Dolor
Link del capítulo original: https://www.fanfiction.net/s/13492317/12/La-Rebeld%C3%ADa-De-Leni
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Una semana, una larga y maldita semana fue la que nuestra querida y pobre protagonista Leni Loud estuvo con fiebre.
Para ella fue un martirio total el tener que soportar los intensos cuidados de sus hermanas y padres.
—Leni come esto por favor —pidió Lori.
La mayor le llevaba un poco de sopa pero la menor se hacía la fuerte para evitar que sus familiares estuvieran en la habitación de su hermano. Pero todos eran unos grandes testarudos.
—N-no quiero nada... Sniff... —Negó esta de brazos cruzados mientras sorbía unos cuantos mocos de su nariz.
La mayor soltó un suspiro cansado y después de eso no tuvo más remedio que dejar la sopa cerca de la cama de su hermana más cercana para ver si se decidía a probarla después.
Salió de la habitación y un segundo después asomó la cabeza para volver a hablarle a su hermana.
—Si necesitas algo, me avisas, ¿De acuerdo? —Sonrió de forma nerviosa.
—Puff... Si cómo no —mascullo molesta la ex chica sonriente.
Lori bajó la mirada al suelo y sin más que pudiera hacer, tuvo que dejar sola a su hermana menor.
A lo largo de la semana, Leni tuvo que soportar no sólo los exámenes médicos contra su voluntad que le hacía Lisa. Si no que también tenía que aguantar el maldito interrogatorio que sus padres no dejaban de hacerle solo por que querían saber dónde se había metido hace unos días y por que ella y Carol llegaron todas golpeadas.
—Uhm... —Pero Leni simplemente se cruzaba de brazos, mantenía cerrados sus ojos y desviaba la mirada a un lado dándoles a entender que ese no era asunto de suyo.
—Leni, por favor. Solo es para estar seguros que no andas en malos pasos —su padre sonó muy adolorido.
Aunque eso que dijo solo hizo que Leni abriera sus ojos y boca con mucha indignación.
—¿Acaso me estas llamando vaga? —Preguntó molesta.
—Nonononono Leni solo es que-¡No espera Leni!
No pudo continuar ya que Leni se levantó de la cama, tomó una almohada y empezó a pegarle a su padre con ella. No le importaba en lo absoluto que él le haya ayudado a comprar todo lo que le faltaba al cuarto de su hermano.
Aun así, no podía comprar la confianza de su hija. No, esa estaba muy difícil de volver a obtener.
—¡Leni no permitiré este tipo de comportamie-¡Ugh!
Rita fue silenciada al recibir un almohadazo en la cara.
—¡Fuera, quiero estar sola!
—¡Pero cielo aún estas enfer...
¡Slap!
Ella le cerró la puerta en la cara a su padre, no quería hablar o estar con nadie. Únicamente quería estar acostada todo el día.
—Uh... —Y eso era lo que iba a hacer.
A paso tambaleante llegó hasta la cama de su hermano. Se dejó caer de cara sobre esta y así se mantuvo por mucho tiempo.
En ese cómodo y suave edredón que daba una sensación tan relajante en su cuerpo. Lo único que lamentaba era que Lori le quitó el plástico a la cama solo para que estuviera más cómoda mientras se mejoraba, por lo que ya no seria Lincoln quién la estrenaría.
Pero no había mucho que pudiera hacer. Solo esperar para recuperarse e ir a ver lo antes posible a Carol, tenían mucho de que hablar.
¡Slap!
Aunque la puerta siendo abierta de una forma brusca, perturbó su momento de relajación.
Era Lisa, la genio traía consigo un extraño aparato médico. Seguramente para usarlo en su hermana enferma.
—Mi estimada hermana mayor, he venido para hacerte los chequeos correspondientes de las cinco de la tarde, antes de hacerte lo chequeos médicos de las cinco y treinta —le habló Lisa a su hermana mayor con esa expresión carente de emociones muy particular de la genio.
—Uhgm... —Gruñó molesta la rubia sin siquiera inmutarse por la presencia de su molesta hermana menor.
Lisa al ver esa reacción no pudo evitar cambiar su semblante a uno triste y desviar la mirada a un lado con el ceño ligeramente fruncido.
Al parecer si tenia emociones.
Era muy de mañana, en día lunes. Leni caminaba tranquilamente a la casa de la rubia que era rival de Lori, Carol Pingrey o eso creía ella. Últimamente ya no sabía que pensar de las personas. Por un lado estaba su familia, ella los creía gente muy amorosa y amables, hasta que cambiaron de un momento a otro al ver que Lincoln tenía mala suerte.
Sus padres y Lori, le dijeron que él estaba enfermo y que no se acercará a él por ningún motivo en particular.
En ese tiempo había algo que no entendía, si él estaba enfermo, ¿Por que no le dieron el mismo trato que le dieron a ella la semana pasada? Ella no era quién para pensar en que posiblemente eran idiotas, pero tampoco iba a negarlo.
—Idiotas... —Murmuró con enojo.
Por otro lado estaba Carol. Una chica de lo más gentil y amable que jamás pudo conocer. Incluso ella era así desde que era niña. Lori siempre le decía que ella era mala y todo eso.
Siempre creyó que su hermana exageraba... Hasta hace unos días. No descubrió que Carol era mala si no que tenía un pasado muy oscuro.
Demasiado oscuro.
Caminaba por la acera, con la mirada al suelo y con las manos metidas en su chaqueta. Sin mencionar su tan característico y nuevo semblante carente de emociones.
El vecindario en donde vivía Carol era muy bonito, tal vez una residencial para personas ricas y de la alta sociedad.
Si, se sentía fuera de lugar en ese sitio, pero ni modo, haría lo que fuera para recuperar a su hermano.
Llegó hasta la casa que se suponía era la de Carol. Era una casa de dos plantas, mucho más grande que la suya. Pintada de color blanco, con ventanas, una puerta amarilla con un cristal en medio, y un techo con tejas de color marrón.
El jardín era muy bonito. Césped recién cortado con unos cuantos arbustos en el. Al parecer los aspersores se acababan de encender y se encontraban regando el jardín.
Ella se acercó a la puerta y miró por el cristal para ver si había alguien adentro.
—No hay nadie... —Se quitó de allí. —Según Lori... Esta es la casa de Carol —murmuró por lo bajo.
Aún no se explicaba cómo era que Lori sabia dónde vivía Carol. Si se odiaban entre sí.
—Aunque ahora que lo pienso, Carol también sabia donde estaba mi casa... —Se preguntó ella, se rascaba la barbilla un tanto pensativa.
No se dio cuenta de la presencia de cierta chica rubia que la observaba de mala manera a sus espaldas. Era Carol, la rubia venía de correr y usaba un sujetador deportivo de color rosa y negro, unos pantalones negros muy ajustados y unos tenís de color blanco.
Tenía su cabello atado en una cola de caballo atrás de su nuca y venía muy sudada. Seguramente por tanto correr.
Se cruzó de brazos y espero a que la rubia idiota se diera cuenta de su presencia. Pero a medida que pasaban los segundos, se empezaba a aburrir de estar observándola.
Por lo que se decidió a llamar su atención.
—¿Si sabes que siempre puedes tocar el timbre, no?
—¡AAAH!
Carol levantó una de sus cejas al ver la estúpida reacción de la chica Loud. Leni había pegado un grito de terror al tiempo que se daba la vuelta y miraba completamente aterrada a la chica que la tomó desprevenida.
La otra solo soltó un suspiro cansado y pasó de lado a la chica rubia, procedió a abrir la puerta de su casa dejándola entre abierta para que la torpe entrará.
Unos minutos después.
Carol se encontraba viendo sin mucho interés la televisión en la sala, cambiaba canal tras canal y se detuvo en el canal de noticias.
—Muy bien torpe, ¿Alguna idea de cómo podemos encontrar a Lincoln? —Preguntó Carol volteando a ver a su lado. Pero abrió los ojos ampliamente y al ver que no había nadie, empezó a voltear a ver a todas partes. —¿Leni? —Preguntó a la nada. Pero luego recordó con quién estaba tratando.
No tuvo de otra que voltear a ver a la cuarta pared y arrugar la cara en una muy clara expresión de molestia.
—Ahora verá esa tarada —se levantó de muy mala gana del sofá y se dirigió a la salida.
—¡Ay! ¡Ay no, espera Carol! —Chillaba la rubia de los Loud mientras era jalada por su orejita por Carol Pingrey.
—Ya eres casi una adulta y no puedes estarte comportando de forma tan estúpida —le dijo con dureza mientras la hacía sentarse en el sofá y procedía a soltarle su oreja respectivamente.
—P-pero dejaste la puerta abierta y...
—¡Cualquier idiota hubiera deducido que la dejé abierta para que entrarás! —La calló.
Carol se cruzó de brazos y se sentó en el mismo sofá que Leni, sólo que un poco más alejada de ella.
—Cómo sea... —Murmuró Leni con enojo.
Debían esperar un tiempo para volverse hablar. Por lo que la otra rubia le subió el volumen al televisor.
Leni no tuvo de otra que ver las noticias en lo que esperaba a que las aguas se calmaran un poco y pudieran hablar tranquilamente.
Si es que eso se podía.
—En otras noticias, la policía aún busca al responsable del asesinato de uno de los criminales más buscados de todo el país, el asesino del callejón...
A Leni se le heló la sangre al ver que en el noticiero mostraban la foto de alguien que esperaba no volver a ver jamás.
—¿Oye lindura por que tan sola?
Empezó a temblar al escuchar la voz de ese maniático en su oreja. Era horrible, sentía que se haría en los pantalones en cualquier momento.
Pero al darse la vuelta no logró ver a nadie. Era simplemente su imaginación.
—Vaya, es un sujeto tan feo.
La voz asqueada de Carol la hizo voltear a verla y luego a la televisión.
—Las autoridades temen que el asesino de este peligroso hombre sea incluso un psicópata mucho peor, ya que al ver las imágenes de cómo quedó el cuerpo del hombre de color, se puede apreciar de que se trata de un crimen de lo más atroz...
Leni seguía temblando mientras miraba la televisión. La fotografía de ese hombre la hacía oír cosas.
—¡AAGH!
—¿¡Q-Qué hiciste!?
—¡Lo siento! ¡Déjame ayudarte!
—¡No, deja eso!
—¡AAAAAHH!
—¡Lo siento!
—¡AAAAAHH! ¡ESTUPIDA!
No lo soportó más y se llevó las manos a la cabeza. Empezó a negar en repetidas ocasiones mientras se tiraba de los cabellos con fuerza.
Ella no quiso hacer eso, él la obligó... No, fue un accidente. Si, eso fue.
—En otras noticias, se esperan masivas manifestaciones del gremio de los derechos humanos compuesta únicamente de trabajadores de la comunidad negra de Estados Unidos. Se espera que se manifiesten frente a la corte por el horrible crimen que sufrió el asesino del callejón.
Se vio que una reportera entrevistaba a una mujer que llevaba una pancarta con las palabras "Merecemos igualdad".
—¡Él no se merecía eso! ¡Es cierto que era malo pero no se lo...
Carol rodó sus ojos y procedió a apagar la televisión.
—Qué estupidez —dijo para si misma. Se giró para hablar con Leni pero se extrañó al verla sujetándose la cabeza con ambas manos. Seguramente le dolía la cabeza o algo así.
Y eso era precisamente lo que le pasaba, de tanto escuchar voces dentro de su cabeza, esta empezaba a dolerle demasiado. Empezó a moverla de un lado a otro. Al parecer esos recuerdos no se iban por nada del mundo.
—¿Por que a mi?
Dijo en voz baja. Aunque no tan baja, ya que Carol levantó una ceja al escuchar lo que dijo la chica Loud.
No tuvo de otra que rodar sus ojos nuevamente y negar con su cabeza por lo que tenía que soportar.
Acercó su mano lentamente al hombro de la rubia de los Loud y al posarla sobre este...
—¡No, no, nonono! ¡Yo no quise matarlo! ¡Fue un maldito accidente! ¡Lo juró!
Gritó Leni de repente. También se levantó del sofá, observó con ojos llorosos a Carol por unos segundos para después salir corriendo escaleras arriba y dirigirse al baño.
¡Slap!
Se escuchó la puerta del baño ser cerrada con un fuerte azote.
Y todo eso lo hizo de forma fugaz. Flash y Quicksilver estarían orgullosos. También el Correcaminos y Speedy Gonzáles.
Carol quedó con su mano estirada y con una expresión de pokerface en su rostro por la repentina reacción de la chica Loud.
—... ¿Qué? —Fue todo lo que pudo decir la muy confundida chica.
Las cosas simplemente no hacían más que complicarse para ambas chicas.
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