Hablando con el enemigo

Link del capítulo original: https://www.fanfiction.net/s/13492317/13/La-Rebeld%C3%ADa-De-Leni

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Carol se encontraba afuera del baño al pie de la puerta apoyada de espaldas contra la pared, esperando a que la rubia más tonta que jamás haya conocido, saliera de este para que pudieran hablar de una maldita vez por todas.

La muy tarada parecía ser que se encontraba vomitando, seguramente por algo que comió o por algún síntoma secundario del resfriado que tuvo hace poco, sea cuál sea el problema, a ella no le importaba lo que le pasará, se lo merecía solo por que si. No iba a darle tratos lindos a personas tan malas.

Lincoln podría estar muerto por su culpa y nunca se los perdonaría ni a ella, ni a la familia Loud.

Jamás.

—¡Ah no! ¡Eso sí que no! —Exclamó molesta.

La rubia se enfureció al escuchar a Leni llorar dentro del baño. Por lo que empezó a tocar con fuerza la puerta para hacerla salir lo más rápido posible de allí, no tenía tiempo para estupideces y con esta chica si que las tendría a cada rato.

¡TOC! ¡TOC! ¡TOC! ¡TOC!

—¡Leni Loud, sal de allí ahora mismo!

¡TOC! ¡TOC! ¡TOC! ¡TOC!

—No tengo tiempo para tus lloraderas, así que sal de allí, ¡Ya! —Exigió la rubia.

Y cómo si sus deseos fueran ordenes, la puerta se abrió dando paso a una muy demacrada y muy mareada Leni Loud.

—Ewww... Luces terrible —añadió Carol poniéndo una expresión asqueada en su rostro.

Leni frunció levemente el ceño y desvío la mirada a un lado. Eso cómo que ya lo sabia y no necesitaba que se lo estuvieran diciendo a cada rato, suficiente tenía con ese maldito cadáver qué cargaba en su consciencia y que no la dejaba dormir en paz.

—¿Qué tienes?

Leni levantó la vista al escuchar la pregunta. Carol la observaba de brazos cruzados mientras la observaba de forma acusatoria.

—N-no me pasa nada... Dejemoslo así —pidió la joven Loud bajando la mirada al suelo nuevamente.

La otra simplemente rodó sus ojos y apretó sus puños para luego darle la espalda a la molesta chica.

—Vamos a mi habitación para terminar con esto lo antes posible —le dijo Carol mientras se alejaba de la joven rebelde.

Leni se sujetó el codo con su mano y no tuvo de otra que obedecer.

—Si... —Dijo con lágrimas en sus ojos.

Una hora después, ambas chicas se encontraban sentadas en la cama de Carol.

La habitación de ella era muy grande, tal vez el triple del tamaño de la que compartía antes con Lori. Se notaba que era de familia adinerada.

Tenía muebles de color morado y café. Cama queen size con edredón y sábanas super lindas y cómodas. Había una televisión de plasma de tal vez 32 pulgadas, un reproductor de DVD y muchas películas, seguramente las compró todas.

Habían retratos de ella y de los que parecían ser sus padres.

También había uno que le llamaba la atención y mucho.

En el centro de todos esos retratos había una foto en donde estaban Carol y su hermano perdido, Lincoln.

"Tal vez si eran muy cercanos..." —Pensó Leni con tristeza. —"Y yo ni lo sabía... Es más, hay muchas cosas que no sé aún de mi hermano... Soy una egoísta y una muy terrible hermana..." —Y continuó atacándose a ella misma.

Estaba tan metida en sus asuntos que no le prestaba atención a lo que decía Carol, lo cuál era muy importante.

—Y si pudiéramos obtener información en uno de esos barrios marginales, estoy segura de que podríamos dar con el paradero de Lincoln rápidamente —comentaba Carol. —¿Qué opinas? —Volteó a ver a la chica Loud y no pudo evitar cambiar su expresión a una de cansancio y rápidamente a una de furia al ver a la chica boba viendo el techo, completamente distraída. —¡Oye!

—¡AAAAAH!

El grito de Carol hizo que Leni pegará un grito de terror y diera un salto en la cama. La chica Loud volteó a ver a la enardecida chica con la respiración acelerada.

Se dio cuenta de que Carol se veía molesta. Al parecer con ella.

—¿¡Acaso me estabas escuchando!? —Exigió saber Carol.

Leni bajó la mirada al suelo. Estaba avergonzada por menospreciar la ayuda de ella por andar de distraída. Pero no podía evitarlo. La muerte de ese criminal la seguiría hasta el final de sus días y todo por culpa de su baja inteligencia.

—Lo siento, es que... No me siento bien —dijo Leni con un par de lágrimas en sus ojos.

Otra persona hubiera sentido lastima por la chica. Pero Carol solo tenía ganas de estrangularla allí mismo, pero debía aguantarse. No tenía de otra que trabajar con esta chica por lo que debía ver que demonios le pasaba.

—Muy bien, dime que demonios te pasa para ver si así puedo ayudarte —Carol se cruzó de brazos y observó con indiferencia a la distraída chica. Pero se extrañó mucho al verla temblar mucho. —¿Qué te pasa? —Preguntó.

Leni se sujetó la cabeza y empezó a negar en repetidas ocasiones, cómo si algo la atormentara.

—¿Oye me estas escuchando? —Preguntó nuevamente.

—¡No, no, no quiero! —Exclamó Leni con los ojos cerrados, parecía sufrir una crisis nerviosa.

—¿Disculpa? —Carol sonó muy ofendida.

Le parecía estúpido el comportamiento de esta chica, por lo que debía indagar más.

—Oye... —Puso su mano sobre el hombro de la chica y esta se apartó bruscamente.

Quedó viendo a Carol con una expresión sumamente aterrada en su rostro por unos segundos hasta que se levantó de la cama y tomó rumbo a la salida.

Pero Carol fue más rápida y le bloqueó el paso, poniéndose frente a ella.

—Hey, ¿A dónde crees que vas? —Preguntó.

—Lo siento Carol, pero me siento mal y no tengo ánimos para nada, así que... Asi que, me voy a casa —comentó Leni mientras se sujetaba la cabeza, al parecer le dolía y mucho.

Intentó pasar de lado a la mayor pero esta la sujetó del brazo y la obligó a sentarse en la cama nuevamente.

—Por favor, no quiero estar aquí...

—¡No te vas a ir hasta que encontremos una forma de hallar a mi hermano maldita estúpida!

—No es tu hermano... —Leni la contradijo. —¡Y ya te dije que no quiero! —Gritó ya perdiendo los estribos.

—¡Lo será cuando lo encuentre y ya te dije que te quedarás!

Comenzaron a forcejear entre ellas. Parecía que Leni iba a poder ganar esta vez pero no. No pasó mucho tiempo hasta que la rubia Loud quedó acostada de espaldas contra la cama, con Carol sentada sobre su estómago.

La otra rubia la tenia sujetada de las muñecas, evitando así que se escapara. Ahora si, ya no podría huir.

—¡Déjame ir! —Chilló Leni.

—Nop —negó Carol con una sonrisa burlona. —Hasta que me digas que es lo que te pasa.

Leni abrió la boca por la impresión, no sabia que hacer, no podía decir que mató a alguien, podría ir a la cárcel y hasta allí llegaría su historia y nunca podría encontrar a Linky. No, no podía.

Intentó zafarse del agarre pero era inútil, estaba bien sujetada.

—Estoy esperando —le habló Carol con indiferencia. No le gustaba tener que soportar a una Loud, pero no tenia de otra, necesitaba de alguien de esa familia para obtener más información sobre Lincoln y esta idiota era la única con la que podría razonar al parecer.

Leni no lo soportó más y se hecho a llorar, no por que le doliera algo, sino que por la maldita frustración de no saber que hacer.

—Nop, tus lágrimas de niña pequeña no sirven conmigo —negó Carol, la rubia ni se inmutó por el berrinche que la Loud hacia.

—¡Bien te lo diré! —Gritó Leni entre llantos.

—Aja, te escuchó —la rubia no parecía interesada en lo que tuviera que decir pero no tenia de otra.

Una horrible historia después.

Los ojos y la boca de Carol estaban tan abiertos que parecía incluso imposible abrirlos a esa extensión pero no pudo evitarlo. La historia que acababa de escuchar, era muy aterradora, incluso le daban ganas de vomitar.

—Y-y-y si... Y-y-yo hice eso... —Aclaro Leni con seriedad y con lágrimas en sus ojos.

—Wow... —Carol se quitó de encima de Leni y se sentó en la cama. —Simplemente wow.

Observó con miedo a la rubia de chaqueta negra y no pudo evitar sentirse mucho más asqueada que de costumbre. Pensar que Lincoln vivía con una familia llena de abusadores y ahora asesinos, le daba que pensar.

Ahora no sabia que hacer o que decir, estaba en un gran dilema. Según Leni, mató a ese sujeto por accidente. Incluso la forma en que lo relató le pareció muy estúpida.

Es más, ahora que lo pensaba muy bien, solo esta idiota podría matar a alguien de una forma más idiota.

Si, al parecer estaría a salvo. Por lo que podría sacar provecho de su situación. De pronto, una idea se le ocurrió en estos momentos y desgraciadamente incluía a Leni.

—Ya te dije todo lo que paso... Ahora ya me...

—Jajaja...

Leni se había levantado de la cama de Carol, se dirigía a la salida pero la leve risa de la chica la hizo voltear a verla fijamente.

—¿C-Carol? —La llamó con miedo.

—Jajaja... jajajaja... ¡JAJAJAJA! —La rubia empezó a reír de forma divertida casi demencial. —¡No puedo creerlo! —Dijo entre risas. Se sujetó la panza al sentir que le empezaba a doler por tanto reír.

Leni por su parte, ahora estaba muy confundida. No sabía que le pasaba a Carol, aunque un extraño presentimiento le decía que huyera de allí lo antes posible.

—Vaya, no puedo creer que aparte de mala hermana, seas una maldita asesina —dijo Carol al momento de levantarse de la cama, caminó hasta la chica Loud, la estaba observando con burla y de brazos cruzados.

—¡Pero fue un accidente! —Leni intentó defenderse.

—Aja si... —Carol no parecía creerle. —Un asesinato es un asesinato mija, así que eso de que mataste a ese asesino por accidente no será válido ante un juez. —Le dijo con burla y malicia.

Leni apretó los dientes por la frustración que en esos momentos sentía, era oficial; fue una muy mala idea venir a esta casa. Si desde que llegó solamente ha recibido agresiones, insultos y burlas. Ya estaba harta.

Dio media vuelta y antes de salir de la habitación, Carol la llamó.

—¿Qué pasa Leni Loud? ¿Vas a buscar a mi hermano tu sola? —Preguntó esta con falsa inocencia.

Leni paró en seco y se dio la vuelta rápidamente. Se acercó a Carol y le dijo en la cara.

—¡Qué no es tu hermano! —Gritó ya harta de Carol Pingrey.

Esta simplemente le sonrió con superioridad y continuó hablando.

—Pues lo será cuándo lo encontremos —dijo de forma simple. Eso confundió mucho a Leni.

—¿A que te refieres? —Preguntó Leni. —¡Ah!

Leni fue tomada por sorpresa en el momento en que Carol la tomó por los hombros y la fue empujando hasta afuera de la habitación, obligándola a chocar de espaldas contra la pared del pasillo del piso de arriba.

—Por que mi querida Leni Loud, si no me ayudas a encontrar a mi hermano, haré que te metan a la cárcel por homicidio en primer grado y así nunca podrás volver a ver a Lincoln, ¡JAJAJAJA! —Carol empezó a reír. Esta vez sonaba cómo una lunática.

Leni observó con horror la desquiciada expresión de la chica. No podía creerlo, fue una idiota al decirle algo como eso a alguien que prácticamente era su enemiga.

—¡No, no serias capaz! —Gritó Leni aterrada.

—¡Si, si lo haré! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA! —Y continuó riendo.

Leni negó con la cabeza varias veces.

—No... —Apartó a Carol de forma brusca. —¡Es mentira! ¡Yo soy la víctima aquí! —No lo soportó más y salió corriendo de allí. Debía salir de esa casa lo antes posible.

—¡No puedes huir Leni Loud! ¡Se dónde vives y pronto iré por ti para saber si aceptas mi propuesta! ¡No tienes opción pequeña Loud!

Fue lo último que Leni escuchó de esa loca antes de salir de la casa. Empezó a correr con dirección a la suya. No importándole que vivieran lejos, eso era lo de menos en este momento. Estaba contra la espada y la pared y todo por andar de chismosa y asesina.

No se dio cuenta de que estaba corriendo por la mera calle por lo que tampoco se dio cuenta de que un auto se acercaba a su dirección gracias a que corría con la mirada al suelo, los ojos cerrados y los puños y dientes apretados.

¡BIIIIIIIIIP!

—¡AAAAAAHHH! —Gritó Leni al casi ser arrollada por Camiónzilla.

La cuál era conducida por Lori. Esta frenó de repente al ver a su hermana corriendo en dirección contraria a la van familiar.

La mayor se bajó del vehículo y fue a ver si su hermana estaba bien. Por poco y pierden a otro miembro de la familia.

—¡Leni, Leni, ¿Estas bien? —Preguntó preocupada.

La menor se encontraba con la respiración acelerada y con una postura un tanto extraña. Esa misma que ponía antes cuándo miraba una araña.

Observó a su hermana mayor Lori y luego a la van. No perdió tiempo y corrió hasta esta y se subió rápidamente, sentándose en el asiento del copiloto.

—¿Leni? —La llamó Lori, la miraba con extrañeza al verla sentada en el asiento del frente, abrazando sus rodillas contra su pecho, mesiendo su cuerpo de atrás hacía adelante, una y otra vez.

Lori tenía un mal presentimiento y solo podía haber una culpable.

"Carol Pingrey..." —Pensó con furia.

Sabía que fue una muy mala idea dejar ir a su hermana a la casa de su mayor y más terrible enemiga. Desde hace mucho sabía que Carol era malvada.

Demasiado.

Se subió al auto y se sentó en el asiento del conductor. Se acercó a su hermana, colocó una de sus manos sobre su hombro y le dijo.

—¿Estas bien? ¿Qué te hizo Carol? —Preguntó con enojo.

Leni la volteó a ver rápidamente. El simple hecho de mencionar el nombre de esa loca, la ponía nerviosa.

—N-nada, no me hizo nada... —Intentó sonreír pero solo hizo una extraña mueca con su boca.

Al parecer había olvidado como sonreír.

—Leni... —Dijo Lori con reproche.

—¡Solo llévame a casa de una vez! —Gritó Leni ya harta de todo esto.

Lori retrocedió un poco y ya con un nudo en su garganta se dispuso a conducir a casa.

Leni se sintió mal por gritarle así. Pero no sabia si disculparse o no, simplemente se cruzó de brazos y miró por la ventana del auto. No pudo evitar voltear a ver hacía atrás, por un momento pensó que esa loca podría estarla siguiendo de cerca pero se relajó bastante al no ver señales de ella.

Aunque no podía estar segura aún. Dijo que iría a su casa y eso la alarmaba y mucho.

Subió sus pies al asiento nuevamente y abrazo sus rodillas contra su pecho. Oculto su rostro en estas y así se mantuvo por todo el transcurso del viaje.

Lori la observó de reojo. La mayor solo quería consolarla y preguntarle que le pasaba, tal y cómo lo hacía antes de que la tragedia empezará. Pero poco o nada podía hacer.

No tuvo de otra que suspirar con cansancio y seguir conduciendo a casa. Solo esperaba que todo mejorará pronto.

Mientras tanto.

—¡JAJAJAJA! —Carol aun se encontraba riendo cómo lunática hasta que se sujetó el estómago y paro de reír de repente. Parecía muy cansada y agitada por tanto reír. —Uff... Rayos, esto de que tus planes salgan cómo desees si que es muy agotador... —Dijo mientras se ponía firme y posaba su mirada en la cuarta pared. —Sobretodo por la risa.

Se cruzó de brazos mientras asentía con la cabeza.

Al rato se fue a ver la televisión.

En algún momento le haría una visita a los Loud y solo esperaba que esa tarada tomará una buena decisión o lo pagaría muy caro.

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