Capitulo 1
** Los personajes del anime Inuyasha expuestos en la siguiente historia NO me pertenecen a mí, sino a la mangaka Rumiko Takahashi, sin embargo, la historia que leerás a continuación es de mi completa autoría las escenas que se detallan a continuación las he escrito desde el día 05 de octubre de 2016.
** Los consejos y sugerencias son bienvenidos, siempre y cuando se hagan con respeto hacia mi persona y hacia el fanfic en cuestión.
** Me ayudaría muchísimo las correcciones ortográficas así que no dudes en dejarme en los comentarios tus correcciones.
** Se trata de un fanfic Seshome (Sesshomaru y Kagome) por lo tanto sino te gusta la pareja agradecería que no comentaras al respecto de forma inadecuada, de lo contrario me veré en la obligación de bloquearte y eliminar tu comentarios.
** La historia es un AU, por lo tanto transcurre en una época actual, donde humanos y demonios conviven en conjunto, el porqué de ello, lo encontraras explicado en la historia.
** La historia que estas a punto de leer, no tiene relación con lo que sucede en el anime y sobre todo en el manga del mismo.
** En este Fanfic, los personajes pasan por diferentes facetas de personalidad y actitudes moralmente cuestionables ya que contiene, escenas de sexo, violencia, lenguaje vulgar y muerte de personajes.
** El personaje de Kōga es humano.
Capítulo 1.
El cambio
Si alguien le hubiera dicho que esto pasaría, se hubiera reído en la cara de esa persona, porque entonces estaba muy segura y confiada en el amor de aquel hombre. Ella tenía todo lo que deseaba, lo que por años lucho y lloro hasta el cansancio, había sacrificado todo por Inuyasha, lo dejo todo por el a su familia, y amigos, todo.
Aome confió y se entregó ciegamente, fue suya, y tal vez esto que estaba pasando explicaba porque él siempre se negó a marcarla, ni siquiera lo intento, todas las veces que hablo sobre el tema, él se ponía de mal humor y discutían, pero siempre creyó que era por miedo jamás pensó que, ni siquiera se le paso por la mente que tal vez el, no la amaba lo suficiente.
Ahora comenzaba a creer, y atar cabos con respecto a eso.
La única que amaba ahí era ella, Inuyasha, no o por lo menos no mucho, de lo contrario no la hubiera cambiado por dinero y una vieja espada, como si fuera un objeto, algo sin valor.
Recordó el momento en que el *DaiYōukai se presentó en la puerta de su apartamento, cargaba en su mano un maletín y la espada Tessaiga, que su difunto padre le había dejado de herencia, en ese momento Aome jamás imagino lo que estaba por suceder.
Ni siquiera el mestizo, quien vio con desconcierto la sorpresiva visita de su irritable medio hermano, jamás creyó que alguien de su altura pusiera un solo de sus pies en su mundano y corriente apartamento.
Los ojos del mayor recorrieron el lugar, no contaban con un amplio espacio, incluso el papel tapiz de las paredes presentaba alguna que otra mancha de humedad, muy notorias por cierto en el color marfil con suaves líneas amarillas, entrabas y ya te encontrabas en lo que sería un pequeño comedor - cocina, las mesas y las sillas eran de madera oscura mientras que el piso variaba entre el blanco y el marrón suave, un sofá desgastado se utilizaba como living, y frente descansaba una televisión.
Un poco más adelante había dos puertas, de lo que sería el baño y la habitación principal.
A simple vista el lugar estaba limpio y muy ordenado, no parecían disgustados con su forma de vida, pero no tenían más opción ya que era lo que podía permitiese pagar Inuyasha con su único trabajo medio tiempo.
-¿Qué rayos haces aquí?-el híbrido cuestiono luego de salir de u estupefacción.
Su hermano le dedico una larga mirada, se acercó a la mesa y dejo caer el maletín, bajo los atentos ojos lo abrió-Tengo una propuesta para ti-escueto con seriedad, mientras lo giraba para que este pudiera ver lo que había en su interior.
Incontables filas de billetes, dólares para ser más exactos; Inuyasha arrugo el ceño sin entender mientras que Aome miro desconcertada, no sabía que era lo que está sucediendo.
- ¿Qué cojones?-susurro el *Hanyou, acercándose para luego tomar uno de los fajos entre sus manos.
Los ojos del demonio se estrecharon, viendo oportuno exponer su posición -Te ofrezco medio millón de dólares y la espada Tessaiga-dejo también dicho artefacto, bajo los incrédulos ojos de su hermano abiertos en toda su capacidad- Por dos meses con tu mujer-concluyo.
Aome lo vio con una mezcla de emociones que iban desde la sorpresa hasta la ira, su rostro antes desencajado se convertía poco a poco en un evidente enfado, estaba seguro de que muy pronto iba a empezar a recriminar o incluso a insultarlo.
Sin embargo, nada de eso sucedió, no después de ver la mirada hipnotizada que el mestizo le estaba dando la espada, mientras que con suma cautela la tomaba en su mano-¡Debes estar bromeando!- gruño entre dientes, pero sus palabras solo hicieron que la desesperación y la duda creciera dentro de Aome.
Quien conocía más que nadie, la devoción de su explosivo novio por esa arma oxidad.
-Yo no bromeo hermanito-expreso con sarcasmo la última palabra-¿Aceptas o no?-sonó impaciente.
Paso saliva asustada-"No, no, no debes decir que no"- pensó con desesperación al ver en su novio la duda-¡Inuyasha!-gimió dolida.
El aludido movió sus ojos hacia ella-Lo siento Aome...
Así fue como termino, recogiendo las pocas prendas que tenía, mientras se cuestionaba como demonios había terminado siendo vendida, lo peor es que ni siquiera Sesshōmaru fue tan cruel, el demonio solo adelanto las cosas, de cualquier forma, Aome pensó que todo terminaría, pero hubiera deseado que fuera de otra manera, por lo menos no esta tan dolorosa, se sentía traicionada, usada, sucia.
Aome no se permitió llorar, ya no seguiría derramando lágrimas por aquel hombre, que en definitiva, no se lo merecía, ella no debía ser ni demostrar debilidad.
Suspiro metiendo de la peor manera sus camisetas, sin molestarse siquiera en doblarlas, quería salir cuanto antes de ese lugar.
Sesshōmaru la vigiló desde el margen de la puerta-¿Tienes todo?- el pregunto.
Ella le estaba dando la espalda-Si-ella respondió al momento en que corría el cierre de su desgastada maleta naranja, se giró encontrándose la figura dominante e inexpresiva de este.
Ignoro las emociones que encontró en aquella mirada azulina, para llamar a su sirviente quien había estado esperando fuera del apartamento-Jaken.
Este apareció de inmediato, gracias a que también era un demonio solo que de un pequeño tamaño, podrían tomarlo como un enano-En seguida amo-fue su corta respuesta antes de apresurarse a tomar la maleta de la chica y salir tal como llegó.
-Camina- y él se giró sobre sus talones y salió cruzándose con el *hanyou en el pasillo.
Este rasco su nuca con nerviosidad-Aome- llamo metiéndose en su camino, cuando percibió que esta no tenía intenciones de detenerse.
Aquellos ojos azules lo miraron con rabia-No quiero hablar contigo Inuyasha.
-Debes entender... Es la espada de mi padre-se defendió, más no sonaba arrepentido u avergonzado.
-¡Me vendiste!-espeto con furia evidente.
-Son solo dos meses, luego iré a buscarte-él sonaba muy seguro de lo que decía, como la vida se le hubiera solucionado en un instante, pero Aome no podía dar crédito a su actitud desinteresada.
Negó repetidas veces -¡No puedo creer que lo hiciste! -Con voz incrédula-¿Tan poco significo para ti?-cuestiono herida.
El suspiro-No digas eso, yo te amo-aseguro.
Un amargo sentimiento se le atoro en el pecho-¿En verdad me amas?- pregunto mirándola fijamente, casi rompiendo su promesa de no llorar.
-Sí, te amo... -él respondió.
Ella negó-Adiós Inuyasha-soltó antes de continuar su camino, sin voltear ni un momento.
Una vez fuera del edificio, diviso una indiscutible limusina blanca, donde el demonio ya la esperaba sentado en el interior, lo podía ver ya que la puerta estaba abierta, la mujer echo un suspiro antes de entrar.
Un minuto después el rugir del motor le hizo saber, que el viaje a su nueva vida estaba comenzando, se abrazó a si misma antes de hundirse sobre el sillón-Son solo dos meses-suspiro para sí misma, mirando por la ventanilla con los ojos acuosos; Sesshōmaru la escucho gracias a su agudo sentido de la audición, pero no dijo nada.
-"¿Qué are después de que esto termine?"-Se cuestionaba mentalmente dolida-"No tengo deseos de regresar con Inuyasha... Al menos no ahora"-admitió, porque la situación era difícil de asimilar y era aún peor la idea de perdonarlo-"¿Por qué lo hiciste?"-ella cerro los ojos dejándose vencer por la debilidad emocional que está pasando-Inuyasha...-murmuro antes de dormirse.
Sesshōmaru observo de soslayo a la mujer que dormía a su lado, en una no muy cómoda posición, él tenía que decirle la verdad, eso era inevitable porque conocía muy bien a la *miko y sabía que exigiría una respuesta, aunque podía evitarla, y no hablar al respecto, era tan testaruda como ninguna otra.
Él lo sabía la sacerdotisa le daría muchos dolores de cabeza, Rin lo sabía y aun así se lo pidió, se hubiera negado si fuera cualquier otro como su padre o su madre, pero Sesshōmaru no podía decirle no a su pequeña protegida, él decidió tragar su orgullo y obedecer, algo muy poco común en su vida.
De no haber sido por aquella conversación que mantuvo con su hija, hace una semana, jamás había actuado como lo hizo y hacer lo que acababa de hacer.
Arrugo la frente frotando con dos de sus dedos, el nacimiento de su nariz, recordarlo aún le provocaba jaquecas.
-Señor Sesshōmaru, sabe que sería lindo- su niña lo llamo, desde el sofá donde estaba recostada, tenía la piel pálida y grandes ojeras; El no respondió, solo la miro para que supiera que la escuchaba-Que la señorita Aome estuviera aquí-aquello sorprendió al demonio, pero no lo demostró, y en cambio Rin estaba sonriendo abiertamente-La señorita es buena con Rin... Quisiera volver a verla, que pasara tiempo con ella- confeso mientras lo miraba con sus grandes ojos, Sesshōmaru no era ningún tonto, podía ver la súplica en ellos.
Y el *DaiYoukai, se dio cuenta de que haría cualquier cosa por ella, incluso traer a esa molesta mujer, así que solo asintió y dejo más que feliz a la pequeña.
Esto no iba con su personalidad, pero Rin estaba enferma, demasiado. Y el demonio quería darle algo de alegría antes de que... Y detuvo en seco sus pensamientos, porque haría hasta lo imposible por salvarla, aquella niña no podía dejarlo, no lo deseaba. Y cuando Sesshōmaru deseaba que algo no pasase, simplemente no pasaba y punto.
Y se auto convenció que la presencia de la chica azabache mejoraría el estado de ánimo de la niña, le tenía un gran cariño a esa mujer, y por su bien le convenía que eso sucediera, de lo contrario no sería más que una inútil y pérdida de tiempo, al demonio no le gustaba perder el tiempo, y mucho menos equivocarse en una decisión; la humana debía de servir para algo.
Por el bien de ella.
Continuará...
Términos utilizados:
*DaiYōukai: Demonio completo.
*Yōukai/ Yōkai: Demonio
*Inugami / Inu : Espíritu perro.
*Hanyou / Han'yō: medio demonio / mitad bestia
*Miko: Sacerdotisa.
*** Capitulo editado el 30/06/19***
La edición se debe a que voy a participar con este fanfic en los Wattys2019, así que desearme suerte, que yo por mi parte are el mejor de mis esfuerzos.
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Este fic ya lo he publicado en Facebook, pero justamente ayer pregunte si les interesaría que subiera todos los fic, que tengo almacenados en mi pc, con telarañas y todo incluido, aun no me decido el tiempo de actualización entre cada uno ya que son historias que apenas están en desarrollo y aún tengo ideas por aclarar.
Solo quisiera saber si
¿Les gusta el plan?
¿O si prefieren que termine los que ya tengo publicados antes?
Por favor dejarme en comentarios su respuesta.
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