Prologo
Usualmente nunca pongo alguna nota al principio de los capítulos, pero esta ocasión es especial.
Esta historia va a ser diferente al resto, ya que nunca use una temática similar que se comprometiera con una decisión definitiva como lo hacen varias historias. Sin embargo, esta será la excepción.
Esta historia será muy diferente a todo lo que he escrito desde que llegué al fandom. Ya que se enfocará en la decisión final de Fuutarou.
Antes de empezar, voy a decir que esta historia tendrá bastante contenido original, además de lo poco que utilizaré basado en el manga.
Sin más que decir, espero disfruten de esta historia como yo disfrutaré escribiéndola.
Acompañenme en esta aventura...
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La clave para una toma de decisiones más acertada siempre es estar en sintonia con nuestros sentimientos.
Sim embargo, esto nos puede llevar la contraria en varias situaciones, dejarse llevar por los sentimientos no siempre es la mejor opción.
Las buenas decisiones siempre vienen de una buena experiencia, pero en caso de que no haya experiencia, habrán malas decisiones en varios casos. Probablemente este sea un momento así, cierto adolescente oji-ambar estaba en una situación que requería de una decisión que daría un ultimátum a los sentimientos de cinco problemáticas chicas.
Ese chico es Uesugi Fuutarou, el número uno de su escuela. Alguien que en el pasado jamás se preocupo por lo que pasara a su alrededor ya que siempre se concentró en ser el mejor en los estudios, sin embargo esto cambió cierto día de su primer año escolar.
Al volverse tutor de las quintillizas Nakano se envolvió en varias situaciones que requerían más haya de su conocimiento, ese tipo de cosas ni los libros más viejos podrían resolverlas.
El se volvió envuelto en muchas situaciones que hicieron de sus lazos con las quintillizas se volviesen más fuertes cada vez más. A tal punto de estar a un momento de sobrepasar la amistad. Pues las cinco se habían enamorado de él, un sujeto que las trató mal cuando las conoció pero que a medida que la pasaban juntos se volvió alguien imborrable en sus corazones.
Las cinco también habían influido de forma positiva en el, lo habían hecho ver más allá de los libros y del mundo que conocía.
— Me gustan las cinco — Fuutarou confesó, sentado en una mesa del aula siendo observado por las quintillizas. Quienes mostraban vergüenza y sorpresa por lo que estaba sucediendo — Pensé que podríamos seguir como estábamos por siempre, pero no sería justo para ustedes ni para mi ocultar e ignorar todo lo que esta pasando, así que esto debe terminar —
— E-Espera... ¿Vas a responder nuestros sentimientos con eso? — Nino cuestionó — ¡Dijiste que te gustamos las cinco! —
— Es así. Cada una de ustedes es distinta a su manera y eso las hace especiales, sin embargo no puedo estar con las cinco de la misma manera por siempre y todos lo sabemos bien — Fuutarou suspiro — Así que necesito algo de tiempo para poder meditar mi respuesta, y saber a quien amo de verdad —
— S-supongo que es un avance... — Ichika suspiro — Pero ¿Por cuanto tiempo esperaremos tu respuesta definitiva? —
— Supongo que al finalizar el festival podré haber meditado lo suficiente mi respuesta — Respondió — Así que en ese momento, todo acabará —
Todos pensaban que así sería, pero, llegadas las últimas horas del festival Fuutarou aún no tenía una respuesta clara.
Y era de esperarse, ya que recibió a lo largo de los días besos de parte de las cinco chicas. Haciendo que se confundiera aún más y no pudiese tener la cabeza en blanco por ningún instante.
Ninguna era una mala opción, pero tampoco ninguna merecía sufrir por su decisión, pero... Así debía ser.
El tenía en claro que la felicidad de otros a veces es el sufrimiento de otros, eso no lo detenía, lo que en verdad lo frenaba era tomar una decisión asertada.
No quería arrepentirse e ilusionar a la que elegiría.
— Nunca pensé que sería tan difícil tomar una decisión así — Fuutarou suspiro, caminando a las afueras de la escuela donde había un pequeño camino que llevaba al jardín del club de jardinería — El tiempo se acaba y aún no logro aclarar mi mente... Esas idiotas lo hicieron más difícil —
Al rededor de aquel pequeño camino habían varios árboles, el lugar sí fuera más ancho podría ser perfectamente un pequeño bosque.
Pero no entremos a detalles ¿Por qué Fuutarou estaba en ese lugar en vez de inspeccionar los puestos del festival en sus últimas horas?
Había decidido escapar por unos instantes para poder pensar, libre de todo el ruido que acechaba el instituto. Pues todo se estaba poniendo más animado faltando unas cuantas horas por acabar.
Pará el, su situación era demasiado complicada por diferentes motivos. No podía decidirse con quien estar ya que no deseaba equivocarse y lastimar a la supuesta elegida. Quería poder tomar la decisión más adecuada a sus sentimientos pero, era difícil si sentía atracción por las cinco. No se veía en la capacidad de decidir entre alguna de ellas viendo los pros y los contras ¡Todo estaba equilibrado!
— Como desearía que esto fuese más fácil... — Suspiro — Quisiera poder darle un significado a mis sentimientos, y poder decir con certeza que "Amo" a alguna de ellas... —
Al decir eso en voz alta, la brisa empezó a intensificarse, haciendo que el se cubriera con su brazo.
Al voltear hacia un lado para evitar el golpe del viento, pudo visualizar un camino que desconocía, que llevaba a otro lado del jardín.
— ¿Y este camino? — Se preguntó — Nunca vine al club de jardinería pero... Que tenga entendido solo hay un camino —
Curioso decidió tomar ese camino, la brisa parecía llamarlo a la lejanía de aquel lugar que era totalmente desconocido para el.
Al perderse en aquel camino llegó a lo que parecía ser una puerta, rodeada de un pequeño lago, la puerta parecía no llevar a algún lado y era vieja, ya que tenía un poco de musgo a su alrededor.
— ¿Qué demonios hace esto aquí? — Fuutarou observó a la distancia — Parece que algún idiota la dejó allí —
— Pará nada — Una voz femenina hizo eco en el lugar — Esta puerta no es lo que parece —
— ¡¿Eh?! — Fuutarou volteo sorprendido, para toparse una hermosa mujer peliblanca, con un largo vestido negro — ¡¿Acaso me estabas siguiendo?! —
— Pará nada — Negó inmediatamente mientras sonreía — Simplemente soy la persona incorrecta en el lugar equivocado —
— ¿Tienes algo que ver con esa puerta? —
— Puede que si, o puede que no — Agarro su pelo juguetonamente — Pero la verdadera pregunta es ¿Qué haces tu aqui? — El guardo silencio — Puedo notar por tu expresión que tienes varias preocupaciones, eso no es normal en chicos de tu edad —
— Tenemos la misma edad — Fuutarou suspiro — No he tenido una buena semana tal vez —
— Si fuese así estarías en casa descansando, sin embargo estas aquí justo atrás de un gran instituto —
— Diablos... Simplemente son cosas mías, nada que le interese a una desconocida —
— Soy Echidna, y no soy una desconocida ahora — Echidna hizo un puchero — Además eso sonó muy grosero, no tendrás novia jamás si tratas así a una dama —
— Probablemente sea por otra cosa —
— Oh, así que problemas románticos — Echidna se quito sus zapatos y camino en el pequeño lago con dirección a la puerta — Debe ser molesto —
— ¿Como supiste? — Fuutarou la vio con impresión —Además ¿Por qué vas hacia allí? —
— Oye... ¿Qué dirías si te digo que puedes librarte de esa indecisión que te carcome? — Echidna preguntó — ¿Qué decidirías si pudieses ver un poco más de lo que no pudiste en el pasado? —
— No te entiendo en lo absoluto — Fuutarou la vio desconfiado — Es mucho misterio ¿Qué es lo que buscas con toda esa palabrería? —
— Es una buena pregunta — Echidna dijo — Pero la verdadera pregunta es... ¿Tomarías esa alternativa? —
—... ¿Si? —
Fuutarou respondió dudoso.
— Verás, está puerta de aquí tiene algo en especial. Si tu voluntad es tan fuerte, quizás cruzandola puedas obtener una respuesta —
Pará Fuutarou esto era ridículo, tendría que mojarse los pies para cruzar una ridícula y vieja puerta.
Pero, Echidna parecía bastante insistente con el tema, y al parecer no se rendiría con un "No" como respuesta.
— Si cruzó esa estúpida puerta ¿Me dejaras irme en paz? — Fuutarou preguntó mientras se quitaba sus zapatos y medias — Intentaré llevarte la idea —
— Claro, aunque luego me agradecerás esto —
Fuutarou camino a través del lago y se puso enfrente de aquella puerta que no guiaba a ningún lado.
El giro la perilla y la abrió.
— ¿Solo será entrar y me dejaras en paz? —
— Claro, buena suerte —
Dudoso por lo dicho, Fuutarou entró por la puerta.
Pero, al ir cruzandola empezó a ver borroso por unos segundos, como si estuviese perdiendo la consciencia poco a poco, pero no terminó pasandole nada y recuperó la visión para darse cuenta que estaba en otro lugar.
— ¿Dónde... Estoy? — Fuutarou empezó a ver a su alrededor, y logró ver que estaba en un lugar distinto al que se encontraba hace unos segundos — ¿No estaba en ese lago con esa tipa extraña? —
Dudoso, se dio cuenta que estaba en un parque, donde varias personas paseaban a sus animales o hacían ejercicio.
— Este es tu momento — Echidna dijo, estando recostada en un árbol — ¿Qué hay? —
— ¡Oye! ¡¿Qué demonios me hiciste?! — Fuutarou le reclamo — Debí suponerlo... Quieres secuestrarme y pedir dinero por mi, pero te advierto, mi familia es pobre —
— Nah, no me interesa el dinero — Echidna empezó a reír — Pero, hay algo que tienes que hacer aquí y ahora — Señaló a la distancia, la entrada a un cementerio — Allí hay alguien con quien tal vez tienes que hablar —
— Esto ya se puso raro, mejor me voy a casa — Fuutarou dijo un poco asustado — No te atrevas a seguirme —
— Itsuki — Echidna soltó el nombre de la menor de las Nakano de golpe — Itsuki Nakano, ella está allí —
— No me digas que le hiciste algo... —
— No, solo se que ella está allí — Respondió — Ve a verla y habla con ella, te esperare aquí —
Fuutarou, más dudoso que antes se encaminó rápidamente hacia la entrada del cementerio para buscar un poco desesperado a Itsuki, por miedo de que le hubiese pasado algo.
A lo lejos pudo observar ese largo pelo rojo adornado de estrellas que la caracterizaba, la menor se encontraba mirando fijamente una lápida que tenía tallado el nombre "Nakano Rena"
Nota del autor.
Este es un nuevo comienzo a una nueva aventura.
¡Bienvenidos a la nueva historia! Que llevó planeando alrededor de varios meses y que por fin pudo salir a la luz su prologo.
Fuutarou indeciso por su elección al final del festival escolar, se ve envuelto en una situación bastante particular con una extraña mujer que lo hizo cruzar una puerta que lo hizo aparecer en un lugar ajeno del que estaba.
¿A qué se refería Echidna con poder carcomer la indecisión de Fuutarou?
¿Qué pasó cuando el cruzo la puerta?
¿Qué le espera al poder hablar con Itsuki?
Eso lo veremos en el próximo capítulo ¿Qué les pareció este inicio tan particular?
¿Qué esperan de esta historia?
Yo, en lo personal quiero que esta historia sea más larga de las últimas que hice como "Fuutarou hazte responsable de tus hijos" o "Pubertad"
No se cuantos capítulos exactamente vayan a salir. Pero quiero superar la barrera de los 25 ¡Estoy completamente emocionado de escribir esta historia!
Sin más que decir les doy un abrazo psicológico y nos vemos en próximas actualizaciones.
Probablemente tarden, ya que con esta historia voy enserio.
Bye bye!
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