Capítulo 31
Capítulo 31.
¿Que somos?
Advertencia: este capítulo o todo el fic en general tiene contenido sexual leve, si no te gusta abstente de leer, evita el disgusto de comentar inapropiadamente... y vete a la parte final del capítulo.
Pero si te quedas...
Sesshōmaru la cargo hasta llegar a lo que parecía ser una pequeña cabaña en el medio de un bosque frondoso, que era tan solo iluminado por las estrellas y la gran luna en el firmamento.
Descendieron y el aroma a pino lleno los pulmones de la joven– ¿Es tuya?–ella dijo.
–Hn. Aquí vengo cuando necesito pensar–fue directamente su respuesta. Aome lo observo con sorpresa, a pesar del tiempo que llevaban viviendo juntos ella conocía muy poco la vida y costumbres del demonio, sin embargo, con cada día que pasaba él comenzaba a ser más abierto con ella y eso la llenaba de felicidad, porque Aome quería saber todo sobre él.
Ella sonrió de repente y Sesshōmaru la imito, la mano de Aome se movió con suavidad rozando la piel del contrario, quien se estremeció en el momento exacto en que los dedos de la miko tocaron las líneas de su rostro.
Los brazos del demonio se apretaron alrededor de la pequeña cintura, mientras que su boca ansiosa se aventuraba a poseer los labios contrarios, aquel beso fue diferente, porque marcaba el inicio de algo nuevo para ambos, pero especialmente para él.
El rostro del youkai se ladeaba de un lado al otro profundizando el contacto entre sus bocas, quitándole no solo el aliento a la mujer entre sus brazos, sino que también le arrebataba más de un suspiro de excitación.
Aome podía sentir, la erección de Sesshōmaru a través de la tela, aquella la complacía saber que podía poner en ese estado al demonio más sexy y temido de la tierra, llenaba su orgullo de mujer.
Ella se dejó alzar y guiar al interior de la cabaña, sin cortar el beso ni un solo segundo, supo que estaban en el interior, cuando su espalda toco la blanda superficie de algún colchón y Sesshōmaru abandonaba difícilmente sus labios para bajar suavemente por la piel de su cuello, Aome se estremeció, todas las reacciones que lograba ese hombre en ella, eran incluso más fuertes en cada encuentro, como si fuera la primera vez.
Esta vez no arranco su ropa sino que levanto el vestido con una tranquilidad que casi hacer perder la cabeza a la joven, Aome se retorcía bajo sus caricias y aquella penetrante mirada que parecía quemarla desde sus entrañas.
Dios Sesshōmaru era tan caliente.
Cada segundo que pasaba se le hacía más difícil respirar, su pecho subía y baja con dolor, mientras un agradable calor la envolvía todo el cuerpo y se centraba en su ya lubricada entrada, ella jadeo cuando la boca del youkai estimulaba uno de sus sensibles pezones, mientras que acariciaba con una mano el otro libre, el tiro suavemente de la punta y Aome soltó un pequeño grito mientras temblaba en éxtasis, y cuando este se hubo saciado de torturarla, se separó de ella y comenzó a desvestirse bajo la atenta mirada de la joven.
Aome se mordió los labios, dios no se cansaría de verlo desnudo, todo él era tan duro y perfecto. Sus hombros amplios y su espalda ancha, aquellas marcas que conducían al paraíso sobre aquella piel que sabía adictivamente, una cadena de cuadritos que abarcaban casi todo su estómago.
– ¿Ves algo que te guste?–lo escucho decir con arrogancia.
Aome alzo la vista y sonrió–Si...–ella susurro conteniendo un fuerte rubor, los ojos del youkai brillaron complacidos– ¿Y tú?–ella pregunta abriendo las piernas como si fuera una invitación, sabía que su youkai era un completo pervertido y que le encantaba cuando se volvía atrevida.
Sesshōmaru no pudo haber elegido a una mujer más perfecta–Todo de ti me gusta–el casi ronroneo las palabras mientras se inclinaba hacia ella y se colocaba entre medio de sus piernas–Incluyendo esto...–anuncio rosando intencionalmente la cabeza de su miembro en la enterada de la joven.
Aome soltó un suave gemido–Maldito–ella dijo entrecortada y él se rio ante la ansiedad de su miko, Sesshōmaru volvió a ponerse de pie y se llevó a la morena en el proceso, ella vio con duda cuando fue el quien se sentaba sobre la comodidad de la cama, mientras ella lo observaba de pie.
El golpeo ambas piernas con la palma de sus manos, arque las cejas de manera a seductora y mirándola fijamente a los ojos dijo–Ven cariño...–Aome se estremeció por completo– Móntate.
Ella sonrió y rápidamente hizo lo que se le ordeno, se colocó sobre él y lentamente bajo sobre aquel miembro que se alzaba con orgullo frente a sus ojos, Aome sintió como el interior de su carne, se adaptaba perfectamente ante la intromisión.
–Eres tan estrecha cariño–Sesshōmaru soltó un pequeño gruñido sumamente complacido, era la primera vez que permitía que una mujer tomara el control de la situación, y no estaba para nada arrepentido, la morena movía sus caderas como toda una experta en la materia y él se llevaba una gran vista de todo este suceso de como subía y luego caí enterrándose a sí misma, la respiración agitada, las mejillas rojas, y el constante balanceo de sus pechos.
Senos que claramente apretó entre sus manos, con el cuidado de no dañarla con sus garras, mientras la joven echaba la cabeza hacia atrás y gemía con fuerzas, Sesshōmaru tomo ambos pezones y los unió con ayuda de sus dedos, para luego guiar su boca hacia ellos, los succiono como si fuera un bebe desesperado por recibir alimento, al mismo tiempo en que su mano libre acercaba la cintura de la miko.
La cabellera azabache se mecía de arriba hacia abajo, al mismo ritmo que sus embestidas, con los brazos temblorosos Aome se sostuvo por los hombros de Sesshōmaru, mientras algunas perlas de sudor ya se hacían presentes en su avergonzado rostro, Aome tenía los ojos vidriosos y sus labios entreabiertos permitían que más de un gemido se escapara.
–Haa. Ha. haaa–Ella se expresaba sin sentir medio a ser escuchada, después de todo estaban en el medio de un bosque–Ssii. oh
El la sujetaba con firmeza por debajo de sus nalgas y la ayudaba a mantener el ritmo de las penetraciones, los fluidos de Aome se escurrieron sobre el miembro del youkai, y el aroma a sexo que se alzó en el aire fue el detonante para despertar el lado salvaje de Sesshōmaru, quien ahora no solo permitía que la joven se meciera sobre su pene, sino que el también arremetía contra ella.
Aome estaba cada vez más segura que el pene de Sesshōmaru tenía vida propia, como podía sentirlo cada vez más grande y más ancho, tal vez esta era una cualidad solo de los demonios de su especie, sin duda alguna este miembro traería al mundo varios hijos. Asunto que tendría que discutir con el demonio luego.
La morena fue la primera en correrse, un par de estocadas después Sesshōmaru la imito, llenando como tantas otras veces el interior de la joven con su semen.
Aome, exhausta cayó sobre su pecho y Sesshōmaru la rodeo con sus bazos deslizándola a un lado, dejo que la mujer descansará a su lado durante toda la noche y sin soltar el agarre.
Y si, en la mañana siguiente cuando Aome despertó lo primero que vio fue el arrogante rostro de su youkai, que la examinaba en silencio.
Ella sonrió y Sesshōmaru hundió la nariz entre el espacio de su cuello, seguidamente dejo pequeños besos húmedos sobre la nívea piel de la que ahora consideraba como su mujer.
–Solo tuya...–la morena dijo adivinando sus pensamientos mientras se braza con suavidad a él.
–Mía
Lo escucho decir y entonces una duda salto la mente de la joven ¿Qué era exactamente ella y Sesshōmaru?, por alguna extraña razón Aome sentía de esto sería mucho más que sexo de ahora en adelante, pero claro solo era un presentimiento, ella necesitaba escucharlo de su boca ¿Y si las cosas seguían como antes?
La morena se mordió el labio inferior con fuerzas, y su aroma a nerviosismo mezclado con tristeza advirtió al youkai, quien la miro con cierta extrañeza y quizás también preocupación, Aome sabía que debía decir algo antes de que él malinterpretara la situación–Tú y yo...–ella susurro en voz baja– ¿Qué somos?
Una fina ceja se curvo interrogante– ¿Qué?
Aome se movió avergonzada–Sí, quiero decir ¿somos novios?–cuestiono con pena.
– ¿Crees que hice todo esto solo para que seas mi novia?–él devolvió su pregunta con otra, el rostro serio de Sesshōmaru hirió el corazón de Aome.
Ella estaba repentinamente muy sensible a sus palabras–Perdón yo no–balbuceo dejando escapar una lagrima.
–Mi mujer–él dijo y Aome levanto la vista con sorpresa–Eres mi mujer–repitió con seguridad.
–Sesshōmaru–llamo ella y el contrario seco sus lágrimas.
–Cuando dije que me gustabas, fui sincero–alego con seriedad.
–Lo sé. Lo siento–respondió ella
–Entonces confía en mí–pidió y ame asintió rápidamente mientras sonreía con felicidad, la envolvió en un abrazo y aspiro su aroma, percibió su olor en toda ella.
–"Mía"–pensó con orgullo Sesshōmaru.
–""Nuestra""–gruño una segunda voz desde lo más profundo de su mente.
–Sesshōmaru...–Aome lo llamo suavemente.
–Hn–él dijo, confirmando que tenía su total atención.
Aome suspiro pereza–debemos volver...
–Aún no–él dijo y la morena lo observó con una sonrisa.
–Dejamos a Rin sola–ella respondió, pero él negó inmediatamente.
–Mi madre la acompaña–aseguro.
Ella lo observo dudosa– ¿Crees que tu madre sepa lidiar con un niño?–cuestiono con cierta diversión.
Si esa mujer tenía menos paciencia que el propio Sesshōmaru, Aome lo dudaba.
Su respuesta al parecer lo dejo pensativo ya que no recibió una respuesta de inmediato, ni siquiera una silaba, el simplemente suspiro como signo de derrota y asintió con la cabeza, Aome beso profundamente sus labios, prono la sensación de estar volando le advirtió que ya estaban de camino hacia la mansión.
O eso pensó ella, ya que Sesshōmaru tenía otros planes de los cuales Aome no estaba enterada, ella vio con asombro como se detenían frente a una tienda de mascotas, que por fortuna no estaba transitada, realmente a esa hora de la mañana muy pocas personas caminaban por las calles.
De pronto vio salir al youkai con algo felpudo entre sus brazos, mientras que sujetaba ágilmente una gran bolsa con varias cosas en su interior.
–Un cachorro...–la morena dijo con extrañeza, juntando las manos en forma de oración mientras sus orbes marrones brillaban de encanto.
Sesshōmaru asintió y le extendió el animal–Para Rin
Ella hizo de su boca una gran O. ¿Qué había hecho Rin para merecer tan hermoso obsequio?. Aome miro encantada al hermoso perro de pelaje tan blanco como la nieve, era sumamente pequeño y de adorable apariencia , sin poder controlarse acaricio su cabeza y las orejas, el cachorro lloriqueo contento ante las atenciones de la humana, sin embargo, como todo buen perro fue capaz de percibir el descontento en el aire.
Asustado el pequeño perro se escondió entre los brazos de la miko, mirando asustadizo al doloroso ceño fruncido del youkai.
–Ha pobrecillo...–la morena susurro con voz dulce dejando un pequeño beso sobre el pelaje y de repente alzo la vista–Quita esa cara de pocos amigos–regaño con las cejas arqueadas– Lo asustas
Sesshōmaru la ignoro, pero fue inevitable que soltara un pequeño gruñido.
–Rin se pondrá muy feliz cuando te vea...–aseguro la joven sonriendo, el cachorro movió felizmente la cola y seguidamente lamió la mejilla de la joven, sacándole una suave risa.
Tal vez Sesshōmaru subestimo al perro.
...
La forma en que Rin grito al verlos a las tres no fue normal, el youkai estaba seguro de que aquel tono había llegado a los oídos de todo Japón, ella había llorado y agradecido un sinfín de veces a su señor e inclusive a la misma Aome.
–Eres un cacharro muy bonito–esta frase la había escuchado incontables veces en un solo día.
La sonrisa de la morena se expandió– ¿Qué nombre le pondrás?
– ¡Yako!–chillo con entusiasmo.
Sesshōmaru arqueo una ceja y Aome no supo exactamente qué significaba eso.
Continuara...
*como ven no olvide darle a Rin su premio por ser tan buena actris, despues del perro merece un oscar*
Perdón por no actualizar ayer..
No olviden que las amo.
😘😘😘
Ayer fue mi cumpleaños
así que pueden regalarme una estrellita y un comentario.
Bye
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top