Un adolecente y una copa de vino


Era la 3ra noche por lo menos que Arthur salía a tomar sin razón aparente, solo, en un lugar considerablemente apartado con una copa de vino tinto.
Ya habían pasado 3 semanas desde que el esposo e hijo de Elizabeth habían aparecido, y aunque a muchos hombres les dolió no se comparaban con Arthur, si tal vez fue por que ellos solo se fijaron en el cuerpo, sin embargo, el se encargó de conocerla, adórala, amarla y perderla, perder contra un enemigo invisible, la quería, claro que la quería pero no podría arruinar a una familia, no podría.

— Arthur — entre toda la borrosidad de la borrachera y el ruido de la Taberna se escuchó la voz de la castaña — tres Dias aquí, ¿que esperas?, ¿morir del sufrimiento? — Arthur entendía sus palabras, más no quería aceptarlas, pero, aun así, y sin decir una palabra la castaña se sentó junto a él, y no se movió hasta que el quedó inconsciente, acostado su cabeza junto a la suya para sentir un poco el calor de su amigo.

*

El oji morado se levantó con el sonido de la puerta, sonido que lo alertó y al lograr enfocar bien sus ojos se posaron en el rubio.

— ¿señor Meliodas? — preguntó el cantinero.

— Jaja, ¿que tan conocido hay que ser como para que un cantinero se acuerde de tu nombre? — respondió, a lo que Arthur solo rodó los ojos, para el era como un un dragón egocéntrico pavoneando sobre su tesoro, molesto. — b-Bueno señor, no es una novedad, d-digo, Elizabeth, su esposa es una Joven- digo, Señorita formidable, no esperábamos más de ustedes — A pesar de que Arthur concordaba con lo dicho por el cantinero (en parte) en su opinión el era de más de generoso y fuerte. . .el se hizo relevante, pues ayuda lo más que puede a los residentes, es un buen padre y esposo. ( supuestamente) mientras pensaban eso Arthur tenía ganas de golpearlo por cumplir su sueño.

— Jaja, si Ellie es alguien espectacular — decía mientras se sentaban en frente del cantinero y Arthur solo pudo apretar los puños — y, ¿a que se debe su visita tan temprano a una taberna? — al oír eso Arthur se puso atento, tal vez decía que había encontrado una amante y se vería con ella allí para evitar sospechas, ya se imaginaba consolando a su hermosa peli blanca — nish nish nish, verá, el alcohol de mi casa se terminó, bueno, en realidad no, pero a Ellie solo le gusta el vino dulce así que vengo por más — explico el rubio y antes de que respondiera el cantinero otra voz hizo eco.

— Le gusta el vino de manzana. Y el de uva, son dulces, le gustan otros más pero esos son los principales — ante las palabras del oji morado el rubio en un susurro pidió lo dicho y se acercó al chico con curiosidad — valla, valla, valla veo que alguien sabe mucho —

— Si, se puede notar por su cara de asco cuando le ofreces algo amargo, aun que igual se lo toma — al decir eso recordó todas las veces que hizo eso, prontamente cambio ese hábito para darle algo que ella tomara sin ganas de querer llorar — Tienes razón, no sabe fingir, pero tampoco sabe decir que que no —

— si, ella es una persona genial — Volteó hacia abajo evitando el contacto con su "conocido" — Tienes razón, por cierto, que buena noche pasaste — la pillería en sus ojos era tan magnética que por inherencia volteó a verlo y dirigió la mirada hacia donde el, que se posaba en la castaña que respiraba bajo enrojeciendo sus mejillas — ¡No!, ¡no!, Se equivoca ella es mi amiga, es que ayer vine a beber y para cuidarme ella se quedó aquí — ante su respuesta el rubio lo pensó un poco y posó una mano en su hombro como si fuera un padre a un hijo — Jaja, no te preocupes, ese secreto me lo llevo yo a la tumba, me recuerdan a mi y Ellie más jóvenes, jaja , ella siempre quería cuidarme —

— señor Meliodas, aquí está el vino — mientras el rubio se alejaba de él para posteriormente pagar y marcharse Arthur pensó que el tal vez no era malo como el creía, tal vez el amaba a la peli plateada como el o más que el lo hacía, tal vez era buen padre, tal vez era un buen trabajador, tal vez era más que una cara feliz, tal vez era genuino, tal vez y solo tal vez, quería compartir una copa de vino con el.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top