Capítulo 13
Capítulo 13
Distancia
– ¡Señorita Aome despierte!–alguien hablo a su lado, pero la morena se removió entre las sabanas para seguidamente esconderse debajo de estas, ignorando completamente todo a su alrededor–Es hora de desayunar...
Ella no podía sentir otra cosa que un gran entumecimiento en todo el cuerpo, los músculos contraídos de dolor –Hmn. No–solo gimoteó y seguidamente se escucharon pasos alejándose, la morena volvió a dormirse una vez más.
Hasta que alguien comenzó a tocarla a través de la tela, arrebatándole el sueño nuevamente y eso le molesto–Mn. No–Aome amaba su sueño, así decidida a ignorarlo dio media vuelta y se acurruca en forma fetal.
Los toques en su espalda pasaron a ser insistentes, frunció el ceño adormilada–¡Ya!–gimió, pero no se detenía–¡Inuyasha!– y lo siguiente que escucho fue un gruñido espectral, que la hizo abrir los ojos d.e inmediato saliendo de su escondite, Aome reprimió un grito de espanto–Sse-
Sesshōmaru estaba frente a ella, de pie y lucia aterrador.
–Levántate. Ahora–el tono de voz utilizado congelaba la sangre a cualquiera, además de aquella mirada encendida de molestia pura, la hizo estremecer de la punta de los pies a la cabeza.
Aome asintió de manera automática, salió de la cama de inmediato, entonces su cuerpo le recordó el motivo por el cual se rehusaba abandonar el lecho, todo ella tembló adolorida especialmente en la cara interna de sus muslos, sus piernas pasaron a ser de mantequilla.
Se tambaleo, para volver a caer sobre la cama sentada, la morena reprimió un quejido, mientras sus mejillas se tornaban enrojecidas, pues aquel dolor era la prueba que dejo una ardua noche de sexo -3 raund consecutivos- sobre un duro mueble de cocina–Bajo enseguida...–ella dijo apretando los dientes.
Aome tenía todo el derecho de sentirse adolorida, como si una estampida de toros la hubiera pasado por encima, pero no quería que el demonio reconociera su estado, así que hizo uso de su indiferencia para mantenerlo a raya.
Además estaba actuando muy frío con ella y Aome no sabía el motivo, cuando en horas de la noche ambos habían disfrutado del sexo, quizás Sesshōmaru quería que la cosas fueran así...
Aome fijo la vista sobre el demonio, el cual no había formulado palabra alguna, sin embargo se podía percibir cierta tensión en él.
– ¡Señorita Aome!–la voz de Rin se alzó en dirección a la puerta, la morena desvió de inmediato sus ojos hacia ella y le sonrió dulcemente, la niña intercambio miradas entre ambos adultos– ¿Desayuna conmigo?–finalmente inquirió risueña.
La morena asintió–Si princesa–respondió, lo que recibió fue una sonrisa de oreja a oreja–Pero antes me daré un abaño–agrego poniéndose de pie, haciendo el esfuerzo de no volver a caer al caminar–Me siento asquerosa...–esto último lo murmuro con la única intención de que el demonio la oyera, ya que las lanzo en el mismo instante en que cruzaba a su lado.
No sabía si sus palabras causarían algún efecto en él, pero quería dejarle en claro que no podía tratarla como se le diera la bendita gana.
"Me tratas bien, te trato bien... Me tratas mal, pues te chingas Sesshōmaru"
A pesar de que estaba enfadada, Aome pudo disfrutar de la compañía de Rin, charlaron sin parar durante todo el desayuno, lo cual facilitaba la tarea de ignorar al Youkai, este por su parte no había cambiado su habitual semblante frío y se retiró rápidamente fuera de la mansión alegando que tenía asuntos que terminar.
Las chicas pasaron el resto de la mañana entre juegos y risas, aproximadamente alrededor del mediodía, llego la persona que Sesshōmaru había contratado para que cortaran el cabello de la miko, un reconocido estilista llamado Jakōtsu, este era sumamente cariñoso y atento, pues trato las mechas azabaches como si fueran piezas de oro puro, al terminar el trabajo la morena se sintió satisfecha con el resultado, no había recortado gran parte de la cabellera ya que Jakōtsu aseguro, que las pelucas no requerían enormes cantidades de pelo natural y que el mismo se encargaría de monitorias todo el proceso de creación.
–"La intención de tu gran gesto es lo que cuenta y regalar con el corazón"
Aome estaba más que feliz, la enorme sensación de alegría no le cabía en el pecho y que decir sobre Rin, esa pequeña estaba chillando de un lado a otro, contando a todo el mundo que "La señorita Aome me dio su cabello", ver a la niña con esa sonrisa de genuina dicha en el rostro, era suficiente y al mismo tiempo no lo era, porque Aome quería ser capaz de ayudarla en todo, quería salvarla, si cada parte de su cuerpo fuera requerida para sanar a Rin, ella se entregaría sin dudar, la morena sería capaz de dar su vida.
Rin estaba por encima de todo y de todos.
...
–Señor Taisho, tengo los resultados de los estudios–comenzó el más veterano de los médicos, este se aclaró la garganta antes de continuar–Temo que los resultados no son favorables, tan solo un 47% de compatibilidad, es el número más alto entre los tres pacientes y como usted sabe, es estado de Rin es crítico...–hizo una pausa para ver al demonio quien se encontraba de pie frente a él sin emitir sonido alguno, tan solo una blanca expresión en el rostro–Necesitamos más del 100%, hacemos todo lo que está en nuestras manos para conseguirlo.
– ¿Hay más donantes?–finalmente dijo el platinado.
El medico asintió de inmediato–Aún esperamos a otros dos donantes, llegaran al país en dos días aproximadamente y Señor Taisho, también debo avisarle que el doctor Kōga Okami estará de regreso la semana próxima–hizo una breve pausa para tomar aire–Al parecer estaba trabajando en África y sus labores han terminado, recuerdo que estaba interesado en que vea a Rin, esta es su gran oportunidad él es el mejor hematólogo del mundo y un cirujano experto, quizás le suene impertinente pero debe contactarlo de inmediato, el doctor tiende a desparecer por largos periodos–finalizo dando una suave aspiración.
Sesshōmaru escuchó atentamente cada palabra, debía darla la razón al médico porque ni el mismo pudo contactar al tal Okami antes, finalmente se despidió con un cabeceo y regreso a su casa.
Cuando llego lo primero que diviso a lo lejos fue la figura de la miko, esta camina de un lado a otro dentro de la cocina, posiblemente preparando uno de sus adictivas tazas de chocolate, el no había probado claro estaba, pero percibía perfectamente los cambios de humor que salían de ella, al beber de esta todo a su alrededor era bonito y relajado.
Signo de felicidad.
Cuando la morena solio de la cocina se topó con Sesshōmaru de frente, no chillo, ni grito asustada, simplemente lo miro con tanta clama que el demonio no pudo evitar fruncir el ceño ante su indiferencia.
Él esperaba otro tipo de recibimiento, pero ella solo se alejó escaleras arriba cargando dos tazas consigo, así que reconoció que estaría con en la habitación de Rin, estaba a punto de seguir sus pasos cuando algo dentro de su mente hizo Clic.
Con todo el asunto de los donantes y el Okami, había olvidado por completo la forma en que la trato esta mañana, con tanta tosquedad, pero ella se había atrevido a confundirlo con el hanyou, había pronunciado su asqueroso nombre delante de sus narices, cuando era el quien estaba tratando de despertarla.
Él no era Inuyasha, el nombre del mestizo estaba prohibido, le disgustaba tanto que prefería oír su nombre saliendo de los labios de la miko. Si cuando ella decía "Sesshōmaru" no le molestaba tanto.
Y tal vez había exagerado en la forma tan tosca en la que le hablo y la miro, pero no iba a retractarse.
Ni más faltaba, porque el cazador no se rendía ante la presa.
Continuara...
Lo sé, el capitulo es cortito 💔 pero no quería dejarlos sin esta historia, ya que estaba listo desde temprano.
Esta situación de sexo y odio entre los dos, me va dar mucha risa 😂 un tira y afloja constate.
los dos tercos, los amo 😍
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