Consuelo
Capítulo 6:
-Me presento...soy Spica de Ofiuco, anterior Caballero Dorado Femenino, del siglo XVIII (18)-comentó orgullosa y sonriendo.
-B-bueno yo so-soy...-fue interrumpido.
-Lo sé, eres Calixto, ex discípulo de Mayura de Pavo Real y Shion de Aries.
-¿Cómo l-lo sabe?-preguntó sorprendido.
-Lamentablemente...estoy muerta, soy solo una ilusión o fantasma de cosmos, que es generada por mi desde los Elíseos, así que puedo aparecer y desaparecer donde quiera, también Shion me contó de sobre ti, aparte te conocí cuando eras un pequeño bebé-el menor escuchaba atentamente lo que decía la azabache-Cuándo cumpliste tu primer año de vida, deje de verte directamente.
-Increíble...¿entonces que eres para mi?
-Diría que...yo soy tu ángel guardián, Calixto-la mujer se agacho a la altura del menor y lo abrazó-Se que...ahora...para ti soy una desconocida, pero...entiendo tu sufrimiento...también perdí a seres queridos.
-¿Quienes, Spica?-dijo correspondiendo el cálido y comprensivo abrazo de la mujer, sintiéndose protegido.
-Mi alumna, mis dos amores, el anterior Patriarca, Sage y el antiguo caballero de Cáncer, Manigoldo-suspiró-¿Sabes? Al ver morir a Shion, tu supiste controlarte....a diferencia mía...
-¿Me lo podría contar?...por favor-la contaría asintió tranquila.
Recuerdo Narrado por Spica...
Manigoldo de Cáncer, le habían encargado la misión de seguir al caballero de bronce, Tenma de Pegaso, pero aquella misión tenía otra función. Athena y el Patriarca Sage, tenían en claro que el caballero de Pegaso, era el blanco de los Dioses Gemelos y Pandora.
La misión consistía en sellar el alma de Thanatos, Dios de la Muerte.
Manigoldo ya se había infiltrado al Templo de los dioses gemelos, había pedido si podría pelear con el desgraciado Dios de la Muerte, Thanatos con lo orgulloso que era, acepto sin rechistar una riña con el Cáncer, e Hypnos, Dios del Sueño, se retiro del Templo tranquilamente.
Una feroz batalla comenzaba, Manigoldo al estar "cerca" de la barrera de Hades, tenía desventaja.
Hasta que llego Sage, Patriarca y antiguo caballero de Cáncer.
-Pensé que ya lo habías derrotado, Manigoldo-replicó serio Sage.
-Bueno...ya sabes...la barrera de Hades afecta a mi cosmos-respondió desinteresado Manigoldo.
-Ahora mismo, la barrera de Hades se encuentra a varios kilómetros debajo nuestro, sino has hecho nada, ha sido por tu falta de cosmos e incompetencia a la hora de batallar, ¿me preguntó porque Spica es mejor que tú?-Manigoldo al escuchar el reproche de su maestro solo aparto la vista.
-¡Ya basta de sermoneos, de todas formas jamás podrán vencerme!-el Dios atacó, directamente la técnica cayo encima de los dos mortales-¡Ja! Mortales, solo son...-Thanatos abrió los ojos sorprendido, al ver a los dos contrarios intactos-¡¿Cómo?!
-Los antiguos Talismanes de Athena, escrito con su sangre, me protegieron.
-Tsk, no importa, los a destruir igual.
Así, entre trucos y técnicas, Thanatos ya hastío, abrió el camino de los Dioses, destruyendo todo la estructura de mármol sagrada.
Atacando nuevamente, esta vez si había acertado.
-¡Ustedes solo son simple basura!-bramó furioso la deidad.
-¡No idiota!-gritó Sage cuando Manigoldo empezó a vagar por sus recuerdos.
-"Ah...solo somos basura, tu lo has dicho, aunque...ya lo había escuchado antes..."
Recuerdo de Manigoldo...
-"Si...lo recuerdo...fue aquella noche"
-¿Esas almas son de la gente de tu pueblo o son de tu familia?-preguntó el "joven" Sage.
-...-silencio tenso-jeje...me descubriste, pareces que también puedes verlas, es cierto...son de la gente del pueblo, hasta hace poco gozaban de un cuerpo y vivían plenamente, pero ahora, solo son basura...que compasivo es el Dios de la muerte, deberías cuidarte anciano, porque nunca se sabe cuando la muerte vendrá por ti-comentó el infante Manigoldo.
-Jovencito...¿Cuál es tu nombre?-cuestionó Sage mientras observaba al niño.
-¿Quieres saber mi nombre?...si tuviera uno sería...Maningoldo el Verdugo, ¡que idiota!¡acabas de bajar la guardia solo porque soy un niño!-expresó sonriendo confiado, mientras le rompía el collar a Sage.
Sage hizo una mueca de disgusto, ligeramente visible. Rápidamente agarró la mano del niño y lo dejo colgando.
-Primero observa tu entorno jovencito, y por lo que veo, el bandido que pregona ser el mensajero de la muerte, no lo hace-reprendió el antiguo caballero-mira niño, la vida debe parecerte un montón de basura.
Manigoldo solo agacho ligeramente la cabeza, para después abrir los ojos al ver esto.
-"¿Una armadura dorada?"-levanto otra vez la cabeza-Si, así es, yo también lo soy, así que si vas a matarme hazlo ya, anciano-dijo sin miedo Manigoldo.
-¡Manigoldo!¡No!-una pequeña niña se había hecho presente.
-¡Spica te dije que te escondieras!-el chiquillo, se zafó del fuerte agarre del mayor, para dirigirse a la niña.
-"Que triste...¿cuantas muertes...habrá presenciado este niño para pensar de ese modo?, pero..."-Sage observo la escena de como Manigoldo intentaba convencer a la niña de que se escondiera otra vez-Entiendo como te sientes jovencito-dijo Sage mientras se acercaba a los infantes.
-¡Ya!¡Cállate, tu no entiendes nada!¡¿Que sabes sobre mí?!¡no quiero escuchar sermones de un anciano loco!-objeto furiosamente el niño.
-¡Manigoldo!, tranquilízate-ordenó la niña, de nombre Spica-deja que el señor hable.
-¡No lo haré!¡No te dejare que te hagan algo!-chilló el peliazul, mirando los ojos bicolor de la niña.
-Hace mucho tiempo, perdí a muchos amigos, para algunos, ellos no eran más que simple basura tal como dices...sin embargo ellos vivieron y pelearon...hasta el límite-habló Sage mientras se agachaba a la altura de los niños-Si me lo preguntan, la vida es...mucho más que simple basura, incluyendo las suyas, por supuesto.
Manigoldo se asombro y preguntó exaltado.
-¡¿Entonces dime?!¡¿Si no somos basura, que somos?!
Sage sonrió y lentamente dirigió su gentil y sabía mirada al cielo estrellado.
-El universo.
-¿Universo?-preguntaron al unísono los niños.
-Aunque parezca que nuestras vidas son insignificantes, todas forman parte del universo, si logramos entenderlos y podemos sentirlo, entonces le damos un valor a la vida, cualquiera que sea, a eso se le llama polvo de estrellas, díganme, esas hermosas estrellas en el cielo parecen polvo ante sus ojos, ¿creen que son basura?
-"No lo son, no son basura"-susurró mentalmente Manigoldo, mientras sus ojos soltaban pequeñas lágrimas. Al darse cuenta de la situación las limpió-No entiendo nada.
-Cre-eo que com-comprendo-murmuró tímida Spica.
-Si desean compréndelo mas, pueden acompañarme entonces, me dirijo hacia el Santuario-Sage se levanto y camino en dirección al Santuario Ateniense.
-"Demonios,¿de que diablos habla, no entiendo ha que se refiere?¡No entiendo nada!"-pensó frustrado el niño, quien dirigió su mirada a la de Spica.
-A donde tú vayas, yo iré...brat...
Ambos se dieron un fuerte abrazo y siguieron al viejo Sage.
Fin Recuerdo de Manigoldo.
-"Manigoldo, ¿crees que la vida humana es un desperdicio...?"-la voz de su Maestro resonó en su cabeza-"¡Manigoldo!¡Nacimos por una razón!...¡Y tenemos buscarla y hacerla florecer!-junto con la voz de su amada "hermanita".
Ya después de haber quemado su cosmos y encerrar el alma del Consejero de Hades, Thanatos.
Con sus últimos alientos de cosmos entrego el casco del Patriarca a Shion y se despidió.
Yo me sentí impotente, enojada, al no poder hacer nada.
Me encontraba cerca de la barrera de Hades, al sentirme furiosa, no controle mi cosmos, encendido, exploto mas haya de los límites, mate a varios Espectros, clase baja y media, no se cuantos, pero los asesines a todos sin ningún problema, después de hacerlo, me dirigí al Santuario, aún con mi cosmos agresivo y furioso.
Cuando llegue al Santuario me pregunte a mi misma.
-"¿Por qué....por qué pasó?¿pude haber hecho algo mas?"¡¿POR QUÉ TUVO QUE SER ASÍ?!-mi cosmos aumento mas, de forma explosiva, destruyendo todo a su paso, la energía masiva, alerto a varios caballeros, Shion y Dohko fueron unos de ellos.
-¿S-spica?-el asombro del caballero de Libra era bastante grande, junto con su compañero de armas.
Ambos voltearon hacia atrás, encontrándose a Athena que se estaba acercando, lo más rápido posible.
-¡Spica!¡Por favor, para!-suplicó la joven Diosa, cuando quedo frente mío, su Caballero más fiel, aquella quien le había comprendido, criado y quien le brindó amor y protección. Sufriendo, intentando no aceptar la realidad que me rodeaba-Spica...por favor, escucha-Athena había encendido cálidamente su cosmos, tranquilizándome, cuando me calme, toda la rabia se fue, para dejar entrar la tristeza; me teletransporté a mi Templo, justamente a mi habitación.
Me despoje de mi armadura, quedando en su forma original.
Poniendo mis brazos a la orilla de mi cama, arrodillada, lloré desconsolada. Hasta que sentí el cosmos de mi "hermano" Manigoldo y mi "padre" Sage, me levanté y gire mi cuerpo, encontrándome a los 2, de pie y sonriéndome cálidamente.
-Ma-manigoldo...Pa-papá-yo sin esperar respuesta corrí hacia ellos y los abrace con mucha fuerza.
Sage me acariciaba el cabello suavemente y Manigoldo me susurraba que todo estaba bien.
-Tranquila...estarás bien hija-me tranquilizó Sage y me dió un beso en la frente, y sin mas, desapareció junto con su cosmos.
-Ahh...que mala suerte, ya no podré molestarte-protestó burlón Manigoldo viéndome a los ojos.
-Claro que lo harás...cuando vaya con ustedes a los Elíseos-solté otra vez pequeñas lagrimas y solo las limpió.
-Tal vez...Buona fortuna sorella...arrivederci amore mio-así también besando mi frente desapareció de mi vista.
Fin del Recuerdo Narrado por Spica.
-Poco después mi pareja también falleció en combate, pero eso es aparte....siempre creí, que tuve una nube negra a mi alrededor-la mujer sonrió levemente, demostrando su tristeza y nostalgia.
-Vaya...tu pasado es bastante...trágico-el chico le miraba con bastante pena.
-Yo no lo quiero considerar así, después de todo, me pude juntar con ellos de nuevo-la mirada de la mujer se dirigió al cielo nocturno y estrellado-Creó que será mejor que duermas, yo por mientras... cantaré...
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3 meses después...
-"Es bueno que vuelvas a tu entrenamiento Calixto"-comentó la pitón telepáticamente.
-"No lo sé..."-el menor aún dudada si hacer vida social y entrenar fuera de su templo.
-"Odio tu pesimismo, cariño"-la pitón solo le fulminó y el azabache sonrió nervioso.
Coliseo...
Calixto se sentía bastante extraño, estando en un lugar donde solo entrenaban los jóvenes caballeros dorados.
-"Que nervios"-pensó para si mismo el de cabellos ébano.
-"Yo voy a estar arriba de ese árbol"-señaló la pitón mientras se deslizaba por el suelo.
Caminando poco a poco, Calixto se acercaba donde sus compañeros, observando un poco su entorno, decidió acercase a Mu de Aries, también alumno de Shion.
-Hola M-Mu-el nombrado se volteó, mirándole primero neutro para después sonreír alegre.
-Calixto, un gusto, así que tu eres el otro discípulo de nuestro maestro Shion-el contrario solo asintió nervioso-Bueno...cambiando de tema,¿cómo estas para el entrenamiento?
-Bastante nervioso a decir verdad, no he venido a entrenamiento físico hace 3 meses...Mu-suspiró algo intranquilo Calixto.
-Lo harás bien, eres uno de los signos más poderosos-le ánimo el pelilavanda.
-Por favor...mírame, soy el mas bajo de aquí, a pesar de tener 10 años y tu 8, Mu...eres mucho mas alto que yo-soltó una pequeña risa sarcástica al final.
-No te preocupes Calixto, podrás hacerlo-le dijo Mu, aún intentando subirle la autoestima a su compañero.
Fin Capítulo 6.
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