- Sanar heridas. Cerrando un ciclo -

Un par de días después del cumpleaños de Cale, Troy y Safira se habían casado formalmente, la ceremonia había sido sencilla como la de su hermana pero con el vestido de princesa que Safira quería y por fin se habían puesto sus alianzas. 

Para su luna de miel habían elegido Puerto Rico porque Safira siempre había querido ir, aunque primero pasarían por Venezuela para entregarles lo que su hermanita Valentina quería enviarles a sus padres, así ella se podía ahorrar el dinero que habría gastado.

Troy y Safira ya se encontraban volando ahora si a Puerto Rico a su luna de miel luego de haber entregado el paquete y conocer a los padres de su hermanita en persona, el pequeño Cale se había quedado con sus tíos en Orlando.

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Aunque Zac había rechazado ir al juicio como víctima de los abusos, Valentina si debía ir por el intento de secuestro ya que pronto sería el juicio a ese hombre, muchas víctimas ya habían sido identificadas y algunas de ellas declararían contra ese sujeto para que terminase en la cárcel, así podrían empezar a superar lo sucedido.

Muchos de los abusos eran de años atrás pero otros eran más recientes, en el caso de Zac hacía ya 24 años de eso y para él era como si hubieran ocurrido ayer, solo que ahora si era consciente de lo sucedido, en aquel entonces no entendía lo que pasaba.

Con el inminente inicio del juicio Zac estaba más inquieto que nunca y casi ni dormía, tenía cero apetito, si antes ya le afectaba la situación esto lo tenía peor, se la pasaba en la habitación, solo Valentina lo veía porque dormían juntos.

Todos estaban muy preocupados por el ojiazul, se sentían impotentes viéndolo de ese modo y no poder hacer nada para evitarlo, era su familia y querían ayudarlo a salir del infierno en el que estaba sumido, querían que pudiera superarlo de una buena vez, ya era hora después de 24 años.

Después de dos días metido en la habitación el primo de los mellizos por fin salió, no podía dejar que esto lo rompiera, lo superaría por difícil que fuera y tenía a sus amigos que lo apoyaban, ese hombre no iba a hacerle caer de nuevo. Debía luchar para superarlo y que lo sucedido no lo consumiera.

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Según sabía Zac el juicio ya había empezado y todos habían ido, principalmente como observadores, salvo los mellizos y Valentina que debían explicar que paso durante el intento de secuestro, ese era el primer cargo, después irían con el abuso a menores. El pelirrubio quería asistir pero no podía, no se sentía listo para eso.

Como no podía dejar solo al pequeño Cale salió con él, con la mochilita del niño por si necesita coger algo de ella y las únicas personas en las que confiaba no estaban disponibles en ese momento. Primero fue al supermercado y a casa a dejar las cosas, luego llevó al pequeño al parque a jugar.

Zac lo vigilaba desde un banco mientras Cale jugaba, entonces escucho como un niño de unos 6 años más o menos hablaba del hombre que había abusado de él y le decía a su madre que tenía que ir a declarar para que ese hombre malo no le hiciera daño a nadie más.

Fue en ese momento cuando el californiano supo que debía ir a declarar, si un niño podía hacerlo él también porque él podía ayudar a encerrar a ese hombre. Zac le mandó un mensaje a Valentina para que lo arreglase, debía hacerlo, de ese modo empezaría a superarlo.

Aunque en un principio Zac no había sido incluido como víctima, el fiscal había alegrado que él era el de ese maletín y habían aceptado incluirlo gracias a haber sido el favorito de ese hombre e iría a declarar, era lo correcto.

Pero si se sentía aterrado de tener que contar lo que ese hombre le había hecho en repetidas veces, además estaba seguro que en cualquier momento todos se enterarían de lo que le había pasado. Entonces estaría en boca de todos y sabía que no iba a ser agradable pero debía hacerlo, este era el primer paso para superar lo ocurrido.

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Hoy Zac declararía en el juicio a su abusador, estaba de los nervios pero tenía que ir, se duchó y bebió un poco de café no tenía mucho apetito, luego todos fueron a los juzgados. Al llegar un montón de paparrazi estaban en la puerta, nada más ver al californiano lo rodearon y empezaron a hacerle miles de preguntas. Lo que le había pasado era ahora el tema de conversación, todos querían saber, eso era lo que Zac había temido hasta que los gemelos gritaron e hicieron de guardaespaldas para que todos pudieran entrar a los juzgados.

Valentina le cogió la mano a su prometido que estaba temblando pero todos estaban allí dándole a Zac su apoyo, entraron a la sala y se sentaron, poco después de empezar la sesión del juico el fiscal llamo al pelirrubio al estrado, luego de hacer el juramento que siempre se hacía cuando una declaraba en cualquier juicio se sentó en la silla viendo de frente al hombre que había abusado de él. Zac tomo aire para coger el valor para hacer lo que tenía que hacer, se sentía aterrado pero no iba a echarse atrás.

Después de algunas preguntas rutinarias, el ojiazul empezó a relatar todo lo que ese hombre le había hecho durante sus abusos haciendo algunas pausas para coger fuerzas, todos sus amigos estaban dándole apoyo y eso era lo que necesitaba. Se paso algo más de una hora relatando los abusos con lágrimas en los ojos, escuchar eso había sido duro y desgarrador pero necesario, ya que sus palabras, sus gestos, todo era real, no había nada fingido ni actuado, era la pura verdad y se podía ver, aunque Zac era una gran actor con todo esto se transmitía naturalidad, algo que no podía fingirse y aseguraba que ese hombre terminase en la cárcel por lo que había hecho.

Zac tuvo que bajar del estrado ayudado por Valentina porque estaba temblando y sus piernas no le respondían, además tenía los ojos rojos por las lágrimas derramadas, su prometida lo abrazo para consolarlo y le susurró: "Ya paso amorcito". Después de deliberar el juez dio su veredicto, culpable por intento de secuestro y culpable con pena de muerte por abusos a menores y todos se alegraban por ello porque ese sujeto ya no haría daño a nadie más, si la declaración de los niños había aportado algo, la cruda declaración del californiano había sido lo que había terminado por provocar el favorable veredicto para con las víctimas que el juez había pronunciado hacía tan solo segundos.

Por fin se cerraba un ciclo para Zac, también para el resto de víctimas de ese hombre y podían empezar a sanar las heridas que este les había provocado, seguir adelante, cerrar esa cicatriz que siempre llevarían con ellos pero algún día ya no les dolería, tan solo sería un horrible recuerdo.

Sin embargo la gente seguía hablando de ellos, sobre todo con lo que concernía al ojiazul, eso era lo peor de todo. Aunque había algunos que lo insultaban diciendo cualquier estupidez, Zac estaba recibiendo el apoyo de la mayoría porque lo que le había sucedido era horrible, sobre todo los compañeros con los que había trabajado y el californiano agradecía todo ese apoyo, además algunos simpatizaban con él porque también había pasado algo similar, algunos de ellos le daban consejos para empezar a superarlo.

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Era un peso menos el haber ido a declarar y ese hombre pronto pagaría por todo lo que había hecho, aunque hubieran pasado 24 años para que eso ocurriera porque había descubierto que Zac había sido no solo su favorito sino también su primera víctima. Solo quedaba que a ese sujeto le pusieran la inyección que acabaría con su vida.

Como ya todo se estaba arreglando Valentina y Zac viajaron por fin a Venezuela, así el pelirrubio estaría más tranquilo para ir superándolo poco a poco, no era algo fácil de hacer pero el tiempo curaría esa herida que hasta ahora aún estaba abierta. Además allí sería su boda, la cual empezarían a organizar y la venezolana quería presentar al californiano a sus padres, en persona porque ya los había conocido por vídeo llamada y decirles que iban a casarse muy pronto.

Antes de viajar a Lechería donde Valentina había nacido y donde estaban sus padres se quedaron unos días visitando Caracas, aunque aún quedaba mucho en la reconstrucción se notaba que había mejorado bastante y la criminalidad había disminuido mucho. Los productos estaban a precios asequibles y había más disponibilidad en todo.

Eso hacía sonreír a la venezolana porque por fin la tierra que la había visto nacer, donde había crecido estaba poco a poco recuperando su esplendor y era maravilloso que fuera así, porque todo lo vivido valía la pena solo para que la belleza regresase, era lo que había pedido desde que tenía uso de razón.

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Troy y Dylan estaban en la playa hablando mientras esperaban a sus mujeres cuando alguien los dejó inconscientes y se los llevo a un almacén abandonado, los amarro en unas sillas y se sentó enfrente de ellos a esperar a que despertaran.

Luego de un rato los mellizos empezaron a despertarse, Dylan fue el primero de los dos en hacerlo y vio a Troy que también estaba despertando.

—Hermano estás bien—dijo Dylan tratando de soltarse

—Si estoy bien solo me duele la cabeza—dijo Troy

—Yo también...—iba decir Dylan pero vio a quien estaba enfrente de ellos

—Menos más que Zac no está aquí, ese hombre ya le ha hecho demasiado daño—dijo Troy

—Los estoy oyendo niñatos estúpidos—dijo Devan

—Qué quieres monstruo—dijo Dylan y Devan le golpeo un la mandíbula

—No se te ocurra volver a golpear a mi hermano imbécil—dijo Troy tratando de soltarse

—Para lo que me importa idiota—dijo Dylan molesto

—Cállate niñato estúpido—dijo Devan

Con las chicas:

Lucy y Safira estaban preocupadas por que los chicos debían estar la playa y ellas los verían allí, así que fueron por el equipo de los mellizos para tratar de localizarlos, porque si no estaban donde habían dicho era porque debía pasarles algo.

—Y como se supone que se usa este equipo—preguntó Safira

—Hay hermana que hare contigo—dijo Lucy riendo

—Pero porque ríes, ellos son los que manejan estás cosas no nosotras—añade Safira

—Sí, si sigamos con esto. He visto a Dylan usarlo y he ido aprendiendo como hacer—dijo Lucy mientras se encendía el equipo

Las hermanas rastrearon los móviles de los mellizos para conseguir la ubicación de donde se encontraban, así podrían ayudarles.

—Vamos Safi ya sé dónde están los mellizos—dijo Lucy

Ahora que tenían la ubicación fueron a un almacén abandonado no sin antes llamar a la policía para que les diera apoyo, ellas no estaban entrenadas en estas situaciones, eso era cosas de los mellizos.

—Esto no me gusta nada Lucy—dijo Safira

—Tranquila todo estará bien—dijo Lucy

Las hermanas entraron y vieron a los mellizos amarrados en unas sillas y un hombre golpeándolos con rabia, era el que había abusado de Zac que se había escapado del corredor de la muerte donde esperaba la inyección letal.

—Déjalos en paz—dijo Safira acercándose a Troy mientras Lucy se acercaba a Dylan

—¿Cómo nos encontraron?—preguntó Dylan

—Que hacen aquí es peligroso—dijo Troy mirando a Safira

—Dylan te he visto varias veces usar vuestro equipo de rastreo y aprendí lo básico para saber manejarlo—responde Lucy

—Esa es mi chica—suelta Dylan con orgullo

—Sabemos que es peligroso pero teníamos que venir. Son nuestros maridos y además nos han salvado muchas veces, es justo que lo hagamos nosotros ahora—dijo Safira mientras besa a Troy

—Sí pero cuñada estas embarazada y no queremos que os hagan daño—dijo Dylan

—No queremos que os pase nada amor—dijo Troy

—Los amamos y los salvaremos nosotras esta vez—dijo Lucy

—Se olvidan que estoy aquí—dijo Devan mientras agarraba del brazo a Lucy

Safira empujo a Devan para que soltase a su hermana pero este le propino un golpe a la menor de las Carter en la cara haciendo así que cayera al suelo y se lastimase el brazo derecho.

—Safira estás bien—preguntó Troy preocupado

Safira solo fue capaz de asentir con la cabeza y en eso Dylan logró soltarse no sin antes ver como Devan le hacía una herida a Lucy en el abdomen, sangraba bastante pero no era nada grave, solo algo superficial. Después el mayor de los mellizos logró dejarlo inconsciente para ir a soltar a su hermano quien se acercó a Safira.

—Safi amor estas bien y nuestras niñas—dijo Troy mientras abrazaba a Safira

—Amor me duele mucho el vientre y el brazo. Yo solo quería salvarte—dijo Safira llorando

Al poco llego el F.B.I y se llevó a Devan que seguía inconsciente mientras que unos paramédicos atendían a Lucy y Safira. A la mayor de las Carter le vendaron la herida y le dijeron que no era grave pero aun así no hiciera esfuerzos en unos días y a la menor de las Carter le inmovilizaron el brazo, aunque el dolor en el vientre iba en aumento por ello al revisarla descubrieron que estaba de parto, lo que preocupo a los demás y a Safira porque ella solo tenía 7 meses de embarazo, así que decidieron llevarla al hospital.

Cuando llegaron se la llevaron a quirófano para hacerle una cesaría de urgencia, como las pequeñas eran prematuras estaban en la incubadora y conectadas a muchas máquinas que vigilaban su estado. Troy fue a ver a sus niños, eran muy pequeñas pero sus hijas al fin y al cabo, luego volvió con su esposa que se encontraba descansando.

—Amor ¿Cómo te sientes?—dijo Troy

—Cansada pero bien. ¿Cómo están nuestras pequeñas?—preguntó Safira quién tenía el brazo enyesado

—Están estables amor, aunque soy muy pequeñas—respondió Troy

—Quiero verlas amor, por favor—dijo Safira

Troy asintió y fue a buscar una silla de ruedas para que Safira pudiera ir a ver a sus hijas, en el camino se encontró con Dylan y Lucy. Luego de ver que la mayor de las Carter estaba bien fue a por lo que había ido, además les dijo que ya habían nacido sus gemelas y ellos llamarían a Zac y Valentina para contarles la noticia del nacimiento de las niñas.

Después el menor de los mellizos fue a la habitación de su mujer y la besó, entonces la puso en la silla de ruedas y fueron a ver a las gemelas a la unidad de cuidado neonatal donde estaban las pequeñas.

—Son hermosas amor—dijo Safira viendo a sus gemelas

—Se parecen a ti amor—dijo Troy

—Pero con tus ojos—dijo Safira

—¿Cómo las llamaremos amor—preguntó Troy

—Qué te parece Sofía y Rubí—respondió Safira

—Perfecto—dijo Troy y beso a su mujer

Así se llamarían las gemelas Sofía y Rubí, las hermanitas del pequeño Cale que ahora era el hermano mayor y estaba encantado con eso, emocionado más bien.

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