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Los chicos me miraban sorprendidos al ver que no me movía ni un centímetro, a pesar de la habilidad de la anciana. Ella aumentó la intensidad de su magia, y los chicos se tiraron al suelo como si estuvieran sufriendo, pero yo permanecí impasible. Al notar su reacción, la anciana detuvo su habilidad, y los chicos se levantaron con dificultad, respirando pesadamente.

—¿Cómo pudiste resistir mi habilidad única? —preguntó la anciana, observándome con interés.

—¿Eso era una habilidad única? Pues parece que la diosa te estafó cuando te la dio. Ahora te mostraré lo que es una habilidad única —respondí, y rugí.

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NOMBRE: Aika
NIVEL: 47
ESPECIE: Semihumano-León

TRABAJO:

Héroe:

Control del Elemento Luz: Aika puede manipular la luz de varias formas, desde crear destellos cegadores que desconciertan a sus enemigos hasta proyectar un aura luminosa que ilumina su entorno o ahuyenta criaturas sensibles a la luz. Con entrenamiento, este poder también podría permitirle formar barreras luminosas para defensa.Inmunidad a Efectos Negativos y Venenos: El título de Héroe protege a Aika de los venenos comunes y de maldiciones debilitantes, permitiéndole enfrentarse a enemigos peligrosos sin preocuparse por efectos negativos debilitantes. Esta habilidad no solo aumenta su resistencia física, sino que también acelera la curación de sus heridas menores.

Matriarca de los Lobos:

Lealtad de los Lobos: Los lobos que la rodean obedecen a Aika con completa devoción. Este vínculo no es solo emocional, sino mágico, permitiéndole comprender los instintos y emociones de los lobos en su entorno. Además, puede transmitir órdenes complejas, que sus aliados comprenden de inmediato.Autoridad en la Manada: Como Matriarca, Aika es capaz de organizar las manadas bajo su mando de forma estratégica, guiando ataques coordinados y garantizando protección para los suyos. Esta autoridad también incrementa su respeto en el ecosistema del bosque, siendo reconocida incluso por otras especies.HABILIDADES ACTIVAS:

Percepción del Peligro (E):
Su instinto agudizado le permite percibir peligros antes de que sucedan, sintiendo una sensación de alerta momentos antes de que ocurra una amenaza. Esto la ayuda a esquivar ataques ya estar alerta en territorios hostiles, incluso cuando el peligro no es evidente.

Garrotazo (E):
Canalizando su energía mágica en la cola, Aika fortalece sus músculos de tal forma que puede usarla como un arma contundente, similar a un garrote. La habilidad de Garrotazo mejora su capacidad de infligir daño contundente a sus enemigos, sin limitar su movilidad.

Arañazo (D):
Aika cubre sus garras con una capa de maná que las refuerza y ​​afila, convirtiéndolas en capaces de cortar incluso materiales resistentes como madera o cuero. Es una habilidad útil para el combate cuerpo a cuerpo y puede dejar heridas difíciles de curar.

Visión Nocturna (F):
Adaptada a la oscuridad, Aika puede ver claramente en condiciones de baja luminosidad. Esta habilidad le permite moverse con confianza en la noche y le da ventaja al cazar o enfrentarse a enemigos en ambientes oscuros.

Sigilo (D):
Gracias a esta habilidad, Aika puede moverse sin hacer ruido, y su figura se vuelve levemente traslúcida. Esta capacidad es útil para acercarse a sus presas sin ser detectada o para evadir peligros, haciéndola prácticamente invisible en ambientes oscuros o entre sombras densas.

HABILIDADES PASIVAS:

Corazón de León:
Esta habilidad refleja el coraje natural de Aika, anulando el miedo ante amenazas y peligros. Su valentía es inquebrantable, permitiéndole enfrentarse incluso a enemigos temibles sin titubeos. Esta inmunidad al miedo no solo refuerza su voluntad, sino que inspira a sus aliados a mantenerse firmes en momentos críticos.

Rugido del León:
Un rugido profundo y temible que instintivamente hace retroceder a sus enemigos. El Rugido del León es tan poderoso que incluso otros depredadores pueden ser intimidados. Cuando lo utiliza, criaturas más débiles o menos decididas suelen dudar antes de enfrentarse a ella, y en algunos casos, huyen.

RESISTENCIAS:Resistencia al Cansancio (DD):
Aika tiene una gran capacidad de resistencia física, que le permite luchar, correr o entrenar durante largos períodos sin fatigarse fácilmente. Esta habilidad también acelera su recuperación de energía, lo cual le es útil en situaciones de combate prolongado o en entrenamientos intensos.

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Cuando terminé, miré al frente. Los chicos estaban tirados en el suelo en posición fetal, aterrados. La anciana parecía sorprendida, pero no asustada, y eso me irritó.

—Ahora, la misma pregunta: ¿por qué no estás de rodillas rogando por tu vida? —dije, fijando mi mirada en ella.

La anciana mostró una expresión de disgusto.

—Una habilidad parecida a la mía no puede afectarme —respondió con calma.

Me enfurecí aún más.

—¿En qué se parece? Claramente, la tuya es un mal intento comparado con la mía.

—Que no funcione contigo no significa que no funcione con los demás —respondió con un tono de arrogancia.

Bufé. Esta anciana era molesta. Mejor terminaba con esto rápido.

—En todo caso, dame esos goblins y sus cristales mágicos —demandé.

Ella esbozó una sonrisa como si hubiera dicho algo gracioso, lo que me irritó aún más.

—¿Qué es tan gracioso? —pregunté, molesta por su obvia burla.

—No se puede robar la caza de otros. ¿Tu madre no te enseñó eso? —me regañó, con tono de reproche.

¿Mi madre de la otra vida me enseñó eso? Me quedé pensando un momento, llevándome la mano al mentón.

—No lo recuerdo, así que supongo que... no. En fin, dámelos o los tomaré por la fuerza.

—No puedo dártelos. Son de mis estudiantes, y son las primeras criaturas que cazan. ¿Podrías dejarlo pasar esta vez? —dijo, intentando ser razonable.

Suspiré. Si era su primera caza, me sentiría un poco mal por quitarles los cristales, pero no podía irme con las manos vacías.

—Supongo que esta vez puedo dejarlo pasar, pero tendrás que darme algo a cambio.

La anciana se quedó pensativa antes de responder.

—Está bien, ¿qué quieres? ¿Oro? ¿Armas? ¿Ropa?

Pensé un momento. La verdad es que hay algo que me molesta desde que llegué a este mundo y aún no lo he solucionado. Miré hacia donde estaban los adolescentes, que desde hacía rato estaban escuchando nuestra conversación.

Eran cinco chicos y cinco chicas, todos bien parecidos. Miré a cada uno a los ojos, esperando alguna reacción, pero solo me observaban con curiosidad. Me decepcioné un poco; esperaba que estuvieran asustados, pero supongo que no doy tanto miedo. Finalmente, decidí mi respuesta.

—La quiero a ella —dije, señalando a una chica de mi edad. Tenía un cuerpo más voluptuoso que las demás, con un par de pechos notablemente grandes. Desde que llegué a este mundo, no he encontrado una buena almohada, y estoy segura de que ella podría servir.

—No puedes tenerla —dijo la anciana casi al mismo tiempo que la señalé.

Abrí la boca para protestar, pero la anciana continuó hablando.

—¿Es para... comerla? ¿O acaso eres una de esas chicas a las que les gustan otras chicas?

Me sentí ofendida por su comentario y respondí con furia:

—¡¿De qué hablas, maldita anciana?! ¡Yo no como porquería como los humanos!

La chica a la que señalé se enojó y me gritó:

—¡Como si tú no fueras una porquería, maldita pulgosa!

La miré con una sonrisa, divertida por su reacción.

—A diferencia de ti, a mí cualquiera querría comerme. Tú, en cambio, solo tienes grasa —respondí, señalando sus pechos.

—Lo que pasa es que estás celosa, ¡plana! —me respondió furiosa.

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