Cuidados Médicos

Link del capítulo original: https://www.fanfiction.net/s/13492317/14/La-Rebeld%C3%ADa-De-Leni

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Una semana, una maldita semana había pasado desde que Carol Pingrey la chantajeo con quitarle a su hermano perdido y todo por andar de bocona.

¿Por que demonios le dijo a una persona que la odiaba, que había matado a alguien?

—Creó que si soy una completa estúpida después de todo —se lamentó Leni con pesar.

Dejó caer su cabeza sobre la mesa de los grandes para ocultar su vergüenza, aunque fue mala idea. Olvidó que estaba terminando su desayuno y que no estaba sola.

—No Leni —habló Lori preocupada. La mayor se acercó a ella para intentar ayudarla, tal y cómo lo había estado haciendo desde hace semanas, pero sin éxito alguno. —¿Por qué te dices así? ¿Sucedió algo? —Preguntó esta colocando sus manos sobre los hombros de su hermana más cercana, pero fue mala idea.

Leni se sacudió bruscamente para alejarla y cuándo lo consiguió, se levantó de su asiento para encararla.

—Si me sucede algo o no, eso no es de tu incumbencia —atacó primero la menor.

Lori apretó sus puños y aguantó el llanto que amenazaba con salir cada vez que su hermana más cercana le hablaba de esa manera.

—Pero Leni, no hay motivo para que te trates así, no...

—¡Si lo hay! —La calló esta haciéndola retroceder. —¡Por andar de idiotila haciéndoles caso a todas ustedes! ¡Perdí a mi hermano!

—¡Pero Leni, no es motivo para que te trates así, tú eres menos culpable por lo que paso! —Se defendió Lori, por fin podía discutir con Leni cómo se debía para lograr calmar las cosas un poco.

Pero de nada servía.

Leni simplemente puso una expresión seria nunca antes vista en ella por lo que acababa de escuchar.

—Te equivocas... —Murmuró con seriedad. —Soy la más responsable por lo que paso, ya que me consideraba una persona buena y de lo más gentil... —Leni cerró sus ojos y bajó la mirada. —Pero solo fuí una ciega que no pudo ver la verdad aunque esta la golpeó en la cara muchas veces... Y-y cuándo por fin abrí los ojos... Y-ya fue muy tarde... —Leni empezó a sollozar.

Lo que provocó que Lori corriera a abrazarla pero lo único que recibió fue un empujón en su pecho por parte de su hermana que la alejó un poco hacia atrás.

Leni sin dirigirle la palabra a Lori se fue escaleras arriba dirigiéndose a la habitación de Lincoln para descansar un poco, aunque era domingo y no eran ni las ocho de la mañana. Si, era muy temprano.

Lori por su parte se dejó caer de rodillas al suelo, apoyando sus manos contra este mientras apretaba sus dientes y ojos intentando evitar romper en llanto.

Nuevamente su intento de acercamiento a su hermana más cercana en edad resultaba un total fracaso.

Pero no tenia motivos para rendirse, primero intentaría arreglar las cosas con ella y luego juntas irían a buscar a Lincoln.

Solo esperaba que él estuviera bien.

—Qué mal...

Lori levantó la vista al escuchar la voz de una de sus hermanas encontrándose con Lisa observando hacía arriba de las escaleras hacía el segundo piso. La menor mantenía un semblante libre de emociones mientras negaba con su cabeza sin detenerse.

—¿Qué pasa Lisa? —Preguntó Lori sin ganas pero no tenía de otra.

—¿Qué, que pasa? —Preguntó esta un poco ofendida. —¿Viste eso? —Señaló por dónde se había ido Leni.

Lori levantó una ceja no entendiendo bien a que se refería.

—¿Qué sucede con Leni? —Preguntó Lori abriendo los ojos un poco.

Lisa abrió sus ojos lo más que podía y volteó a ver a su hermana directamente a los ojos.

—¿Qué? ¿Acaso no te diste cuenta del incorrecto uso de la gramática de nuestra hermana? —Aclaró Lisa. —¡Idiotila no es una expresión correcta!

Lori no tuvo de otra que poner una expresión cansada por la tontería que decía su hermana genio. Por un momento creyó que iba a hacerle saber que el comportamiento de Leni era una falta de respeto hacia los mayores, pero por lo visto no. Demostrando nuevamente que todas ellas eran unas mal educadas y egoístas.

—Lisa, mira no tengo tiempo o ánimos para saber que esta bien o no en el idioma latino o en cualquier otro idioma —dijo Lori mientras se levantaba y se retiraba de allí, pero no antes sin tomar su desayuno e irse con el hacia el sofá de la sala para ver si podía recuperar allí el apetito que acababa de perder.

—¡No es correcto hablar así! ¡Para eso tenemos gramática mujer! ¡Gramática! —Gritó Lisa alzando su puño. Se veía muy molesta por ese uso tan malo del lenguaje pero poco podía hacer.

La mayor simplemente rodó los ojos y le resto importancia a lo que decía su hermana menor.

—Lincoln puede estar sufriendo allá afuera y a ella solo le importan unas estúpidas palabras, puff. Mocosa egoísta —murmuró Luna con desdén la cuál iba pasando al lado de Lisa y la cuál la escuchó perfectamente.

Seguramente ese era el objetivo de Luna, iniciar una pelea ya que Lisa se puso enfrente de ella bloqueándole el acceso a las escaleras al segundo piso.

—¿Te quieres mover? —Preguntó Luna molesta. Traía su guitarra morada consigo pero no parecía querer cargarla ya que la traía arrastrada desde que entró a la casa.

—Es muy hipócrita de tú parte hablar de egoísmo ya que tú sales cada noche a divertirte a quien sabe dónde querida hermana mayor —la atacó Lisa cruzándose de brazos mientras la observaba muy molesta. —¿Acaso te divierte el hecho de que Lincoln no está en casa? —Atacó Lisa. —Eh, mala hermana.

Luna apretó los dientes por el enojo que sentía al escuchar semejantes palabras. ¿Cómo se atrevía a acusarla así? Además, ¿Quién demonios disfrutaría el tener a su querido hermano perdido quién sabe en dónde?

Además de que la rockera venía un poco pasada de copas ya que se la pasó tomando toda la noche. Ella quería que el alcohol la hiciera olvidar sus problemas pero era todo lo contrario.

Cada cerveza, cada copa, cada trago, cada gota de ese horrible líquido, lo único que causaba era que recordará cada buen momento, terminando cuándo ambos se divirtieron a lo grande en el primer concierto del albino.

Cosa que la hacía romper en llanto.

—Repite eso... —La reto Luna con el ceño ligeramente fruncido.

¡Prammmm!

Dejó caer su guitarra al suelo y esta hizo un sonido muy fuerte. Se acercó un poco más a la genio para intentar intimidarla un poco pero Lisa ni se inmutó por esa acción.

En vez de eso, se cruzó de brazos y con una expresión un tanto engreída, repitió muy lentamente...

—Ma-la, ¡Hermana! —Gritó la última parte.

Fue todo, Luna se enfureció hasta el grado en que necesitaba algo en dónde descargar su creciente furia. Lamentablemente, en su propia sangre.

Unos minutos antes.

Leni estaba impactada por lo que estaba viendo frente a ella.

—Bienvenida a tú habitación, Leniiiiiiiii... —Cantó Carol Pingrey. La cuál estaba acostada en la cama que debía ser de Lincoln.

La rubia de largo cabello la observaba con burla desde la cama. Al parecer había entrado mientras la chica Loud estaba desayunando en la cocina.

Pero eso Leni no podía hallarle lógica.

—¿C-como entraste? —Preguntó nerviosa. Había cerrado la puerta detrás de ella para evitar que alguien más la viera en compañía de Carol.

Esta únicamente puso una expresión cansada por la estúpida pregunta que acababa de hacerle la chica frente a ella.

—¿Es en serio? —Preguntó con molestia. Iba a señalar la ventana abierta a un lado de la habitación pero se harto de esto. —No, no nonono, ¿Sabes que? —Se levantó de la cama y se acercó a la rubia de forma amenazante. —No voy a perder más mi tiempo con tus tontas preguntas o tus estupideces. —Dijo duramente.

Leni apretó los dientes por el enojo. En verdad quería darle su merecido a esta chica. Pero su miedo a que Carol hablará con la policía acerca de su pequeño asunto delictivo. La hacía aguantarse.

Si, siempre debía dejar que todas las demás personas a su alrededor opinarán por ella...

Era patética...

La única persona que la apoyaba para que siguiera sus sueños y que le decía que era una persona brillante...

Era su hermano menor...

Lincoln...

Pero él ya no estaba cerca y a este paso no sabía si lo volvería a ver algún día.

A decir verdad, ella estaba más pérdida que él. Estaba sola, lo quisiera o no.

—¿Holaaaaaa? ¿Hay alguien allí? —La molestó Carol. La rubia al ver que la Loud se quedó embelesada viendo hacía el frente le empezó a tocar su frente con su puño para molestarla. Cómo si la cabeza de la rubia fuera una puerta. —O mejor dicho, ¿Hay algo funcionando allí dentro? —Continuó bromeando.

Leni no supo por que pero el enojo que sentía en estos momentos mezclados con el estrés provocado por la preocupación y el no dormir bien por culpa de la amenaza de la chica frente a ella. Empezaban a hacer estragos en su cerebro.

—Uy, te tardas en contestar, ¿EH? —Dijo Carol de brazos cruzados observando a la chica Loud con mucha burla. —Tranquila, tomate tu tiempo. —Le dijo mientras se tapaba la boca para reírse de ella.

En verdad le gustaba molestar a esta tonta. Pero desafortunada mente no era muy buena idea en estos momentos.

Leni tenía un tic en su ojo derecho, su rostro empezaba a ponerse rojo mientras que su cara adoptaba una mueca de furia total.

—¡AAAAAAAAAAHHHHHH! —No lo soportó más y se abalanzó contra Carol Pingrey.

—¡Ugh! —La rubia quedó sin aire al recibir todo el impacto o al menos la mayoría de este, en su estómago.

Ambas cayeron en la cama con la rubia Loud sobre la rubia Pingrey. Mientras que la primera tenía una expresión de furia total en su rostro, la otra tenía una expresión de dolor en el suyo.

Al parecer el golpe si que le había dolido. Por su parte, Leni pensaba en moler a golpes a la molesta chica pero algo la detuvo, dejando su puño levantado listo para impactarlo varias veces contra el rostro de Carol Pingrey.

Un llanto y unas voces un tanto alarmadas hicieron que volteara a ver hacía la puerta de la habitación. Su expresión cambió rápidamente a una aterrada.

¡Luna, ¿¡Pero que has hecho!? —Se escuchó la voz de Lori. Se oía muy alterada.

Junto con ella se escuchaba a alguien llorar. Lo que activo rápidamente su instinto sobre protector el cuál se activaba cuándo uno de sus seres queridos estaba triste o con problemas.

Se levantó rápidamente de encima de Carol y salió de la habitación a una velocidad sorprendente.

—Si, cof... Cof... Mejor corre —susurró Carol casi sin voz mientras se removía en la cama, sujetándose el estómago con ambas manos para así intentar aligerar el dolor en este.

Sin duda alguna se las cobraría cuándo se recuperará.

Leni llegaba a la planta baja y al llegar su vista se posó en todos los presentes. Estaba Luna parada a un lado del primer escalón de la escalera. Tenía una expresión de horror y tristeza marcada en su rostro mientras se tapaba la boca con ambas manos. Parecía estar aterrada o arrepentida por algo que hizo o acababa de hacer.

Por otro lado estaba Lori, la mayor de todos se encontraba arrodillada en el suelo, estaba histérica mientras ayudaba a la más inteligente de todas.

Lisa.

La menor se sujetaba la cara mientras se encontraba sentada en el suelo. Al parecer no portaba sus anteojos. Los cuáles Leni logró ver en el suelo... Estaban completamente rotos.

Pero había algo más... Algo que a Leni no le gustó para nada.

Fue entonces que apretó los puños y se acercó dando pisotones hasta donde se encontraba Lori y Lisa.

—Vamos Lisa déjame revisarte —lloró Lori tratando de ayudar a Lisa pero la menor no se dejaba.

—N-no... E-es n-ne-necesario... S-solo n-necesito llegar a mi habitación y u-u-usar mi equipo m-médico para detener la hemorragia nasal... —Dijo Lisa entre sollozos. Ahora si parecía una niña llorona de cuatro años y cómo no, si después del puñetazo que Luna le propinó en el rostro, pues cualquiera lloraría.

—Déjame ver —le ordenó Leni a Lori.

—Pero Leni, Lisa esta... —Intentó renegar la mayor pero Leni la silenció.

—¡Muévete! —Gritó esta. Acto seguido movió a Lori con brusquedad para ver a Lisa. Tomó las manos de la pequeña y la movió con fuerza para ver su rostro. —Grrrr... —Gruñó al ver que Lisa sangraba por la nariz. —No sólo tienes una hemorragia, sino que también estas sangrando por la nariz... —Murmuró Leni con enojo.

Lisa iba a decir algo pero Leni ya se había levantado del suelo y se había acercado a Luna la cuál estaba muy arrepentida por lo que acababa de hacer.

¡Smack!

Pero el puñetazo que le dio su hermana mayor en la mejilla haciéndola caer acostada al suelo le dio a entender que a Leni le importaba un reverendo kilo de zanahorias que estuviera arrepentida o no.

Mientras que Lori y Lisa, también Carol que se asomó por una esquina del segundo piso quedaron con la boca bien abierta por la impresión por lo que acababa de hacer la rubia. Leni se acercó a Luna quién estaba tirada en el suelo tocándose la mejilla, la tomó del cuello de su camisa y la acercó un poco a su rostro para decirle lo siguiente...

—Escúchame muy bien Luna —comenzó Leni. Luna asintió con miedo y lágrimas en sus ojos. —Si vuelves a tocarle aunque sea un cabello a alguna de nuestras hermanas, yo simplemente te haré picadillo. —Amenazó Leni. —¿¡Has entendido!? —Gritó por último.

—¡S-siiiiii! —Exclamó Luna con miedo.

Leni procedió a soltarla para después acercarse a donde estaba Lisa y sin esperar alguna reacción, la cargó en sus brazos. La genio no puso resistencia. Únicamente observó por encima del hombro de su hermana mayor, cómo su otra hermana mayor con gustos musicales se ponía a llorar en el suelo.

Seguramente por los efectos del alcohol o algo así.

—Oh vaya, no sabía que tenias ese carácter —se burló Carol cuándo Leni pasó a su lado.

Leni la volteó a ver de reojo. Se fijo que la rubia estaba afuera de la puerta del baño recostada de espaldas contra la pared con los brazos cruzados mientras la observaba de forma altanera.

—Me asombras —la alago. —Aunque no tanto. —Se burló nuevamente.

Leni simplemente suspiró con disgusto. Ignoró a Carol Pingrey y procedió a entrar al baño en donde planeaba curar y atender a su hermana menor.

—Te espero en tu habitación —Fue lo último que le dijo Carol para luego empezar a caminar de regreso a la habitación de Lincoln. —Hola Lori. —Saludó a la mayor, la cuál venía subiendo por las escaleras.

—Hola Carol —la Saludó esta de forma desinteresada. Venía a ver si podía asistir a su hermana en algo pero se quedó paralizada en medio del pasillo al darse cuenta de a quién acababa de pasar de lado y de saludar.

Se dio la vuelta rápidamente y lo ultimo que pudo ver, fue como su archi enemiga entraba a la habitación de su hermana perdido.

—¿¡Carol!? –Gritó con fuerza y mucho enojo. Iba a ir a enfrentarla ahora mismo pero recordó que debía ver cómo estaba su hermana menor. —No Lori, primero debes preocuparte por tus seres queridos y luego por, ¡Carol Pingrey! —Al principio habló con serenidad pero al mencionar el nombre de su rival pues gruñó cómo si fuera un animal rabioso.

Pero se le pasó rápidamente y se dirigió al baño no sin antes voltear a ver de reojo la puerta en dónde estaba esa chica.

En verdad no le gustaba mucho que ella estuviera aquí pero ya lo averiguaría luego.

Primero lo primero...

—Leni, ¿Necesitas ayuda en al-

—¡Lárgate de aquí!

¡Pam!

Lori no pudo terminar ya que al asomar la cabeza dentro del baño y hablar un poco, Leni no dudo en atacarla, lanzándole un jabón de baño, el cuál chocó contra la puerta que apenas la mayor pudo cerrar.

—Ah... Ah... Ah... Ah... —Respiraba Lori con dificultad, estaba apoyada de espaldas contra la puerta del baño. Parecía que sufrió un gran susto.

Volteó a ver de reojo hacía atrás. Una expresión de tristeza se formó en su rostro. Ya no podía creer que su dulce hermana se haya convertido en alguien tan agresiva.

Pero claro, no podía culparla por volverse alguien tan desconfiada si ella y las demás le dieron muchísimas razones.

—Ahhhhh... —Suspiró por lo bajo. Decidió dejarla hacer sus cosas y darle su espacio. Decidió apoyarse de espaldas en la pared afuera del baño para esperar a ver que tal le fue a Leni con el tratamiento de Lisa.

Mientras tanto Leni se encontraba lavándole la cara a su hermana menor lastimada. Lo hacía con una delicadeza tan perfecta que hasta a la misma Lisa le asombraba.

Aunque la genio no estaba tan a gusto de ser tratada cómo una niña de cuatro años. Aunque eso era lo que era, solo que esta niña tenía un doctorado de ciencias de la universidad de Royal Woods.

Pero Lisa no decía nada, debía admitir que extrañaba la gentileza de su hermana mayor más sonriente. Aunque ahora le traía un extraño sentimiento el verla así de desarreglada y toda rebelde.

Extrañaba a esa persona tan buena...

Pero hasta ella entendía que al romper la confianza de alguien, es muy difícil volver a recuperarla.

—¡Auch! —Gimió por el dolor cuándo Leni empezó a limpiarle el interior de su nariz con un algodón. Eso sin duda era un poco doloroso pero al parecer la rubia sabía lo que hacía.

—Quédate quieta o si no, te dolerá más —le pidió Leni. Lisa asintió un par de veces dándole a la mayor paso libre para continuar. —Limpia aquí y limpia allá, para que ya no te duela más... —Inconscientemente ella empezó a cantar mientras curaba a su hermanita. Seguramente una canción que cantaba siempre que ayudaba a sus hermanas menores con sus problemas. —El dolor se va a ir, si no te mueves mejor será, para que ya no te duela más y así puedas descansar. —Terminó de cantar al tiempo que terminaba de curar a su hermana menor.

Lisa estaba asombrada por ver a Leni así de feliz. Por un momento creyó que ella volvería a ser la misma de antes. Pero todo eso se fue al caño cuando la rubia volvió a poner su expresión cansada libre de emociones.

—Listo, evita quitarte los vendajes de la cara para que no te sangre más la nariz y por el dolor no te preocupes, se te pasara pronto —le hizo saber Leni a su hermana menor.

Lisa se observó en el espejo. No pudo evitar maldecir a Luna por esto. Ahora tenía vendada parte de la nariz, con unas vendas cubriéndole la cara, entre los ojos y la boca además de que tenía unas bolitas de algodón dentro de sus orificios nasales.

Sin mencionar el hecho de que le dolía mucho.

Se dio la vuelta rápidamente para darle los respectivos agradecimientos a su hermana pero...

—Te agradezco tu...

¡Slap!

—Apoyo —fue todo lo que pudo decir ya que al voltearse lo único que tuvo tiempo de hacer fue ver cómo la puerta del baño era cerrada con fuerza dándole a entender que su hermana se había ido.

No tuvo de otra que cerrar los ojos y bajar la cabeza. En verdad se empezaba a sentir muy mal por el clima tan penumbroso que abundaba en la casa Loud.

Mientras tanto.

—¿Lisa esta bien? ¿Necesita más ayuda? ¿Está grave? ¿tuviste problemas con ella a la hora de atenderla? —Lori bombardeada con preguntas a Leni mientras la seguía a lo largo del pasillo del segundo piso.

Pero Leni se limitaba a ignorarla.

Hasta que la mayor la sujeto del hombro, estando a un par de centímetros de la puerta de la habitación de Lincoln.

—¡Aaaaahhhh! —Gritó Leni ya harta por el incesante parloteo de su hermana. —¡Si quieres saber cómo está Lisa! —La empujó con su mano haciéndola retroceder un poco. —¡Ve a verla al baño! —Le gritó para luego abrir la puerta de la habitación y proceder a entrar.

Lori se quedó nuevamente con un nudo en la garganta por el grito de su hermana. Pero esta tristeza desapareció rápidamente, pues su mirada se había cruzado con la intrusa que estaba en la habitación de su hermano.

Carol únicamente le dedicó una mirada cansada a Lori. Una chica que no representaba ni siquiera una amenaza mínima para ella. Por lo que decidió desviar la mirada a un lado para restarle importancia a su presencia.

Pero Lori no iba a hacer lo mismo. Se acercó rápidamente a la habitación para enfrentar a esa intrusa pero...

—¡Carol Pingr...

¡Slap!

La puerta siendo azotada contra su cara la hizo callar. Además de caer de espaldas en el suelo tiempo después se cubrió el rostro con sus manos por el dolor que sentía. Empezó a retorcerse en el suelo por el dolor tan severo que tenía.

Pero mantenía una leve esperanza de que Leni viniera a su auxilio...

Un rato después.

—Muy bien hermana mayor, para la próxima procura no entrar en las habitaciones mientras están cerrando la puerta —le aconsejó Lisa a su hermana mayor de forma dura.

Si, al final fue Lisa quien venía saliendo del baño la que auxilio a Lori. La llevó a su habitación en dónde le aplicó las vacunas correspondientes y le vendo también la nariz.

Cosa que la mayor agradeció con enojo. Pues ella esperaba a que Leni viniera en su ayuda. Pero no pasó así.

—Si, gracias Lisa —agradeció Lori mientras se sobaba el hombro con su mano.

Levantó la vista al techo preguntándose cuándo iba a mejorar todo.

También se preguntaba el por qué estaba Carol Pingrey en la habitación de Lincoln. Cosa que no debía de darle importancia pero que gracias a su intenso malestar por la rubia, pues no podía evitarlo.

—Muy bien Leni Loud es hora de la verdad —dijo Carol con enojo.

Miraba de brazos cruzados a la rubia tonta sentada en la cama.

—Cómo sea... —Murmuró Leni con enojo. También estaba sentada en la cama pero ella abrazaba sus rodillas.

Solo esperaba que todo terminará bien.

Ya que no soportaría más problemas. No ahora, no sin Lincoln.

Lo extrañaba y mucho.

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