Capítulo 5 - La Bruja
Habían pasado seis meses desde que habían empezado a jugar Medieval Magic, Javier ya sentía que tenía un mejor control entre su tiempo en el trabajo y de su vida en el juego, estaba ya casi completamente seguro de que ya el detective no lo estaba investigando. Marcel y él todavía no se habían encontrado en el juego, ya que estaban en continentes bastante lejanos entre sí, pero sin embargo siempre se daban consejos para apoyarse tanto en el juego como en la realidad.
Hace tan solo unos días la competencia por alcanzar el nivel 100 se había revivido, cuando ONE lanzó un listado que se actualizaba cada noche, donde mostraban el TOP de personajes que estaba cada vez más cerca de alcanzar el objetivo.
Por otro lado en la realidad la paz se había interrumpido grandemente, la ley máxima empezaba a perder el control de las cosas. Cierto grupo de personas empezaban a salirse de sus rutinas, y otros seguían incumpliendo la ley, destruyendo museos, sitios culturales e incluso antiguas iglesias, tan solo con el objetivo de introducir objetos antiguos en el juego. Los mejores detectives iban detrás de ONE que una y otra vez incitaba el desorden en el mundo.
El nombre de Ziyou, Bellabelén y Nitro39 empezó a llamar la atención de las personas. Había subido de nivel muy rápido y a diferencia de otros personajes, ellos no estaban en ninguna tribu. Los demás formaban tribus con varios guerreros para subir de nivel matando jefes.
Los jefes eran enemigos del juego realmente fuertes, los últimos que habían matado los otros jugadores habían dejado muy buenas recompensas. El minotauro del laberinto dio a un jugador el cuerno atormentador, que paralizaba a sus enemigos cuando lo soplaba. El león de Nemea que rodeaba la selva de Afreu, dejó su piel, esta daba una excesiva resistencia y el más reciente había sido el abominable hombre de las nieves que le daba al PJ que lo asesinó la habilidad de generar nieve, Marcel pertenecía a la tribu del hombre que había matado al abominable hombre de las nieves.
Ziyou y su grupo todavía estaban siendo guiados por Bellabelén, y todavía seguían con el plan de matar a la Bruja Elisein. Además de que así conseguirían un gran respeto y nivel también conseguirían el caldero para entregárselo al señor Buffer, el dueño de la biblioteca, así el señor los dejaría pasar e investigarían lo que le sucedía a Javier con su personaje Ziyou.
Llevaban jugando doce horas, cada uno iba en su caballo, unos que habían comprado y entrenado con gran esfuerzo en los últimos seis meses. Montar a caballo en el juego era exactamente igual que como lo era hacerlo en la vida real.
Los jefes además de ser más fuertes que cualquier otra criatura de su mismo nivel, eran más inteligentes, tenían una inteligencia artificial similar a los PNJ, algunos eran incluso conversadores. Pero Bellabelén estaba segura que ella y sus compañeros estaban listos. Luego de horas de cabalgata en silencio estaban llegando a la cueva. Un frío recorrió su corazón
Ziyou ya era nivel 30 y sus compañeros le seguían siendo nivel 29, normalmente Nitro39 era bastante conversador, pero esta vez tenía un miedo evidente. Sabía que si alguno de ellos moría dentro de esa cueva, no había segundas oportunidades, el juego se acabaría.
Cuando llegaron a la cueva y bajaron de sus caballos, y los amarraron en unos viejos árboles secos que estaban allí, un viento frío sopló y una risa maquiavélica retumbó todas las paredes de la cueva rebotando hacia la entrada donde ellos estaban a punto de entrar.
—Es ella, es la bruja —dijo Bellabelén, ella llevaba un arco y en su carcaj llevaba flechas multiusos —. Recuerden usar el agua bendita, estoy segura que a las brujas no les gusta y así podremos acabar con ella
—Creo que con estas serán suficiente, no pude cargar más —replicó Nitro39 que tenía dos botellas de agua bendita en su bolso.
—Igual nuestras armas también están bañada con agua bendita así que podemos con ella —dijo Ziyou.
En Medieval Magic podías usar cualquier cosa como arma. No tenías ninguna limitación, pero había cosas en la que adquirías más habilidad. Nitro39 se había convertido en un espadachín de dos espadas, era quizás el más veloz de todos los PJ. Javier también quiso hacer a su PJ veloz y aunque desde el principio había desarrollado habilidades con dos espadas y con el arco, el personaje terminó siendo un experto con una sola espada; la espada larga, le daba mucha fuerza de ataque y una buena defensa. Cuando Bellabelén no usaba el arco usaba una espada y un escudo, tenía sus habilidades repartidas, pero aún así, no dejaba de ser buena.
Los tres hicieron fuego para encender unas antorchas e iluminar el lugar, Javier escuchó la misma voz de la que ya estaba acostumbrado hablarle, ya la había aceptado como su propia conciencia.
—Ten cuidado, mientras no estaba pude averiguar que los jefes pueden incluso con diez personajes de su propio nivel —explicó la voz en su cabeza.
—Nosotros te tenemos a ti y además tenemos a Bellabelén —le respondió en voz alta, mientras le sonreía a ella.
—¿Qué te dijo tu conciencia? —preguntó Nitro39 que se había dado cuenta que su compañero estaba hablando solo cosa que no era rara para él y que tenía ya meses haciéndolo.
—Que es posible que la bruja pueda con diez PJ de nivel 10 —explicó Ziyou.
—Tu conciencia siempre es bastante positiva —rió Nitro39.
Se podía escuchar mientras se adentraban a la cueva fría y humedad, gotas cayendo por todo el lugar, aunque intentaban hacer el menos ruido posible no podían evitar pisar los charcos debajo de ellos. Además que también se escuchaban los chillidos de varios murciélagos.
—¿Cuántas antorchas tenemos? —preguntó Bellabelén.
—Tenemos veinte —respondió Nitro39.
—Vamos a colocarlas en las paredes para formar un camino iluminado por si debemos salir —ordenó Bellabelén. Cada vez que hablaban podían escuchar un sonido casi imperceptible, Unas risas que los ponían paranoicos.
Por un momento siguieron las risas, pero la cueva no parecía tener fin y las antorchas se les estaban acabando. Las risas se escuchaban cada vez más cercas, pero cuando sentían que estaban a punto de llegar estas volvían a cambiar. Así pasaron una hora hasta que solo le quedaban tres antorchas y cuando creyeron que alcanzarían nuevamente a la bruja esta volvió a reírse desde lejos.
—Creo que esta bruja está jugando con nosotros —refunfuñó Nitro39 sentándose en una roca que estaba allí.
—Algo estamos haciendo mal —dijo Bellabelén —. Tenemos que apurarnos antes de que las antorchas del camino terminen apagándose.
—Intenta ir al lado opuesto donde escuches las risas, como sí te alejaras —le dijo aquella voz a Javier en su mente —. Confía en mí, leí algo respecto a las brujas un día que tú no estabas y creo que mientras más lejos las escuches más cerca podrían estar, al menos en este mundo así funcionan las cosas.
—Bellabelén, sígueme, me acaban de decir algo que podría ayudarnos —Ziyou empezó a caminar bastante confiado en dirección opuesta a donde escuchaba las risas. Lo que descorcetaba a sus compañeros, tuvieron que utilizar otra de las antochas por lo que pronto solo le quedaron dos.
—Ziyou, creo que nos estamos alejando —reclamó Nitro39.
—Vamos confíen en mí —dijo, y siguió alejándose más, tuvieron que usar la segunda antorcha y ahora solo quedaba la que llevaba Bellabelén.
En un momento las risas dejaron de escucharse, por lo que sus compañeros dudaron, hasta que el ambiente se puso tengo, sentían como una presión en su cuerpo que les imploraba correr. Bellabelén soltó su última antorcha y todos observaron como por un rincón pequeño de la cueva emergía la bruja.
El ser tenía un cuerpo amorfo que se podía contorsionar a voluntad, además que también parecía una bruja clásica con un sombrero puntiagudo, viejo y sucio, con piel verde y con verrugas en su alargada y respingada nariz, ella estaba encorvada y sus ojos saltones parecían hechizar.
—Es de estúpido venir a matar a una bruja a su propio escondite —chilló la arrugada mujer mientras tronaba sus huesos intentando desencorvarse —. Ustedes serán mi cena —gritó y se abalanzó hacia Bellabelén que estaba casi petrificada, no sabía sí era por algún hechizo o por su atemorizante aspecto. Nitro39 asustado no dudó en arrojarle la primera botella con agua bendita, cosa que la hizo retroceder enseguida chillando de dolor como un animal herido, era cómo si el agua fuese ácido para ella. Aún así, aunque la botella era grande y Nitro39 le había acertado con todo, esto no la mató. Ahora estaba retorciéndose y furiosa.
—¡Mi rostro! —gritaba la horrenda criatura y parecía provocar que las paredes de la cueva se movieran como curvándose, como sí en vez de ser de rocas fuesen de algún extraño fluido que empezaba a achicarse.
—¡Salgan de ahí! —le gritó la voz en la cabeza de Javier.
—¡Vámonos! —dijo Ziyou que empezó a correr por el camino de antorcha que habían dejado y la bruja empezaba a estirar sus garras, con sus dedos alargados y se empezaba a mover como animal a cuatro patas.
—Esto ya parece la película del EXORCISTA —dijo Nitro39 que no dejaba de correr.
—Tenemos que enfrentarla —dijo Bellabelén deteniéndose y los otros la seguían, luego tomó su carcaj y su arco y empezó a atacarla con flechas bañadas en agua bendita, ella corría en cuatro patas sobre el suelo, por donde pasaba apagaba las luces y esquivaba algunas flechas subiéndose y bajándose de las paredes como si fuese una araña.
Ziyou desenvainó una nueva espada que tenía, era una espada larga en forma de cruz hecha de un buen acero de damasco. A su vez Nitro39 también sacaba sus dos espadas ligeras para hacerle frente a la bruja. Pero cuando esta ya estaba en frente de ellos lanzó una poción que la hizo invisible para luego el humo morado empezarlos a marear.
Los tres no pudieron evitar empezar a tambalear, cuando de pronto su cabeza estaba tan confundida que por momentos parecían salir del juego, como sí ya no pudieran mantener su mente dentro y de pronto sentían que estaban sentado en su sillón acostados con un casco puesto sin más. Cuando intentaban moverse en el juego se movían en la vida real.
A Javier le parecía tan increíble la poción de la bruja Elisein, era tan potente que los sacaba del juego.
—Vamos Javier, concéntrate —le dijo la voz en su cabeza, pero él no dejaba de saltar entre las dos realidades —. Déjame yo me encargo esta vez.
El PJ empezó a tomar el control. La poción no parecía tener ningún efecto sobre él y Javier ahora solo estaba observando.
Ziyou controlándose solo lanzó un tajo a la bruja que creía que estaba invisible. Pero esta lo pudo esquivar, mientras él intentaba atacarla ella se movía rápido atacando a sus compañeros que estaban perdidos entre las dos realidades por la poción.
Los atacaba con sus garras hiriéndolos de gravedad, por momentos parecía ser completamente invisible pero Ziyou estaba atento.
—Escucha el agua en el piso —comentó Javier, hablándole a su personaje que esta vez era el que escuchaba —. Cada vez que ella da un paso se escucha el chapoteo.
Ziyou había entendido y a penas escuchó un paso arremetió con su espada al aire, pero no era el aire, le había acertado a la bruja que chillaba de dolor como animal herido.
—¡Estúpido pelirrojo! Eso me dolió —gritó la bruja que se subía al techo corriendo, pero no parecía muy herida sino más furiosa.
Desde el techo se lanzó hacia Bellabelén atacándola en el pecho, destrozando parte de su armadura y tumbándola al suelo. El efecto de mareo de la poción ya estaba terminando, Nitro39 corrió a defenderla pero la bruja volvió a arrastrarse alejándose.
—¡Nos va a matar, perderemos todo! —gritó Bellabelén al ver que su armadura estaba destrozada y se sintió más impotente al ver sus heridas, estaba sangrando bastante. Tomó su escudo que llevaba en la espalda para usarlo para cubrirse.
Javier empezaba a tener el control nuevamente de su PJ Ziyou, ya que el efecto de la poción se había deshecho.
Los tres retrocedieron y la bruja seguía riéndose, esta vez se puso de pie, sonriendo de oreja a oreja, envolviéndose en la oscuridad lanzó un hechizo con palabras incomprensibles y de pronto un círculo morado se hizo en el suelo húmedo y de ese mismo circulo aparecieron tres perros nivel 30, los había invocado y ahora la obedecían.
La bruja aunque estaba herida parecía intacta, solo estaba un poco lenta por el agua bendita, pero ese efecto pronto se acabaría y los mataría.
Javier se concentró, había mejorado bastante con su espada con la ayuda de aquella voz que siempre lo guiaba, con fuerza sostuvo su espada blandiéndola determinado y cuando los perros lo atacaron, no dudó en arremeterlos con todas sus fuerzas, los alejaba con cada tajo que le daba, estos chillaban de dolor, pero no eran perros normales, parecían perros infernales que soportaban cada tajo con la espada que Ziyou les daba, incluso cuando el golpe los enviaba lejos.
Bellabelén esperaba atrás herida mientras Ziyou contenía los perros, Nitro39 decidió ayudarlo atacándolos con sus dos espadas a gran velocidad.
—Utiliza el agua bendita —sugirió la voz.
—¡Nitro39, dame el agua bendita! —gritó Ziyou enseguida, Nitro39 reaccionó rápido y le lanzó una botella con el agua que él tomó en aire.
Ya habían bañado las armas con agua bendita, pero Javier tenía la certeza de que el agua debía estar fresca todavía para que hiciera un mejor efecto.
Bañó su espada con esa agua una vez más y empezó a atacar a la bruja, aprovechando que Nitro39 se estaba encargando de los perros. La bruja intentó hacerse invisible pero de igual forma Javier sabía dónde estaba y atacó frenético con Ziyou. La vida de la bruja empezó a disminuir y Bellabelén aprovechó el momento para atacarla nuevamente con flechas.
Aunque Ziyou detenía los golpes de las garras de la bruja con su espada, algunos habían cortado sus brazos y su pecho. Estaba respirando agitado porque aunque estaban cerca de derrotarla, se estaba cansando.
Ziyou tenía los brazos agotados y disminuyó el ritmo de sus ataques lentamente hasta que sin poder evitarlo, se detuvo y empezó a tomar aire, pero la bruja lo siguió atacando y lo arrojó con sus brazos alargados hacia la pared, el impacto le rompió el brazo izquierdo y Javier lo sintió tan real que no lo pudo mover.
—Haremos esto juntos —dijo la voz y Javier entendió y como sí tomara la espada con alguien más se levantó, estaba cansado pero sentía que compartía ese cansancio con alguien más.
Ambos sabían que si recibían un solo ataque más morirían. Pero no se iban a detener y corrieron a arremeter a la bruja ignorando todo el dolor de su cuerpo. El PJ parecía endemoniado, esquivó todos los ataques de la bruja con gran habilidad, ahora tenía más reflejos y los dos se complementaban muy bien, Ziyou aprovechó la debilidad de la bruja y le dio un último tajo con su espada larga en el cuello a la bruja y en vez de sangrar de ella salió una oscuridad.
Ziyou cayó al suelo herido, casi no podía moverse y la bruja Elisein empezó a derretirse lentamente, enseguida apareció un holograma avisándole a los personajes que habían subido de nivel.
La bruja había dejado atrás varias de sus cosas incluyendo su caldero, que Bellabelén no dudó en recoger, dentro tenía la receta de la poción de mareo y el hechizo de invocación de los tres perros, que Nitro39 tomó enseguida. Cerca de Ziyou también estaba una extraña cruz con un rubí en el centro, él lo tomó y lo sostuvo firmemente.
—Tenemos que regresar cuanto antes a curarnos nuestras heridas —comentó Bellabelén. Ziyou estaba en el suelo herido.
—Creo que esto puede ayudar —comentó Nitro39 y enseguida nombró el hechizo que estaba en la hoja que había encontrado y junto a él parecieron tres perros que seguían sus órdenes.
—Es el poder de la bruja —dijo Bellabelén, que se había dado cuenta que habían conseguido parte de su poder. Y ahora debían llevar el caldero a la biblioteca para poder acceder.
Los perros ayudaron a Nitro39 a llevar a Ziyou a la entrada de la cueva donde los caballos aguardaban, él estaba incociente, pero Bellabelén y Nitro39 lograron subirlo al caballo que ya sabía el camino hacia la ciudad. De vez en cuando Ziyou abría los ojos y veía los destellos de luz.
Él juego le estaba anunciando que ya debía salir del juego y que encontrara un punto de control, pero él lo rechazaba, no podía dejar tan mal herido su PJ.
A Javier le pasó algo que nunca le había pasado, sentía que estaba soñando dentro del mismo juego. Pronto escuchó la voz en su cabeza pero esta vez estaban en un lugar vacío, totalmente blanco. Parecido a como era el mundo cuando estaba siendo creado a su alrededor.
Lo que más extraño le parecía es que en el sueño él no estaba en el cuerpo de Ziyou sino más bien era simplemente él. Javier, se había desmayado en el juego y ahora estaba soñando con su yo real. Creyó que todo sería simple pero a lo lejos escuchó la misma voz que le hablaba frecuentemente.
—No te asustes. Soy yo —era su misma voz la que le hablaba, pero con más seguridad como si estuviera hablando con una versión más adulta de él mismo y la imagen lo confundió cuando Javier empezó a ver a un hombre idéntico a su PJ Ziyou acercándose.
—¿Qué se supone que eres tú? —preguntó Javier de golpe.
—Soy el que nos salvó de morir —respondió serenamente —.
—¿Lo hicimos juntos no? —preguntó Javier —. ¿Qué se supone que eres? ¿un error del juego?
—Es tan difícil de entender. Soy tu PJ. Soy Ziyou —aclaró la voz. A Javier le dio un frió espeluznante.
—¿Estás bromeando conmigo? —reclamó Javier —. ¿A caso tomaste conciencia como un PNJ o algo así?
—Te dije que soy Ziyou y gracias al casco que llevas puesto, he aprendido muchas de las cosas que tú sabes, y siento… que en esencia soy tú mismo. Aunque sé que solo acabo de nacer. Todo este tiempo he aprendido de ti y sigo aprendiendo. Aprendo más rápido que ustedes.
—Sí eres yo entonces debes saber…
—Debo saber cómo se llama tu mamá —completó la frase la voz —. Sí, sé que llama Angélica y que tu papá se llama Aarón, sé que fuiste elegido para ser designado para ir a la universidad y especializarse en informática digital avanzada y ahora estás trabajando de un simple repartidor. Lo sé todo de nosotros. Básicamente soy el tú de este mundo y eso es lo que sé.
—Pensé que eras solo un error o un invento de mi mente…
—Yo también estaba tan confundido como tú cuando empecé a existir, por eso no te lo dije antes. Porque sabía exactamente como reaccionarías. Pero eres muy inteligente y sé que lo entenderás.
—¿Cómo..? —tartamudeó Javier.
—¿Cómo es que estoy vivo? —interrumpió Ziyou, otra vez completando lo que Javier iba a decir—. Vamos Javier, somos bastante listos. Sabes que soy una especie de IA.
—Una inteligencia artificial. ¿Pero por qué yo, por qué mi PJ?
—Buena pregunta. Eso no lo sé, pero si sé que estoy creado en base a ti. He aprendido de ti. La única razón por la que soy tan bueno en el juego es porque tú eres bueno y yo mejoré eso. Digámoslo así Javier. Soy una versión de ti, carente un poco sentimientos. No porque no pueda sentirlos sino porque aún no aprendo a hacerlo.
Ziyou parecía un doble de él. Una versión más madura y estable. Javier no pudo evitar pensar que lo que hacía a Ziyou menos caótico era que estaba en Medieval Magic y no en el mundo real.
El sueño había terminado y Ziyou estaba despertando. Estaba en la ciudad en un hospital cercano donde sus compañeros lo cuidaban, ellos también estaban heridos pero no tanto como él.
—Bellabelén —habló él —. Tenemos que ir a la biblioteca cuanto antes.
—Lo sé —dijo ella y Nitro39 asintió.
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