Dylan y su tío Bd estaban por abandonar Dubai en pocas horas, pronto volverían a casa para allí empezar la asociación con los nuevos líderes mafiosos con los que se habían visto durante su viaje de negocios.

Una vez que el joven guardaespaldas preparó sus maletas, se puso a ojear todo lo que había estado recabando, vio que por fin tenía pruebas suficientes para acabar con su tío y su cartel de una vez por todas. Ahora sólo quedaba dar él último paso para poder regresar con la mujer que amaba, sacó su teléfono y marcó el número de su hermano.   

—Hola—dijo Troy desde la otra línea

—Hola Troy—dijo Dylan sonriendo por primera vez en un tiempo

—¿Que tal por ahí?—preguntó Troy

—Bien, Dubai es hermosa pero no tan hermosa como Lucy—Dylan sonrió como un tonto—Tengo todas las pruebas, no digas nada aún a las chicas—

—De acuerdo. Llamaré a nuestro jefe—

En cuanto Dylan colgó, Troy se comunicó con su jefe para que pudieran intervenir y así acabar con su tío y el cartel. El joven guardaespaldas quería ir a Dubai y ayudar pero no podía, ya que Lucy y sobre todo Safira lo necesitaban.

Ahora que por fin todo estaba ya por acabar Dylan sintió que ya podía respirar, pronto volvería a ver a su amada, pronto él y Lucy estarían juntos. Pero antes de eso debía asistir a la reunión con su tío para luego empezar con la asociación de líderes de las más grandes organizaciones criminales.

—Sobrino mío, pronto seremos no solo muy ricos sino también poderosos—dijo Bd con satisfacción

—¿Ahora volveremos a casa?—preguntó Dylan con curiosidad pero tranquilo

—Todavía tenemos algo que hacer aquí—responde Bd

—El que, creí ya podíamos volver—

Entonces Dylan se recostó en la silla y vio que la puerta se abría, dos hombres de su misma edad aparecieron en la entrada. Uno de ellos dos si llevaba armas.

—Me alegra su llegada—dijo Bd acercándose a ellos

—Un placer. Él debe ser tu...—

—Ellos son por la derecha Efraín Antonio Campo Flores y por la izquierda a Francisco Flores de Freitas—Bd sonrió victorioso—son los principales traficantes de Venezuela. El tema es que el gobierno bolivariano de Venezuela contiene uno de los mayores carteles de droga del mundo—

—Así que tu eres Dylan—preguntó Enfraín

Dylan asintió y se fijo en que tenían un aspecto intimidante. Los tres se estrecharon la mano para terminar las presentaciones.

—Son sobrinos de la primera dama de Venezuela—empezó Bd

—El cartel de los Soles del que Chávez formo parte ahora esta en expansión y de ahí esta alianza—siguió Antonio

—Quisimos enviar cocaína a Estados Unidos pero casi nos pillan. Hemos estado bajo vigilancia constante por parte de Estados Unidos—finalizó Efraín

—Ahora junto a Maduro y Cilia nos vamos a Haití para luego ir a Nueva York—añadió Antonio

Dylan pensó que era buen plan pero no iban a salirse de rositas, no si él podía evitarlo, esto tenía que acabar ya, fuese como fuese.

Luego de la reunión el joven guardaespaldas se fue a la habitación para informar a Troy de los últimos acontecimientos y que así pudieran actuar antes de que llevasen a cabo sus planes.

Cuando Dylan creía que regresarían a casa se enteraba que su tío quería ir a Haiti con los Flores para así llevar 800 kilos de cocaína, así que tenía que ir también pero valía la pena porque después si podía estar con su amada Lucy.

[                        ]

Luego de un largo vuelo por fin estaban en el hotel de Haiti, antes de ir a Nueva York tenían que arreglar los últimos de detalles, Bd era muy meticuloso y siempre buscaba obtener los mejores resultados.

Por eso Dylan estaba tumbado en su cama viendo la foto que tenía de Lucy, era un hermoso ángel y era suya porque igual que él la amaba a ella, ella lo amaba a él. Eso le había hecho aguantar ese tiempo lejos.

Entonces recordó que había debía avisar a su hermano de que este era el momento perfecto para la operación de la DEA, así que marcó su numero y espero a que contestase.

—Hola bro—dijo Troy sonriendo

—Hola bro—respondió Dylan de igual modo

—¿A que debo el placer de esta llamada?—dijo Troy

—Desde cuando tengo que tener un motivo para llamar a mi hermano —soltó Dylan

—Tienes razón pero esta vez si hay un motivo ¿no?—preguntó Troy—Ve al grano, estoy con Safira en la consulta para ver como va el bebé, hoy sabremos el sexo—

—Eso es genial, les deseo lo mejor. Habla con nuestro jefe para que le comunique a la DEA que Bd y su cartel, además de los Flores están en Haiti—explicó Dylan

—Déjalo en mis manos—agregó Troy

Después de la llamada Dylan se dio una rápida ducha y se vistió, quería dar un paseo, necesitaba pensar, aclarar las ideas. El tiempo en el cartel le había hecho pensar y replantearse algunas cosas que hasta ese momento no había pensado.

Camino por las calles de Haiti mientras pensaba en todo lo sucedido desde su entrada al cartel hasta ese momento durante un rato hasta que algo llamó su atención. Se trataba de un hombre y una mujer, por su aspecto eran latinos pero eso no era lo que había llamado su atención hacía ellos.

Unos segundos después supo el porque, se trataba del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro y su mujer, Cilia Flores. Sabía quienes eran por su amiga Valentina, su pequeña hada madrina que era de Venezuela y ella había mencionado alguna que otra vez.

Por ello sabía que Maduro era un dictador que mantenía Venezuela bajo su mano opresora sustentado no solo por el resto de su gobierno sino también por el Cartel de los Soles que le daba el respaldo desde que el anterior presidente Hugo Chávez lo había creado.

Como agente del F.B.I Dylan había adquirido un instinto que lo avisaba cuando había algo raro y ver al mendrugo de Maduro y su mujer le decía que debía investigarlo, que ahí había algo que debía descubrir. Por suerte el entrenamiento le daba ventaja, así que los siguió con sigilo para que no notasen su presencia.

Dylan se sorprendió cuando vio que habían quedado con su tío, ahora si estaba confirmado que el presidente de Venezuela estaba involucrado con el narcotráfico. Eso lo hizo sonreír, así podrían sacarlo y que el país natal de Valentina, fuera libre de ese miserable dictador de Maduro y podría recuperar la belleza perdida.

El joven guardaespaldas sacó su móvil y apunto hacia ellos, estaban en un pequeño restaurante que era el negocio de un criminal local, por eso celebraban allí la reunión. Lo que a Dylan no le encajaba era porque su tío no lo había llevado con él.

—Vienes solo Bd, ¿y tú sobrino?—preguntó Maduro

—No me fío de él, al principio si lo hacia pero estoy empezando a pensar que no me es del todo leal—respondió Bd

Oír eso sorprendió a Dylan y no era bueno pero nada bueno, debía arreglarlo sino quería echarlo todo a perder. Estaba más que muerto si su tío lo descubría y no podría volver a ver a su amada Lucy ¿Qué podía hacer? Entonces lo supo, tenía que estropear la operación de la DEA y así ganarse la total confianza de su tío, aunque sabía que eso no iba a sentar bien.