— Yo sigo diciendo que ella no existe — afirmó un albino.

— Y yo te sigo diciendo que creo que está más viva que tú — Expresó el castaño.

— Okey, SUPONGAMOS que existe y que el capitan está con ella, exactamente ¿Donde están? —

— Están el pueblo de Liones, Por lo que ella me ha contado, está alejada del pueblo, en pocas palabras, no vive en el pueblo, sin embargo es la dirección más cerca si hablamos desde la razón — explicó un azabache — cerca del pueblo está el bosque, donde hay una cueva la cual conduce aquí, por la cual también puedes ir y venir. Por hay se fueron mi hermano y tris — termino de decir al albino, el cual se encontraba un poco asombrado, parecía que la dichosa ultima diosa, en verdad existía.

— ¿estás diciendo que puedo ir al pueblo a visitarla?, sin ningún problema — resumió el albino.

— Si así lo deseas, si — cintesto el azabache.

— Entonces, ¡King!, prepara una carreta para mañana que me voy — el susodicho, solo volteó los ojos, marchándose de hay para dar la orden y aviso — esto se pondrá bueno, ¡Gracias mini Meliodas! — se despidió, haciendo que el azabache casi rompiera el papel que se encontraba leyendo.

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— Ban, no preguntaste por donde, ¿cierto? — preguntaba una pequeña rubia a su acompañante el cual no sabía por donde quedaba el pueblo.

— No. . . Pero dijeron que no estaba lejos, yo supongo que debe de estar hacia adelante —comentó el albino, dirigiendo los caballos a esa dirección.

— Ban, esto no es un cuento donde el narrador te va a aparecer mágicamente el pueblo en frente de ti, hay que buscar por lo menos una pista de que está el pueblo, no tienes argumentos — respondió la rubia, Razonando con el albino, el cual detuvo la carreta y bajo de la misma.

— A ver, si yo fuera un pueblo por donde estaría — ante toda respuesta, la rubia solo estampó su mano contra su cara bajándose de la carreta.

— Debí hacerle caso a King cuando me advirtió de ti — dijo la rubia, desplegando sus alas y elevándose más alto que los árboles que adornaban el paisaje. Pudiendo divisar unas cuantas casas color terracota con gris — hay están, a la izquierda — aviso la más pequeña.

En toda respuesta, el albino solo asintió y dio la orden la los caballos para que avanzaran la dirección dicha, mientras la pequeña rubia le indicaba y bajaba poco a poco. La pequeña rubia asentó los pies en la madera de la carreta. Ya habían llegado.

— ahora a buscarlos —

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— Oye Tristan — llamó un castaño

— ¿que pasa? — respondió el pequeño de pelos plateados

— Tu, ¿tienes más amigos en donde vives? — preguntó el pequeño castaño.

— Bueno, esta Lancelot y Kira. . .mm, ellos son mis amigos, y mi primo aún no nace — explicó.

— Ho. . .y tu mamá y papá, ¿todavía se quieren? — volvió a cuestionar el peli castaño. Una pregunta muy rara para el gusto del peli plateado.

— ¡Claro que se quieren!, si no, ¿por que se casarían? — respondió con obviedad.

— Bueno yo solo decía — fue lo último que pudo decir antes de oír el ruido de unos caballos y que su nuevo amigo corriera tras ellos — Espera Tris —

𐦂

— ¡¿Tristan!? — Grito el albino, viendo al pequeño niño en frente suyas.

— Hola Tío ban — respondió saludándolo normalmente.

— ho pequeño, ¿tu papi está aqui? — preguntó la pequeña rubia, bajando de la carreta.

— Si, está en la casa con mi mami — explicó.

— ¡Tristán!, no te vayas así como así — Se escucho no tan lejos, dejando ver al niño castaño.

— Perdón . . .mira, ¡ellos son Ban y Elien!, papás de Lancelot — dijo a su amigo con mejillas rojas.

— M-mucho gusto, ¡Bienvenidos a Liones! —

— Gracias por recibirnos — agradeció la rubia — ¿sabes donde está la casa de los padres de tris? — preguntó la rubia.

— si, en donde está la estatua, hay un camino que da a una casa, esa es — explicó.

— Tris, ¿quieres venir? — ofreció el albino.

—mm — negó el albino — me quedaré con Mild, estábamos jugando — respondió — ¡no vemos después! —

✞

— está cerrada —

— Bueno no queda de otra, vamos a entrar por la ventana —

— ¡¿Que, estas loco!? — regaño la rubia — Voy a tocar una vez más es todo —

Tres toques en la puerta de madera y la puerta se abrió, dejando ver a una mujer casi del tamaño del albino, con el pelo plateado y los ojos azules, vistiendo una bata rosa puesto que probablemente se acababa de levantar.

— Hola, Perdón por no abrir pronto, ¿que necesitan? — saludó la albina.

— Ho-Hola, amm, Disculpa, ¿tu eres Elizabeth?, esposa de Meliodas — hablo la rubia.

— si, soy yo, ¿necesitan algo? — respondió, dejando asombrado al albino y la rubia ya no podía hablar, se había quedado pálida.

— Si, soy Ban, mejor amigo de Meliodas, o debería decir, ¿rey demonio? — ante las palabras de el albino, la oji azul se asombró y los dejó pasar.

— Voy por el, no tardo — fue lo que dijo antes de dirigirse a un cuarto donde, supuestamente el rey estaba hay.

⌫

¿Que pasará?, ¿que pasará?, la verdad este capítulo lo deje "incompleto", pues todo lo que se verá adelante será básicamente pasado y pues. . .si.

Si son observadores, el pasado es la parte principal de esta historia, es decir, si sabes el pasado, podrás saber el final o al menos deducirlo. Algunos dicen que el pasado se debe dejar atrás, pero yo creo que el pasado es importante para el futuro. El pasado fue un ahora y fue un futuro, no hay que olvidarlo.

Sin más que decir, Kaoru se va.