Dos dias después Voldemort estaba en su cama con una doncella, se colocó en medio de sus piernas y no perdió el tiempo en burdas preparaciones, la penetró.

La doncella se quejó de dolor, se aferró a la cama porque alejarse no podía.

Ella gimió de dolor, rogó y suplicó que se detuviera. Pero Voldemort no se detuvo.

Y como nunca la tomó salvajemente. Sin miramientos.

De pronto un dolor agudo en el estómago lo hizo retroceder y su miembro se desinfló_ Retírate_ le gritó.

La doncella se levantó rapidamente y salió desnuda llorando.

Voldemort se hizo un ovillo en la cama. Se llevó una mano al vientre donde un dolor agudo había estado molestándole de manera intermitente desde hace un par de meses.

Se levantó, se subió el pantalón y lo cerró. Se acercó a la ventana. Desde ahí podía ver a varios mortífagos que custodiaban su propiedad.

Llevó su varita a la marca y llamó a Dolohov.

Este apareció a los segundos después del llamado_ Mi Señor_ hizo una reverencia.

_ Llama a una reunión de mi circulo para mañana temprano.

_ Como usted ordene mi Lord_ Dolohov salió apurado.

Voldemort escondió su rostro en una de sus manos mientras la otra presionaba en su vientre.

La molestía punzante y continua, además de dolorosa lo hizo apretar la mandíbula con fuerza y gemir de dolor.

Se acostó en la cama y poco a poco sonrió con alivio cuando el dolor empezó a remitir.

Solo esperaba que fuera lo que fuere no pasara a mayores puesto que la vergüenza de ser examinado era su última opción. No quería verse vulnerable ante sus mortífagos.

Aún estaba acostumbrandose a ese cuerpo que fuera suyo hasta hace unos años cuando el chico Potter se lo había arrebatado.

La necesidad no saceada de verterse en el cuerpo de una mujer lo estaba frustrando.

En el cuerpo que había renacido despues del torneo de los tres magos el nunca sintió esa necesidad.

Se preguntaba porque si teniendo las doncellas a su servicio no podían satisfacerlo.

Un toque en la puerta atrajo su atención.

Después se abrió poco a poco_ Mi Lord_ era Dolohov_ ya envié su mensaje. Estaran aquí mañana temprano.

Voldemort lo despidió con un leve movimiento de mano.

Mañana sería otro día. El día de mañana él afirmaría que estaba aún en la cima y que no estaba debilitado.

Cerró los ojos y se durmió.

Fuera de esas puertas los mortifagos cambiaban turnos.

Había nuevos reclutas que entrenaban para servir al lider del mundo mágico.

Jovenes de entro los 15 hasta los 20. Aprendices de mortífago.

Simples peones.