Capítulo 53.

El miedo es natural en el prudente, y el saberlo vencer es ser valiente.

—Alonso de Ercilla y Zúñiga.

Dos días después.

  
Hoy iríamos al médico para saber cómo va mi embarazo, Leon ha estado demasiado sobre protector conmigo desde que supimos que seríamos padres, no me ha dejado hacer absolutamente nada, al igual que no me ha dejado sola para ir al baño, esta siendo demasiado exagerado con eso, por un lado lo entiendo, esta un poco asustado debido a lo que me había dado, llevaba muy poco tiempo de haber salido del hospital y ya estoy embarazada y teme que nos pase algo a mi y al bebé, yo por mi lado estoy bien, me siento bien así que iremos al médico para saber cómo debemos llevarlo, ayer vino un doctor para hacerme unos análisis de sangre y saber si todo esta bien conmigo

A León le avisaron que mi coronación sería en una semana, ya para esa fecha ya el invierno caería y debíamos apresurarnos con eso, yo estaba lista para coronarme como Reina, me sentía lista y preparada para todo lo que vendría, aunque debía tener más cuidado debido a mi embarazo. Leon no ha querido decir nada sobre ello ya que Nathan sigue suelto y no quiere que se entere de nada, espero que se mantenga así.

—Tengo pensado en comprar muchas cosas para nuestro bebé —Leon se estaba poniendo el saco—, cochecitos y esas cosas..

—Leon, no sabemos si será niño —me miró y sonrió, se acercó a mi para dejar un beso en mis labios.

—Nuestra generación ha sido liderada por hombres, así esto mi amor —se encogió de hombres.

—O sea que si mi bebe es niña, no podrá gobernar ¿eso es lo que quisiste decir? —frunci las cejas molesta.

—El consejo espera un heredero Hayley..

—¿Y desde cuando complaces al consejo? Me parece muy estúpido de que si tengo una niña no sea digna de gobernar, eso es.. Es tonto —bufe—¿Querrás a mi bebe si fuese niña?

—Claro que si mi amor, lo siento, no quise insinuar esas cosas —suspiró—, voy a amar a nuestro bebé sea lo que sea.

Yo sé que las cosas de la realeza es así, que el Rey debería tener un heredero varón, pero nadie puede contra la naturaleza, ningunos de ellos deciden el sexo de mi bebé solo para mantener un tono, es absurdo. Yo solo espero no tener problemas con Leon por ésto.

Ambos salimos de la habitación rumbo al auto, hoy les daremos la noticia a su madre y a todos, Leon dijo que quería esperar hasta ver al bebé y dar la noticia.

—Amor ¿estas molesta conmigo?

—Un poco —me adelante al auto y el fue detrás de mi.

—Lo siento mi amor.. —tomo mi mano— no quise decir esas cosas.

—Pero las dijiste Leon, te recuerdo que también es mi bebé y tengo que ver por su bienestar desde ahora, no esperar que nazca para saber si podrá gobernar o no.

—Lo siento cariño.. —suspiró— no debí decirlo, no volverá a suceder.

—Pues más te vale Leon Fischer, ahora vámonos que Quiero ver a mi bebé.

Subimos al auto y esperamos como siempre a que Abel desplegara la seguridad. No me gusta estar molesta con Leon, pero esas ideologías no las comparto.

Ya llegando al hospital lo hicimos de manera un poco discreta ya que los periodistas no nos han dejado en paz ni un solo segundo, les dijeron que vinimos por rutinas médicas, quise organizar la cita con una obstetra muy buena ya que no quería estar en manos de algún hombre, por simple cosas mías. A veces odiaba el hecho de ser la esposa de Leon, obtener beneficios que no me gustan y este era uno éstos, nos hicieron pasar al consultorio dejando a la cantidad de mujeres embarazadas que había, no me molestaba esperar pero quieren darme el pase a mi primero para aludarnos, cosa que detesto, pero así son las cosas lamentablemente.

—Su majestades —la doctora se puso de pie para estrechar nuestras manos— bienvenidos.

—Gracias —sonreí un poco

Nos invitó a tomar asiento a los sofás y el consultorio que por cierto parecía una sala, sofás bonitos y todo el equipo necesario, lo que son los privilegios de tener mucho dinero. Asi espero poder amoblar la clínica para mis chicas.

—Bien su majestad..

—Hayley por favor, dígame Hayley y disculpe que la interrumpa, pero aquí quiero que me llame Hayley.

—Cómo diga, estuve revisando los análisis de sangre y efectivamente está embarazada —sacó una carpeta y sacó papeles—, todos sus estudios salieron normales, todo ha estado bien, vamos a haberle una tarjeta de embarazo —la sacó.

Empecé a darles mis datos, la fecha de mi último periodo y lo demás, Leon permanecía callado atento a lo que la doctora escribía o decía, voy a esperar que la acribille con preguntas.

—Vamos a ver a su bebé.

Nos pusimos de pie y fuimos hasta el otro lado del consultorio donde había una camilla y el equipo para las ecografias.

—Recuestese, suba su blusa y suelte su pantalón —empezó a mover unas cosas—, vamos a ver que tal ese bebé.

Leon me ayudó a acostarme y el mismo me soltó el botón de mi pantalón y subió mi blusa. La doctora echó un líquido frío sobre mi vientre al igual que un aparato para ver a través de la pantalla.

—Bien, veremos que tal está el príncipe o princesa —miró la pantalla— y aquí está.

—¿Dónde? —Leon se puso detrás de la doctora a ver la pantalla— ¿Ese cosito es mi bebé? —sonrió emocionado.

—Así es, calculando debe tener al menos casi tres semanas, tiene buen tamaño, el líquido amniótico está perfecto.. Ahora escuchemos su corazón.

Lo siguiente que escuchamos fueron los latidos de mi bebé, no pude contener mis lágrimas al escuchar ese sonido tan hermoso, escucharlo fue una emoción tan grande e inexplicable, el amor de mi vida estaba creciendo dentro de mi.

—¿Escuchas eso mi amor? —ambos nos miramos Leon tenía una sonrisa preciosa dibujada en sus labios—, es nuestro bebé —se puso a mi lado— te amo tanto Hayley —me besó— gracias por darme este hermoso regalo, prometo ser el mejor padre para nuestro hijo o hija.

—Más te vale Leoncito —sonrió, luego mire a la doctora— Entonces ¿está todo bien?

—Así es —limpió mi vientre—, todo está en orden, voy a tomar su presión y pesarla —asentí.

Leon me ayudó a bajar y se puso de rodillas para abrochar mi pantalón e ir de nuevo hacia el escritorio de la doctora, me tomo la presión y luego me pesó.

—Tiene la presión un poco alta, también ha bajado un poco de peso

—¿Es malo? Lo de la presión —Leon parecía preocupado.

—No para nada su majestad, la presión alta es normal, ya que al caminar o moverse causa un poco de fatiga y su presión sube un poco, a medida que vaya creciendo su pancita va a sentir más fatiga o cansancio, pero eso lo veremos a medida que vaya creciendo —el asintió—, con la cuestión del peso, es completamente normal, a veces las embarazadas suben o bajan de peso ya que no todos los embarazos son iguales.

—¿Y que recomienda? —preguntó el.

Definitivamente no me va a dejar hablar.

—Comer mucha fruta, cosas sin mucha sal o azúcar, aunque puede romperlo un poco porque evitar los antojos es muy sie difícil, puede comer lo que desee siempre y cuando sea controlado, ya sabe, no muchas cantidades ya que puede sufrir de náuseas al comer y eso podría descompensarla un poco —yo asentí— evite el café, bebidas alcohólicas y con gas, es recomendable jugos naturales o comer la fruta, eso le aportará muchos nutrientes al bebé.. Voy a recetarle vitaminas, hierro y ácido folico —empezó a escribir en varios recetarios y me los entregó— ahí tambien hay una indicación en caso de que llegue a sufrir de náuseas.

—Muchas gracias doctora.

—No hay de que, nos vemos el próximo mes para la siguiente revisión y felicidades.

—Gracias —ambos estrechamos de nuevo la mano de la doctora, también tomamos la carpeta con mis estudios y la primera ecografia de mi bebé, salimos directamente hacia el auto.

—Abel, necesito que nos lleves a una farmacia —dijo Leon.

—¿Paso algo? —nos miro a ambos— ¿Se siente mal princesa?

—No seas idiota Abel, si se hubiese sentido mal, nos hubiésemos quedado en el hospital ¿no lo crees?

—Solo preguntaba su majestad —lo miró mal mientras que yo quería reírme— Tito, a la farmacia.

El chofer nos llevó a una farmacia, Abel solamente bajó para comprar las cosas que necesitaba para mi embarazo.

Ya tenía una idea de lo que sería este embarazo, Leon se va a comportar como un loco queriendo cuidarme.

Más tarde.

La cena.

Ya era la hora de la cena y yo misma estaba organizando todo junto a las personas de servicio, hoy le daríamos la gran noticia a todos de que estoy embarazada.

—Bien lleven eso al comedor por favor —la chica asintió y se llevo la bandeja con los panes que hice, quedaron deliciosos.

—Hayley amor ¿que haces? —Leon entró a la cocina— tu no puedes hacer eso.

—Estoy embarazada, no inválida, yo cocine todo con ayuda.. No te preocupes..

Sostuvo mi cintura y me volteó, olía delicioso y no era la comida.

—Tienes harina ahí..

—¿Donde..? —sus labios tocaron los míos en un beso delicado y suave, me gusta tanto que me bese de esa forma.

—Listo —sonrió— ¿necesitas ayuda?

—Vienes a ofrecerte cuando ya he terminado —negué y el rió—, y no, no necesito tu ayuda, ya terminé.

—Estaba en el despacho, además no me dijiste que ibas a cocinar.. —me quitó el delantal— vamos a la mesa, ya están todos ahí.

Asentí y me llevó tomada de la mano hacia el enorme comedor del palacio, juro por Dios que jamás voy a poder acostumbrarme a ésto. En el comedor estaba la reina, los Gemelos, Joana junto a Abel, Kai y su prometida, mi hermano Levi con la suya y por supuesto Gerard con su esposa, el no podía faltar al igual que Antuan, que ha sido un gran amigo.

Leon se sentó en la cabeza del comedor y yo junto a él, empezaron a servir la cena y después comer.

—Felicidades Hayley —la reina me sonrió—, la comida quedó deliciosa, no sabia que cocinabas tan bien.

—Gracias, se cocinar pero no me dejan, así que hice lo imposible para cocinar ésta noche.. —sonreí.

Me sentía tan bien estando rodeada de las personas que aprecio y del hombre que amo, se sentía tan bien tener por fin una familia por la cual pelear y defender, ahora iba a tener la mía propia con mi esposo.

—Familia —Leon se puso de pie— antes que nada, gracias por estar esta noche aquí, Levi, Kai, gracias por tomarse el tiempo de venir desde tan lejos.

—No hay de que cuñado —Levi rio, el sabe que no le gusta que lo llamen así.

—Tengo un anuncio importante que dar para todos ustedes, después de todo lo que sucedió con Hayley —me miro y le sonreí—, todo lo que hemos luchado, su recuperación y todo lo que hemos vivido, estoy contento en serio —rio contento—, hace dos días, Hayley me dio la noticia que cambiaría nuestras vidas, familia, vamos a ser papás.

Todos se sorprendieron y empezaron a celebrar, sobre todo los Gemelos que estaban más contentos que Joana.

Ella se puso de pie y corrió hasta mi pata abrazarme.

—¡Voy a ser tía! —chilló contenta— ¡no puedo creerlo! Ahora si voy a poder decir que soy la tía sexy y millonaria —reímos.

Luego de todas las felicitaciones seguimos en la cena, sabía que todos se iban a contentar, por supuesto que Leon les pidió que mantuvieran mi embarazo en secreto para evitar reportajes en la prensa. No quiero que nadie sepa que estoy embarazada hasta que atrapen a Nathan.

Después de la cena, acosté a los Gemelos y fui hasta nuestra habitación, Leon se estaba duchando y yo me estaba desmaquillando, su teléfono empezó a sonar de forma insistente, lo tomé sin ver quien era.

—¿Diga?

—Ah eres tu princesa..

Nathan..

—Quería hablar con mi príncipe pero ya que contestaste tu, es mucho mejor —empezó a reír.

—Bastardo..

—Insultame todo lo quieras, tus palabras no me afectan.. Estoy decepcionado ¿sabes? Creí que deshacerme de ti sería fácil pero no, eres difícil de matar, pero ahora tengo un motivo más grande para quitarte del camino.. Y es ese bebé que llevas en tu vientre.

Al escucharlo me paralice por completo ¿como mierdas se enteró? No puede ser.

—¿No lo esperabas? —rio— yo lo sé todo princesa.

—Eres un cobarde —dije con odio— ¿Por que no vienes y me das la cara? Prefieres esconderte como la cucaracha que eres, mejor dame la cara y arreglamos ésto tu y yo.

—Uy pero que miedo, vas a perder la compostura.

—Me importa una mierda, podre ser una princesa y la esposa de Leon, pero me crié en un barrio y se defenderme de hijos de puta como tu... Tu no me asustas Nathan.

—Deberías querida Hayley, deberías... Cuídate, podrías caer por las escaleras, golpearte el vientre con la bañera, ser envenenada con la comida.. Quien sabe, hay muchas formas de matarte sin esforzarme demasiado.

—No me asustas —puse mi mano en mi vientre—, tu estas enfermo, te duele que esté con Leon, eres un marica, un cobarde.. Eso es lo que eres y así me asesines Leon jamás estará contigo ¿me escuchaste? Jamás, porque lo que siente por ti es asco..

Gritó y me colgó, yo me recargue de la peinadora tratando de calmar mis nervios, no puede ser posible, ese hombre no nos va a dejar en paz jamás.

—Hayley amor ¿estas bien? —Leon llegó hasta mi— estas temblando.

—El.. El llamó a tu teléfono.. Sabe de nuestro bebé Leon —mis lágrimas caían— me amenazó con hacerle daño a nuestro bebe y a mi.. ¿Cómo lo supo? ¿Quién le dijo? —estaba empezando a desesperarme.

—Tranquila —me abrazó con fuerza—, no voy a dejar que nada les pase a ustedes mi amor.. Lo. Prometo, voy a averiguar como lo supo, tranquila.

Quería creerle pero no podía, tenía tanto miedo ahora, pensé que estaría en paz con mi bebé pero no, ese hombre encontró la forma de asustarme pero tengo que ser valiente y estar tranquila por mi bebé, no voy a darle el gusto de que joda mi tranquilidad.







Hola hola mis lectoras espero que estén bien jeje lamento no estar tan activa pero he estado ocupada con mucho trabajo 🥺✨ pero de igual forma agradezco todo el amor que ha recibido cada una de mis historias, gracias 💕

Por favor dejen sus votos y comentarios, espero que el capítulo les haya gustado 💕

Besos, Ross.

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