Capitulo 48
https://youtu.be/OfSgOvFyj_0
*Les regalo una canción por la demora *
Capítulo 48
Posible Occ- (Día 21) No lo entenderán
Se estaba volviendo cada vez más insostenible.
La sensación de estar constantemente mareada y con unas terribles ganas de vomitar. Dios era asqueroso, por eso odia las malditas pastillas sentía que la ponían peor de lo que ya estaba, casi río irónica, ¿podría haber algo peor que morir un poco todos los días?
En las últimas semanas se las había ingeniado para deshacerse de los putos medicamentos, fingía que los tomaba, pero en realidad los escondía debajo de la lengua y luego, a solas, los arrojaba en el fondo del retrete y aun así, el amargo sabor perduraba en su boca... quizás aquel asqueroso sabor era la culpa de estar mintiendo.
Bebió un vaso de agua completo y cepillo sus dientes, jadeo, llevando una de sus pequeñas manos a la frente, en estos días el dolor se tornaba punzante y casi insoportable, le tomaba más que un par de simples minutos recuperarse, pero luego de eso quedaba atontada, desorientada y se volvía muy torpe, como si todo su cuerpo no recordara como caminar o sujetar las cosas, a veces tenía miedo de llamar demasiado la atención y que la descubrieran, que alguien notara como sus manos temblaban como gelatinas, mientras que las piernas se volvían de papel.
–Resiste unos días más...– rogó mirando su reflejo en el espejo de baño, se recostó sobre el lavabo para mantenerse en equilibrio, la ataques de toz que estaba teniendo en estos días aparecía de la nada, por suerte siempre le sucedía cuando estaba a solas, cubrió la boca con la mano, mientras tocia tanto que estaba segura de que de un momento a otro se le iba a escapar un pulmón de nuevo... si, de nuevo.
Observo la pie de su palma manchada por varios hilos de sangre, frunció el ceño y abrió la canilla para limpiarse, no era la primera vez que pasaba esto, es más estaba segura de que en cada ocasión las pérdidas se volvían un poco más grandes, volvió a mirarse en el espejo.
Demonios tendría que hallar la manera de no verse tan pálida, si mal no recordaba tenia maquillaje para niñas en algún lugar de la habitación.
Bajo con cuidado de la pequeña escalera de madera que usaba para ponerse a la altura del espejo y fue directamente a revisar los cajones encontró las pinturas, coloreo de un tono rosa sus mejillas, mientras sonreía satisfecha de su obra, luego eligió una remera simple de color azul y unos pantalones oscuros para vestirse.
Bufo al encontrarse con aquellas manchas moradas otra vez, las toco con la yema de los dedos, a pesar de que lucían como feos golpes, no dolían, tan solo estaban ahí arruinando la palidez de su piel, tenía que sentirse agradecida porque estaban desapareciendo le preocupaba la idea de que el Dr. Kōga la pillara, entonces todo su esfuerzo por mantenerse oculta abría fracasado.
Ellos no entenderían sus razones, no escucharían motivos porque tan solo insistirían en mantenerla con vida a base de medicamentos y dolorosas quimios, estaba cansada de pasar por ello, sabía que tenía los días contados que muy pronto uno por unos sus órganos comenzarían a fallar.
Su padre siempre fue bueno guardando secretos, pero quizás debió poner aquellos estudios bajo llave su descuido llevo los documentos a manos de Rin... los doctores le habían dado una probabilidad de vida de dos meses y pesar de tener tan solo 10 años había vivido bien... viviendo en una buena casa con una hermosa familia, tenía un padre y una madre y muy pronto estos le darían un hermano, sonrió con tristeza, también probó todos los platillos que le gustaban, conoció el aire frió de Alaska y la nieve blanca, sintió el calor del verano bañar las costas de la playa... y aunque su estadía por la escuela fue breve conoció a muchas personas, aunque no hizo muchos amigos pero tenía el cariño de una mujer que hacia el papel de amiga y madre cada vez que la necesitara.
Negó lentamente, ponerse triste no solucionaría nada, así que arreglo las prendas con ayuda de sus manos y formando una sonrisa en los labios bajo para dar comienzo a un nuevo día.
...
Ella acaricio juguetonamente aquella perfecta y bien delineada hilera de cuadritos, haciendo que el demonio sonriera con los ojos cerrados, Aome se removió hasta quedar encima de él, cruzando los brazos por dejando de su mentón descanso con la mirada fija sobre las facciones del contrario, su cabellera azabache cayo por los lados, cosquillando la piel del youkai, quien lucía adormecido con la respiración tranquila.
Aome suspiro haciendo de sus labios un pequeño puchero–¿Qué voy hacer contigo?– murmuro levemente con aire pensativo, mientras analizaba cada facción de su rostro–Eres demasiado guapo...–se dijo así misma en otro suspiro, como si aquello significara un gran problema.
Sesshōmaru sonrió y aun sin mostrar los ojos se abrazó a su cintura, ella estaba siendo extrañamente celosa y un poco posesiva a causa de los cambios hormonales, no podía negar que la idea de hacerla enojar le parecía divertido ella se volvía misteriosamente bonita cuando estaba molesta, pero también se tornaba aterradora con su ceño dolorosamente fruncido, debía comportarse o el castigo de abstinencia sería más largo de lo esperado.
–Te preocupas demasiado...–él dijo deslizando suavemente las manos por la piel de su espalda, Aome suspiro cerrando los ojos disfrutando la calidez del tacto–No existe ninguna mujer que pueda interesarme a parte de ti–confeso, la morena mordió sus labios para no chillar de la emoción y oculto el rostro entre sus brazos, Sesshōmaru llevo una mano directamente a la cabellera, deslizando los dedos entre los cientos de hilos azabaches–Aome...–susurro y la morena se removió acalorada.
Contuvo las ansias de gritar y ponerse a chillar como una niña emocionada, porque tan solo ellos conocían el significado que había detrás de aquel nombre "Te Amo"
–También yo...–su respuesta fue más un balbuceo, estaba tan apenada que no se atrevió a levantar el rostro, Sesshōmaru se sintió bien con eso le gustaba cada reacción que nacía en ella, cada gesto humano que lograba arrancarle, lo complacía se llenaba con la seguridad de que, tal vez, ningún otro lo lograra.
Sonrió ligeramente, estaba a punto de abrazarla pero la vibración del celular a un costado de la cama detuvo todo movimiento, miro extrañado el contacto resplandeciendo en la pantalla del celular y por la hora en la que llamaba debía ser importante– ¿Hola Sesshōmaru?–pregunto la voz de un hombre al otro lado.
–Hn–fue su escueta respuesta, sintió a la mujer moverse.
Lo escucho aclararse la garganta–Llamo para avisarte que estaré por ahí en la tarde, tengo noticias de Tenseiga que deseo darte en persona–comento con cierto tono de felicidad, quizás estaba sonriendo al otro lado de la línea.
Frunció ligeramente el ceño, llevaba meses sin tener noticias de él–De acuerdo–respondió, por dentro tenia gran curiosidad por escuchar lo que tenía para decirle, cuando corto la mirada curiosa de Aome se posó sobre el
–¿Quién era?–pregunto trazando una línea imaginaria sobre uno de sus pectorales.
El demonio suspiro bajando los ojos hacia ella–El investigador al parecer encontró información sobre el paradero de la espada, vendrá mañana–informo dejando el móvil sobre una mesilla cercana, para continuar acariciando la escurridiza cabellera azabache, los mechones se deslizaron a través de sus dedos la sensación era tan estimulante y relajante que Aome cerró los ojos soltando un suspiro.
El rostro de la morena se tiño de paz, mientras lentamente una ligera sonrisa se apoderaba de sus labios–Eso es maravilloso, estoy segura de que pronto podrás recuperarla–ella dijo las palabras con suavidad, el no respondió permaneció con la mirada fija en algún punto del techo, no iba a adelantarse, no la primera vez que traían noticias de su espada en más de una acción se llenó de esperanza, haciéndole creer que muy pronto tendría la cura de Rin en sus manos, sin embargo, al final solo eran eso rumores o pistas falsas, un ciclo interminable de idas y vueltas alrededor del mundo en busca de algo que, quizás, ya se había convertido en polvo -suspiro-aun confiaba en las capacidades de Miroku.
Nuevamente el celular comenzó a vibrar, echo un suspiro antes de responder.
–Buenos días Sr. Taisho solo llamo para recordarle que mañana retomare el tratamiento con Rin y que llevare una de mis enfermeras para que este a su cuidado–era Kōga
–Sí, lo recuerdo–Sesshōmaru dijo con calma
–Perfecto hasta mañana–respondió rápidamente el médico y colgó.
–¿El Dr. Kōga?–cuestiono la morena con una ligera sonrisa, el demonio tan solo asintió–Rin se pondrá muy feliz de verlo...
Sesshōmaru volteo el rostro aun lado–¿Solo ella?–la morena movió las meneo las pestañas hacia él, contuvo la risa al notar como sus cejas estaban fruncidas y la piel de su rostro tensa.
Ella puso su mejor cara de dicha–También estoy feliz–en cuanto el escucho su respuesta la miro por breves segundos a la cara, lucia mucho más serio que lo acostumbrado, Aome sabia que estaba enfadado y el que el volviera a esquivar su mirada solo la llevo a reír a carcajadas, y enderezándose termino sentada a hurtadillas sobre el estómago del demonio–Nuevamente estas celoso...–afirmo divertida, el respondió con un bufido sonando ofendido.
–Ya te he dicho los celos son para inseguros–aseguro mostrando seriedad. Esas cejas se veían dolorosas.
Aome tomo su rostro con ambas manos y lo obligo a mirarla, una vez que lo obtuvo acerco sus bocas para unirlas en un corto pero dulce beso–Mi corazón, mi cuerpo y mi vida te pertenecen...–haciendo uso de palabras dulces para convencerlo.
Sesshōmaru maldijo a todo lo que conocía, ¿Por qué tenía que ser tan hermosa? ¿Cómo lograba que se olvidara de un enfado fingido tan rápidamente?-carraspeo–Necesitaras más que eso para convencerme.
–¿Mas?–Aome repitió pensativa, el solo asintió, entonces ella comenzó a mover las caderas lentamente y de una forma muy sugestiva.
Una fina ceja se arqueo acompañada de una sonrisa ladina.–¿Qué tratas de hacer?–el youkai pegunto pero Aome solo sonrió con picardía, no le tomo mucho tiempo despertar a la bestia, y no hablo de Yako.
La morena rió–La abstinencia termino...–respondió de forma coqueta, levantando lentamente su vestido de dormir.
El youkai agradeció a los cielos, contemplo el cuerpo desnudo de su mujer sobre el suyo, meciéndose de una manera estimulante ye sensual, que lograba calentarle cada gota de sangre, ansioso giro con ella en brazos dejándola de esta forma recostada sobre la cama, la cabellera azabache se esparció sobre la fina sabana, Aome se modio ansiosa el labio inferior, mientras sus mejillas se encendían y se le cristalizaban los ojos.
Los pantalones del demonio abandonaron rápidamente su cuerpo hasta dejarlo completamente desnudo, no necesito preparación para meterse dentro de ella, ya que estaba estaba lo suficientemente lubricada y deseosa de sentirlo, la humedad entre sus piernas era una clara muestra de que al igual que él, también estuvo esperando este momento.
La dureza de su miembro ingreso de una estocada, no fue lo suficientemente brusco porque sabía que tenía que cuidar de ella, pero tampoco fue dulce, porque ninguno de los dos deseaba eso, tan solo querían fundirse en la piel del contrario y sellar cada ápice de espacio entre sus cuerpo; el demonio se movió de arriba hacia abajo, el vaivén era constante y firme, escuchar los jadeos que la morena soltaba muy cerca de su oído le erizaba la piel, la sostuvo entre sus brazos y beso su boca, invadiendo con la lengua lo profundo de su garganta y tras soltar un gruñido lleno su interior.
Aome se dejó caer sobre su pecho, tenía una radiante sonrisa pintada en la cara–Extrañaba esto...
Él sonrió–¿De nuevo?–cuestiono con cierta perversidad.
Ella negó suavemente–Debo preparar el desayuno, recuerda que el día de hoy la llevaremos a Rin al parque–respondió, para seguidamente salir de la cama con aura perezosa–Tomare una ducha primero.
...
Rin vio a su señor sentado en el extremo de la mesa tomando sin prisa alguna su café matutino, mientras ojeaba el diario con el semblante relajado, en las últimas semanas se mostraba feliz a su manera, sin ser muy obvio pero tampoco frió, ahora él sonreía más a menudo y parecía que disfrutaba el simple hecho de estar vivo, esto no significaba que con ella a solas fuer un hombre serio o amargado, claro que no, también era feliz, pero Rin siempre pensó que en la vida del demonio hacía falta algo más y quien fuera a imaginar que ese algo que faltaba fuera la señorita Aome, a quien siempre, desde el día en que la conoció, deseo ser una persona cercana a ella y en algún momento, no iba a negarlo, también deseo que fuera su madre.
La morena sintió la mirada de la niña sobre ella, esta al ser descubierta sonrió abiertamente, Aome la imito–¿Esta lista para ir al parque?
Rin asintió.
Continuara...
*Jelouda, he regresado*
*tratare de no demorar con el siguiente capitulo, aun tenemos fanfic para rato a penas vamos por la mitad de la historia, así que o se preocupen que no pienso dejarla, y tampoco a las demás que tengo publicadas, solo les pido un poco de paciencia hasta que retome el hilo de varias, que por una cosa y otra las he descuidado, pero no abandonado*
*Sin mas espero que les guste la actualización, si es así me lo dicen en un comentario, dejar una estrella también si les parece*
Nos estamos viendo muy pronto.
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