Capitulo 10
Advertencia: este capítulo tiene contenido sexual leve,
si no te gusta abstente de leer, evita el disgusto de comentar inapropiadamente...
y vete a la parte final del capítulo.
Pero si te quedas...
Capitulo 10.
Íntimos
–Voy a proponerte algo–Aome dice le da un sí, con un movimiento de cabeza.
La sorpresa es tan grande, cuando Sesshōmaru la gira entre sus brazos y arremata probando los finos pliegues de su cuello y mentón, aprisionando sus caderas, el sabor es dulce y adictivo.
La morena emite un pequeño quejido
Su sensual y suculenta boca, chupa y da un pequeño mordisco, ella gime y cierra los ojos dispuesta a más, se arrincona sobre la superficie dura de la puerta y luego lo siente, el miembro del youkai rosando su intimidad a través de la tela de la falda, la respiración se le acelera, se acalora y quiere más.
¡Dios!
Él desliza una mano y Aome se paraliza, el movimiento es tan caliente como brusco, y de una forma demandante le rosa la rodilla, ella ahoga un gemido, la yema de sus dedos fluyen hacia arriba acariciando la parte interna de sus muslos, su estómago da un vuelco mientras un delicioso hormigueo la recorre de los pies a la cabeza una y otra vez, terminado en pequeños en espasmos que rodean su estrecha cavidad, la humedecen.
Las mejillas le queman, la habitación se llena de respiraciones entrecortadas y jades ¿realmente lo hará? En verd-
–Ahhhhh–Aome se retuerce curvando la espalda, mientras las piernas le tiemblan como gelatina, la mano del youkai está rosando sus pliegues, a través de la tela
No es suficiente, porque toda ella arde, quema. El demonio lo sabe, puede oler la excitación de la joven, un aroma tan dulce y único que se siente irreversiblemente embriagado por ella, está ansioso, necesita tenerla, meterse tan duro y muy dentro de ella.
Y de milagro logra contenerse, se detiene, y la morena suelta un pequeño bufido de insatisfacción.
¿Cómo es posible que aquel íntimo contacto la haya puesto a cien? ¿Qué le pasa? Un beso y un simple roce de su mano han conseguido que casi tuviera un orgasmo.
Sesshōmaru la observa con pupilas dilatadas y oscurecidas de deseo.
—Te desnudaría aquí mismo —murmura en tono ronco.
La morena jadea.
"¡Dios! ¡Me va a dar algo!"
Quiere más y esta vez es ella la que se lanza a besarlo. Él acepta sus labios pero, cuando lo va a agarrar del cuello, le sujeta las manos y se separa unos milímetros por el movimiento la toalla del youkai cae, exponiendo su hombría al aire.
Esta erguida, firme y dura tocando su estómago, Aome traga saliva con dificultad enrojecida totalmente.
— ¿Lo quieres?—pregunta con referencia, muy cerca de sus labios.
Es tal deseo que siente, que responde totalmente hechizada:
—Todo, lo quiero todo.
La mujer suspira ansiosa por volver a tomar su boca, lo presiente porque él también lo desea.–No hay vuelta atrás–advierte, ella no responde de inmediato, y el demonio casi se arrepiente de haber hablado, no quiere que la mujer entre sus brazos se aleje.
–Como si pudiera alejarme ahora–ella dijo formado una suave sonrisa en el rostro, Sesshōmaru hunde el rostro entre el espacio de su cuello y aspira, el aire caliente sale atreves de sus labios, Aome cierra los ojos disfrutando del contacto, pronto sus labios dejan un húmedo camino que se vuelve cada vez más demandante, los brazos de la miko se enlazan por detrás de su nuca exigiendo cercanía, se retuerce y se frota sobre Sesshōmaru logrando que este suelte un gruñido, para seguidamente sentir como un par de manos le apretaban obscenamente el trasero.
Aome suelta un quejido y gracias a esto el demonio se aprovecha de invadir los labios entreabiertos de la miko, el beso es demandante, exigente, algo rudo y caliente como el infierno, su lengua experta se mueve tocando cada punto dulce, ahogando los gemidos que luchan por ser liberados, con un ágil movimiento la alza sujetándola por debajo sus muslos, Aome envuelve las piernas al redor de las caderas del youkai, aquel contacto directo de sus partes íntimas, envía una descarga del placer más puro a ambos.
Él se mueve y lo siguiente que Aome siente es el sonido de una tela rasgándose y que es dejada sobre la cama, pero el demonio no se separa de ella y tampoco interrumpe el beso, ella frunce las cejas y una vocecita en su cabeza le incita a regañarlo por romper su falda, pero él se inclina aún más el miembro de Sesshōmaru está tocando, la tela de su ropa interior, Aome manda la voz al diablo.
Sesshōmaru la embiste, Aome se retuerce y jadea, es una tortura, cada movimiento, cada rose, cada beso, es un infierno al cual está dispuesta a bajar–Por favor...–Suplica.
Necesita ser saciada, quiere ser llenada.
Él rompe el beso con una sonrisa arrogante, orgullosa de las sensaciones que provocaba en la mujer–Por favor Sesssh–no logra terminar, hecha la cabeza hacia atrás, al mismo instante en que el demonio toca el botón rosa.
–Cada vez que quiera– su voz es demasiado ronca.
Lo tira y lo frota.
Aome pierde la cabeza, la cordura y todo el sentido a su alrededor.
–Sssí, ¡sí!–gime.
Eso fue suficiente para que el youkai, continuara con el juego–Desnúdate–ordena, Aome asiente con la cabeza y se desviste a toda prisa, con las manos temblorosas –Despacio.
Ella respira con dificultad y obedece deshaciéndose primero de su camisa color pastel, las arroja un lado, dejando expuesta gran parte de su lechosa piel, a excepción de aquellos que aún se cubrían por la fina ropa de encaje color jade.
Los ojos del youkai brillan, admirando su anatomía tal y como lo aria un depredador, aquello era tan intenso que Aome contuvo el aliento, durante todo el tiempo que le tomo quitarse lencería.
–Ábrete para mí.
¡Cristo!
Aome se ruboriza, como una simple frase la dejaba más caliente que el sol, una ola de excitación la azoto quitándole el aire y lo hizo, separo las piernas dejándolas flexionadas levemente, otorgándole una buena vista al demonio de su intimidad, ya más que lubricada y lista para recibirlo, sin reparos este se colocó entre medio de ambas, mientras cogía las extremidades de la miko para dejarlas caer sobre ambas caras de sus hombros.
Ella gime, se retuerce y mientras balbucea incoherencias, cegada por el éxtasis del momento, cuando la vivaz lengua del demonio se aventura en lo más íntimo de su vagina, la siente moverse y tocar cada punto que culmina en un jadeo o un gemido entrecortado, lame sus sensibles pliegues, chupa y proporciona pequeños mordiscos a su ya hinchado clítoris.
Ella se siente desfallecer, con las piernas temblando y el corazón desbocado, levanta la cabeza y lo observa con los ojos brillantes y aguados.
Se miraran.
Y la imagen del youkai más temido ocupando entre sus piernas, la eleva, la enloquece.
Ella está tocando el cielo, con la punta de los dedos y...
Y se detiene.
Aome sin contenerse suelta una queja, lo que provoca una nueva sonrisa en el demonio, antes de volver a tenerlo encima y explorar su boca.
La morena siente su sabor, pero no le resulta desagradable sino que la enciende aún más.
¿Cómo es posible eso?
Sesshōmaru sujeta con una mano su miembro, las piernas de Aome aún están sobre sus hombros, lo que le facilitara su siguiente movimiento.
Roza tan despacio, que ella lo siente como una tortura
Adelante y hacia atrás, atrás y adelante.
Con la punta de su glande fricciona el punto rosa sin piedad.
Aome gime desesperada, mientras su pecho sube y baja precipitadamente–Te necesito, Sesshōmaru, por favor...–la manera en que esas palabras salen en un excitado jadeo, hacen que el pene del demonio se vuelva más dura y más grande.
Más dolorosa.
Ansioso la penetra despacio, mientras un gruñido de placer se le alza a través del pecho y llena la habitación
–Estrecha–ronca tensando los dientes, las paredes de la joven lo reciben, se aprestan alrededor de la carne, están tibia y húmeda que se adapta con rapidez a su intromisión, comienza con un lento vaivén, profundo.
–Sssi, así–dice con los ojos acuosos a causa del placer, las mejillas sonrojadas y su cabellera azabache esparcida sobre la manta, mientras que incontables gemidos brotan de sus labios entreabiertos.
Ella se arquea, porque ahora los labios de Sesshōmaru están jugando con sus pezones, tira y chupa de ellos con fuerzas.
–¡Máss!–ese fue el detonante para enloquecer al youkai, la embestí ahora más fuerte, más duro, tan profundo que Aome siente como este toca las puertas de su útero. La hace gritar
Adentro. Afuera.
"¡Oh dios!"
Afuera. Adentro. Profundo.
"¡Oh dios!"
El sonido de sus pieles chocando es igual de obsceno como caliente.
Adentro. Afuera. Duro. Duro
El último beso es demandante, busco finalmente se separa y la sujeta por el cuello, los jadeos y gemidos ahogados, el sudor cabiendo los cuerpos de ambos, Aome siente el calor y estalla en un potente orgasmo, se contrae apretando el miembro de Sesshōmaru, la satisfacción la envuelve, mientras este gruñe y se entrega en una última estocada, tirando la cabeza hacia atrás, aprendo los dientes.
El demonio cae rendido sobre ella, mientras ambos luchan por controlar sus respiraciones.
Aome cierra los ojos y parpadea–Eso fue maravillo...–murmura jadeante, sonriendo atontada.
Sesshōmaru arque una ceja.
–No has visto nada.
Continuara...
Ufff. no es el primer lemon que hago, pero me llevo
bastante tiempo.
¿Opiniones?
Quizás debí advertirles que este fic, estará lleno de escenas sexuales explicitas,
No tan explicitas, suaves... y rudas...
Y rudas.
Y también con lenguaje obsceno.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top