Incertidumbre

Link del capítulo original: https://www.fanfiction.net/s/13492317/18/La-Rebeld%C3%ADa-De-Leni

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—¡No puedo creer qué estuvieras aquí acostadota mientras yo y la otra niña estamos quebrandonos la cabeza para encontrar a Lincoln! —Carol no dejaba de gritarle a Leni. La cuál aún seguía tirada en el suelo. —¡Aparte de ser idiota, eres una maldita desconsiderada!

Y continuaba gritandole a Leni. Poco a poco la Loud casi adulta se puso de pie y cómo cualquier niña que era dura mente regañada, bajó la mirada. No podía contra Carol cuándo ella estaba molesta.

Ella estaba en todo su derecho a decirle tales cosas. Tal vez si alguien le hubiera dicho esas cosas antes, su hermano no estaría desaparecido y muy pero muy lejos de casa.

Aunque...

Algo tenía un tanto intranquila a la rubia de los Loud.

La rubia inclino su cabeza a un lado. Intentando ver el costado izquierdo de Carol. Era cómo si quisiera lograr ver a alguien. Pero no lograba ver nada, ya que no se había hecho a un lado lo suficiente. Así que, inclino su cuerpo un poco más.

Pero aún así no lograba ver nada de nada. Así que inclinó un poco más su cuerpo. Sólo así pudo ver algo. A lo lejos se veía cómo se alejaba una larga, lisa y muy bien cuidada cabellera blanca perteneciente a una chica de tal vez la edad de Lynn que se alejaba poco a poco mientras movía sus caderas de una forma un tanto seductora. Aunque muy torpemente.

Parecía una chica que acababa de nacer y que no lograba caminar bien. La albina usaba una blusa con mangas de encaje de color naranja, una falda a cuadros de color azul y unas zapatillas de tacón alto de color blanco. Al lado de esta iba otra chica, tal vez de la misma edad de Luan, esta era de largo cabello negro. La cuál usaba una blusa de tirantes muy pequeña de color rojo la cuál dejaba al descubierto parte de su espalda, además de una minifalda de color negro y una botas color blanco con medias a cuadros de color negro.

Un atuendo muy revelador para alguien de su edad si se lo preguntan a Leni.

Pero esa chica no le interesaba en lo absoluto. La mirada de la Loud estaba clavada en la albina esa. Por algún motivo se le hacía muy pero muy familiar.

No sabía por qué pero debía hablar con ella en este mismo instante.

¡Slap!

Pero eso sería después de levantarse del suelo. Ya que su cuerpo estaba tan inclinado que no pudo mantener el equilibrio por más tiempo y cayó pesadamente al suelo.

—¿Qué haces? —Preguntó Carol con enojo.

Ella se había percatado de la idiotez que hacía Leni, pero incluso al verla toda inclinada, continuó gritándole cómo si no tuviera otra cosa que hacer.

Pero tuvo que detenerse al ver que la idiota esa cayó de cara al suelo.

—Este... —Leni despegó su cara del suelo. Iba a responder pero recordó lo que quería hacer. —Espérame, ahorita vuelvo.

Rápidamente se levantó del suelo y quiso salir por la puerta del baño la cuál estaba abierta. Pero una muy molesta Carol Pingrey con los brazos cruzados se puso enfrente.

—No, ni creas que lo harás —finalizó Carol y ya harta de la actitud de esta descerebrada.

—¡AH! —Gritó Leni al ser tomada por su orejita sin piedad alguna.

—Vendrás conmigo, debemos hablar de nuestra sociedad —dijo Carol mientras la arrastraba afuera del baño, importándole muy poco que las personas las vieran o las quejas de dolor de la chica torpe.

Mientras tanto, Leni se dejaba llevar.

Literalmente.

Un rato después.

—¿Dónde estaban? —Preguntó una muy preocupada Ronnie Anne al ver que sus dos disque aliadas en la búsqueda de Lincoln, por fin aparecían.

Carol quien aún traía a Leni tomada de la oreja, la sentó en la mesa en dónde se encontraba la niña latina y después de tomar asiento en la misma, se digno a hablarle.

—Disculpa la demora niña —dijo Carol un tanto seria. —Lo que paso es que esta babosa estaba llorando cómo una bebé en el baño. —Señaló con su pulgar a Leni.

La cuál volteó a ver a Carol con sorpresa. Cómo si se hubiera quedado atónita al haber sido descubierta.

Ronnie Anne por su parte la observó con una ceja levantada. Cómo si le extrañara que la nueva y muy ruda Leni Loud estuviera llorando en el baño.

Pero era de esperarse, ella también se quebraría de esa forma después del trato que acababa de recibir hace poco la rubia y eso no es todo, también no saldría de casa si ella y su familia fueran las personas más odiadas del país.

Si, sentía además de orgullo, pena por Leni. No sólo por qué se atrevía a salir de casa, si no que por que se atrevía a salir de casa sabiendo cómo estaba la situación contra los Loud en la ciudad.

No tuvo de otra que suspirar y buscar un pañuelo en su chamarra morada y ofrecérselo a la rubia.

—P-pe-pero y-yo no estaba... —Leni intentó negar su situación pero de nada servía. Su expresión era muy obvia.

Ronnie Anne negó con su cabeza y con sus ojos cerrados. No le interesaban los motivos de ella. No la iba a juzgar.

—No tienes que negarlo Leni —dijo Ronnie mientras dejaba el pañuelo en manos de la chica.

Esta observó el pañuelo en sus manos por unos segundos para luego voltear a ver a Carol. La cuál revisaba algo en su celular. Hasta que se percato de la mirada de la tarada.

—Tienes los ojos rojos, genio —dijo la otra rubia observando únicamente de reojo a la chica Loud.

Era tan obvia e inocente.

Leni se tocó las mejillas. Había salido tan a prisa del baño al escuchar a aquellas niñas que olvidó por completo limpiar su cara y sus ojos.

No tuvo de otra que suspirar y limpiarse el rostro con el pañuelo que Ronnie Anne gentilmente le dio.

En ese instante Carol guardó su celular para dirigirse a las demás para tratar un asunto serio. Estaban en una de las mesas que se encontraban afuera de un restaurante del centro comercial.

Al parecer no había problema con que Leni estuviera allí. O quién sabe.

—Muy bien chicas debemos hablar de un te...

¡SNIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIF!

El sonido de Leni sonandose la nariz interrumpió el comentario de la rubia. La cuál quedó con la boca abierta y con la palabra en la boca.

Lentamente giro su cabeza y depósito su mirada furiosa en la molesta chica Loud. La cuál simplemente se terminaba de limpiar el rostro.

Hasta que se percató de la mirada de Carol Pingrey.

—Lo siento... —Se disculpó ya que se dio cuenta de que interrumpió a Carol.

—Aaaah... —Suspiró Carol. No podía más con la idiotez de esta chica. —¿Saben que?, Primero comamos algo y luego hablamos.

Para finalizar la chica apoyó su codo en la mesa y su cabeza sobre su mano. Viendo a otra dirección con mucha pero mucha molestia.

—Cómo sea... —Dijeron Ronnie Anne y Leni al unísono. Una con expresión cansada y la otra con pesar.

Quién sabe de qué quería hablar Carol con ellas.

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