Capítulo 4. Eren, cuenta la historia.
N/a: ¡Hola de nuevo! Solo pasó por aquí de nuevo para decir que van a comenzar a haber actualizaciones semanales de esta historia, pues es la primera historia que planeo terminar y después de eso me voy con "Estúpido Jaeger". Sin más, espero que este capítulo les guste.
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「Levi Ackerman」
Definitivamente el viaje en bote fue tan aterrador como me lo imagine, temblaba como gelatina sobre ese bote y eso era algo humillante, pero lo que era aún más humillante es que yo era el único paranoico que estaba usando un chaleco salvavidas. Ni siquiera la anciana estaba usando y aunque ella pensaba que no lo notaba sabia de sobra que ella me miraba como un bicho raro.
Ya no seré tan raro si este estúpido bote voltea y yo sea el único que sobreviva, anciana.
Mientras aun sentía la pesada mirada de la mujer, pude ver a lo lejos y en una isla una casa como la que salían en las películas. Muy grande y elegante, aunque más bien esa no era una casa, era una mansión. De no ser porque estaba sentado en el bote probablemente me hubiera caído hacia atrás de la sorpresa.
Al bajar ahora solo teníamos que pasar por un puente que era considerablemente mejor hecho que las horribles escaleras de hace un rato.
Junto a mi caminaba Eren con paso despreocupado mientras yo seguía batallando con las enormes maletas. Maldito el momento en que decidí traer tantas cosas para limpieza, pero no es mi culpa, nunca se sabe en qué tipo de lugar se va a dormir. Más vale prevenir que lamentar.
-Oye Eren, ¿Por qué nunca me dijiste que eras rico? -le pregunté mientras seguíamos caminando.
-Yo no soy rico, mis padres son ricos.
-Si claro, eso es lo que siempre dicen los que son ricos.
- ¿Si te decía que soy rico no me ibas a tratar como un pedazo de basura?
-Ha, ha. Muy gracioso.
- ¡Hey Eren! -gritaron desde el otro lado. Un hombre saludaba con mucho entusiasmo a Eren y este regreso el saludo aunque con algo de confusión.
- ¿Mamá? ¿Qué significa esto?
-¿Tiene algo de malo? Es solo una reunión de bienvenida. -se excusó la madre de Eren.
-Solo son 50 de nuestros familiares y amigos más cercanos -Interrumpió la anciana.
-jajá, grandioso... -mentí. No era grandioso para nada.
-Vamos camina, mi abuela es más rápida que tú. -me apuró Eren.
Todo en la dichosa fiesta era bueno, al parecer sí que esperaban contentos la llegada de Eren, pues todos le saludaban con una gran sonrisa y diciéndole cuanto lo habían extrañado. Todo esto se sentía tan extraño, era algo que yo jamás había recibido en mi vida.
En algún momento los saludos para Eren parecieron terminar y ambos quedamos algo solos para por fin poder hablar sobre algún plan.
-Bien, recuerda que deben pensar que estamos enamorados.
-¿Si? Tal vez sería más creíble si no odiaras a cada ser vivo en este planeta. -se burló Eren.
Entrecerré los ojos para mostrarle mi enojo, porque él sabía que eso no era totalmente cierto. Quizá.
-Hey, hola Eren -Bueno, los saludos aún no acababan- ¿Cómo estás?
- ¡Sasha! ¡Nicolo! ¡Que gusto! -saludó de vuelta Eren.
-Vaya hasta que por fin te das unas vacaciones, cuéntame ¿Cómo te va en tu trabajo? -preguntó el tal Nicolo.
- Trabajas como editor, ¿No es verdad? -preguntó ahora Sasha.-¿Y qué es lo que hace un editor?
-Algo más que solo rascarse el ombligo, supongo. -Una voz femenina interrumpió detrás de nosotros. Era una mujer con el pelo oscuro, ojos algo rasgados y una cicatriz en la mejilla derecha y la verdad era muy guapa. De toda la familia de Eren creo que a ella es la única que conozco, se llama Mikasa si no mal recuerdo. Sé quién es gracias a una foto que tenía Eren en su escritorio donde aparecía ella con cara de haber olido un pedo y junto a ellos estaba una chica rubia, creo.
-Hola, Mikasa.
-Eren no es editor, solo asistente. El editor es Rivaille.
-Es Levi. -le corregí pero en ese preciso momento solo recibí una mirada llena de odio total.
-Oh entonces Levi es...
-Su jefe, sí. Entonces cuéntanos Rivaille, ¿Qué se siente ser editor? ¿Qué es lo que hacen? -empiezo a creer que pronuncia mal mi nombre a propósito. Supongo que a los hermanos Jaeger les encanta joderme la existencia.
-Mikasa, ¿Podemos hablar a solas? -le dijo Eren y después desaparecieron. Dejándome en una muy incómoda situación junto con los otros dos desconocidos.
「Eren Jaeger」
-Que buena primera impresión, hermana. -le reproché a mi hermana por el anterior comportamiento frente a nuestros amigos y mi jefe.
- ¿Cómo esperas que reaccione? Traes a casa a ese hombre que hace algunos meses odiabas y ahora es ¿Tu novio? No pensé que fueras de ese tipo de personas que se acuestan con su jefe para subir de puesto. -Mikasa me miró con enojo y después suspiro pesadamente- No puede ser, y lo trajiste a casa con mamá. Parece ser tu boleto a ser editor.
-No Mikasa, no es ningún boleto. No entiendo cuál es tu problema con que esté saliendo con alguien. Ninguna de mis parejas te ha gustado, ¿Qué esperas? ¿Qué muera soltero? Además, para tu información, ese hombre es uno de los editores más respetados.
-Hace unos meses no pensabas igual -recalcó.
-Pues las personas cambian de opinión, además, ¿Adivina qué? Estamos comprometidos, me voy a casar con él te guste o no, hermanita.
Su cara después de aquello era digna de ser retratada. Antes de que pudiera decir algo me di la vuelta y me aleje de allí, preparado para lo que estaba a punto de hacer. Bueno, la verdad es que no lo estaba, pero de alguna forma debía de decirlo y este era el momento correcto.
「Levi Ackerman」
Ya había pasado un rato desde que perdí de vista a Eren, así que decidí dar una vuelta por algunos pasillos de la casa. Para mí no tanta sorpresa todos ellos estaban repletos de personas, supongo que eso era parte de tener una familia numerosa.
De repente, y de algún lado, un mesero de piel negra se paró frente a mí. Era algo muy raro ver un mesero pues cuando llegue no había visto a ninguno, hasta ahora.
- ¿Algún bocadillo? -preguntó el hombre. Llevaba una bandeja de plata con algunos bocadillos, en su mayoría eran de origen marino y no pude evitar hacer un gesto de disgusto, pues esos no eran de mis platillos favoritos, para ser totalmente sincero.
-No gracias. -me puse a buscar a Eren con la mirada pues ahora si comenzaba a sentirme solitario e incómodo por estar repleto de gente desconocida.
-Vamos, si tan solo los probaras. -tomó uno de los bocadillos y lo metió a mi boca. Al instante quise vomitar, era camarón.
- ¡Escuchen todos! ¡Tengo algo importante que decirles! ¡Levi y yo nos vamos a casar! -gritó Eren desde la sala de la casa.
Aquello fue tan repentino que me hizo escupir el horrible bocadillo sobre la camisa del hombre frente a mí.
- ¡Oh dios, lo siento mucho!
-No te preocupes de todos modos yo no lavo esto.
Me aleje disculpándome millones de veces para poder acercarme a otra vergonzosa escena: Eren yacía parado en el centro de la sala, con todas las miradas fijadas en él. Todos asombrados con la reciente noticia. Cuando todos se dieron cuenta de mi presencia ahora todos eso ojos fueron directos a mí. Mi cuerpo tembló un poco, y es que no estoy acostumbrado a recibir tanta atención.
- ¡Miren allí esta! -exclamó Eren.- Ven aquí cariño.
Con algo de pena me acerque a él y aún podía sentir todas las miradas sobre mi persona.
La madre de Eren mantenía la boca en una perfecta "o" y su abuela nos veía con la sonrisa más grande del mundo. Ésto ahora de verdad se me estaba haciendo una pésima idea. Pero ya era demasiado tarde como para arrepentirse.
Nadie dijo nada, más que puras felicitaciones y abrazos. Muchos comentarios sobre que el apellido Jaeger me quedaría muy bien y aquello solo me dio algo de nauseas. ¿Yo teniendo el apellido de Eren? ¿Para siempre? JA, eso si no.
Entonces, de entre la multitud salió una chica rubia. Algo bajita y de ojos azules se acercó a Eren con una enorme sonrisa.
Eren le vio y su rostro cambió totalmente al verle.
- ¿Armin? ¡Qué sorpresa!
-Hola Eren, tu madre quería que fuera sorpresa que yo estuviera aquí así que, ¡Sorpresa! -dijo él. Si, él. Al parecer era un chico, quien no dejaba de sonreír hacia Eren y por alguna razón su sonrisa me irritaba.- Felicitaciones, escuché que se van a casar. Al parecer me perdí la historia.
- ¿Qué historia? -preguntamos ambos.
-Pues la de la propuesta. Debió ser muy emocionante para ti, Levi.
- Ow, es verdad. Deberías de contarla Eren. -animó la madre de Eren.
-La pedida de un hombre habla mucho de carácter. -dijo ahora su abuela.
Ambos nos miramos con duda, sin saber que rayos decir. Todos de nuevo habían puesto la atención en nosotros y de nuevo empezamos a sentir presión. Al menos yo sí la sentía.
-Bueno, eso es una historia que a Levi le encanta contar. Vamos cielo, todo tuyo. -se excusó Jaeger. De verdad que quiero golpearlo.
Todos se centraron en mí y mis nervios aumentaron. ¿Qué rayos iba a decir? Miles de historias fueron y vinieron en mi cabeza pero ninguna era lo suficientemente increíble, hasta que una llego.
-Bueno pues Eren y yo... estábamos celebrando nuestro primer aniversario como pareja y yo sabía que él tenía planeado pedirme que me casara con él. Pero tenía muchos nervios y no se animaba a hacerlo, así que comencé a darle señales pero no me entendía, así que...
-No, -interrumpió Eren- Yo pude entender todas sus señales. Ya saben, este hombre es como un libro abierto.
-Bueno, -continúe- entonces en una caja de papel que el mismo hizo con un montón de fotos de el mismo pegadas a ella, con confeti hecho a mano puso dentro la más hermosa...
-Nada. -volvió a interrumpir- Sin argolla, dentro de esa caja había una dirección a un hotel. Ya saben, para hacerlo como todo un hombre.
-Aja, entonces fui a ese hotel. Entre lentamente y un hermoso camino de pétalos de rosas me llevaban a una cama repleta de rosas que formaban un corazón y entonces él...
-Le dije que se casara conmigo, me dijo que si y fin. ¿Qué hay de comer?
Jaeger, algún día me las vas a pagar.
-Ay qué lindo, fue muy romántico. Confeti hecho a mano... -suspiró ilusionada la madre de Eren.
-Lo sé, fue muy hermoso.
-Bueno, bueno. ¡Pues ahora que se den un beso! -gritó uno de los invitados. Seguido de él la mayoría de los invitados gritaban que nos diéramos un beso y eso me dio algo de asco.
Eren algo tímido tomo mi mano izquierda y la beso. Ambos esperamos que con eso estuvieran satisfechos pero no. No lo estaban.
- ¡En la boca! ¡No sean tímidos! -ambos nos miramos inseguros sobre hacerlo o no, pero ahora estábamos entre la espada y la pared. Estábamos obligados a hacerlo.
Eren me tomo con algo de fuerza por la cadera y rozo nuestros labios en un beso rápido. Pero los invitados tampoco estaban satisfechos con eso.
-¡Bésalo bien! -gritó la anciana- ¡Con lengua!
Ambos nos negamos pero no pudimos evitar reír por el comentario. Sin embargo, tuvimos que darnos el maldito beso. Eren se acercó un poco más lento a mí, me tomo del rostro y con gran lentitud junto nuestros labios. No hubo movimiento labial, mucho menos lengua. Pero no pude evitar darme cuenta que los labios de Eren estaban algo fríos pero que eran muy suaves.
De repente mis labios se movieron solos e intentaron seguir con el beso con algo más que solo quedarse quietos, pero Eren al darse cuenta de ello se alejó.
Los aplausos después de eso no se hicieron esperar y yo solo me preguntaba porque aquello no me había disgustado.
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