todo! ¡Primera división! Reporten todo, un paso adelante, por favor...
Takemicchi y Chifuyu dieron un paso al frente.
—Los que nos atacaron se llamaban ¨la unidad de Mochizuki¨o eso dijeron.
—¿Unidad de Mochizuki?
—Hm, es una unidad liderada por el antiguo líder de Jugemu —comentó Smiley, dando un paso adelante también—, Mochizuki Kanji.
Los demás comenzaron a murmurar al escuchar aquello, Takemicchi no entendió a que se referían con "S62"
—Mochizuki no es la unidad más fuerte de Tenjiku —Mitsuya se acercó también—, tienen a los hermanos Haitani también.
Esto causó que los demás miembros de la Toman se asombraran, Takemicchi seguía sin comprender. Hanna estaba detrás, sentada en su usual puesto, esperando que fuera su turno para hablar.
—Mikey —Draken se le acercó—, ¿esto se alinea de algún modo con el resto de nuestros miembros siendo atacados? A ellos los derrotó Madarame, ¿y las doce de Pandora?
—Ah, ya veo —murmuró—. Toman está siendo aplastado por fantasmas de la novena generación de los Black Dragons.
—Madarame también es un S62 —comentó Yasuhiro.
Hanna lo miró fijamente, ¿era en serio? Sus ojos chocaron con los de él un segundo antes de apartarla rápidamente. El pelirosa, por otro lado, se quedó con su mirada fija en ella hasta el final.
—Lo que significa que es un grupo formado por un montón de tipos de la generación de la brutalidad que nunca hicieron equipo antes y ahora se juntaron para hacer Tenjiku...
—Realmente deben tener una profunda conexión con la Toman —Draken miró a Hanna y le hizo una señal para que se acercara, esta se levantó elegantemente y el sonar de sus tacones contra el asfalto llamó la atención de todos ahí—. ¡Escuchen bien!
Hanna caminó en medio de todos sin importarle nada, sus ojos iban puestos al frente mientras subía los escalones hacia Mikey, él se mantenía estoico mientras la veía subir. Ambos se saludaron con la mirada y ella le dio la espalda entonces, observando en silencio y con las manos en los bolsillos a todos los hombres pertenecientes a la Toman.
—Ey, Mikey —saludó con tranquilidad cuando llegó al podio—. Ken-chan.
—Que no me digas así —se quejó Draken—. Estamos en asuntos oficiales...
Hanna sólo sonrió, sacando de su bolsillo un bombón y destapándolo para meterlo a su boca.
—¿Quién se cree que es esa tipa? —un tipo habló—. Darle la espalda al líder...
—Y es una mujer —replicó su compañero—. ¿Se piensa que por ser mujer tiene derecho a portarse así?
—Deberíamos darle una lección. ¿Viste cómo se atrevió a hablarle al líder y al subcomandante?
—Me gustaría ver eso.
Ambos se giraron a ver como una chica más baja que ellos con gafas y un par de libros sobre su pecho, les miraba con una sonrisa tímida. El mayor se rió y miró al otro.
—¿Oíste a la nerd?
—Parece que ahora cualquier persona puede estar en las reuniones —la miró de arriba abajo—. Ey, enana, ¿conoces a la estúpida que está allá al frente?
Yuki levantó sus gafas y miró con frialdad al hombre frente a ella.
—Esa estúpida de la que hablas es la líder de Pandora —comentó borde—, y podría hacerte mojar los pantalones con solo escuchar lo que ha hecho. No deberías meterte con ella.
—¡Ja! ¿Oíste eso? —lo codeó—. Esta nerdita está amenazand-
Hanna bostezó, molestando al par de hombres con su insolencia, ella realmente los estaba provocando.
—¡Silencio! —Draken acalló a todos—. ¡El comandante tiene algo importante que anunciar!
Mikey suspiró, no tenían tiempo para eso así que sólo alzó la mano, todos se quedaron en silencio.
—Hanna Yagami es Whitesnake, la líder de ¨Pandora¨—Mikey la presentó—. Por lo tanto espero que la respeten como tal.
Sus ojos fueron hacia los dos de sus hombres que habían hablado.
—Muchos de ustedes no lo saben, pero Hanna es una mujer que apreciamos mucho —Mitsuya se puso a su lado con el ceño fruncido—, todos los capitanes y fundadores de Toman.
—Además de ser la líder de una pandilla que cuenta con ciento quince personas —agregó Hakkai, también molesto por aquellos comentarios—. ¡Respeten!
—No quiero volver a oírlos siquiera pensar en ella —advirtió Mikey, con seriedad—. En cuanto a porqué esta aquí hoy, es bastante simple...
—También atacaron a doce de las chicas de su cuarta división... Y ellas estaban relacionadas de manera directa o indirecta con miembros de la Toman —comentó Draken, cruzándose de brazos—, por eso está aquí hoy.
—Douzo yoroshiku —saludó con la mano—: Un placer conocerlos.
Los hombres de la Toman se miraron entre ellos cuando escucharon los nombres de las mujeres que fueron atacadas, doce de ellos palidecieron al reconocer sus nombres, ella solo miró a Yuki.
—Pandora es grande y fuerte, pero el hecho de que nos hayan atacado mientras atacaban a la Toman y sean precisamente personas cercanas a ustedes quiere decir que realmente su objetivo es la Tokyo Manji Gang —comentó Hanna—. Ya hemos discutido esto con Mikey y llegamos a una conclusión.
—Pandora y Toman pelearán unidos contra la Yokohama Tenjiku —declaró Mikey.
A Mikey no le gustaba la idea de que ella peleara, pero reconocía que el hecho de que hubieran atacado a chicas de su cuarta división debía haberle hecho explotar, uniéndose podría asegurarse de que ella no fuese a la batalla sola.
—¡Me importa una mierda si nos están derrotando —dijo Mikey—, vamos a atacar a Yokohama!
Todos comenzaron a vitorear.
—No puede ser —Takemicchi palideció.
—¿Hm? —Chifuyu lo miró.
—Kisaki... esperaba que esto pasara —murmuró—. Por eso atacó no solo a Toman sino también a Pandora, estaba contando en acabar con ambos al mismo tiempo...
—¿Entonces...? —alzó una ceja—. Las cosas no tienen que salir como él quiere.
—¿A qué te refieres?
—¡Hombre, en serio eres un idiota! —masculló por lo bajo—. Tú puedes descubrir lo que sucede en el futuro, ¿no?
Takemicchi lo observó boquiabierto.
—Juraste que no saltarías en el tiempo, pero sería genial poder hacerlo cuando lo necesites... Habla con Naoto en el futuro, él debería poder saber algo —agregó.
Cuando la reunión terminó, Takemicchi vio como Koko e Inui se acercaron a Hanna, ese par realmente parecían estar acercándose a ella a una gran velocidad, pero le preocupaba el futuro que había visto...
—¿Cantarás este día entonces o cancelamos...? —escuchó la voz de Kokonoi.
Takemicchi se detuvo y los miró en silencio.
—Hm, estoy cansada —meneó la cabeza—. Sei, cárgame.
¿Dónde estuvieron ellos cuando Mikey...?
—De verdad —Koko se burló cuando el rubio la cargó—, la estás malcriando.
¿Acaso Mikey también los mató a ellos? Se preguntó, tendría que averiguarlo.
—Cállate, Koko.
Decidió empezar a correr, debía buscar a Naoto y volver al futuro para saber más. ¿Qué planeaba Kisaki? ¿Realmente podía saltar en el tiempo?
—Mierda, no quería saltar a ese horrible futuro —se paró frente a la puerta de la familia Tachibana—, pero no tengo opción.
Por el bien de un futuro mejor lo haría, una y mil veces de ser necesario, se dijo.
—¿Takemicchi-kun?
—¿Hina?
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—Oi, Hanchin.
Hanna se detuvo y miró hacia atrás, Mikey llevaba en sus manos un casco para motos. Kokonoi e Inupi también se quedaron quietos, viéndose entre ellos, la pelinegra miró a Mikey a los ojos antes de asentir.
—Demos una vuelta —le señaló la babu.
—Muy bien —aceptó, dándose vuelta para sonreírle a los chicos que le veían preocupados por la actitud del rubio—, les avisaré cuando llegue a casa.
Koko iba a responder, pero la mano de Inupi sobre la suya lo hizo quedarse callado y apartar la mirada, Hanna agradeció el gesto en silencio y tras darles un pequeño beso en la mejilla, caminó hacia Mikey. El rubio solo se mordió la lengua, ¿cuánto tiempo podría soportar esa clase de escenas? No dijeron nada en todo el camino hacia la moto.
—¿Estás bien? —susurró él mientras conducía.
Hanna lo abrazaba en silencio.
—¿...A qué te refieres? —preguntó entonces tras un par de minutos.
—En general, supongo —murmuró.
En realidad solo estaba tratando de hacer conversación, una parte de él sentía que se le iba el corazón al sentirla abrazada tan cerca a él.
—Puedes decir que sí —masculló—, sólo tengo demasiada ira. Esos malditos se atrevieron a golpear a mis chicas y todo para provocarte, Mikey.
—Lo sé —susurró—, también me da coraje. ¿Por qué...?
—Michael.
—¿Hm?
Eso lo asustó, tenía tiempo que no le llamaba así. ¿Seguía enojada? Se suponía que dejarían todo eso atrás y pretendían que nada pasó.
—Deberíamos casarnos...
Error, error... Mikey.exe no está funcionando.
—¿Casarnos? —tragó fuerte.
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