Capítulo Final:

-¿Tú quién eres?-preguntó desconfiado Milo de Escorpio.

-Soy Spica, ex caballero dorado femenino de Ofiuco-hizo una pequeña reverencia, presentándose ante los confundidos presentes.

-Pruébalo-le desafío el caballero de Leo.

-Bien...Escorpio, ataca con tu Aguja Escarlata, y con toda tus fuerzas-ordenó suavemente Spica.

-Será un placer...¡Aguja Escarlata!-la uña del dedo índice, creció y se tiño de rojo, al nombrar la técnica, 5 pequeñas luces salieron disparadas, dirigiéndose a una gran velocidad hacia la fémina de cabellos azabache.

La mujer concentro su cosmos, también en su dedo índice, de forma rápida, tocó cada una de las luces, haciendo que 2 de 5 se dividieran a la mitad y chocando en otro lugar, y las otras 3 se desasieron gracias al cosmos de Spica.

-Imposible-habló por lo bajo el caballero de Tauro.

-Dividió la agujas-continuó Milo sorprendido.

-Como sí nada-concluyó Mu.

Calixto sonrió pícaro.

-Conque así lo hiciste aquella vez-dijo Calixto.

-Al parecer si...bueno, ¿ahora me creen?-sonrío finalmente Spica.

Algunos solo apartaron la mirada.
Saori se levanto y se dirigió hacia Spica, quien se encontraba a espaldas de la deidad, esta volteo al sentir la mano de la pelimorada en su hombro.

-Spica, ayúdeme a curar a mis amigos-suplicó amablemente la joven Diosa.

-Será un gusto mi Diosa-caminado elegantemente, se acerco a los jóvenes heridos, para sanar algunas heridas internas y externas.

-¿Desde cuanto la conoce?-preguntó Mu serio, mirando fijamente a su amigo de infancia.

-Hace 12 años, 1 año después de la muerte de Aioros y el Maestro Shion.

-¿Y cómo no nos dimos cuenta de su presencia? Teniendo ese gran cosmos-cuestionó neutro, el guardián de Virgo.

-Es la piton que siempre me acompaña, usa la metamorfosis para cambiar su aspecto.

-Increíble...-susurró Aldebarán sorprendido.

Silencio...

-Pero ella no esta viva, sino es un muerto, ¿Cómo es posible que venga al mundo terrenal?¿que posea cosmos y este activo?-pregunto de nuevo Shaka.

-Gracias a Athena y la autorización de otros Dioses, tengo la posibilidad de salir y volver, por así decirlo, de mi tumba, mi cuerpo es solo la generación de cosmos, concentrado en los Elíseos, es sencillo-respondió la fémina mayor desde lo lejos.

...

Todos escuchaban atentamente las palabras de Spica, quien contaba su historia en general y otros tipos de habilidades comunes que ella poseía, pero a pesar de todo, que aquella mujer se les presentará ante ellos, en sus conciencias abarcaban otras preguntas, ¿Por qué los Dioses le eligieron?¿Cuál era su misión?¿Qué es su verdadero objetivo?¿Qué esconde aquella dulce y gentil mirada?¿Cuál es su verdadera intención?

-Caballeros, estoy bastantes segura, que algunos de ustedes se estarán preguntando ¿por qué estoy aquí?¿cuál es mi objetivo, aunque ya este muerta?-sin darse cuenta, Spica había adivinado la dudas de los guardianes atenienses-bueno...cuando fallecí, explotando al máximo mi cosmos, espera que mi alma fuera juzgada o algo por el estilo, pero no llegue al infierno, me encontraba en un gran campos de flores, en los Elíseos, frente a una mujer, de una estatura parecida a la mía, cabellos largos y ondulados, color castaños y muy brillante, vestía un hermoso vestido, dándome cuenta de su aura, me arrodillé ante ella-pauso-era Athena, la primera Diosa, quien se encuentra en los escritos mas antiguos del mundo, ella me dijo que me levantara, cuando lo hice, ella me abrazo y me susurró en el oído "Mi pequeña Ophiuchus, me alegra conocerte, ahora te encargare una misión, el Serpentario reencarnará en la próxima era, yo Athena, me sentiré eternamente agradecida que tú, fueras su guía, su protección, su amiga-ella me observó dulcemente-te daré mi bendición y los Dioses también te la otorgarán, esa será tu misión, hasta que la guerra acabe, siendo mi reencarnación victoriosa, tú, podrás descansar eternamente en los Elíseos, pero por favor, guía al mundo"....poco después me otorgo unos tipos de habilidades, me dió la oportunidad de despedirme de la Athena reencarnada de mi era y ella misma(Athena del Olimpo), me guió donde se encontraban mis difuntos compañeros de armas, vi a mis dos amados...ella se despidió y me dijo que 200 años pasarían volando.

-¿Pero...cual es tu verdadera intención?-dijo Milo curioso.

-Yo-se levanto de donde estaba sentada-Ophiuchus no Spica, los guiaré a todos, para proteger a nuestra señora Athena y a ustedes, yo juro que ganaran cada amenaza, porque estarán bajo mi cuidado, mi protección, aunque aquello pueda costar mi libertad y mi descanso eterno-silenciosamente la dama tomo un respiro-todos ustedes...obtendrá la victoria, porque le juramos lealtad a Athena, nuestra protectora-sonrió delicadamente Spica, mientras ponía su mano derecha en su corazón y nuevamente jurando lealtad a la Diosa de la Guerra y la Sabiduría.

-¡Por Athena!-exclamó la femina.

-¡Por Athena!-gritaron a coro los dorados, jurando su fidelidad a su Diosa.

¿Fin...?