Demonios
La guerra santa.
Como otras guerras, empezó por una disputa en la que los causantes sufrieron las menores consecuencias, llevándose almas inocentes.
En las guerras se asume qué hay una víctima y un agresor, pero, ¿que tal si la víctima es en verdad el agresor?, bueno, los dioses así lo hicieron.
Creo que una ventaja para ellos fue el echo de que su clan siempre fue el preferido, las otras razas los idolatraban y los mortales les rezan, con todo esto a tu favor, podrías llevar a cabo una infinidad de cosas, entre ellas, lograr que toda una raza sea generalizada y odiada.
Y es que, aunque los humanos sean la raza más inferior, son los que mayor población tienen, por lo cual, si las diosas querían destruir a la raza enemiga, no había mejor opción que hacer aliados a los humanos, y paulatinamente, a las demás razas.
"Entre más mejor"
Pero, hubo personas, o mejor dicho, un grupo que se opuso, comenzando por la asesina de demonios. "Ellie la sangrienta". La "líder".
El segundo fue "El mandamiento del amor, Meliodas"
Los otros dos fueron.
Gloxinia, el rey hada y Drole líder de los gigantes. Ambos fueron la representación de sus clanes.
Elizabeth, fue la que les abrió los ojos a todos, encarando a su clan y ayudando a los demonios.
Pero las noticias no tardaron en llegar a los oídos de las deidades, así que por primera vez, se pusieron de acuerdo en algo, matarían a sus hijos a como diera costa
*
— mel —
— ¿qué pasa? — respondido ello rubio alistando su arma — si yo no vuelvo, arregla las cosas con tu hermano y si se puede con tu padre ¿si? — el rubio consternado por sus palabras solo asintió y luego de un rato la pelea empezó.
*
La sangre que tenia en sus manos pensó nunca tenerla. Y es que presenciar como una madre mata a su propia hija no era algo alentador. Mas si su hija era tu novia.
Llamando y gritando sin poder contenerlo exploto todo a sus alrededor sin mas.
*
El no sabía cuánto tiempo había pasado. No le importaba mucho, la guerra seguía pero el no participaba en nada, solo podía recordar la sangre en sus manos, suds últimas miradas, como se sentían suds besos y abrazos.
Hasta que un día su padre llamo, el no sabía pasar que, pero como ya no le quedaba que hacer fue.
*
— hijo mi- —
— no soy tu hijo. ¿Que querías? — dijo cortante sink importe mucho su padre. — como sabes en la guateras vamos bastante mal —
— ¿y? Ese no es mi problema — respondió para disponerse a irse mas unas palabras lo pararon.
— yo no quiero seguir con la guerra — al oír eso volteo — lo que yo quiero es morir en paz, quiero que tu me sustitutuyas —
—Yo no quiero ser un rey, proponle eso a Zeldris —
— hijo yo se que hice mal y unas disculpas no bastarán pero, te daré lo quieras lo que sea solo hazlo por mi — el lo vio fijamente y respondió — bien. Reviva Elizabeth —
— si. Lo hare siempre y cuando tu tomes el trono —
— y yo voy a hacer con el reino y el trono lo que yo quiera —
— si está bien —
— es un trato, padre —
*
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