Capítulo 10 - El garrote con púas
En el juego Medieval Magic, estaba Ziyou pensando. Su mente evolucionaba a pasos agigantados. Intentaba comprender las cosas mientras atacaba a los enemigos que le brindaba el juego, Esta vez eran esqueletos con armaduras de color sangre con dos espadas brillantes. Skeleton Swordman se llamaban. Eran nivel 80 al igual que Ziyou, y aunque eran rápidos. Al PJ no se le hacía difícil matarlos. A Ziyou pensar que era solo parte de un juego le quitaba los ánimos. Fuese preferido mantenerse ignorante, pero había algo dentro de él muy parecido a lo que sentía Javier… un sentimiento de no pertenencia. Él no era igual a nadie en este mundo. Era único.
Pronto terminó y salió del lugar, oscuro donde estaba y se sentó encima de una roca que estaba cerca, cuando de pronto un cuervo bajó del cielo… el mensaje en su pata era simple “está lista el arma”. Ziyou no dudó en subir a su caballo y empezar a cabalgar, por suerte se mantuvo cerca de la ciudad lejana donde él y su contraparte Javier le habían pagado a un viejo arcano para reparar el arma antigua que habían robado.
Cuando al fin llegó encontró al viejo arcano hechizando el cielo provocando una luz enceguecedora en el aire que vislumbraba como un sol, el viejo mago y arquitecto tenía vestiduras violetas y varias joyas decoraban sus manos y su cuello.
—Mago —interrumpió Ziyou con la mano en su pomo —. ¿Cómo está? He venido por mi arma.
—Te he dicho que me llames por mi nombre, señor Barnier —explicó el viejo, su voz denotaba sabiduría pero también malicia. La luz que estaba en el cielo desapareció.
—Está bien señor Barnier, el cuervo que me envió decía que ya estaba lista el arma —dijo Ziyou que parecía tener prisa.
—Sí joven… ya se la buscaré… pero he notado que hay algo diferente en ti —dijo el viejo que parecía mirar con un tercer ojo a Ziyou.
—Señor Barnier, eso no es su problema.
—Interesante… uno de ustedes se volvió uno de nosotros —dijo el mago —. Al parecer el juego es más llamativo de lo que parece.
—¿Usted también sabe que estamos en un juego? —preguntó Ziyou sorprendido.
—Todas las vidas son un juego —explicó Barnier —. Aunque de algunos juegos solo despertamos al morir.
Ziyou se quedó mirando al viejo que iba a buscar algo dentro de un cofre, de allí sacó la misma arma de fuego que le habían traído antes para que repararan.
—Esta arma debe ser una de las más poderosas dentro del juego —explicó el mago —. Está encantada. Por lo que no necesita recargarse, ni tampoco pólvora. Puedes dar un disparo cada diez segundos. Lento pero seguro, bastante efectivo con enemigos a distancia.
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—Es una pistola de mano antigua —dijo Ziyou sonriendo, la sostuvo detallándola en su mano, una parte del arma estaba hecha de madera y la otra de acero —. Con esto, nadie podrá impedir que conozca a mi creador.
Ziyou en el nivel 80 estaba empatado con Tirodesuerte77 y ahora con su nueva arma tenía un nuevo plan. Quería matar a un jefe de su mismo nivel pero para llegar a él, necesitaba un barco. Tenía bastante tiempo evitando la ciudad, porque sabía que casi todos los jugadores de Medieval Magic lo estaban buscando. Y por más fuerte que él fuera, no creía que se pudiera enfrentar a todos los TOP 10 juntos. Aún no conocía sus límites, pero tampoco quería conocerlos en esa situación donde arriesgaría su propia existencia.
Montó su caballo y cabalgó a la ciudad por horas cuando estuvo ahí dejó su caballo libre, no creía que lo fuese a necesitar más. Tenía un buen plan para entrar a la ciudad sin ser ni siquiera visto.
Tomó la cruz con el rubí y la usó para hacerse invisible. Hizo un gran esfuerzo para que nadie lo rozara. Cuando llegó al puerto de barcos. Optó por colocarse otra vestimenta diferente a la usual que usaba. Una que no delatara su nivel. El PNJ que vendía los barcos lo notó.
—El famoso forajido Ziyou susurró —riéndose.
—Por favor, no diga nada. Solo quiero comprar el barco más rápido que tenga —recalcó Ziyou, pero algunos PJ habían escuchado.
—El más rápido y más caro es el fénix blanco —señaló el dueño del puerto. Se trataba de un barco alargado y con las velas más altas y largas que había en el puerto. Parecía tener una lanza en la punta y alas a los lados. Que se arrastraban dándole un mejor soporte.
—Lo quiero.
—Forajido… sé que de seguro debes tener muchísimo dinero después de tantas fechorías —el PNJ parecía estar burlándose de Ziyou y eso a él le molestaba, era como sí lo estuviera subestimando —. No creo que tenga para comprar este barco. Solo una persona lo ha comprado.
Ziyou vio el precio en oro del barco y se sorprendió muchísimo. A penas y tenía para pagarlo. Pero no tenía más opción, sí quería subir de nivel debía comprarlo.
—Otra cosa… —habló el dueño del puerto —. Ese es el precio sin una tripulación —rió.
—¡Quiero una tripulación! —gritó Ziyou, y el vendedor le ofreció varios trabajadores, uno eran más fuertes que otros pero Ziyou no tenía dinero para pagar a los más fuertes así que pidió el servicio de los más económicos.
—Entonces tenemos un trato.
Ziyou embarcó rápido su tripulación, ya empezaba a notar el murmullo de las personas que se acercaban al puerto, no faltaría mucho para que alguien del TOP 10 lo siguiera o lo quisiera matar.
En el barco. El capitán Ziyou le ordenaba a su tripulación que empezara a marchar al norte. Y todos sin reproches siguieron sus órdenes.
Era la primera vez que Ziyou estaba en un barco, pero le gustaba sensación del viento y las gotas de agua salada, a su mente se le venían recuerdos breves de la vida de Javier, el nunca conoció el mar. Ziyou desconocía porque su jugador había dejado de acceder al juego. Pero estaba disfrutando su libertad.
Los tripulantes del barco no eran tan obedientes y eran PNJ por lo que ninguna persona los controlaba, sino que eran del mismo juego. Aún así por el temor que infundía Ziyou parecían hacerle caso. Ellos dirigían a la isla donde estaba el jefe nivel 80.
En el mar los tripulantes notaron que uno barco igual de rápido que el de ellos los seguía a una distancia prudencial. Ninguno le dio la suficiente importancia ni siquiera el mismo Ziyou, quien quiera que fuese él lo enfrentaría.
—¡Tierra a la vista! —gritó un marinero cuando vio que se aproximaban a la isla que Ziyou había indicado. Parecía un nuevo mundo. Estaba oscuro, como sí el día nunca fuese existido. Los arboles y el resto de la flora, no parecían haber llevado mucha luz del sol. Era un lugar sombrío, donde se escuchaban lamentos.
Los marineros soltaron el ancla y Ziyou bajó del barco. En cuanto lo hizo sintió la presión que ejercía el lugar sobre él. Como un viento que lo empujaba.
—¡Qué lugar tan extraño! —exclamó.
Sacó su espada larga y la sostuvo con sus dos manos. Caminando de forma precavida paso a paso. Quiso adentrarse al oscuro bosque pero un grito proveniente de su tripulación de PNJ lo detuvo.
—¡Señor, un barco se aproxima! —gritó y Ziyou bajó su guardia.
De repente una criatura antropomórfica, con hojas verdes, de enormes orejas y nariz de madera, con cuerpo fornido formado por raíces de tres metros de estatura. Empujó a Ziyou.
—¡Fueeeeera! —gritó el grotesco árbol viviente, que era un jefe nivel 80. Ziyou quiso blandir la espada para defenderse pero este se la arrebató de un fuerte golpe con las ramas de sus brazos que se estiraban. Ziyou sin su espada retrocedió lentamente. Su tripulación asustada salió de la isla llevándose el barco a toda velocidad a través del mar. Estaban asustados.
—¡Eso me manda por pagar una tripulación barata! —exclamó Ziyou al ver semejante acción.
El árbol amarró a Ziyou con fuertes ramas y lo tomó en el aire estrangulándolo. El enemigo tenía el mismo nivel que él, pero por ser un jefe tenía muchísima fuerza. Ziyou empezó sentir muchísimo dolor y ya casi no podía respirar, podía sentir como la vida se estaba yendo, el árbol apretaba más y más las ramas alrededor del cuello de Ziyou.
Antes de que perdiera la vida. Ziyou apretó sus puños y el viento empezó a correr más fuerte. Luego invocó el poder del viento que había obtenido cuando mató a Winstonelrey1, la onda de aire golpeó al árbol cortándolo por la mitad con fuerza, obligándolo a soltarlo, aprovechó la oportunidad para correr a tomar su espada. La empuñó con fuerza y atacó la cabeza unida al tronco.
—¡Vamos de nuevo bestia horrenda! —dijo Ziyou y como sí le entendiera, la bestia empezó a atacarlo con más fuerza. Hacía temblar la tierra con sus raíces, Ziyou lanzó un tajo a una de sus piernas formadas por madera de árbol y luego le lanzó un tajo a uno de sus brazos que eran ramas. El árbol grotesco escupía savia verde y luego de un par de cortes más, con su fuerte espada larga, el enemigo empezó a quedarse inmóvil. A diferencia de los otros enemigos, se paralizó hasta convertirse en un árbol inanimado.
Una fruta dorada brillante empezó a formarse debajo de una de sus ramas junto a las hojas verdes.
Ziyou caminó hacia ella para tomar la recompensa que le daba el árbol. Antes de que la tomara escuchó como el barco que los estaba siguiendo llegaba a la isla. De él bajó una mujer de dos metros. Estaba sonriendo. Tenía unos ojos azules brillantes. Y un garrote adornado con púas sobre su hombro.
—¡Ziyou! ¡El tramposo invisible! —gritó la mujer, que caminaba a donde estaba él lentamente, Tenía unos brazos fornidos y un aspecto peculiar, su cabello oscuro como el carbón estaba rapado a los lados y llevaba una cresta en el medio. En la mitad derecha de su cara llevaba la figura sutil de un dragón negro —. ¡Vamos! Comete la fruta del árbol… No importa que habilidad obtengas, de igual forma voy a matarte.
—¿Quién rayos eres? —preguntó Ziyou, y enseguida agarró la fruta brillante y se la comió. Ziyou notó que obtuvo la habilidad del “Rey de los arboles”.
—Somos Leonor —dijo ella.
—La TOP 1 —dijo Ziyou y apretó su espada con fuerza —. Entonces tú eres la otra que es igual a mí.
—¿Que somos iguales a ti? —preguntó Leonor balanceando su garrote de lado a lado —. Nadie es igual a nosotras.
—No eres la única que también desarrolló una inteligencia artificial en el juego —explicó Ziyou —. Mi jugador también lo hizo.
—¿Ahhhh… con que te refieres a eso?
—Sí… incluso te estuve buscando, se podría decir que somos iguales y somos únicos.
—No digas tonterías —interrumpió Leonor —. Hace ya bastante descubrí que hay varios como nosotros en todo el juego. Más de lo que podrías contar.
—¿De qué estás hablando? —preguntó Ziyou, que empezaba a retroceder. Leonor lo intimidaba más de lo que él quería admitir.
—Es solo una falla del juego… afecta a las personas con problemas sociales mentales —explicó Leonor —. Es una desilusión pero no eres ni somos únicos.
—¿Entonces me estás diciendo que yo soy un simple error del juego? —preguntó Ziyou decepcionado.
—¿Entonces estás solo? —sonrió la mujer con malicia. Era más fornida que Ziyou y casi no llevaba armadura, parecía una primitiva salvaje —¿Dónde dejaste a tu jugador pequeño ratoncito?
—Sí estoy solo ¡y qué!
—Y aún así, sigues acá, eres valiente.
—No soy tan valiente como piensas —sonrió Ziyou, que estaba ganando tiempo para saber cómo librarse de ella —. Estoy seguro que no puedo vencerte, pero sí no lo hago entonces no podré salir de esta isla porque se han llevado mi barco.
—Eso lo hace mucho más interesante —río la mujer y soltó su arma en el suelo, Ziyou tragó saliva al ver lo pesado que estaba ese garrote que se hundía en la tierra del suelo —. Empecemos… no más cháchara.
La mujer corrió hacia donde estaba Ziyou con su gigantesco garrote en el hombro, él se puso en guardia sosteniendo sus pies firmes en el suelo para recibir el primer impacto. La mujer abalanzó el garrote por encima de su cabeza y lo arremetió con todas sus fuerzas. Ziyou detenía lo constante golpes de Leonor, con su espada. Los detenía rápidamente, estaba seguro que sí lo golpeaba iba a terminar bastante herido.
—Eres resistente, ¿lo conseguiste con trampa? —preguntó ella burlona.
Con enojo Ziyou empezó a atacar, pero sin dificultad Leonor detenía los ataques sin esfuerzo. La espada de Ziyou empezaba a amellarse por los constante golpes que le daba al garrote de ella.
—¿A ti es a quién todos tienen miedo? —las carcajadas de ella inundaban el bosque —. Eres solo un niño jugando un juego para adultos.
El viento empezó a soplar fuerte y Leonor miró alrededor y se dio cuenta que era una habilidad de Ziyou. Cuando observó nuevamente a donde estaba. Se había hecho invisible.
—¡Eso no te funcionará con nosotras escoria cobarde!
Siendo invisible Ziyou empezó a lanzar ataques a través del aire rasgando la piel descubierta de Leonor las cortadas eran bastante profundas e intentaban hacerle un daño grave, ella no podía esquivarlos porque no veía de donde provenían.
Con el garrote en mano empezó a girar como loca intentando acertarle a algo pero no lo logró. Ziyou seguía hiriéndola cada vez de más gravedad.
—¡Te vamos a matar basura! —gritó y al mismo tiempo lanzó un golpe a la tierra provocando un terremoto que hizo visible a Ziyou —. Te tenemos —expresó Leonor con cara sádica y como bateando una pelota de beisbol arremetió a Ziyou, que apenas pudo cubrirse con su espada larga.
Ziyou salió volando por los aires con semejante golpe, incluso entró al bosque oscuro, su espada se esparcía en trozos de polvo de metal por todo el terreno. Se había quedado sin su arma.
—Estoy muerto… —murmuró, estaba adolorido pero Leonor alzó su garrote con púas y lo iba a golpear nuevamente, a Ziyou solo se le ocurrió invocar el poder del Rey de los arboles.
Enseguida todos los arboles a su alrededor corrieron a protegerlo. La habilidad solo duraba un minuto y se podía usar cada treinta minutos. Cada árbol era nivel 80 al igual que Ziyou. Pero Leonor era nivel 82. Y aunque le costaba defenderse, balanceaba el garrote de un lado a otro derribando árbol tras árbol de un solo golpe, pero estos no dejaban de venir. Ziyou podía escuchar cómo se agotaba ella, pero el tiempo se estaba acabando y no tenía ninguna arma. Pensó y se dio cuenta que sí tenía una, no sabía el poder que guardaba pero era su única alternativa.
Leonor era tan buena jugando como lo era Ziyou cuando se juntaba con Javier, ella sola había acabado con cada árbol que había reanimado Ziyou, y aunque estaba bastante herida seguía firme y decidida a acabar con él.
—Sabes algo… vendimos todas las habilidades para concentrarnos en nuestra fuerza. Pero ya veo que esas habilidades son muy útiles. Probablemente las tuyas nos las quedemos —la mujer peló los dientes como animal salvaje mientras se tocaba la cresta de su pelo. Ziyou actuó y le disparó.
Un proyectil arremetió a Leonor y le dejó solo un poco de vida. Su PJ estaba sangrando y ella no entendía cómo era posible. Cuando observó a Ziyou este tenía un pistola antigua en su mano derecha.
—Buena pelea —expresó el pelirrojo —. Pero ya estás muerta.
—¡No! No te atrevas a matarnos… podemos ser aliados… —suplicó ella —. Recuerda lo que dijiste somos iguales.
—Tanto tiempo buscándote simplemente para saber que hay más como nosotros —dijo Ziyou —. Eso es decepcionante.
Otro proyectil le impactó matando a Leonor en el acto.
Ziyou subió hasta el nivel 90 de un solo golpe. Además que ahora ocupaba el puesto número 1 del TOP. Leonor tras la muerte de su PJ dejó todas sus cosas tiradas. Ziyou recogió todo excepto el Garrote. Pesaba tanto que ni siquiera lo podía levantar. Realmente ese personaje era fuerte. El garrote con púas se quedaría ahí para recordar su muerte.
Caminó hasta donde estaba el barco de Leonor. Donde la tripulación la esperaba confiados.
—¡Tripulación! —gritó —. Tienen dos opciones, o me nombran capitán o los mato y me hago capitán —la tripulación no dudó y ahora tenía un nuevo capitán.
El barco empezó a avanzar mientras que Ziyou observaba el esplendor de las olas
—Hola Ziyou, por lo que veo has estado bastante ocupado —escuchó una voz, era la voz de Javier… Ziyou empezó a perder el control de su cuerpo… hasta que simplemente se volvió una voz dentro de la cabeza del personaje. Justo como era antes.
—Bienvenido de vuelta Javier —dijo sarcásticamente dentro de su mente.
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