- Vida en el cartel -
No había pasado ni un mes desde que se había ido y Lucy extrañaba a Dylan, por eso todas noches se dormía viendo fotos de su novio. Por eso era que no se había derrumbado, porque sabía que Dylan no querría que lo hiciera y por difícil que resultara era lo correcto.
Lucy caminaba de vuelta a su clase después de ir a la enfermería porque se sentía mal cuando se encontró con Ian, la mayor de las hermanas trató de correr pero él era más rápido. La acorraló contra la pared y le sonrió pícaramente haciendo que a Lucy se le revolviera el estómago, ese hombre no le gustaba y su mirada era perversa pero lujuriosa.
—Hola preciosa, te parece si vamos a divertirnos un rato—
—No—dijo Lucy girando la cara para evitar que la besara
—Déjala—dijo una voz a sus espaldas
—Vamos Dylan, ella es una muñequita, sólo...—protestó Ian
—Solo es una niñita estúpida-dijo Dylan con arrogancia—No merece ni que gastes tu tiempo con ella—Dylan la miro con odio
—Venga, solo nos divertiremos, no voy a salir con ella—
—Olvidas a que hemos venido—soltó Dylan con frialdad
—Bien pero esto no queda así—escupió Ian mirando a Lucy
Aunque Dylan e Ian ya se habían ido, Lucy aún seguía en shock, no entendía bien lo que acaba de pasar y mucho menos la actitud de Dylan.
Después regreso a clase, se sentó al lado de Valentina y su mente regresó al momento en que había visto a Dylan, eso la hizo sonreír pero luego recordó como la había tratado y se le borró. ¿Qué era lo que le pasaba a Dylan?
El resto de clases pasaron despacio, además Lucy no era capaz de prestar atención y nada más llegar a casa subió a su habitación.
—¿Qué fue lo que paso en la universidad?—preguntó Troy entrando en la habitación
—Nada—respondió Lucy
—Se que algo sucedió, es por mi hermano, ¿verdad?—
—Lo vi hoy, vino con Ian, él quiso abusar de mi pero Dylan lo detuvo. Creí que era por que me ama...—Lucy bajo la mirada—Estaba tan distante y frío, era como mirar a un extraño—
—Entiendo pero no dudes de que Dylan te ama, si hace esto es para mantenerte a salvo. Además debe fingir que es leal a nuestro tío—
Escuchar eso era lo que Lucy necesitaba, no podía creer que Dylan actuase así pero Troy tenía razón, debía fingir sino quería que lo descubrieran. Por supuesto que Dylan la amaba, de no ser así habría dejado que Ian abusara de ella pero no lo había detenido.
[ ]
Dylan leía en su habitación mientras pensaba en lo hermosa que había visto a Lucy, la extrañaba mucho y quería tenerla entre sus brazos pero no podía, antes debía acabar con el cartel de su tío.
—Dylan—
Era su tío, lo miraba con cariño y por un segundo Dylan recordó al hombre que había sido en el pasado, aquel tío cariñoso que al que le encantaba pasar tiempo con sus sobrinos pero eso ya no era así.
—¿Ocurre algo?—
—No sólo quería pasar tiempo con mi sobrino. Vamos a comer algo—
Dylan y su tío salieron de la casa escoltados por Ian y Cristal, durante todo el camino el joven guardaespaldas no abrió la boca.
Al llegar al restaurante se sentaron solo en una mesa mientras que los guardaespaldas de su tío vigilaban desde otra mesa. Pidieron la comida y durante la espera Dylan penso en como estaría Troy, ellos nunca se habían separado antes.
—¿Que pasa Dylan?—preguntó su tío después de dar un bocado a su filete, Dylan había pedido salmón con patata cocida
—Nada, estoy bien—respondió Dylan
—Es por Troy ¿verdad? Se que habéis sido inseparables pero tranquilo con el tiempo te acostumbrarás—
—Si, es que... ¿por qué solo me ofreciste a mi entrar?—
—Bueno Troy es más moralista y para este trabajo no vale. En cambio tu si, eres más frío y calculador—
—Dylan...—
Los dos se fijaron y vieron a un hombre trajeado, bien vestido con un maletín en la mano, se parecía a ellos. Tenía una mirada profunda y un porte elegante, los miraba con sorpresa pero con algo de rabia
—No me puedo creer que te aliases con él, hijo me has decepcionado—
—Padre yo...—
Entonces su padre lo abofeteó y miro con desprecio a su hermano, no había que ser muy listo para ver que no se llevaban bien y por la reacción de Bd era algo mutuo. Dylan solo pudo bajar la mirada, con su tío delante no podía defenderse y por ello debía dejar que su padre se sintiera decepcionado con él, eso le dolió porque a pesar de que en su infancia su padre estaba ausente muchas veces Dylan lo adoraba.
—Maldita sabandija, ¿cómo has podido arrastrar a mi hijo a tus negocios delictivos?—escupió su padre
—Yo no hice nada, solo le ofrecí entrar y aceptó. Era libre de negarse pero no lo hizo—atacó su tío
Como si no fuera ya suficiente para Dylan eso no hizo más que empeorar las cosas, su padre lo miro con decepción y rabia.
—Desde ahora ya no eres mi hijo, estás muerto para mi—dijo su padre caminando
—Padre espera...—Dylan se levantó para ir en busca de su padre pero su tío lo detuvo
—No gastes energía en intentar hablar con él. Jamás te escuchará, es un amargado—soltó su tío
Dylan quería decirle que cerrase la boca, que se fuera mucho a la mierda pero tampoco podía y solamente se limitó a asentir, debía fingir para acabar con él, ahora que confiaba en él lo tenía algo más fácil.
Después estuvieron hablando del futuro del cartel, los planes a corto plazo, la nueva dirección y que además su tío pensaba en que Dylan le sucediera cuando él se retirase, lo que al joven guardaespaldas le sorprendió pero eso era algo bueno, siguió escuchando atento a su tío.
—Por cierto, tenemos que hacer unos negocios afuera del país, sobrino querido. Iremos a Roma primero—
Eso le tomó por sorpresa a Dylan, no sabía que el cartel era tan grande, sin duda que la investigación sería un poco más duradera.
—¿Cuando nos vamos?—
—En unos pocos días—dijo tío sonriendo—pero antes tengo que hacer algo—
Dylan iba a preguntar que era eso tan importante pero su tío se fue, dejándolo con la duda sobre eso y sobre los viajes.
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