Capítulo 47
Posible Occ
Capítulo 47
Jugar con fuego (Nuevo mes- tres días después- día 15)
Aome estaba recostada sobre aquella ya familiar cama de hospital, suspiro mirando de reojo al médico que examinaba la información que brindaba la computadora a su lado, había intentado por todas las formas convencerlos de que estaba bien, pero tanto los médicos como el propi demonio no estaban convencidos de darle el alta, por lo que había entendido, necesitaba quedarse una semana más en el hospital, ya que la herida en su cabeza necesitaba ser tratada para que sanara perfectamente, una infección o un dolor fuera de lugar podría significar un gran problema.
–Esta noche continuará en observación recuerde que el golpe que recibió fue grave, debemos descartar cualquier anomalía–comento el medico sintiendo la ansiedad en el rostro de la mujer.
Aome hizo de sus labios una línea suspiro con desanimo–¿Pero cuando podre irme Doctor?
–Si no presenta problemas, quizás en cincos días–respondió este llenando una fórmula que luego se la entregó a la morena para que firmara.
–Cinco días...–repitió casi maldiciendo por dentro.
–No se desanime, recuerde que no está sola–agrego este guiñándole un ojo–Las buenas compañías hacen que el tiempo vuele–aseguro cogiendo los documentos de regreso.
Aome sonrió, volteando la mirada hacia un sillón en el costado de la habitación en este se encontraba Sesshōmaru recostado con los ojos cerrados, parecía estar profundamente dormido y no lo culpaba, los doctores habían dicho que paso varios días en vela preocupado por ella.
El hombre se retiró, la morena concentro todo su interés en el aspecto del demonio su cabello plateado estaba alborotado, varios mechones disparejos caían como una cortina sobre su frente, se percató de que sus pestañas eran oscuras largas y arqueadas iban perfectas con las marcas magentas en sus mejillas.
–"¿Podría existir alguien más apuesto?"–la morena se cuestionó mentalmente, dudaba que eso fuera posible o quizás el hecho de estar perdidamente enamorada de ese demonio hacia que ningún otro ser sobre la tierra fuera igual o incluso mucho más guapo–Por eso dicen que el amor es ciego...–se dijo en un murmullo, mi8entras una diminuto sonrisa le colaba los labios, acaricio la superficie de su vientre ligeramente abultada–Seguro serás igual de apuesto–razono con seguridad, mientras que en el interior de su cabeza se formaba la imagen de un hermoso bebe con el cabello plata y los ojos dorados–También tendrás orejitas...–agregó con duda, ladeo el rostro hacia el youkai, de pronto los recuerdos de Inuyasha siendo rechazado por su hermano llegaron.
–"Jamás me ha querido, ese maldito no es mi hermano, me rechaza por ser un hibrido no lo dice pero sé que piensa que no soy digno de llevar la sangre de un Taisho"–
El semblante que tenía aquel día el joven mitad bestia fue desgarrador, aunque sus palabras solo demostraban resentimiento, Aome podía sentir su dolor por más que intentara ocultarlo.
Agito la cabeza en negación ¿Qué trataba de hacer? ¿Sembrar dudas? ¿Porque estaba dudando?... cuándo el había dejado en claro varias veces que la quería y cuando se enteró del embarazo no había dicho nada mezquino al respecto; Dio una onda respiración y alejo todo pensamiento negativo de su mente, cerro los ojos e intento dormir.
...
Los dos días pasaron rápidamente los médicos estaban asombrados por la pronta recuperación de la joven, sin duda estaban convencidos que un milagro había pasado en esa habitación, ya que muchos dieron por perdida toda esperaba en que saliera algún día del coma tan profundo en el que se encontraba.
Sesshōmaru miro silenciosamente al hombre, este se inclinó y aclaro incómodamente la garganta–Suplico perdón...–este dijo, pero el demonio no respondió, el seguía con aquel penumbroso silencio que erizaba la piel hasta calar el hueso.
La morena miro sin comprender la escena, parpadeo repetitivamente–¿Qué sucede?–cuestiono en un susurro, sentada en la cama.
El hombre miro de reojo a la confundida joven–Ser médico es lo único que tengo para mantener a mi familia, Señor Taisho...
Aome abrió los ojos con sorpresa, cuando lo vio arrodillarse a los pies de la cama, miro interrogante al youkai que seguía con su semblante indiferente a la situación, al contrario de ella que no entendía ni un poco de lo que estaba pasando.
–¿Por qué-
–Perdóneme, pensé que era la mejor solución–la interrumpió, Aome dejó escapar un jadeo estupefacta–Yo sugerí matarlos–confeso.
La morena no fue capaz de emitir sonido alguno, quedo en silencio procesando lo que estaba pasando.
Sesshomaru estrecho los ojos–Largo–siseo la filosa voz, el médico le dedico una última mirada suplicante a la joven morena antes de erguirse y salir de la habitación.
–Pedí su cabeza
–¿A qué te refieres con "pedí su cabeza"?–ella pregunto con cierta perspicacia.
El ni si quiera la miro–Me encargare personalmente–respondió con una ligera y sombría sonrisa, repentinamente en la imaginación de Aome una cabeza rodo ensangrentada hasta tocar sus pies.
Lo miro aterrada–¡Sesshōmaru!–lo llamo con preocupación–No quiero que lo lastimes, el pobre hombre solo estaba haciendo lo que creía correcto–apoyo en un susurro–en cierta forma él lo sabía y tampoco se sorprendió por la respuesta de su mujer, solo que necesitaba hacerle temer un poco por la osadía de sugerir semejante blasfemia.
–Puedo torturarlo un poco–sugirió, la morena negó rápidamente y el bufo, mirándola con resignación–Eres aburrida lo sabias.
Ella resoplo inflando las mejillas–Tu concepto de diversión es muy diferente a la mía–se defendió frunciendo las cejas.
El casi rodo los ojos–En mis tiempo cortar cabezas era mi pasatiempo favorito
Aome parpadeo varias veces descolocada–¿Cortaste muchas?–cuestiono con inocencia.
El sonrió–Si, en especial cabezas de mikos ruidosas.
Ella bufo–¡Yo no soy ruidosa!–chillo en voz alta.
Sesshōmaru contuvo la risa–¿Estas segura?–cuestionó y ella no respondió, pero si le dedico una fierra mirada con intenciones de amedrentarlo, luego se inclinó sobre ella y llevando los labios al oído susurro–Primero las torturaba.
Ella lo empujo lejos de su cuerpo ¿Por qué imaginaba cosas candentes justo ahora? Malditas hormonas, maldita sea la voz sexi del youkai, pero no iba a dejarlo tan fácil.
Ella también tenía sus trucos–Tengo mis propios métodos de tortura–aseguro sonriendo con malicia.
El arqueo una fina ceja–¿En verdad?–pregunto con burla, no había forma de que esta mujer pudiera torturarlo.
Ella asintió cruzando los brazos por encima de su pecho–¿Cuánto durara mi embarazo?–interrogo cambiando radicalmente el tema de conversación.
Esto aumento la confianza en el demonio, no había nada que ella pudiera hacer–Tres meses más aproximadamente–respondió con serenidad, la sonrisa maliciosa en Aome aumento de tamaño– ¿Porque?
–No tendremos sexo hasta que nuestro bebe nazca–respondió está dejando en estado de shock al gran y muy temible demonio, Aome rio internamente, podría imaginarse así misma rodando por el suelo muriendo de la risa, el rostro incrédulo del hombre era todo un poema. Entonces, ella lo tomo de la camisa empujándolo contra si, sonrió muy acerca del oído contrario–Este es mi método de tortura–susurro erizando la piel del youkai, quien gruño molesto con su traicionero cuerpo, quien reaccionaba sin objeción alguna a la simple cercanía de la joven.
La erección del Sesshōmaru palpito bajo la tela de sus pantalones, Aome sonrió satisfecha y dejándolo libre, fingió un bostezo, seguidamente se dio la vuelta y se acostó dándole la espalda.
Sesshōmaru aún estaba en estado de shock. ¿Lo decía enserio?
Aprendería a no jugar con fuego.
...
(Día 20)
Un auto los esperaba en la entrada del hospital para llevarlos de regreso a la cabaña, pasarían este último día en Alaska para regresar n horas de la mañana a la ciudad de Japón, Aome hubiera preferido quedarse más días para que rin se llevara un buen recuerdo del lugar, pero la empresa de Sesshōmaru pedía su presencia con urgencia, había descuidado los negocios y por esa razón varios tratos con otras compañías, se perdieron, Bankotsu había echo todo lo que estuvo en sus manos, pero no fue suficiente, al final termino por pedirle al demonio que regresara, petición que este rechazo repetidas veces y de muy mal humor, sin embargo, fue la morena quien termino por convencerlo.
En cuanto a la pequeña Rin, la dulce niña no tuvo ningún problema con respecto a lo sugerido, ella había expresado claramente que, ya había disfrutado lo suficiente de la nieve, que lo más importante ahora era regresar a su hogar...
Cuando llegaron a la cabaña y luego de saludar a las pocas personas que esperaban ansiosas su llegada, la morena pidió a la anciana que preparara tazas de chocolate caliente y algunos malvaviscos azucarados, pues llevaba varios días deseando probar algo dulce.
Por otra parte Sesshomaru había preparado un baño para relajar la hermosa figura de su sacerdotisa, por supuesto que él iba a acompañarla en todo momento, ya saben por si ocurría algo.
No es que el tuviera unas ganas incontrolables por verla desnuda. Claro que no.
La morena sonrió con diversión mientras ingresaba una pierna dentro de la enorme tina, lo cierto era que después de decirle que por varios meses no tendrían relaciones, ella se había arrepentido de inmediato, pero quería hacer sufrir un poco a este demonio arrogante.
¿Quién de los dos caería primero? Estaba claro que ella, sus hormonas estaban a punto de colapsar. Rio ante su propia tontería, cayendo en su trampa, se imaginó las manos del demonio acariciando sus senos, mientras que con gran experiencia su lengua húmeda recorría las profundidades de su boca, con sus caderas moviéndose al compás, sudorosos y calientes.
–¿En que estabas pensando pervertida?
–E-en nada–respondió está bajando la mirada, para ocultar la vergüenza tras su abundante flequillo. Seguramente el aroma a excitación la había delato.
Le regalo una sonrisa ladina, antes de moverse a su espalda e inclinarse hacia el lóbulo de su oreja y susurrar–Aunque muera por follarte no me aprovechare de ti–su cálido aliento choco con la piel de Aome, ella sonrió y un escalofrío le recorrió toda la espina dorsal, Sesshōmaru la envolvió entre sus brazos, dejándola descansar sobre su pecho y aunque no pudiera verla sabía que estaría avergonzada y sonriendo.
Los dedos del demonio se movieron por debajo del agua acariciando el vientre de Aome, ella sonrió y cerró los ojos, dejo caer la cabeza a un lado él aprovecho esto para dejar pequeñas marcas de besos sobre la piel lechosa.
–¿Qué crees que sea?–cuestiono ella suspirando, Sesshōmaru no detuvo su acto de acariciarla pero su rostro se volvió pensativo.
–Niño–respondió luego este con seguridad en la palabra.
Aome sonrió y asintió–Yo creo que será una niña...–el no respondió de inmediato.
Se fundieron en un emotivo silencio, donde tan solo sus respiraciones y el agua meciéndose podía oírse–¿Instinto?–cuestiono, Aome meció la cabeza en afirmación.
La morena carraspeo acomodándose la garganta, mientras se encogía a un más sobre su pecho el aire en el cuarto de baño se tornó preocupado y triste, el aroma de ella la delataba–¿Será... un híbrido?–interrogo insegura, pero su miedo venia por otro lado.
–Si–él dijo.
Ella paso saliva–¿Te- te molesta?
Sesshōmaru tomo un mechón de su cabellera azabache entre sus dedos y la guio hasta la punta de su nariz–Nada que venga de ti podría hacerlo–el cuerpo de la mujer se relajó, casi podía imaginarla sonriendo–Nada de lo que hagas podría molestarme.
Ella volteo el rostro para ver sus dorados ojos sonriendo con picardía–¿Acabas de confesarte?–pregunto y levanto una fina ceja.
El demonio chasqueo la lengua, volteando su rostro ocultando la vergüenza que duro tan solo un segundo, finalmente la mira con su mejor cara seria–No digas tonterías–susurro y ella soltó una risilla.
Aome se acomodó de tal forma que quedaron frente a frente–Podrías solo decirme que me amas–aconsejo rodeando el cuello del demonio con los brazos, sin dejar ni un segundo de reír divertida mientras él, la tomaba de las caderas pegándola a su cuerpo.
Entonces el demonio quedo en silencio mientras la miraba fijamente, Aome ceso su risa ante su gesto serio, sin embargo, ella podía jurar que estaba relajado no había rastros de molestia o incomodidad en aquellos pozos de oro fundido.
–Lo are–él dijo y ella abrió ambos ojos con sorpresa e incredibilidad ¿Estaba hablando enserio?–Voy a decirlo...
No estaba bromeando, los labios de la morena temblaron y sus ojos brillaron de expectación e ilusión. Verdaderamente había cambiado ¿Lo estaba haciendo por ella? ¿Se estaba forzando a hacer algo que no era propio en él?... Pero Inuyasha le había dicho "Te amo" tantas veces, que al final resultó ser una catástrofe, pero con Sesshōmaru estaba bien así a ella le atraía su personalidad de cabroncete, le gustaba tal y como era.
–¡No espera!–alzo la voz cubriendo con ambas manos la bosa del Youkai e impedir que de estos salieran esas palabras. Si él le decía eso, probablemente se desmayaría de la emoción.
Los ojos de Aome titilaron, cuando el cogió sus manos pequeñas entre las suyas que eran grandes y fuertes–¿Por qué?–Pregunto extrañado.
Aome se muerde el labio y libera una de sus manos para colocarlas sobre su propio pecho, su rostro se tiñe de un claro color rosa–Mi- mi corazón no lo resistirá–la escucho murmurar con la cabeza hacia abajo–Te amo Sesshōmaru, me aterra pensar que puedas decirme lo mismo y después arrepentirte...
Finalizo con cierta tristeza, el demonio dejó caer una de sus manos sobre la cabellera azabache, logrando que esta levantara la vista, tenía la mirada acuosa, el sonrió y el corazón de Aome dio un brinco "¿Arrepentirme? Cuando te espere tantos años" le dijo mentalmente–Eso no sucederá–expreso con seguridad el demonio.
Aome asintió y una sonrisa se coló en sus labios antes de volver a recostarse sobre su pecho acomodando su rostro entre los firmes pectorales del Inu, trazando una A imaginaria con la yema de un dedo–Aome–la llamo y esta se detuvo de inmediato.
Alzando la vista con el rostro pintado de sorpresa, la morena miro el tranquilo gesto del demonio–¿Cómo me dijiste?–cuestiono incrédula, tal vez sus oídos le habían hecho una mala jugada.
–La "A" es de Aome...–lo escucho decir y tan solo pudo asentir, si saber realmente que decir, de repente ella se había percatado de un pequeño detalle, Sesshōmaru la vio con suma curiosidad al instante en que su aroma había cambiado–¿Qué sucede?
La azabache parpadeo varias veces antes de dar una respuesta–Creo que es la primera vez que me llamas por mi nombre...–comento dudosa–Siempre me dices Miko o Mujer, pero no recuerdo haberte escuchado decir mi nombre antes–agrego mordiendo su labio inferior con un poco de vergüenza.
El pareció meditarlo por unos segundos antes de volver a abrir la boca–Esa será la clave
La mujer analizo las palaras con duda–¿Qué tratas de decir...?–frunció las cejas.
El tomo aquel pequeño rostro entre las palmas de sus manos para mirarla fijamente y decirle–Cada vez que quieras oír aquella palabra, te diré Aome–la escucho jadear y podía jurar que había perdido el habla, acerco sus labios lentamente hacia los contrarios, para unirlos en un corto beso, mientras sentía como los brazos de la mujer rodeaban su nuca, Sesshōmaru la acaricio hasta llegar a la cintura y la apretó contra sí.
–Sessh...–la mujer susurro el nombre casi inaudible, el cálido aire de sus respiraciones se acariciaron.
El demonio negó suavemente ladeando una ladina sonrisa–Tres meses recuerda– respondió en tono bajo adivinando las intenciones de la joven miko.
Esta por su parte hizo un puchero frunciendo los labios de una graciosa manera, mientras sus cejas se curvaban con desilusión–Pero... esta bien–ella balbuceo sonando malhumorada.
Sesshōmaru suspiro, a punto de caer por sus encantos–Quiero hacer lo correcto.
Ella frunció los labios, entendiendo el mensaje–Pero no quiero que seas suave–respondió sin pensarlo.
El rio arqueando una ceja–¿No?–cuestiono con cierta pizca de picardía.
Aome desapercibiendo el tono respondió inmediatamente–No, solo quiero que me des duro–y ante el rostro divertido del demonio y significado de sus palabras se ruborizo profundamente.
–Pequeña Hentai, con esa boca comes.
La morena vio su oportunidad para jugar, mordió su labio inferior y mirándolo retadoramente dice–Quiero comerme algo ahora–le insinúa bajando la mirada hacia su entrepierna, donde podía sentir perfectamente el miembro del youkai.
El demonio gira el rostro aun lado–Baka–responde, queriendo sonar indiferente, aunque por dentro estaba más caliente que una antorcha.
¿Quién esta avergonzado ahora?
...
Finalmente después del baño estaban las dos jóvenes sentadas frente a una acogedora chimenea y en la comodidad de un sillón disfrutaron de una gran taza de chocolate caliente, con gran variedad en malvaviscos y dulces. Sesshōmaru también se encontraba ahí, pero al contrario de ellas, el leía en silencio.
–Mañana regresaremos a casa ¿Qué te gustaría hacer?–pregunto la joven sacerdotisa, con su interés sobre la niña.
Rin puso una mirada pensativa–Podemos ir al parque de diversiones–sugirió con cierta duda.
Aome sonrió–Es una gran idea–aseguro cruzando los brazos–Un poco de aire no me ara daño–agrego sonriendo hacia el demonio, quien no tuvo más alterativa que asentir, conocía la tenacidad de la mujer más que bien.
–¿Quieres que duerma contigo hoy?–cuestiono la miko ilusionada.
Rin negó repetidas veces–No señorita, no es necesario–se apresuró a decir–ganándose una extraña mirada por parte de ambos adultos, pues ella jamás había negado una invitación de la morena, Rin noto la sospecha de inmediato–A puesto a que extraño mucho al señor Sesshōmaru y estoy segura de que el también a usted, por eso no se preocupe y duerman juntos hoy, mañana haremos una pijama–tantas palabras lograron marear a la joven azabache quien se sintió feliz de saber que aún le tenía el mismo aprecio y preocupación hacia ella.
–Está bien...–Aome dijo dedicándole una sonrisa
Sesshōmaru siguió examinándola en silencio.
Rin le sonrió.
Continuara..
*Después de más de un mes, por fin pude traerles un nuevo capítulo*
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top