Capitulo 37
Capítulo 37
Todo está bien (Día 26)
¿Debería advertirle a su viejo amigo sobre lo que vio?
Bankotsu se cuestionaba internamente.
Sonrió, si se lo decía no sería divertido y él amaba la diversión. Además era tiempo de que el youkai aprendiera una lección.
– ¿Podrías quitar esa cara de idiota?–la voz gélida de un hombre al frente, atrajo su atención.
Bankotsu se reclina sobre su asiento, mirando fijamente a Sesshōmaru y sonrió–Quizás.
El contrario decidió ignorarlo, para centrarse en el documento que le fue entregado minutos antes, de vez en cuando una mueca de preocupación le surcaba el rostro, por otra parte el moreno también había dejado las tonterías a parte para atender los negocios.
–Siga–respondió sin levantar la vista, a quien llamaba a la puerta, con su agudo olfato podía saber de quien se trataba.
Una mujer pelirroja y de ojos esmeralda se acercó–Su agenda de hoy señor.
–Cancéla–la joven abrió los ojos con sorpresa, se quedó quieta sin saber que decir exactamente.
Incluso Bankotsu estaba congelado, ya que eran pocas las ocasiones en las que Sesshōmaru estaba en las oficinas, todo el personal sabía que trabajaba la mayor parte del tiempo desde la comodidad de su hogar, pero generalmente cuando lo hacía, no se marchaba sin terminar con todos y cada uno de sus asuntos. Por ello, cada vez que cancelaba una reunión a más de uno le extrañaba.
–Ayame– Bankotsu dijo y la mujer regreso en sí–Sírvanos un trago, yo quiero un Ron con hielo.
–Sí, señor–observo esperando una respuesta o una especificación concreta.
–Un Whisky seco–azuzo el Inu.
La joven rápidamente cumplió la orden y se retiró para darles privacidad.
–Te noto intranquilo...–comento el moreno con pausa, Sesshōmaru lo observo de soslayo antes de dejar el papel sobre la mesa, y coger el vaso para beber el contenido de una sola vez.
–Lo estoy.
Bankotsu lo observo con sorpresa– ¿A qué se debe?–y de repente algo hizo clic dentro de su cabeza– No me digas nada se trata de Aome–agrego con seguridad, Sesshōmaru asintió, en ese instante el moreno se inclinó hacia delante, estrecho los ojos sobre la figura de su amigo–¿la embarazaste?
El Inu le dio debido una gélida mirada, tanto que el moreno volvió a su lugar. No hacían falta las palabras, aquello significaba una negativa rotunda.
–Entonces...–siguió con cuidado–Es sobre ¿La marca?–ente esta pregunta no hubo reacción, para el moreno eso significaba un sí.
–Oh.
...
–Te ves bien–Saludo Kōga.
Aome giro sobre sus talones y le sonríe–Gracias.
Este camina hacia ella a y le da una ligera mirada–Parece que ha resultado bien entre tú y el–comento con cierto aire divertido, sacándole un sonrojo a la morena quien se cruza de brazos de manera indignada.
– ¿Qué tratas de decir?
El moreno ríe y se encoge de hombros–Te vez feliz, a eso me refiero–admite al fin.
–Gracias de nuevo–ella dice y el asiente.
–Bien. Tengo que hacer mi trabajo ¿Dónde está esa diablilla?–cuestiona divertido
Aome señala escaleras arriba–Ha pasado el día en su habitación.
Kōga hace de sus labios una mueca– ¿Todo el día?–Inquiere y Aome asiente– ¿la has visto?
–Sí, cuando le lleve su desayuno en la mañana–respondió la morena quien comenzaba a preocuparse por la actitud del joven médico. Kōga comienza a subir por las escaleras– ¿Pasa algo malo?–cuestiona siguiendo sus pasos.
–Puede que nada...–al llegar a la habitación golpea la puerta pero al no recibir respuesta llama una vez más– ¡Rin!
Pero Aome no espero a que alguien respondiera, ella simplemente abrió la puerta e ingreso rápidamente ala recamara de la niña– ¿Dónde estás Rin?–llamo desesperada.
–A- aquí–respondió esta también alzando la vos– En el baño–escucho los pasos apresurados de la morena al otro lado de la puerta.
– ¿Qué sucede?–pregunto Aome colocando la oreja sobre la madera– ¿Te encuentras bien?–sonaba angustiaba.
–S-Si–la niña dijo y lo siguiente que se hoyo fue el sonido del retrete, seguidamente la llave del lavabo fue abierta–E-estoy bien señorita–podía oírse el sonido del agua al correr–No tiene de que preocuparse–luego de decir eso el agua seso y puerta se abrió, Rin sonríe abiertamente hacia ella.
La morena analizo la imagen de la pequeña en silencio, quizás había un poco de cansancio reflejado en su rostro, pero la enfermedad de Rin siempre le hacía ver cansada. Aome acaricio su rostro y sonrió–Me preocupaste...–le susurró.
–Ah, hola Dr. Kōga–saludo de repente, percatándose de este.
Él parecía al igual que Aome, muy interesado en estudiarla desde la distancia–Hola ¿Cómo te sientes hoy?–finalmente saludo dedicándole una sonrisa.
–Muy bien.
Todo está bien.
...
En que estaba pensando cuando le contó sobre sus asuntos personales a Bankotsu, ahora las bromas serian insufribles.
Bankotsu río–Una cita–repitió divertido, Sesshōmaru hizo una nota mental de no darle tanta información sobre sus asuntos–Deberías llamar a Miroku, es el mejor en estos casos del corazón–bromeo finalmente.
–"El humano es mi amigo, no comida"
–Hn. Cállate
Bankotsu río.
Continuara...
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