- Inseparables -
Lucy se sintió aliviada al saber que por lo menos unos de los mellizos era amable y era más que genial que por fin estuviera con su hermana, siempre habían sido inseparables desde niñas, estaban muy unidas.
—Si tienes hambre sobro algo de la cena—comentó Safira
—La verdad es que si, el idiota de Dylan no quiso parar a comer, solo tomamos un café y punto, además ni siquiera me dijo a donde veníamos—Lucy recordó cuando lo había conocido—Y aún encima el primer día me llevo con Kate, una amiga suya, desapareciendo por toda una semana entera—
—Dices Katherine—preguntó Troy aún en la puerta
—Si, ella—
—Ohh si, vive en Seatle, su ex—añadió Troy
—¿Qué?—dijeron las hermanas al unísono
—Estuvieron saliendo seis meses pero se acabó porque por aquel entonces teníamos muchas misiones y Kate lo dejó—
Oír que Kate era la ex novia de Dylan las sorprendió pero ninguna de las hermanas conocía a los mellizos en profundidad y era normal que tuvieran una vida fuera de su trabajo de agentes del F.B.I, luego Troy bajo a la cocina. Subió al rato con un plato de macarrones con queso y un vaso de agua, se le dejo encima de la cama para irse nuevamente, quería dejar que ambas se pusieran al día y él quería esperar a su hermano.
Al rato Dylan aparcó el coche en el garaje trasero junto al de Troy y entró a la casa, su hermano estaba en el sofá leyendo, se acercó con sigilo a él para darle un pequeño susto pero le salió el tiro por la culata porque Troy ya lo había escuchado, así que lo agarro del brazo y lo tiró a la mesita de café.
—Sigues conservando buenos reflejos pero...—
—Escuche el coche, habría funcionado de otra manera Dylan—
—Ya veo—Dylan rió y se levanto para alistarse la ropa—Donde esta Lucy—
—Arriba con su hermana, por cierto. No perdías nada siendo amable con ella—dijo Troy
—Eso no es divertido, además es una niñita rica—soltó Dylan
—No la conoces, como sabes que lo es—comentó Troy
—Tampoco tengo interés en conocerla. Acepté esto por que tu me lo pediste—
Troy dejó el tema porque sabía que cuando se ponía cabezota con algo no había quien le hiciera cambiar de idea, esperaba que con el tiempo viera las cosas por si mismo, además teniéndolo cerca podían cuidar mejor de las hermanas.
—Oye y eso—dijo Dylan viendo el vendaje
—Cuando trataron de secuestrar a Safira ese hombre me hirió y fue ella me hizo las curas—Troy lo pensó y se dio cuenta de que cambio de actitud de Safira había sido en ese momento—La verdad es desde ahí es que somos amigos, aunque si sabe que también soy su guardaespaldas—
—Ya veo—Dylan se rascó la barbilla—yo no tengo interés en conocer mejor a ninguna de ellas, mucho menos a Lucy—
—Mientras las protejamos tu mismo. Ahora deberías comer algo—
Dylan asintió y ambos fueron a la cocina, aún quedaba un poco de macarrón con queso que Safira había preparado para la cena y que Troy había guardado para su hermano después de subirle algo a Lucy. Luego ambos subieron arriba para irse a la cama, vieron a ambas hermanas aún despiertas hablando y riendo como si todo fuera bien, como si ya hubieran olvidado que alguien quería hacerles daño.
[ ]
Hacía ya un mes que ambas hermanas se habían reunido y que ahora también Lucy iba a la universidad de Orlando, siempre seguidas por los hermanos Bolton, sus guardaespaldas pero no les importaba porque así tampoco ningún pesado las molestaría.
—Oye esta noche hay fiesta en la fraternidad Kappa Tau, ¿por qué no vamos?—preguntó Lucy
—Me gustaría pero crees que Dylan y Troy nos dejen—respondió Safira
—Ellos no son nadie para prohibirnos que hacer—
—Pero son nuestros guard...—
—Vamos hermanita, será divertido, lo vamos a petar—insistió Lucy
—¿Cómo lo hacemos?—aceptó finalmente Safira
Lucy le explicó lo que había planeado sabiendo que al final su hermana termina por ceder porque a pesar de todo eran inseparables y lo hacían todo juntas, una vez al tanto, Safira lo repitió para asegurarse de que lo había entendido.
Para no levantar sospechas con los mellizos siguieron como si nada y cuando fue el momento se arreglaron para salir a escondidas de la casa e ir a la fiesta de Kappa Tau, una vez preparadas se escabulleron con sigilo para que no las descubrieran.
—Oye hermano, te parece si hacemos una ronda a la casa para asegurarnos que todo esta bien, nunca se sabe lo que puede pasar—comentó Troy
—Bien, tu revisa la casa y yo me ocupo de fuera—añadió Dylan
Troy examino la planta de arriba abajo y todo estaba bien, luego continuo por la primera planta mientras que Dylan controlaba el perímetro de la casa cuando percibió una sombras que se movía en la oscuridad. Aviso a su hermano y este comprobó que las hermanas no estaban en ninguna de sus habitaciones, después los dos guardaespaldas se reunieron para ver que hacer con ellas, esas chicas eran todo un drama.
Las hermanas se ocultaron al escuchar la voz de Dylan llamar a su hermano, alertándolo de su huida, ahora debían esperar un poco para poder ir a la fiesta. Dejaron pasar un rato y salieron de su escondite, no dieron ni dos pasos cuando se chocaron con ambos hermanos, los cuales las miraban enfadados, en contra de las chicas las llevaron de vuelta a la casa.
—Lo siento, yo solo...—empezó a decir Safira mirando a su hermana
—Saf no digas nada—le pidió Lucy
—Muy bien, a la vista de la situación tomaremos medidas—soltó Dylan
—No era mi intención salir, yo...—Safira recibió una mirada asesina de su hermana—Lo siento—
—Así que tu eres la cabecilla de esto—dijo Dylan riendo y le asintió a su hermano—Troy yo me encargo—
Troy llevó a Safira al sótano de la casa y la encerró dentro, no quería tener que hacerlo pero debían hacerlas ver que no podían actuar de ese modo, luego subió a su habitación para buscarles algo, no pensaba dejarlas que se murieran de frío.
Dylan empujó a Lucy al salón, luego él paseo por la habitación, se le notaba a la legua que estaba realmente enfadado, tenía la mirada sombría y oscura, la mayor de las chicas tragó saliva, por un momento sintió miedo de lo que su guardaespaldas pudiera hacer.
—Debí imaginar que esto pasaría. Eres una niñita rebelde que conseguirá que la maten y será mi culpa porque mi trabajo es protegerte pero lo estás haciendo muy difícil, por suerte para mi me especializo en este tipo de misiones—escupió Dylan muy enfadado
—No podéis controlar nuestras vidas—espetó Lucy hecha una furia
—En ese caso la próxima vez que traten de hacerte daño dejaré que lo hagan—dijo Dylan con sorna
—Te odio Dylan—soltó Lucy
—Me vale un santo pepino eso—Dylan se puso frente a ella—En que estás pensando no ves que podían haberos matado, no sabéis el peligro que corréis. ¿Acaso quieres que hagan daño a tu hermana?—
—Yo no... yo... lo siento—Lucy bajo la mirada, claro que no quería que hirieran a su hermana, a ella podían golpearla pero no dejaría que tocasen a su hermana—Solo... que... queríamos ir a una fiesta—
—Habernos dicho, os habríamos acompañado. No sois prisioneras, si aceptáis que vayamos a casi todas partes con vosotras no hay problema—expuso Dylan molesto pero más calmado
Después Dylan llevó a Lucy al sótano con su hermana, mientras lo hacía reparo en la pulsera con el símbolo del infinito, también reparo que Safira también la tenía, quien estaba sentada en un colchón hinchable que les había dejado Troy, era bastante amplío y cabían las dos sin ningún problema, además había varias mantas para que no pasaran frío.
Los mellizos acordaron máxima vigilancia a las hermanas Carter, por lo que, escuchaban la conversación de las chicas para asegurarse que no pensaban hacer ninguna tontería.
—Lo siento, Lucy, no debí delatarte—
Se oyó un suspiro por parte de Lucy, en realidad ya no estaba enfadada, en un principio si lo había estado pero ya no.
—Es mi culpa, yo tuve la idea de escapar y no habrías aguantado al pendejo de Dylan—Dylan sintió deseos de matarla pero se contuvo y siguió escuchando a Lucy—Debí decir a Dylan y a Troy que queríamos ir a esa fiesta. Lo siento—
—No te disculpes, igualmente te habría seguido, a donde tu vayas, yo voy. Eres mi hermanita mayor—
Por sentido común, era obvio que se abrazaban, entonces los mellizos se dieron cuenta de lo mucho que se amaban las hermanas y que, a pesar de lo duras que son por fuera, por dentro eran todo lo que nunca creyeron que serían. Eran igual de unidas que ellos, cuando por fin se durmieron, Dylan, por primera vez pensó que Lucy no era tan mala como parecía ser. Quizás con el tiempo, la bronca entre ellos iría desapareciendo pero, por ahora, se conformó con encogerse de hombros e irse a dormir.
De camino a su habitación Dylan entendió el sentido de porque ambas hermanas llevaban las pulseras, significa el vínculo irrompible que tenían, así igual que les sucedía a ellos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top