s i e t e
12:00 am
L U
Estabamos junto a Jeanette acostadas en la cama charlando, ella me contaba diferentes sucesos que habían ocurrido a lo largo de su vida, yo sonreía por lo alegre que se veía.
Luego de unos minutos, ambas nos quedamos en silencio, solo nos mirabamos la una a la otra. Con nerviosismo levanté mi mano y la acerqué lentamente para acariciar su mejilla, ella cerró sus ojos y un par de lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas.
—¿¡Qué tienes!? —pregunté alarmada—. ¿Hice algo mal?
—No, claro que no —respondió rápidamente—. Es solo que aún me siento mal por lo que ocurrió hoy, pero contigo me siento segura... y nunca me había sentido así... gracias Lu —sonrió ampliamente y me abrazó.
Gustosamente correspondí a su abrazo y nos quedamos así mientras yo le cantaba. Minutos después, ella se quedó dormida. Tenía intenciones de quedarme a su lado, pero llegó Zoe y se veía preocupada.
—Tienes que ver esto —habló mientras me sacaba de la habitación.
—¿Es muy malo?
—Espera y verás —respondió.
Tragué saliva nerviosa y juntas llegamos a una sala que tenía muchos monitores que mostraba las cámaras de seguridad. Me acerqué a ver una, y habían unos hombres que estaban intentando entrar al lugar, solté un gran suspiro al ver que eran de los mismos hombres que nos atacaron.
—Debemos salir —hablé—. No quiero que destruyan el lugar.
—Eso es lo de menos —respondió mi amiga mientras saliamos de la sala y bajábamos las escaleras—. Tu vida y la de los chicos es prioridad.
La miré nerviosa, y entre la multitud buscamos a los chicos. Estaban en una mesa todos juntos, afortunadamente no había nadie en estado de ebriedad.
—¿Pasó algo? —preguntó Namjoon.
—Los encontraron y deben salir de aquí —habló mi amiga.
Todos se veían un poco asustados, pero se pusieron de pie y regresamos escaleras arriba para planear lo que haríamos.
—¿Hay alguna salida? —pregunté.
—Hay algunos pasadizos, pero realmente no sé adónde llevan —respondió mi amiga.
—¿Tienes algún mapa? —preguntó Hoseok.
Zoe asintió y corrió a buscar uno en la oficina. Jeanette llegó a la sala y yo la llevé lejos y hablé comencé a hablar con ella.
—¿Qué ocurre Lu? —preguntó desconcertada.
—Nos han encontrado a mí y a los chicos —hablé—. Y debemos huir cuanto antes.
—Déjame ir contigo —habló.
— Estarás más segura aquí —respondí—. Zoe se asegurará de que no te falte nada, yo vendré en cuanto termine esto, te lo prometo.
Ella agachó su mirada y comenzó a llorar, yo cuidadosamente levanté su rostro y limpié sus lágrimas. Ella acarició mis manos y yo junté nuestras frentes.
—Por favor cuídate —habló ella entre sollozos, yo asentí.
La analicé por un par de segundos y me animé a hablar.
—¿Puedo... puedo besarte? —pregunté tímidamente y Jeanette aceptó.
Junte nuestros labios en un beso cálido.
Luego nos separamos y regresamos con los chicos, ella tenía un leve sonrojo en sus mejillas y tenía su mirada puesta en el suelo. Los chicos solo rieron y luego miramos el mapa de Zoe.
—¿Y las armas? —preguntó Jin.
—No podrán ir por las que tenían, les daré algunas de las que tengo —respondió Zoe y caminó hacia un closet, pero al abrirlo habían varios tipos de armas.
Yo la miré estupefacta.
—Son de mi abuelo y su amigo —respondió rápidamente.
Nos entregó un cuchillo de cazador a cada uno, y también nos dió armas de fuego y sus municiones. Cuando ya estábamos listos, regresamos a ver el mapa. Uno de los pasadizos nos llevaría una calle adelante de dónde estábamos.
—Los veo aquí cuando todo terminé —habló Zoe y todos asentimos.
—Gracias por todo —la abracé—. Te encargo a Jeanette —ella asintió.
No esperamos más y uno a uno comenzamos a entrar al pasadizo. No era tan estrecho, podíamos ir en parejas y aún así quedaba un poco de espacio. Yo llevaba el mapa y Namjoon sostenía una lámpara para alumbrarme.
Y O O N G I
Salimos cuidadosamente del pasadizo, y comenzamos a andar nuevamente por las desoladas calles. Mis nervios y los de todos se podían sentir a flor de piel. Nos detuvimos al lado de una pared a descansar.
—¿Y ahora qué? —preguntó Jungkook preocupado.
—No tengo ni puta idea —habló Lu ya desesperada—. Solo quiero que todo acabe de una jodida vez.
Solté un suspiro y comencé a morderme la uña de mi dedo pulgar. Jin iba a tomar la iniciativa de hablar pero unas voces y gritos nos alertaron.
Me asomé y pude ver que era un grupo de depuradores.
—Son seis en total —susurré—. Y todos tienen armas blancas.
—Será fácil —habló Lu.
—Piénsalo bien —respondió Namjoon en un intento de persuadir a la chica.
—No pienso arriesgarme, ya no más —fue lo último que dijo antes de salir y disparar, Hoseok suspiró y salió a ayudarla, al igual que Jin.
Volvimos a correr pero antes de cruzar, una camioneta se interpuso en nuestro camino. Todos nos quedamos paralizados, luego unos hombres bajaron de la camioneta.
Lu no dejaba de apuntar con su arma.
—Luisa baja esa arma —habló uno de los hombres.
Ella los miró sorprendida y apretó más el agarre del arma. No podíamos ver los rostros ya que la luz de la camioneta nos cegaba.
—¿Quién eres? —preguntó—. Tienes un minuto antes de que te mate.
—Eso no es lo importante ahora... si quieren sobrevivir deben venir conmigo ahora.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top