Capítulo 47.

Ten coraje de vivir. Cualquiera puede morir 

-Robert Cody.

Hoy empezaba mis terapias, reconozco que al principio no lo quería, no quería darle lástima a nadie pero se que por dentro de mi, necesito levantarme de ésta silla, luchar por mi y Leon. Mi esposo, Leon ha estado muy ocupado en mi, tanto que no ha podido dormir ni comer bien, anoche a penas tocó la cama se quedó dormido, estos días ha estado cuidando de mi sin descanso, merece dormir hasta tarde.

Cómo pude me senté en la cama y estiré la única parte de mi cuerpo que puede moverse, frote mi cuello y talle mis ojos, mire a mi lado y Leon aun seguía dormido, tomé la tablet y envié un mensaje a Joana para que entrara a la habitación en silencio.

—Buen día —entró y susurró.

Yo solo le sonreí y señalé la silla, la puso a un lado y me ayudó a subir, luego me llevó al baño para ayudarme a asear. Joder estaba tan avergonzada de que ella hiciera todo por mi.

—Si no te gusta que te ayuden Hayl, tienes que cooperar con las terapias —me sonrió a través del espejo—, no me molesta ayudarte, pero a ti si, así que será mejor que pongas de tu parte.

Asentí como pude, tengo que mejorar como sea y se que puedo hacerlo, solo necesito tiempo para ir de a poco, ya no quiero que sigan ayudandome o depender de alguien, siempre fui independiente y ahora que estoy postrada en ésta silla no puedo hacer las cosas por mi cuenta.

Joana terminó de colocarme el conjunto deportivo y después me recogió el cabello, salimos de la habitación en silencio ya que Leon seguía dormido, escribí en la tablet para Joana.

¿A donde iremos?

—Vamos a la sala de terapias.. Ya verás.

Me llevó por el pasillo de la casa hasta una puerta, cuándo la abrió quede impresionada de lo que había en la habitación, pelotas enormes y todo lo que se necesita para una fisioterapia, me gusta como se ve ésto.

—Leon mandó a hacer todo esto —ella dejó un beso en mi mejilla—, la fisioterapeuta vendrá en un momento.

Definitivamente amo a mi esposo, lo que está haciendo es una maravilla, merece que haga mis terapias, tengo que mejorar para poder darle un beso, abrazarlo y decirle cuánto lo amo.

—Buenos días —era la voz de una chica.

Ella se posó frente a mí, vaya que es hermosisima, alta, cabellos castaños, ojos oscuros y piel morena.

—Mi nombre es Sandra pero me dicen Sandy, seré tu terapéuta por unas semanas —sonrió.

Su acento estaba muy marcado, quizá venga de muy lejos.

—Vamos a empezar, pero antes debes comer, las terapias requieren mucho esfuerzo y si no te alimentas correctamente, podrías debilitarte y no queremos eso.

—Traeré el desayuno ¿quieres algo en específico? —preguntó Joana

Escribí en la tablet.

Sólo café con Leche y pan de maíz.

-Eso será entonces.. Ya regreso.

Joana salió de la habitación y Sandy me llevó hasta unas colchonetas, me bajo de la silla para acostarme.

—Vamos a empezar a mover los músculos de tus piernas muy lentamente, quizá sientas un poco de dolor —asentí.

Empezó con los ejercicios y vaya que dolía, era como si me estuviese partiendo la pierna, no podía mover la mitad de mi cuerpo, pero sí tenía sensibilidad y eso era bueno según el doctor ya que mi recuperación podría ser más rápida de lo normal. Mientras ella me hacía mis ejercicios pensaba en Nathan, escuché a Leon hablar por teléfono con Abel sobre el, pensó que estaba dormida y escuché del como hablaban sobre lo que me hizo, el maldito me estaba dando arsénico, me estaba envenenando lentamente, yo pensaba que había sido otra cosa pero no, era mucho peor, quería eliminarme por la tonta obsesión que tiene con mi esposo.

Tengo que recuperarme para obtener mi venganza, Nathan tiene que pagar por lo que me hizo y yo no voy a descansar hasta conseguirlo.

Tony se detuvo abruptamente cuando escuchó gritos, no eran cualquier grito, eran los de Leon. Entró sin camisa a la habitación.

—Joder —jadeaba—, aquí estas..

Que exagerado, no puedo salir de la habitación sola.

—Hola su majestad —ella desvió la mirada.

Abrí los ojos exageradamente para que el tonto este se diera cuenta de que anda con el torso desnudo, miró su torso y salió de la habitación corriendo yo rodé lo ojos y Sandy rió.

—Se ha vuelto más sobreprotector ¿no es así? —asentí— me recuerda a Harry, aunque mi prometido es el doble de exagerado.. ¿Sabes? Hace años tuvo un fuerte accidente —siguió con mi pierna—, estaba trabajando en mi país, México, allá era una gran fisioterapeuta, no la mejor pero si era buena, hasta que me salió una excelente oportunidad para trabajar en Holanda, ahí conocí a Harry, fue difícil al inicio ya que el se rehusaba a salir de su habitación, no comía casi debido a la depresión que tenía al estar postrado en una silla de ruedas.

Vaya, el estaba peor que yo.

—Luego de algunos meses de trabajo duro con el y tratamientos, logré que pudiera moverse, ya hoy en día ya no usa la silla, solo un bastón y el mismo hace sus terapias.. En el transcurso de todo ésto nos enamoramos sin pensarlo, descubrí que Harry es un buen hombre —sonrió.

Que linda se veía al hablar de él, se nota que esta muy enamorada.

(...)

Sandy le iba explicando a Leon como debía hacerme algunos ejercicios simples para la movilidad de mi mano, eran sencillos pero dolorosos, tenía que soportarlo mientras más ejercicios haga, podré mejorar rápido.

—Bien Hayley, eso sería todo por hoy, mañana continuamos con la pierna —asentí.

—Gracias Sandra —ella asintió y salió de la habitación— bien preciosa ¿te gustaría ir al jardín?

Asentí y me sentó en la silla de ruedas para salir de la habitación e ir hasta el jardín, desde que llegue no había salido, me hacía falta oler el aire fresco, ver el cielo y las flores del jardín, a pesar de estar aquí sentada, me sentía bien, me sentía optimista y alegre y es porque mi esposo esta conmigo, mis hermanos también y mi amiga. Los Gemelos estaban jugando en el jardín, Leon me llevó a la mesa y se sentó a mi lado.

—Para ser el primer día de terapia, lo hiciste bien —me sonrió—, sigue así mi amor y mejoraras antes de tiempo.

Cerré los ojos por un momento tratando de articular una palabra pero nada salía de mí boca aún, no odiaba estar en una silla de ruedas, estoy agradecida de estar viva, pero deseaba más que nada hablar, quería decirle que lo amo, que me escuche y sepa que estoy feliz de que esté a mi lado.

—T.. Te.. Te.. Amo..

La sonrisa de Leon se ensancho, tomó mi mano y dejó un beso en ella decir eso, me dolía, sentí mi garganta desgarrarse, tendré que trabajar en ello.

—Yo también te amo mi amor.. No sabes lo feliz que me ha hecho escucharte —su voz se quebró—, extrañaba esa vocecita..

Mi amor no llores..

Acerque mi mano a su rostro y lo acaricie, limpié sus lágrimas y le sonreí, se que a pesar de que estamos unidos y nos amamos, ésto ha sido un proceso difícil y duro, tanto para mi como para el, lo único que esperaba era que todo mejorara para ambos y volver a ser la misma de antes.

—El consejo no quiere aplazar más la coronación —suspiró—, no quiero hacer nada si tu no estas presente, te necesito a mi lado y que mejores, la coronación puede esperar.

El sabe que eso no puede esperar, necesitan coronarlo Rey cuánto antes, la nación necesita un gobernante y al consejo no le importa que es lo que suceda conmigo, solamente soy su esposa y ya, el vale más que yo.. No puede seguir aplazando ésto. Tomé la tablet para escribir.

Tienes que hacerlo, sabes que no puedes dejarlo pasar, podrían destituirte y no quiero que suceda.. Ve a la coronación, yo estaré bien.. Además de que no estaré sola.

—No puedes pedirme eso mi amor —negó—, tu eres mi prioridad ahora.

Lo sé pero si eso se atrasa, será peor para ti, has estado conmigo desde hace más de dos semanas, no has dormido bien ni comido, por favor, mientras más rápido mejor.

—Está bien —suspiró—, haré la coronación en una semana —yo sonreí.

El sabe que tiene que hacerlo, mientras más trabas tenga eso, no podrá librarse del consejo, ya en una semana al fin será rey y yo pues, sabrá Dios cuando seré Reina, aunque eso no me importa ahora, mi recuperación es primordial.


Buenass tardes lectorxs ❤️✨ espero que estén bien y que les haya gustado el capítulo, dejen sus votos y comentarios por aquí ✨❤️

Besos, Ross.

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