Sin Opciones
Link del capítulo original: https://www.fanfiction.net/s/13492317/5/La-Rebeld%C3%ADa-De-Leni
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La casa estaba más silenciosa que de costumbre, algo andaba mal y Leni lo sabía. La atmósfera era un tanto deprimente y el ambiente se sentía muy desagradable, cómo si el dolor y la tristeza fueran los que más predominaran. Pero claro, sin Lincoln allí entonces todo era de lo peor.
Nuevamente se sintió dolida, recordó a su hermano menor y lo alegre e histérico que era a veces, incluso parecía verlo salir por la puerta del baño en ropa interior para seguir leyendo sus cómics en su habitación, pero eso no paso.
Entro al baño y se quedó viendo en el espejo. Hizo una mueca de disgusto al ver lo horrible y desaliñada que estaba su cara. Además de eso, sentía un sabor muy horrible en su boca y un leve dolor de cabeza, pues en su cabeza.
Mientras se cepillaba los dientes, recordó lo que pasó anoche. Se sentía terriblemente mal por lo que le hizo a su madre. Las lágrimas salían por sus ojos y se resbalaban por su mejilla, quería ir a disculparse pero recordó otra cosa...
Muy pronto Lincoln volverá a entrar a la casa y seremos una familia nuevamente... Nuevamente... Nuevamente... Nuevamente... Nuevamente... Nuevamente...
Las palabras de su traicionera madre hacían eco en su mente. No quería odiarla pero era muy difícil no hacerlo, después de todo... Ella y Lori se interpusieron para evitar que ayudará a Lincoln.
Se limpio las lágrimas con sus brazos y con el ceño fruncido siguió cepillándose los dientes, restándole importancia a lo sucedido con su madre hace una horas.
Después de asearse la boca, se desvistió y se metió a la regadera.
—¡Buak! —Su estómago no lo soportó más y vómito en el piso del baño. Eso era extraño, si ni había comido nada desde hace unas horas.
Le dio asco ver su propio vómito, aunque era más líquido que sólido, eso no le quitaba lo asqueroso. Después del baño, Leni se envolvió en una toalla, levantó su ropa, y junto con ella se encaminó en dirección al sótano.
Durante el camino no vio rastro de su familia o de sus padres. Eso la empezó a preocupar nuevamente. Pero esa preocupación desapareció al escuchar muchas voces provenientes de la habitación de sus padres.
Al pasar por allí se quedó escuchando un poco.
—Ya chicas, estoy bien... —Se oyó decir a Rita un poco triste.
Eso alivio a Leni pero instantáneamente rodó los ojos por el tono que uso su madre.
—¡No puedo creer que Leni se haya atrevido a golpear a mamá! ¡Eso no se hace! —Se escuchó a Lola gritar muy indignada.
—¿Y dejar a tu hermano abandonado... Si se hace? —Susurró Leni un poco molesta para si misma.
Poco a poco escuchaba que sus hermanas decían cosas negativas hacía ella pero lo único que causaban esos reclamos... Eran que a Leni le importaran un rábano.
Se alejó de allí y siguió su camino al sótano. Pero antes de bajar por las escaleras que daban a este...
—¡Suficiente! —El señor Loud al parecer silencio a todas de un grito. —¡No van a decirle o hacerle algo a su hermana! ¡Esa decisión será de su madre y yo! ¿¡Entendido!? —Se oía muy molesto, desde que Lincoln no está, él intenta tomar el control de la casa lográndolo poco a poco, evitando así que otra tragedia vuelva a ocurrir.
Se escuchó un desganado "Si, papá..." por parte de la mayoría.
—Bien hecho Papá... —Habló Leni con una sonrisa. —... Lastima que ya es muy tarde. —Dijo con tristeza para después bajar al sótano de una vez.
Miraba cómo su ropa daba vueltas y vueltas dentro de la lavadora. Ella estaba sentada en un banquito esperando a que su ropa estuviera lista. Llevaba más de diez minutos esperando, por lo que solo debía esperar un poco más.
Unos minutos más después.
Ahora se encontraba en la misma posición, sólo que esta vez observaba la secadora mientras su ropa era secada. Su mirada era muy cansada, en verdad su vida se había vuelto muy aburrida.
Ya no salía con nadie, ya no hablaba ni con su familia y ya no iba de compras, ¿Ya para qué?, Era lo menos que podía sacrificar por todo el mal que le había causado a Lincoln.
—L-Linky... —Volvió a romper en llanto, se cubrió el rostro con sus manos mientras sus hombros convulsionaban lentamente.
Así estuvo por un largo rato, ni siquiera se dio cuenta de que Lori la observaba con tristeza, la mayor estaba al pie de las escaleras, con la mirada al suelo, se fue de allí sin decir nada, no sabia cómo tratar a la nueva Leni. Probablemente nadie lo sabría.
Un rato después.
Leni salía del sótano ya con su ropa puesta. Al pasar por la cocina se encontró de frente con su madre.
—¡Leni! —Gritó su nombre por el asombro.
—¿Qué? —Preguntó de mala gana. Se cruzó de brazos para escuchar lo que sea que su madre tuviera que decir.
Rita desvío la mirada, su vista se posaba entre el piso y Leni, no sabía que decir. Parte de ella se sentía muy culpable por la actitud tan rebelde de su segunda hija mayor y lo peor de todo, es que no dejaba de pensar en las palabras que ella le dijo antes de darle tan fuerte botellazo en la cabeza.
Por eso andaba su cabeza envuelta en una venda, no podía decir que le dolía ya que Lisa le dio un potente calmante el cuál eliminaba el dolor instantáneamente.
—¿Qué quieres? —Leni la sacó de su ensimismamiento.
Rita la miró a los ojos y supo que debía decirle algo o si no esto quedaría así sin resolver.
—Leni, ¿Por que lo hiciste? —Preguntó temerosa.
La rubia apretó los dientes y cuándo parecía que iba a explotar, se calmó enseguida, tomó aire y le dijo lo más solemnemente que pudo.
—Fue por Lincoln, solo por él... —Dijo simplemente.
—¿Q-qué? —Preguntó confundida.
Leni rodó sus ojos y empezó a explicar de muy mala gana sus motivos del por qué atacó a su madre.
—Seré muy breve... El dolor que te hice sentir, no es nada con el que debió haber sentido Linky al darse cuenta de que todas sus hermanas y padres... —Acercó su rostro al de su temerosa madre y le dijo en la cara muy lentamente. —... Lo-o-di-a-ban. —Sonrió de forma malvada al ver que Rita empezaba a temblar y negaba lentamente con la cabeza.
Leni la paso de lado, ya no tenía más que decirle, iba a ir a su habitación y se encerraría allí, no iba a salir hasta que no tuviera una idea de cómo salir a buscar a su hermano menor perdido.
Rita por su parte se quedó atónita. Ya estaba harta de todo, ya no quería escuchar más sobre lo mala madre que fue con su hijo, debía poner en claro a Leni ahora mismo, pero no pudo...
Iba a gritarle sus cosas pero de repente recordó la vez que llevó a su hijo al trabajo, del cómo Lincoln había perdido su libro de apuntes y después cómo ambos terminaron pasando un día muy divertido solo los dos.
Las lágrimas empezaron a caer de sus ojos al pensar que ya nunca más tendría la oportunidad de tener un día así con Lincoln.
—A-al parecer... S-si soy una mala madre... —Susurró con la voz quebrada. Bajó la cabeza, cerró sus ojos y ya sin ánimos para hacer algo, se fue a su habitación para dormir un poco.
Leni llegó a su habitación o mejor dicho la habitación que era de su hermano. Esperaba poder estar tranquila un rato antes de que alguien más la empezará a fastidiar. Cosa que no pudo hacer, puesto a que su hermana menor y genio de la familia, Lisa Loud se encontraba sentada en la cama que le compró a su hermano menor.
Obviamente frunció el ceño ante la presencia de su hermana menor, pero se relajo al instante, no tenía por que ser agresiva con su pequeña hermana genio.
—Hola hermana mayor —saludó de forma cortés la castaña.
—¿Qué se te ofrece Lisa? —Preguntó con seriedad, ignorando el saludo de Lisa.
La genio dejó escapar una bocanada de aire y fue al grano, desde hace tiempo estudiaba el comportamiento de Leni y le intrigaba mucho el repentino cambio que sufrió al perder a su único hermano.
—Necesitó que me acompañes a mi laboratorio para hacerte un examen médico —se apresuró a decir Lisa. Se levantó de la cama y cuándo iba a tomar de la mano a Leni.
(¡Slap!)
Lo único que obtuvo fue que Leni se molestara y la sacará de la habitación cerrándole la puerta de golpe a sus espaldas.
La genio sintió un nudo en su garganta, cómo si tuviera ganas de llorar. Pero para no hacerlo, frunció el ceño y se fue cabizbaja a su habitación.
Últimamente sentía algo que oprimía su pecho y no encontraba la razón exacta por la cuál sentía dicho dolor, además; siempre terminaba pensando en su hermano mayor y en los momentos felices que pasaron juntos.
Leni por su parte estaba acostada en la cama que tenía el plástico aun puesto. Parecía que no iba a quitárselo nunca. Pero ese no era el punto. Por más que pensará no encontraba una forma de encontrar a su hermano de blancos cabellos.
(¡Toc!) (¡Toc!) (¡Toc!)
El sonido del golpeteo de la puerta la hizo gruñir por que nuevamente interrumpían su privacidad.
—¿Quién? —Preguntó de mala gana.
—Leni, cariño soy yo tu padre, necesito hablar un momento contigo —habló su padre del otro lado de la puerta.
—Espera —le pidió por mientras abría la puerta y lo dejaba pasar a la habitación.
Ambos se encontraban sentados sobre la cama. Leni obviamente lo miraba de forma cansada esperando a que dijera algo y luego se largará.
Por su parte, el hombre de pocos cabellos se encontraba nostálgico, observaba con tristeza la habitación de su hijo perdido. Tenía que admitirlo, lo extrañaba y mucho. Ojala hubiera hecho algo más por él, pero dejó que sus hijas tomarán el control como siempre.
No parecía un hombre...
—V-veo que hiciste un buen trabajo recuperando las cosas de Lincoln... Bien hecho... —Felicitó a su hija. Puso una mano sobre el plástico de la cama y lo palpó por un segundo.
No quería preguntar por que aun tenía el plástico, ese era asunto de su hija y ella sabría cuando se lo quitaría.
—Aún me faltan muchas cosas... —Habló ella con tristeza. —... Pero son muy caras y sin un trabajo no podré recuperar todo al ciento por ciento. —Bajó la cabeza con mucho dolor.
Deseaba contarle sobre el horrible trato que recibió de aquel dueño del restaurante y sobre todo, de que era una asesina. Pero se sintió muy cobarde cómo para decir algo al respecto.
Se sentía muy sola y mucho más inútil que antes.
—"Te falle Linky..." —Pensó con mucho pesar.
Pero en ese momento sintió una mano sobre su hombro. Lentamente volteó a ver con lágrimas en sus ojos... Qué su padre le sonreía de forma triste.
—Hey Leni, no tienes que hacerlo todo tu sola cariño... Puedes dejarme ayudarte y así intentar compensar todo el daño que Lincoln sufrió... —Pidió él amablemente. Pero ella desvío la mirada con el ceño fruncido. —... Por favor. —Pidió con tristeza.
Ella simplemente apretó los dientes e hizo algo que nunca espero que iba a hacer jamás.
Abrazó a su padre con fuerza mientras dejaba que sus lágrimas salieran a cántaros de sus ojos.
—E-esta bien... Esta bien... Pero será su, no... Nuestra última oportunidad de demostrarle a-a Lincoln... ¡Qué hemos cambiado! —Habló mientras rompía en llanto.
Su padre la abrazó con fuerza también. Él más que nadie extrañaba a su campeón y haría lo que fuera para compensarlo y demostrarle que es un mejor hombre de familia. Lo extrañaba y mucho.
El hombre se quebró allí mismo abrazado con su segunda hija mayor.
—E-esta bien, pr-prometo ser un mejor padre desde ahora... —Prometió desde el interior de su corazón.
Leni no dijo nada más, es más, ninguno lo hizo. Después de acordar que él compraría lo que falta. Se fue a su habitación, la verdad era que debía castigar a Leni, pero no tuvo valor para hacerlo después de semejante y reconfortante momento.
Más tarde, después de la cena, ambos padres salieron para ir a la estación de policía y ver si tenían noticias de su hijo perdido.
Cómo era costumbre, Lori quedó a cargo. La mayor quiso intentar algo para ver si aun funcionaba. Se puso su atuendo militar, sacó su silbato y entonces lo sopló con todas sus fuerzas.
En un instante se escuchó una estampida que acudía al llamado de dicho silbato. Todas las hermanas Loud se colocaron en fila y con la vista al frente.
Pero un instante después todas soltaron un suspiro muy cansado al ver que acudían al llamado del estúpido silbato de Lori.
Iban a protestar pero Leni se separó de mala gana y se fue a la cocina por algo de beber. Obviamente muchas aún seguían molestas con ella por lo que le hizo a su madre.
Pero fue Lori la que se le acercó y la tomó de la mano.
—Leni, debes escuchar lo que dire...
—¡Suéltame! —De un movimiento muy brusco se soltó del agarre de su hermana mayor y la miró con desprecio.
Lori retrocedió un poco al ver que ella se acercaba de manera muy amenazante. La menor acercó su rostro al de ella y le habló.
—Si tienes algo que decir... —Señaló hacía la fila de hermanas detrás de ella. —... Primero díselo al espacio vacío que hay entre Lucy y Lynn.
Ambas mencionadas miraron ese espacio vacío y al instante desviaron la mirada por la culpa que sentían en su ser.
Lori no tenía palabras para decir algo o defenderse, así que Leni simplemente soltó un bufido y se fue a la cocina para después regresar a su cuarto con una botella de agua en manos, ignorando a sus hermanas mientras subía las escaleras para dirigirse a su habitación.
Una por una se fue yendo del lugar dejando sola a una preocupada Lori. La cuál seguía dolida por que aún no había visto si Leni estaba bien después de que la atropelló. Puesto a que después del accidente con su madre y mezclado con la desaparición de Lincoln, la mayor se encontraba sin opciones, surgía un problema tras otro y luego otro más, sin darle tiempo para arreglar ni uno solo.
—No, no. Debo hablar con Leni y asegurarme que este bien... ¡Si, eso haré! —Sonrió de forma insegura y se fue rápidamente a la habitación en donde estaba Leni.
No sabía lo que hacía en ese momento, pero ya lo averiguaría por su cuenta.
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