Capitulo 17
Capítulo Decimoséptimo. (Día 12)
Marca de Olor: (Día 12)
Rin se había levantado muy temprano esa mañana, tal vez ni siquiera durmió por la gran emoción que le circulaba por el cuerpo. Después de tanto tiempo estar entre medicamentos y hospitales, sentía que estaba mejorando, al menos podía hacer aquellas actividades que tanto le gustaba, correr, salta, jugar a las escondidas y lo mejor de todo es que pasarían todo el día, aquí en la playa.
Cuanto extraño el mar y la arena... Recolectar las conchillas en la orilla o simplemente disfrutar de la fría sensación que provocaba el agua al tocar la planta de sus pies.
Si, estaba muy feliz en la plata.
– ¿Rin?–la nombrada se giró inmediatamente.
Su refresco estuvo a punto de caerse– ¡Señor Bankotsu!–llamo esta asombrada, pero seguidamente le regalo una hermosa sonrisa al recién llegado, corrió hasta quedar frente al hombre alto y apuesto.
– ¿Cómo has estado princesa?–inquirió este acariciándole la cabeza–¿Has venido sola?–prosiguió con preocupación, echando un vistazo a su alrededor.
El lugar estaba lo suficientemente lleno tanto de humanos como youkai, por lo cual era difícil de detectar al Inu.
–La señorita Aome y el señor Sesshōmaru me acompañan...–comento esta risueña.
–"¿Qué?"–Bankotsu la miro dudoso, aun no tenía noticias del demonio por ningún sector de la playa– ¿Dónde está el gruñón?–pregunto con cierta preocupación y también diversión, ante aquel calificativo.
Rin señalo con su dedo índice el extremo izquierdo del lugar–Por allí
–Entonces, vamos te llevaré con él–le extendió la mano esperando ser aceptado.
Rin negó con rapidez–No puedo, la señorita Aome está dentro–señalo un local de comidas rápidas–Tengo que esperarla...–informo.
Bankotsu fijo los ojos sobre la puerta del local– ¿Aome?–un nombre que sonaba muy familiar.
– ¡Sii!
–"Se referirá a..."–Frunció el ceño confundido– ¿Quién? ¿Acaso es una niñera?–lo cual era improbable ya que conocía muy bien al demonio y sabía que la única que estaba a cargo de Rin era Akane. A menos que...
La pequeña soltó una risita–Es mi amiga–corrigió sin perder la alegría–Está viviendo en casa del amo...–agrego luego.
–"Si, definitivamente es esa mujer"–El moreno abrió los ojos con sorpresa–Oh–fue lo único que logro decir–"¿Realmente lo hizo?"
Rin sorbió un poco de su deliciosa bebida sabor naranja, el día caluroso ameritaba sus ansias de probar algo frío u simplemente meterse entre las aguas, para disminuir las altas temperatura que propiciaba el sol.
– ¿Puedo esperarla contigo?–el pregunto y la niña simplemente asintió–"Necesito comprobarlo con mis propios ojos"
Minutos después la morena hacia acto de presencia, cargando consigo un paquete que en su interior, posiblemente tendría comida.
–Lo siento mi niña, me demore el lugar está lleno–se apresuró a decir esta sonriente, pero se detuvo abruptamente al ver al hombre desconocido. La morena le dedico una mirada recelosa.
El contrario lo noto y sonrió–Tú debes ser Aome, la amiga de Rin–saludo–"Este maldito si lo hizo"
Aome contrajo las cejas dudosa–Sí, y ¿tú eres?–sin embargo su tono salió tranquilo.
–Bankotsu–respondió ofreciendo su mano, la cual fue cortésmente aceptada–Soy un viejo amigo de Sesshōmaru, y de esta princesa que ves aquí–indico sonriendo para la pequeña.
– ¡Así es señorita!–Rin chillo con alegría mientras tomaba la mano del muchacho.
–Espero no le moleste que quiera acompañarlas, ya que deseo saludar al gruñón–esto lo dijo mirándola fijamente, Aome no pudo evitar sonreír al escuchar la última palabra–"Y decirle un par de cosas..."
–Está bien.
...
– ¡Perrucho!
Sesshōmaru arqueo una fija ceja, sus orbes doradas delataron la molestia que comenzaba a sentir en ese instante, al reconocer a su viejo amigo de la infancia.
Su único amigo a decir verdad, pero era todo un dolor en el trasero.
– ¡Regresamos!– anuncio la pequeña con entusiasmo, Aome dejo el paquete sobre la mesa frente al demonio–Puedo juntar caracolas–agrego está en una súplica– ¿O meternos al agua?
–Claro que si mi niña–respondió con dulzura la morena, seguidamente si vista se fijó sobre el demonio–Sesshōmaru acompañare a Rin
– ¡No tardaremos!–agrego esta antes de que su pedido fuera rechazado.
–Ten cuidado–respondió, aun que estaba más que claro que era una advertencia para la mujer, la niña debía regresar intacta.
Aome asintió–Espera un segundo Rin, tengo que cambiarme–tomo su pequeño bolso, para correr rápidamente a uno de los vestidores. Al cabo de unos minutos ya se encontraba metida en un diminuto traje de baño de dos piezas en color verde.
Ambos hombre deleitaron la vista con tan curvilínea figura, ella fue muy consciente de lo que provoco en el sexo contrario, así que no dudo en usar una muy sensual caminata, para alejarse rumbo a la playa, el meneo de sus caderas ligaba la atención en más de un macho, sin embargo Aome solo estaba interesada en uno de mirada dorada.
– ¿Necesitas un balde para la baba?–el Dai youkai le dedico una espelúznate mirada.
–No digas tonterías.
Bankotsu se encogió de hombros mientras le dedicaba una pícara sonrisa, seguidamente se acomodó en uno de los asientos vacíos.
Ambos hombres se dedicaron miradas de soslayo.
–Suéltalo de una vez–Sesshōmaru gruño.
–Eres un malnacido, no puedo creer que lo hayas echado–acuso el moreno con una sonrisa socarrona pintada en el rostro.
–Silencio–advirtió, ya que alguien podría oírlos.
Bankotsu soltó una carcajada–Es la novia de tu hermano.
Sesshōmaru le dio una profunda y muy dura mirada–Ya no–declaro impasible.
–Ya, de acuerdo...–se rindió enseñando la palma de las manos, seguidamente su vista se posó sobre la morena jugando con la niña en la orilla–Es muy hermosa...–murmuro, pero el demonio no dijo absolutamente nada–Rin luce muy feliz–prosiguió, su amigo ni siquiera movió un milímetro de la vista hacia él– ¿vive contigo?–nada, Bankotsu sonrió con completa diversión– ¿Crees que quiera salir conmigo?
Ahora si tenía su atención.
–No–la respuesta fue inmediata y ese ceño fruncido le ponía los nervios de punta.
Sin embargo, el moreno soltó una suave risa que disipaba toda incomodidad de su cuerpo–Oye tranquilo viejo, no eres su esposo–respondió entre risas.
– ¿Dejaras de decir tonterías?
Bankotsu se removió en sobre el asiento–No–respondió sincero, quizás era la única persona que el Inu, no sería capaz de matar y por lo tanto provocarlo era un pasatiempo asombroso–Ah estos celos te hacen daño, te lastiman– expreso en un cantico.
–Eres insufrible–replicó el demonio, sin sentirse asombrado del sentido del humor en el contrario.
–No voy a quitártela... Creo.
Ni lo intentes.
...
Rin, se movía con un poco de dificultad dentro del agua aunque esta no le llegaba a cubrir la cintura, si tenía la fuerza suficiente para hacerla caer sentada.
Y en más de una vez lo hizo, pero ella simplemente había estallado en risas, mientras una morena la veía preocupada, cerciorándose de que no tuviera ninguna herida.
Ambas terminaban relajándose con el pasar de los minutos, aunque Aome la vigilaba sentada sobre la arena, disfrutando desde la orilla del sol y del aire fresco que traían consigo las pocas olas que había. La morena no había pasado desapercibida, varios hombres se acercaron a ella con la intención de ligar, pero uno a uno fueron rechazados.
– ¡Perdón!–Rin caía de nuevo sobre el agua, pero esta vez por causa de un niño–Déjame ayudarte–se apresuró a decir el extraño, para de inmediato ofrecerle la mano–Fui muy descuidado, lo siento–Agrego avergonzado.
La niña sonrió con las mejillas calientes–N-no te preocupes...–susurro negando.
–Soy Kohaku–Revelo con amabilidad, mientras una tenue sonrisa trataba de surcar sus labios.
–Yo soy Rin.
Kohaku sonrió suavemente–Lo siento, debo irme o mi hermana me matara–comento este apresuradamente, mientras se rascaba el cuello avergonzado–Fue un placer conocerte Rin–se despidió.
La pequeña asintió con las mejillas revoladas, mientras fijaba la vista por el camino que el muchacho había tomado.
–Rin cariño, ya debes salir o te arrugaras como una abuela.
La nombrada se acercó a la morena–Pero me gusta el agua...
Aome sonrió–Debes comer algo, después podemos regresar–prometió la joven.
– ¡Ufa!
...
Tantos ojos sobre la miko, Sesshōmaru estaba comenzando a irritarse.
Lo que esa ropa reveladora provoco, fue llamar la atención de otros machos no importaba si eran demonios o humanos, no los quería volver a ver cerca de ella, la razón era lo de menos, porque el aroma a excitación de estos comenzaba a enfermarlo.
Ella se había puesto su primer atuendo, una camiseta y unos Short para ingerir cómodamente los alimentos, sin embargo la niña había pedido regresar al mar y por lo tanto no pasaría mucho tiempo antes de que la miko, insistiera en cambiarse de ropa.
Sesshōmaru puso la excusa de que debía saludar a alguien y se metió sin ser visto por la miko, en la cabina de madera, pocos minutos después la morena golpeo la puerta y al no recibir respuesta ingreso con confianza.
Ella ahogo un grito cuando el demonio fue sobre ella, no hubo besos, ni toques pervertidos, simplemente la apreso entre su cuerpo y la pared de madera.
La respiración de Aome se agito, mientras el corazón le martillaba el pecho con fuerzas, bobeando la sangre directamente a sus mejillas– ¿S-sesshōmaru?
Él se separó de inmediato, mostrando una sonrisa que logro sacarle un escalofrío a la morena, era ese tipo de sonrisa que solo daba quien acababa de hacer una travesura.
El demonio se fue y Aome parpadeo confundida– ¿Qué sucede con él?–murmuro pensativa, sin embargo trato de ignorar el hecho y se cambió rápidamente.
Aome dio un primer paso fuera y todos los machos se alejaron, rugando la nariz en el proceso.
La sonrisa burlona de Bankotsu, tampoco ayudaba. Ella no entendía nada.
Ni que tuviera mal olor.
Ella olía a Sesshōmaru
Continuara...
*Actualizando tarde pero seguro*
*¿Entendieron el punto del olor?*
¿No?
*Pues... Sesshomaru la marco con su aroma para que nadie se le acercara 😂 😂😂eso es lo que sucedería si fueran pareja*
*En cuanto a Bankotsu, por el momento no tendrá un papel de dar celos, pero si importante en la vida de ambos, sobre todo en Sesshoomaru*
No olviden comentar y votar, si les gusto.
Sayonara
😎
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