Epílogo.
Meses después.
Habían pasado los meses en los que Hayley y yo trabajamos para tener los últimos meses junto a nuestros hijos, Luz es la más emocionada de recibir a su hermana o hermano, así es, todavía no sabemos qué sexo es ya que no ha querido dejarse ver por ningún motivo. Éstos meses han sido maravillosos para mi y Hayley ya que ambos estamos disfrutando del embarazo ya que con Luz no pudimos hacerlo.
Deje que trabajara hasta los seis meses, del resto me encargaría yo, no quiero que se estrese por nada, quiero que este tranquila y serena disfrutando de los últimos meses que le quedan.
Hoy estaba en la habitación de Luz arreglando el lado en donde estaría el bebé ya que no queremos a ambos separados.
—Abel, la cuna no va a ir ahí —negué.
—Leon, te he dicho que no puedes colocarla al lado de la de Luz, te recuerdo que será un recién nacido y despertara en la madrugada llorando, podría despertar a Luz también y será doble trabajo para los dos.
Pensándolo bien tiene razón, pero no se lo diré.
—Con tu silencio me confirmas que tengo razón —rió leve.
—Cómo digas, ahora dime —nos sentamos en las mecedoras— ¿si le vas a pedir matrimonio?
—Si, hoy mismo le pediré que sea mi esposa —el sonrió muy feliz—, lo pensé bien y quiero estar con ella para el resto de mi vida.. La amo demasiado.
—Ya era hora eh, pensé que no darías el paso..
—Tenia meses meditandolo y pues si, está decidido.. De hecho lo haré en un momento —se puso de pie.
—Ey calma —me levanté también— ¿no harás algo bonito?
—Joana es espontánea, no se si podre esperar más tiempo, se que le encantará la idea, ya verás.
—Abel, es mala idea amigo.. —salió de la habitación y yo fui detrás de él, si ésto será un desastre tengo que estar en primera fila mirando todo.
Lo seguí hasta el jardín, ahí estaba Joana hablando con Hayley, Luz estaba en su carrito jugando. Abel se posó al lado de Joana y le susurró algo al oído y ella se fue a un lado con el, yo por mi lado me senté con Hayley a mirar el espectáculo.
—¿De qué hablaban?
—Sobre Giselle, me contó que se va a casar en tres meses —sonrió—, me escuchaba feliz.
Y si, mi esposa es amiga de mi ex, cosas que son imposibles de creer. No se ven, pero casi siempre están en contacto.
—Aún no creo que sean amigas..
—Vete acostumbrando.. —se puso recta y empezó a sobar su espalda.
—¿Te duele? —me puse de pie y le acaricie la espalda baja.
—Desde anoche me duele pero ahora se hace más intenso.. —miró hacia abajo— oh joder Leon, se me acaba de romper la fuente.
En ese momento dejé de escuchar y dejé de moverme.
—¡Reacciona! —me pellizco— llévame al hospital ahora..
Corrí hasta Abel y lo tomé del saco justo antes de arrodillarse ante Joana.
—Pero.. Leon, acabas de arruinar mi momento..
—Callate y vamos al hospital.. El bebé va a Hayley a nacer..
—¿Que?
—Que el bebé va a nacer par de tontos —Joana fue hasta donde estaba Hayley.
Mi madre había salido junto con Lina.
—Mamá, atiende a Luz, Hayley va a tener al bebé..
—Vayan tranquilos, le diré a Gerard para que les haga compañía.. —tomó a Luz en sus brazos.
Tenía que mantener la calma, tengo que estar tranquilo porque nuestro bebé va a nacer.
—Leon —iba a subir al auto y dejarla.
—Lo siento amor —le tomé la mano y la ayude a subir.
Me sorprendía la calma con que estaba tomando las cosas. Se veía regia, joder, mi esposa es increíble, yo estaba rezando para no desmayarme.
La seguridad se desplegó por todo el camino hasta el hospital. No quise que nadie más estuviera cerca de Hayley, solo yo, nadie más.
—¿Te duele?
—Claro que me duele —nos detuvimos—, después de esto, no hay más hijos Leon.
—Esta bien, no habrá más bebés —le sonreí un poco.
Los enfermeros salieron del hospital con una silla de ruedas, yo baje a toda prisa y la tome en mis brazos para después sentarla en la silla de ruedas, luego su médico llegó hasta nosotros.
—¿Hace cuanto empezaron las contracciones su majestad?
—Desde anoche pero eran leves, ahora me duelen mucho —ella jadeaba.
—Bien, la habitación está lista.
Yo mismo saque las cosas de Hayley del auto. No quería a nadie cerca de ella. Después de lo que sucedió con Luz, no pienso dejarla sola ni un solo segundo. No pude disfrutar del nacimiento de mi pequeña así que lo haría con mi bebé.
Seguí al doctor hasta una habitación, se supone que alquilaríamos un piso completo pero el bebé se adelantó una semana.
Ayudaron a Hayley a acostarse en la camilla. Luego los enfermeros salieron. Yo saqué una bata de dormir grande, por suerte recordaba todo lo que ella me había dicho que hacer en dado caso que fuera a luz.
Le quite el vestido y le puse la bata, con cuidado le saqué las bragas y la acomodé sobre la camilla. Empecé a darle masajes en la espalda.
—¿Mejor?
—Gracias amor... Me alivia un poco el dolor.
—Bien su majestad, revisaremos si esta lista ¿bien?
Hayley de puso boca arriba y abrió las piernas. Fruncí el ceño al ver que el doctor se sentó en una silla entre sus piernas.
—¿Que cree que hace?
—Leon, dejalo hacer su trabajo.. Tiene que hacerlo, cálmate —me tomó del brazo.
El doctor miró hacia otro lado pero le metió la mano a Hayley entre sus piernas. Pero, ¿Que clase de método es este?
—Su majestad —se puso de pie y se quitó el guante—, esta lista para dar a luz, vendré en un momento con la enfermera y el equipo —me miró— busque ropa para su bebé su majestad, ya esta por nacer.
El salió de la habitación, yo me dispuse a buscar ropa para el bebé. Deje todo sobre la mesa y me acerque a Hayley que empezó a quejarse mas del dolor.
—Tranquila.. —Me tomo la mano con fuerza— eso es mi amor, respira.
No tenia la mas minima idea de que hacer, pero vi en internet que las respiraciones son buenas. El doctor entró a la habitación con dos enfermeras y equipo para Hayley, yo no me separe ni un segundo de ella, no pensaba hacerlo, ella tuvo a Luz sola, no pienso abandonar la habitación por nada del mundo.
El doctor se puso los guantes y se sentó en la silla, acomodaron a Hayley mejor y le subieron las piernas. Ella empezó a gritar de dolor.
—Doctor haga algo, esta gritando mucho.
—No se preocupe, es normal que lo haga, dar a luz es un poco doloroso. Su majestad, cuando le indique que puje, lo hace —Hayley asintió— bien, puje.
Hayley empezó a pujar con fuerza, no sabía que hacer en este momento, el grito que daba era desgarrador. Ahora entiendo porque me dijo que no tendría más bebés, no pienso volverla a embarazar, no quiero que pase por ese dolor de nuevo.
—Un poco más, ya viene, solo una vez mas.
Hayley volvió a pujar una vez más pero esta vez con mucha más fuerza, luego se escucho un llanto, nuestro bebé había nacido. El doctor lo envolvió en la manta que le di a la enfermera.
—Es un niño —dijo el doctor— felicidades.
—¿Escuchaste mi amor? —me acerque a ella y deje un beso en su frente— tenemos a nuestro bebé, lo hiciste bien, te amo.
El doctor empezó a atender a Hayley junto con las enfermeras, al bebé lo estaban revisando en la misma habitación. Después que dejaran lista a Hayley, todos se retiraron de la habitación, una de las enfermeras le entregó nuestro bebé a Hayley.
—Hola pequeño —tomé su pequeña mano— eres precioso.
—Es igual a Luz —Hayley le acariciaba la mejilla— se llamará Lyan ¿que dices? —me miró.
—¿Hablas en serio? —asintió— gracias mi amor —deje un beso en sus labios.
Estaba feliz de que llevara el nombre de mi padre. No cabe duda de que tengo a la mejor mujer del mundo.
(...)
A la mañana siguiente..
Hayley pasó toda la noche durmiendo, por suerte el bebé solo despertó una sola vez y pasó toda la noche dormido al lado de ella. Yo por supuesto no dormí en toda la noche pendiente de ambos. Abel estaba a cargo de la seguridad ya que algunos paparazzis entraron al hospital para buscar la forma de tomarle una foto a nuestro bebé.
El doctor había venido a revisar a Hayley y al bebé, ambos estaban en buen estado. Mañana nos iríamos al palacio en cuanto Hayley tuviera mas fuerzas.
—Miren a quien traje —mamá entró a la habitación junto con Lina, los gemelos y Luz.
Tomé a mi pequeña en brazos y deje un beso en su mejilla.
—¿Como estan? —preguntó Lina.
—Afortunadamente todo salió bien, Hayley es muy fuerte. El pequeño Lyan esta en buen estado.
—¿Se llama Lyan? —asentí— tu padre hubiese estado feliz con que su nieto lleve su nombre —mi madre sonrió con nostalgia.
Claro que hubiese estado orgulloso.
Me acerque al bebé para que Luz lo viera.
—Es tu hermanito mi amor, Lyan.
—Bebé —lo señaló.
—Asi es mi amor, es bebé. Lyan.
—Bebé —me dio un beso en la mejilla—, mami.
—Mami está descansando —asintió.
Mamá tomó a Luz en sus brazos cuando el bebé despertó. Con cuidado lo tome en mis brazos y fui hasta Hayley, la moví un poco para que despertara.
—Amor.. El bebé despertó —abrió los ojos— ¿estás bien?
—Ya estoy mejor —murmuró.
—¡Mami! ¡Mami bebé!
—Trajeron a Luz, hola mamá, chicos —Hayley sonrió. Le di al bebé y la ayudé a sentarse para que le diera de comer al bebé.
Mamá puso a Luz en la camilla, Luz miraba al bebé con mucha curiosidad mientras Hayley lo amamantaba.
Estaba contento, tenía a mi familia completa. Mi esposa y mis hijos, fuera de la nación nada más me importa que ellos. Estoy seguro de que mi padre estaría orgulloso de mi. Aun me faltan cosas por mejorar, pero cada dia que pasa aprendo más de la mujer que tengo a mi lado y ahora más que me dio dos hijos hermosos.
Más feliz no puedo ser.
Nota de la Autora:
Primero que nada quiero disculparme por no haber subido el Epílogo jeje habia tenido algunos problemas para escribirlo pero aqui lo tienen.
También agradecer a las personitas que se tomaron el tiempo de leer, votar y comentar La prometida del Rey, en serio les doy las gracias por haberle dado una oportunidad a esta historia que a mi me ha gustado mucho. ❤ en serio muchas gracias!
Vayan agregando a sus listas de lectura, La Amante del Rey, les prometo que estará demasiado buena, asi que esperenlos con ansias.
Besos, Ross.
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