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El chico abrió los ojos y se encontró en una habitación completamente blanca, un blanco tan intenso que parecía extenderse infinitamente en todas direcciones, sin paredes ni techos visibles. Era como si el espacio mismo se hubiese convertido en una extensión interminable de nada.

—¿Dónde...? —murmuró, mirando a su alrededor con una mezcla de confusión y desconcierto.

Apenas podía recordar algo, ni siquiera su propio nombre, cuando escuchó unos pasos suaves acercándose. Al voltear, vio a una niña de aspecto frágil y delicado, que lo observaba con una leve sonrisa. Sus ojos brillaban como estrellas, y un aura de serenidad y misterio la envolvía.

—¿Quién eres? ¿Dónde estoy? —preguntó el chico, sin comprender del todo lo que estaba ocurriendo.

La niña inclinó la cabeza, como si estuviera evaluándolo.

—Veo que por fin despiertas —dijo ella, con una voz que parecía resonar en cada rincón de la habitación. Su tono era sereno y autoritario a la vez—. Soy una diosa, y este lugar es una sala de invocación.

El chico parpadeó, asimilando lentamente sus palabras.

—Ya veo... ¿una diosa? Entonces, eso significa que estoy muerto, ¿no? —concluyó, sin entender realmente lo que implicaba.

La diosa frunció el ceño y cruzó los brazos, ligeramente exasperada.

—¿Acaso no has escuchado lo que acabo de decir? —replicó, arqueando una ceja—. Te he traído aquí, a esta sala de invocación, porque necesito que vengas a mi mundo para convertirte en un héroe. Hoy he invocado a varias personas, y tú eres el quinto.

El chico asintió, comenzando a entender.

—Entonces... quieres que vaya a tu mundo y lo salve, ¿verdad?

La diosa asintió con una sonrisa.

—Exactamente. Mi mundo necesita héroes que lo protejan y, como uno de los invocados, tienes un propósito especial...

—¡Pues me niego! —dijo el chico, interrumpiéndola.

—¿Eh? —La diosa parpadeó, sorprendida. Se quedó en silencio, procesando sus palabras, sin poder creer lo que acababa de escuchar. En todas sus invocaciones anteriores, los héroes habían reaccionado con entusiasmo y emoción ante la idea de salvar un mundo. Pero este chico... no. La miraba con una expresión de indiferencia absoluta.

—Lo que dije —continuó el chico, encogiéndose de hombros—. No me interesa el papel de héroe. Es demasiado trabajo. La verdad, prefiero algo más tranquilo.

La diosa, aún atónita, trató de contener su pánico.

—¡Espera! Si te conviertes en un héroe, tendrás fama y riquezas. Además, solo tienes que unirte a los otros invocados y derrotar al rey demonio. ¡No es tan complicado!

Aunque normalmente podría forzarlo a aceptar, en este caso no podía, pues el alma del chico había sido recomendada por uno de sus compañeros dioses, un favor que no debía menospreciar.

El chico la observó con cierto interés, notando su desesperación. Esta diosa se veía desesperada, casi dispuesta a hacer cualquier cosa para convencerlo. Esto le dio una idea.

—Hmm... bueno, antes que nada, dime una cosa. ¿Quién soy?

Por un instante, la diosa lo miró con seriedad, dándose cuenta de que él no recordaba nada.

—Eres un alma de otro mundo, traída aquí para ayudarme —respondió ella, observándolo cuidadosamente.

—Entonces, ¿por qué no recuerdo nada?

—Para evitar complicaciones —dijo la diosa—. A veces, los recuerdos de una vida anterior hacen que los invocados deseen regresar a su mundo. Sin ellos, es más fácil que acepten su destino aquí.

—¿Hay alguna manera de recuperarlos?

La diosa suspiró, algo frustrada, pero respondió con sinceridad:

—Podrías recuperarlos eventualmente, pero... la mayoría de las personas que recuerdan su vida anterior terminan deseando regresar, y eso es algo que no puedo ofrecer. Llevarte aquí fue complicado, pero devolverte sería casi imposible.

El chico asintió, evaluando su respuesta. Un incómodo silencio se instaló entre ellos. Finalmente, él habló, rompiendo la tensión.

—Si no quiero ser héroe, ¿puedo vivir en tu mundo de forma normal?

La diosa frunció los labios, claramente dudando.

—No exactamente. Todos los invocados reciben el título de "Héroe", lo cual puede ser un problema. Humanos o demonios que vean ese título no te dejarán en paz. Aun así... —La diosa dudó un momento, como si considerara sus opciones—. Podrías vivir en algún lugar remoto, lejos de los humanos y los demonios.

El chico asintió con calma, aparentemente satisfecho con esta opción. La diosa, sorprendida por su actitud decidida, se dio cuenta de que, tal vez, no había nada que pudiera hacer para cambiar su mente. De pronto, pensó en concederle un deseo como muestra de respeto por su decisión.

—En ese caso —dijo, con una ligera sonrisa—, te concederé un deseo. Pero no abuses de este regalo; nada de pedir ser el más fuerte del mundo o tener un poder especial para enamorar a cualquiera. Créeme, ya hubo alguien que lo intentó, y tuve que mandar a mis ángeles a solucionarlo.

El chico se sorprendió al oír que le concedería un deseo, pero su expresión se mantuvo relajada. Después de reflexionar unos momentos, habló.

—Está bien. Quiero no envejecer, ni tener que comer o beber.

La diosa lo miró con una mezcla de incredulidad y diversión.

—Esos son tres deseos en uno, pero haré una excepción —dijo, sonriendo—. También te daré algunas habilidades básicas para sobrevivir en mi mundo, solo por si acaso. Ahora... prepárate.

Con un suave movimiento de su mano, la diosa generó una brillante luz dorada que envolvió al chico. Sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente, mientras la calidez de la luz lo envolvía.

—Adiós... y buena suerte —fue lo último que escuchó antes de quedar completamente sumido en la oscuridad.

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Cuando despertó, estaba en un lugar desconocido, con un paisaje completamente distinto al infinito blanco de la sala de invocación. El viento acariciaba su rostro y los árboles de un bosque espeso lo rodeaban. Se sentía sorprendentemente descansado, aunque un tanto confundido.

Finalmente, miró a su alrededor, preguntándose qué desafíos le esperaban en este nuevo mundo. Pero una cosa estaba clara: héroe o no, ahora tenía una vida completamente nueva por delante.

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hola como están después de desaparecer un tiempo regreso lo que pasaba es que no pude escribir porque el computador estaba ocupado con las clases así que no pude 

bueno tampoco es que desaparecí por que no mas ise una historia con unos capítulos y ya la verdad no pensaba continuarla pero algunos les gusto así que la continuare