Capítulo 3 Mensajes
Mal corrió por los pasillos casi resbalando por el suelo, hasta que logró llegar a la habitación con Evie.
Ella estaba de pie dando vueltas mientras miraba su celular. Doug estaba al lado suyo tratando de tranquilizarla.
—¿Tú también los recibiste? —preguntó la peliazul a Mal. Ella jadeó y asintió —. Estamos muertos, estamos tan muertos.
—Ey, puede ser una mala broma —mencionó Mal —. ¿Sabes de Carlos o Jay?
—Carlos me envió un mensaje hace rato, dijo que vendría del cine. Jay apagó su celular. ¿Quién querría jugar una broma así? Además, dice "emergencia antihéroes" Nadie sabe de ellos salvo nosotros.
Maldijeron, si no era una mala broma estaban en problemas.
—¿Puedo ver los mensajes? —preguntó Doug. Evie le dio su celular —. Parece estar escrito en alguna clase de código... Creo que puedo resolverlo. Si solo es una broma lo sabré.
Carlos pateó la puerta jadeando al lado de Jane.
—¡¿También recibieron esos mensajes?! —jadeó.
—Menos probabilidades de que sea una broma —Evie suspiró —. Doug dijo que están escritos en código.
—Eso lo noté —Carlos se acercó a Doug —. Puedo ayudarte ¿Han visto a Jay? —le pregunto a Mal e Evie.
—Apagó su celular —respondió Mal.
—Este es el plan entonces —inició Evie —. Ustedes dos van a encargarse de resolver esos mensajes, yo iré a buscar a Jay, tú vas a hablar con Ben.
—¿Eh? ¿Pero...?
—Si esto resulta ser algo serio necesitaremos su ayuda para volver a la Isla de los Perdidos para salvar Auradon.
—¿Y si tú hablas con Ben y yo buscó a Jay? Ustedes al menos siguen siendo amigos, yo no estoy en posición para pedirle absolutamente nada.
—Por muy molesto que esté contigo, no pondrá su reino en riesgo por un berrinche.
—Pero...
—¡Vete de una vez! —ordenó Evie —. No podemos perder el tiempo.
Mal se resignó y se fue. Evie reafirmó su autoridad sobre Doug y Carlos y se marchó. Ambos comenzaron a trabajar.
(***)
Mal no había pisado el castillo de la bestia desde hace tiempo, así que no sabía cómo reaccionaría la gente que trabajaba allí al verla volver. Tocó a la puerta y el buen Lumiere abrió, sonrió al reconocerla.
— Mademoiselle Mal, tiempo sin verla, la Señora Potts está ansiosa por que le cuente su receta de brownies de la otra noche.
—Oh, buenas noches Lumiere —por su reacción imaginó que Ben no había hablado del asunto o por lo menos lo ignoraban —. Necesito ver a Ben.
—Por supuesto mademoiselle, pero aún es temprano para la cena y el amo esta trabajando ahora... Puedo ofrecerle un asiento en la mesa mientras lo espera.
—De hecho, tengo prisa —Mal entró casi empujando a Lumiere, él intentó detenerla.
—¡Esperé mademoiselle! —Mal subió las escaleras hasta la oficina de Ben corriendo, en el camino se cruzó con Bella y solo le dió un saludo rápido y una disculpa mientras se abría pasó hasta arriba.
—Espero ya se hayan arreglado —murmuró Bella al toparse con Lumiere —. Reserva una silla para la cena.
—Sí, majestad —Lumiere respiró con dificultad —. Al menos cómo candelabro las escaleras no me cansaban.
(***)
Mal se detuvo frente a la puerta de Ben, dudando sí atreverse a abrir o no. Finalmente tocó la puerta.
—Adelante —dijo Ben. Mal entró y se encontró con él rellenando una pila de papeles sin levantar la mirada — ¿Qué necesitabas Lumie--? —observó a Mal frente a su escritorio y su semblante cambió —¿Qué pasa?
—Sé que las cosas están mal entre nosotros, pero...
—Tengo mucho trabajo ahora, Mal. Podemos hablar de lo nuestro hasta mañana ¿por favor?
—Es una idea maravillosa, pero necesito hablar contigo ahora.
Ben suspiró y se reclinó en su silla lanzando la pluma sobre el escritorio.
—¿De qué se trata? ¿Son disculpas?
—No, ¡bueno sí! No justo ahora, estoy de acuerdo en que podemos hacer esto otro día, pero necesito que tú...
—¿Necesitas que yo qué? ¿Qué puedo hacer por ti? ¡¿En serio crees que puedes pedirme favores después de todo lo que ha pasado?!
—¡No es un favor, es una...!
—Oh, mis disculpas ¿qué, de qué se trata? —gritó levantándose de la silla. Mal se calló.
—De nada. Lo siento —Mal se dió la vuelta para marcharse, por un segundo creyó que Ben iría detrás de ella, pero no fue así. Cuando Mal se marchó, Ben dio un paso al frente para buscarla, pero se arrepintió al instante y regresó a su escritorio para seguir trabajando.
(***)
—¿Cómo te fue? —preguntó Jay cuando Mal ingresó en la habitación.
—Estamos solos —sentenció acercándose a Doug y Carlos. Evie y Lonnie se giraron.
—¿En serio? ¿Nos deja sin recursos por que sigue molesto?
—¡Déjalo ya, Evie! Por eso te dije que debías ir tú —Mal miró las pantallas de los computadores de Carlos y Doug —. ¿Qué consiguieron?
—Definitivamente eran mensajes secretos. Resolvimos la mayor parte, pero nos faltan mensajes —dijo Evie.
—¿Eh?
— A los cuatro nos enviaron diferentes mensajes, cada uno es una parte de una carta. Los mensajes están revueltos, nos faltan tus palabras para descifrar todo. Necesitamos tu teléfono para ver el resto —le mencionó Evie. Mal entregó su celular a Carlos y en unos minutos habían completado la carta.
"EMERGENCIA ANTIHÉROES
Maléfica regresó
Nuestros padres, los peores villanos que han existido, están planeando derribar la barrera desde adentro. Barrio de las brujas.
EMERGENCIA ANTIHÉROES
Maléfica regresó
Maléfica está reuniendo seguidores y tiene un control para desactivar la barrera. Alcantarillas.
EMERGENCIA ANTIHÉROES
Maléfica regresó
El primer intento para abrir la barrera hizo una grieta y ahora hay señal, pero también hay magia. Medianoche.
EMERGENCIA ANTIHÉROES
Maléfica regresó
Nuestros padres nos están llamando para unirnos a Maléfica ¡Aún tienes nuestro apoyo chicos! Ayuda por favor. Rey Rata."
—¿Esa es la carta completa? —preguntó Lonnie.
—¡Maléfica tiene un control! —gritó Mal —¡Logró hacer una grieta! Debemos ir de inmediato para detenerla.
—Aguarda, nos están dando una dirección —dijo Jay —. Un punto de reunión en el barrio de las brujas a medianoche.
—¿Y qué significa rey rata y alcantarilla? —preguntó Evie
—Las catacumbas tienen un túnel que conecta con las alcantarillas de la Isla, el rey rata es el nombre del túnel que usó mi primo para su fiesta de cumpleaños.
—¿Cómo vamos a llegar? Ben no nos prestó un barco —dijo Carlos.
—Lonnie ¿crees que Melody pueda pedirle a su padre que nos preste un barco? —preguntó Evie.
—No lo sé, no creo que Melody nos pueda ayudar, su padre ama todas sus naves. Estaba muy molesto por destrozar el anterior.
—Si no conseguimos el barco por las buenas lo haremos por las malas —mencionó Mal.
—Yo... Hablaré con ella, pero no puedo prometer nada.
—Preparen lo que necesiten, nos iremos a la Isla de los Perdidos —ordenó la pelimorada.
—Yo me iré a mi cama —dijo Doug. Se acercó a Evie y le dió un fugaz beso en los labios antes de marcharse. Él no era del tipo luchador, pero Lonnie por supuesto que estaba lista para otra aventura.
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