Capítulo 12
Advertencia: este capítulo tiene contenido sexual leve,
si no te gusta abstente de leer, evita el disgusto de comentar inapropiadamente...
y vete a la parte final del capítulo.
Pero si te quedas...
Capítulo 12.
Tormenta.
El clima había dado un giro muy notable con el pasar de las horas, lo que parecía ser un típico día de primavera, se convirtió en uno de otoño, nubes grises cubriendo el cielo acompañado por un fuerte viento, que le helaba la piel a cualquiera.
Aome se abrazó a sí misma, mirando al exterior desde el margen de la puerta trasera, pronto sus fosas nasales captaron un leve aroma a tierra húmeda, de aquellas que anunciaban una lluvia inminente.
Sus orbes percibieron una pequeña figura morse a su lado, Rin estaba cubierta por una cálida manta con los personajes de Sailor Moon, sonrió dulcemente y la atrajo con ayuda de su brazo.
La paz del cielo gris se vio interrumpida por un ruidoso relámpago, seguidamente de un estruendoso trueno, Rin dio un respingo asustada, pero rápidamente los brazos de Aome la apretaron contra sí.
La pequeña embozo una suave sonrisa agradecida-S-señorita Aome, duerma conmigo hoy-suplicó la niña, mientras trataba de cubrirse aún más del viento frío.
La morena tenía planes, pero... Como decirle que no a una criatura tan dulce.
-Me encantaría-respondió sonriendo.
Sesshōmaru podía esperar lo primordial era la niña.
- ¡Siii, nos divertiremos mucho!-chillo emocionada, mientras danzaba sobre sus pies, en señal de victoria.
Akane también sonrió-Pero antes, debes tomar tu medicina-la niña de inmediato se detuvo y frunció los labios.
Odiaba los medicamentos, eran tan amargos.
A regañadientes, cogió las pastillas y el vaso de agua que Akane le ofreció, esta miro complacida al verse obedecida.
-Les preparare una taza de chocolate-anuncio la enfermera las dos morenas.
...
Sesshōmaru era un demonio ocupado, siempre había sido así, incluso antes de adoptar a Rin o de traer a la miko.
Emitía un estatus de un hombre de negocios, de los mejores a decir verdad y el término "Bañado en oro" o "Nadando en dinero" se ajustaba perfectamente a su estilo de vida, porque el Youkai sabía perfectamente cuando y como cerrar un buen trato, lo que implicaba ganar cientos y cientos de dólares.
Cada vez que respiraba, un millón se acreditaba a su cuenta bancaria.
Así de rápido se volvió multimillonario, pero dejo de asistir a la rutinaria empresa con el único fin de estar al pendiente de Rin y de todo lo que ella implicaba, trabajaba desde un modesto despacho, pero que albergaba lo necesario para seguir siendo un completo hacker en el mundo de las inversiones.
-Diga.
-Señor Taisho, soy el Doctor Hayato, lamento molestarlo, pero hemos recibido noticias de tres posibles donantes, creí que le gustaría saberlo-anuncio este sin rodeos, utilizando un tono formal.
Hubo un breve silencio antes de que Sesshōmaru respondiera- ¿Se han realizado estudios?-inquirió.
-Mañana mismo se realizaran los estudios correspondientes, para determinar su compatibilidad-escucho al otro lado, no percibió mentira en las palabras del médico-¿Contare con su presencia?
-De acuerdo lo veré mañana-respondió escuetamente, antes de recibir un modesto "Adiós" y cortar la comunicación.
El demonio reclino el peso de su cuerpo sobre la silla pensativo, se sensible olfato capto el aroma de Jaken, incluso antes de que este llamara a la puerta.
-Adelante.
La pequeña cabeza verde se asomó con precaución-Lo siento amo, pero la cena ya está lista, las humanas esperan por usted-informo con rapidez, recibiendo un sutil cabeceo afirmativo como única respuesta.
Se acercó con toda la tranquilidad y el porte aristocrático que lo caracterizaba, es que incluso haciendo algo tan banal como caminar, lucia como de la realeza.
La cena inicio con tranquilidad, Aome hablaba casi todo el tiempo con la pequeña, y el demonio tan solo aportaba algún que otro monosílabo.
-Amo Sesshōmaru, la señorita Aome dormirá con Rin el día de hoy-comento con entusiasmo la pequeña, mientras degustaba de la cena que especialmente habían preparado para ella.
Hubo un incómodo y breve silencio para ambos adultos.
El Youkai miraba a la miko desde un extremo de la mesa, Aome carraspeo y levanto la vista.
Jadeo.
Lucia realmente muy molesto, lo cual era estúpido porque su relación era puramente sexual, no tenía por qué mirarla de esa forma, como si fuera un esposo molesto a punto de reclamar.
-Le hice una promesa...-ella finalmente dijo y se encogió de hombros.
Rin asintió- ¡Y veremos muchas películas!-Exclamo con palpable dicha.
Él asintió, como si no deseara oír más del asunto, Rin termino la cena con rapidez y se retiró diciendo que aún debía elegir las películas.
Aome se movió incomoda sobre su asiento, sentía la pesada mirada del demonio sobre ella, comenzaba a sentirse extrañamente culpable-Lo lamento, debí decirte antes...-murmuro, captando la atención del contrario, agradeciendo que este tuviera un sentido de la audición tan desarrollado.
-No es necesario que expliques nada-replico este neutral.
Aome levanto la vista extrañada, entonces porque sentía todo lo contrario-Quiero hacerlo, porque habíamos quedado en vernos-susurro lo último en un tono más bajo, para que nadie más aparte del demonio lograra escucharla.
- ¿Sí? qué pena-ella percibió cierto aire sarcástico en sus palabras, aunque su rostro seguía inmutable.
Las cejas de la morena se fruncieron notablemente- ¡No me salgas con eso!
Él sonrió y levanto una ceja- ¿Por qué estas molesta?
- ¡Yo no estoy enojada!-sí, había sonado algo exasperada, pero eso no significaba que estuviera molesta.
Sesshōmaru estrecho los ojos y su rostro se ensombreció-Que bien, porque es solo sexo-replico y sus palabras eran hielo puro.
Aome dio una profunda aspiración antes de responder-Lo sé, Sesshōmaru. No espero otra cosa de ti-hablo con calma.
-Me alegra saber que nos entendemos miko.
Ella le da una profunda mirada-Lo sé y soy Aome-respondió esta, antes de ponerse de pie y seguir el mismo camino que la pequeña Rin había tomado minutos antes. Si, la morena estaba hecha una furia por dentro pero no se lo demostró.
El clima fuera de la mansión empeoro con la llegada de la noche, la lluvia comenzó a caer con agresividad, mientras el cielo era surcado por todo tipo de descargas eléctricas, la morena se estremeció el sonido de un trueno logro sacarla de su preciado sueño, fijo su vista sobre Rin quien dormía plácidamente a su lado, cubierta por varias mantas para repeler el aire frío.
Aome acaricio su rostro con suavidad, antes de salir de la cama e ir por un vaso de agua, por lo general era su ritual para recuperar el sueño. La morena no comprendía porque siendo un demonio tan rico, tenía una casa tan fría era eso o su pijama dejaba mucha piel al descubierto, camino con pereza a través de la tenue luminosidad que brindaban las pocas luces que estaban encendidas.
Cuando llego a la cocina fue directo por un vaso de agua, pero la luz se fue de repente y ella dio un brinco en su lugar-Genial-bufo en vos baja, tratando de adecuar su vista.
- ¿Qué haces levantada?-aquella espectral voz, la hizo brincar del susto y dejar caer el vaso que tenía en sus manos. El objeto se destrozó en cientos de fragmentos de vidrios muy pequeños, que se mezclaron con restos del agua.
-¡Dios Sesshōmaru!-la miko chillo con la mano presionando sobre su pecho, los ojos del demonio destellaron en la obscuridad, lo escucho moverse y seguidamente una luz de emergencia brillo-¡No te aparezcas así de repente!-regaño, la agitación subiendo y bajando a través de ella-¡Casi me matas del susto!-el no respondió, Aome bufo y se puso en cuclillas para recoger los restos-Mira lo que hice...-susurro para sí misma, como si estuviera reprochándose mentalmente.
Sesshōmaru frunció el ceño-No lo toques.
-Alguien podría herirse, no puedo dejarlo así-respondió esta de inmediato y como si fuera arte de magia, uno de los cristales se incrusto en su pie, Aome soltó un tenue quejido y de inmediato fijo la vista y luego retiro el cristal, un hilo de sangre corrió a través de la carne.
El youkai soltó un gruñido para luego acercarse a ella y alzarla de un rápido movimiento, dejándola sobre la isla estilo flotante de madera- ¿Qué haces?-Sesshōmaru la ignoro por completo, sostuvo el pie entre sus manos para seguidamente pasar su lengua, retirando todo exceso de sangre, el sabor metálico chocando contra sus papilas gustativas-¿Sessh-
-Mi saliva es curativa-interrumpió este.
Aome formo un gran O con sus labios pero ninguna palabra broto de ella, pronto la sensación de dolor se fue menguando, pero la lengua del demonio aún seguía en contacto sobre su piel.
-S-sesshōmaru-la morena trato de llamar su atención, para que este se detuviera, aquello estaba tomando un rumbo más pervertido, él no lo hizo y las hormonas de la joven miko chillaron de alegría, lo sintió deslizarse hacia arriba incluso dejando pequeños besos en el camino hacia la cara interna de sus muslos.
Las mejillas de Aome ardían, sin embargo no era capaz de retener los suspiros, que le propiciaban las garras del demonio explorando por debajo de su blusa de seda, la morena dormía sin brasier por lo que facilito el encuentro de esa gran mano contra su montículo de carne, tan suaves y sensibles, las acaricio y también apretó a su antojo, deleitándose con los sonidos.
Aome comprendió que luchar contra la tentación era una completa pérdida de tiempo.
Se dejó hacer a gusto y antojo del demonio, ella simplemente cerró los ojos y cuando volvió a abrirlos ya se encontraban completamente desnudos y ella recostada sobre el mueble, mientras él besaba y acariciaba cada punto dulce.
Especialmente ese punto entre sus piernas, el brillante botón rosa, porque los labios del youkai eran un detonante hacia la locura. Devorando sus fluido, al mismo tiempo en que introducía un dedo y lo friccionaba en el interior de sus paredes vaginales.
El pequeño cuerpo de Aome se retorcía sobre la madera y aunque esta estaba fría, ella solo podía concentrase en el calor que se acentuaba entre sus piernas, ni siquiera la torrencial lluvia era un obstáculo.
El demonio la tomo de las caderas y la arrastro a hacia su erección, dejando las nalgas de esta expuestas al aire, instintivamente Aome lo rodeo con sus piernas, Sesshōmaru se inclinó y la beso con ansias, hasta que la falta de aire los obligo a separarse, las respiraciones de ambos se mezclaron. Aome lucia agitada y sobre todo muy excitada pero debió cortar un segundo beso -Sesshōmaru aguarda-ella lo empujo suavemente, el aludido la miro con una mezcla de molestia e sorpresa.
- ¿Qué ocurre?
-Es que necesitamos...-Aome se mordió el labio inferior- N-necesitamos protección-susurro avergonzada. Lo que recibió fue una sonrisa, como respuesta logrando que la miko lo mirada extrañada- ¿Qué es gracioso?-inquirió frunciendo los labios.
Él a cambio llevo su sensible nariz al espacio entre su cuello y aspiro.
Una y otra vez hasta sentirse saciado, Aome estaba completamente confundida-Si temes que te embarace, no debes preocuparte-él dijo mientras observaba fijamente las expresiones de la miko.
- ¿Qué?-respondió aturdida-¿Qué significa eso?-pregunto con asombro.
-Puedo oler tus ciclos-como si fuera lo más normal del mundo andar olfateando los estados fértiles o no fértiles de una mujer.
La mandíbula de Aome hubiera llegado hasta el piso y él sonrió ante su reacción, aprovecho ese estado para volver a besarla e introducirse en su interior de una sola estocada.
Aome gimió y abrazo el bien formado cuerpo de su amante, las estocadas eran rápidas y profundas-Oh Sssi
Adentro. Afuera. La morena balbuceaba incoherencias.
El demonio tomo ambas piernas y las coloco por encima de su hombro derecho, joder Aome podía sentirlo aún más grande y más profundo, llenado su cavidad por completo.
¿Esto era el paraíso?
¿O era el puto infierno?
¡Le daba igual porque le gustaba!
Sesshōmaru gruñía cada vez que su miembro se introducía en el pequeño y caliente cuerpo de la miko, quería llenarla, deseaba ver su espeso semen cayendo desde su interior.
-Córrete para mí-dijo con voz ronca.
Y fue como un elixir que activo un doloroso orgasmo en lo más profundo de la miko-¡Sesshōmaru!-ella gimió su nombre, al mismo tiempo en que todo su cuerpo convulsionaba y la sensación del placer más puro mezclado con una absoluta satisfacción la embriagaba.
El demonio la siguió segundos después, disfruto el tenerla así tan sonrojada pero al mismo tiempo agitada y sudorosa, con su miembro palpitando dentro de ella, fue una fantasía echa realidad, ver su semilla resbalar al suelo, como una recarga de calentura.
Una nueva erección pálpito.
-Esto aún no acaba.
Aome lo miro perpleja.
Continuara...
*Baia baia la papaya*
*Estos dos no tiene tele, pero si que saben como matar el tiempo*
¿Les gusto?
PD: esta imagen la tenia que dejar hace tiempo, pero me olvide mil disculpas
**Imagen original**
**Imagen editada**
*No olviden dejar su comentario y su estrellita*
*Hasta la próxima*
Bay
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