Me arreglé lo mejor que pude, siempre fui un desastre en combinar ropa o hacerme algún peinado sofisticado. De todos los posibles conjuntos que había ya preparados, elegí el que más llamó mi atención.

Abrí la puerta de la habitación y me encontré con un hombre.

—¿Ya está lista señorita?

—¿Perdón? - me tomó por sorpresa..

—Oh, disculpe. Voy a ser uno de los encargados en llevarla al estadio.

—Ah... - me sonreí nerviosa. - nadie me había dicho que me esperarían, de pronto sentí miedo. Pensé que todo era obra de Bang, que me llevarían a otro lado... no sé. - Olvidé algo, ya regreso - solo se me ocurrió decir eso.

—No se preocupe, cuando esté lista salimos.

Apenas al cerrar la puerta tomé el celular y marqué a Jimin, después de que atendió caí en cuenta que había hecho mal. Si él no sabía nada de todo esto y era obra de Bang, solo haría que las cosas se compliquen a horas del show.

No hacía falta saber mucho para imaginar lo que haría, dejaría el estadio y armaría un escándalo con su jefe. Pero ya era demasiado tarde para finalizar la llamada.

Tomé coraje, me arriesgué de todas formas y le conté la situación, él comenzó a reírse y me pidió perdón por no avisarme, me sentí aliviada y salí hacia el estadio.

No podía creer lo que veía, las afueras del estadio era una locura. Cuando la camioneta se detuvo para poder ingresar, las chicas (en su mayoría) comenzaron a gritar y abalanzarse sobre la misma.

Con el vehículo pudimos ingresar hasta cierto punto.

—Tome.

Uno de los hombres que venía a mi lado me entregó una gorra, un barbijo y una campera que para mi era gigante, cuando nos detuvimos. Me dijo que me lo ponga antes de bajar, les hice caso y me puse todo como me indicaron.

El otro hombre les avisó a los demás que traía falda y tacones.

—No podemos hacer más - contestó el hombre que iba adelante - lo que importa es que no se le vea el rostro. ¿Lista? - me preguntó.

—Si.

Apenas abrieron la puerta de la camioneta un estallido de gritos y nombres rompieron el silencio, apenas se dieron cuenta que era una mujer cambiaron los gritos por murmullos.

Entré rodeada por los hombres, poco más abrazada por ellos, a los trotes. Era todo tan extraño... ¿Ellos pasaban por lo mismo? ¿Era algo habitual?

Lo primero que hice fue dirigirme al camarin, golpee la puerta.

—Adelante. - dijo uno de los chicos.

—Permiso... - asomé mi cabeza despacio - ¿Puedo pasar?

—¡¡Nunna!! - dijeron los chicos.

Tae, que se encontraba con HyeJi, vino corriendo hacia mí, dejándola de lado con una camisa en la mano. La cara de ella al verme era digna de retratar.

—¡Nunna! - me dió un abrazo.

—¿Cómo están? ¿Está todo en orden, precisan algo?

—Llegó nunna. - dijo RM riendo - No te preocupes está todo en orden y en perfecto estado.

—¿Tae puedes venir para terminar?

—¿Desde cuándo soy Tae? - dijo pensativo - No importa. - la ignoró - Nunna ChimChim no está.

—¿Puedo esperarlo aquí?

—Si, por supuesto - me contestó Suga.

La señora, la cual Jimin le había encargado la ropa, apenas al verme me preguntó si me había gustado lo que había conseguido y me pidió que la acompañe al sector de maquillaje.

—Tu también te maquillaras y peinaras.

—No hace falta. Creo...

—Por supuesto que no hace falta, eres muy bella. Pero debes estarlo aún más para el niño Jimin, él me dijo que me encargue de todo.

De repente me encontré maquillándome junto a JungKook, Jin y J-Hope.

La duda me ganó y le pregunté a Suga por Jimin.

—El señor perfección está con unos detalles de su parte del show.

Me divertí muchísimo con ellos, me saqué fotos, les saqué fotos. Estaba con Jin sacándome una última selfie cuando escuchamos:

—¿Jin qué estás haciendo? ¿Con quién te estás sacando fotos?

Nos dimos vuelta los dos, me encontré con un novio diferente al que había salido del hotel. Pasé de tener un novio rubio a tener un novio con cabello rosa.

—Con una hermosa chica. - le contestó Jin.

—¿Qué dijiste?

—¿Acaso no es hermosa?

—Si, pero tú no puedes decirle eso. - Jin comenzó a reírse - ¿Acaso quieres morir?

—Perdón pero está muy linda.

Todos comenzamos a reír, Jin y Jimin comenzaron a "pelear".

—Perdón por interrumpir su pelea por mí, pero necesito saber si vieron a mi novio. Llevo tiempo esperando.

—Se fue, pero estoy yo. Soy mucho más guapo - me dijo Jimin guiñándome un ojo.

—No le digas a mi novio... es verdad, eres mucho más guapo.

Me tomó de la cintura y me dió un beso, los chicos comenzaron a decirnos cosas como: "Esperen a estar solos" "Respeten a los que no tenemos nada", y cosas así.

El momento de subir al escenario había llegado, yo me fui como espectadora y ellos a brindar el show. Fue un gran espectáculo, fue una maravillosa experiencia. Debo confesar que en más de una ocasión los celos se apoderaron de mi. Si, descubrí que también era celosa.

Una vez terminado el concierto fuimos a cenar y nada más que eso, ya que al otro día debían brindar otro maravilloso show. La cena más importante era al siguiente día.

Llegamos al hotel y cada uno se fue a sus habitaciones en absoluto silencio, nosotros nos fuimos a la nuestra.

No más al llegar nos dimos una ducha, primero lo hizo Jimin que obviamente estaba muerto del cansancio, luego yo. Entrando al baño me dice:

—¿Amor puedo usar tu celular?

—Si, solo que está en español la configuración. Está en la mesa frente a la cama.

—¿Cual es la contraseña?

—No tiene amor.

—¿No tiene? - se sorprendió.

—No lo veo necesario.

Entré a bañarme y no sé porqué extraña razón esperaba que ingrese. Salí y lo veo acostado boca abajo a lo largo, ocupando toda la cama.

—¿Pudiste entenderlo?

—No mucho. - se sonrió - Al menos pude entrar donde quería, al reproductor de música. Por cierto no tienes ningún tema de nosotros.

—Últimamente estuve desactualizada con la música, el trabajo me consumía todo el tiempo.

—Ahora debes tener nuestra música, al menos mi solo.

—Sí señor, lo que ordene - me sonreí - ¿Puedes acostarte bien? Ocupas toda la cama.

—Así duermo yo.

—¿Ah..si...? ¿Deberé pedir otra habitación o... hacer esto?

Lo tomé de las piernas e intenté moverlo, de repente, no sé cómo giró y en cero segundo se encontraba sentado en la cama. Me tomó de las caderas y me llevó hacia él...