Capítulo 36.

La mayor prueba de coraje en la tierra es superar la derrota sin perder corazón.

—Robert Green Ingersoll.


Pasar el día con mis hermanos fue gratificante, escucharlos hablar sobre su día, la escuela y de cómo hicieron muchos amigos.. También verlos convivir con Leon fue increíble, Hugo y Leon se llevaron bien de inmediato, ambos tienen casi la misma forma de prensar y hablar, sabía que se llevarían bien, mientras que Daniel se llevó bien con Abel, fue increíble verlos a los cuatro jugar a las cartas, juego de mesa y videojuegos, tenerlos conmigo me hace sentir completa.

Gerard me dio noticias sobre Lina, me dijo que estaba mejorando pero a paso muy lento, intentó drogarse con medicamentos que había robado pero que por suerte no pasó a mayores, le han restringido la salida al patio por quince días y tuvieron que poner candado a casi todo, sabía que Lina daría problemas, pero no pensé que tantos.

Dejé a los Gemelos en una de las habitaciones de la casa, estaba contenta porque los tendría conmigo y eso es gracias a Leon.

El estaba ansiosa por mostrarle la sorpresa, yo estaba más ansiosa porque sería algo que haría por primera vez. Leon me hace sentir  bien conmigo misma y quiero ser un poco más atrevida a la hora de hacer el amor con el, me encanta cómo me toca y me besa, pero siento que debo hacer un poco más, dominarlo sólo un poco, tenerlo solo para mi y ésta noche seria perfecta para ejecutar mi plan.

Joana fue mi cómplice en ésto, le pedí ayuda para mi plan y ella aceptó gustosa, ahora estaba dentro del closet terminando de ponerme la lencería que me envió, era roja y de dos piezas, con un choquer en el cuello que tenia un corazón mediano, medias largas del mismo color y los tacones, definitivamente me veía muy bien, me sentía sexy y segura de mi misma en este momento.

—Amor ¿estás bien? —lo escuché detrás de la puerta.

—Si, ya salgo —me estaba soltando el cabello.

Tomé la venda en mis manos y me mire por última vez al espejo, estaba nerviosa, muy nerviosa.. Abrí la puerta y me asomé un poco, Leon estaba quitándose la camisa, estaba sin zapatos, perfecto.

—Amor —volteó a verme— ¿recuerdas que te tenia una sorpresa?

—Si —sonrió emocionado— ¿ya es hora?

—Siéntate en la cama —asintió y se sentó en ella.

Tomé aire y apreté lo que tenía en mis manos, salí del closet y caminé a pasos lentos hacia el, vi como trago saliva y soltó un silbido.

—Jo der.. Pero que hermosa te ves mi amor.. —me miró de abajo hacia arriba.

—¿Te gusta?

—¿Que si me gusta? ¡Joder me encanta! Ven aquí que deseo romper esa cosa..

—No mi amor —negué—, hoy no voy a obedecerte..

—¿Por que no?

Caminé hasta la peinadora y saque el látigo, lo apreté en mis manos y regrese a el para rozarlo en su mandíbula y cuello. Camine un poco más y con el látigo le abrí las piernas para posarme en medio de ellas, roce mis dedos en su mandíbula y subí a sus labios.

—Me estás torturando mi amor.. —su voz se enrronqueció.

—¿Ah si? —asintió— sólo resiste un poco más mi rey..

Tomó mi trasero y lo apretó con fuerza haciéndome gemir, tengo que resistir a sus manos.

—De pie mi Rey..

Se puso de pie y puse mis manos en el botón de su pantalón y lo solté, metí mi mano en su bóxer y ya estaba duro, siempre me impresionaba el tamaño que tenia su miembro, es enorme, lo apreté un poco y el soltó un jadeo ronco. Su mano se posó en mi nuca y me acercó a su rostro.

—Hayley.. Me estas volviendo loco —jadeaba sobre mi rostro.

Sonreí y le di un corto beso, saqué la mano de su dureza y lo empuje hacia la cama, se hizo hacia atrás hasta quedar en el cabezal, me subí encima de el y tape sus ojos, puse mis labios sobre los suyos para empezar a besarlo con necesidad e intensidad, mordí su labio inferior para que abriera su boca e introducir mi lengua dentro de su boca, los gemidos roncos saliendo de sus labios me excitaba demasiado. Busqué en la mesita de noche y saque las esposas, tomé sus manos y lo espose en la cabecera de la cama.

—¿Pero que..? —forcejeo— Hayley amor ¿que haces?

Le quite la venda de sus ojos y sonreí.

—Quiero que estés quieto mi Rey —delinee mis dedos en su pecho— voy a hacerte sentir bien..

—No es justo —se puso serio— ¿Que harás?

—Ya lo verás..

Me bajé de la cama y tome sus pantalones y los deslice por sus piernas hasta estar fuera de ellas, luego fue su bóxer dejando al aire su ereccion. Me puse frente a él y sonreí, me mordí el labio viendo semejante hombre sobre la cama y esposado.

Puse una pierna sobre la cama y con mis manos deslice una de las medias que tenía puesta hasta sacarla de mi pierna, repetí el mismo movimiento en mi otra pierna, Leon se mantenía callado mirando cada uno de mis movimientos gatee en la cama hasta quedar en su miembro.

—Hayley amor.. No me hagas sufrir así —suplicó— por favor..

Sonreí y de una vez lo introduje en mi boca, Leon soltó un fuerte gemido, mis movimientos aumentaron con su polla dentro de mi boca, lo saqué un poco para tomar aire y lamí su punta mientras que el soltaba gemidos roncos, lo solté y me arrodille en la cama.

—Sueltame ¿si? —jadeaba— necesito tocarte..

Negué y me subí encima de el puse las manos en mi espalda para soltar mi brasier, mis ojos no se despegaban de los de Leon, me acomodé mejor y tome su polla y lo masturbe un poco, hice a un lado mis bragas e introduje su polla dentro de mi, ambos gemimos al mismo tiempo.

Movi mis caderas de adelante hacia atrás disfrutando de la dureza de Leon dentro de mi, estaba en el mejor punto de mi cuerpo y no pude evitar gemir muy fuerte y aferrarme en su pecho mientras aumentaba mis movimientos.

—Hayley Sueltame.. —gruñia

Cómo pude lo solté, ya estando libre, tomó mi cintura y la apretó con fuerza para empezar a embestirme con fuerza, estuvo así por unos minutos y se detuvo, salió de mi y me colocó boca arriba tomó las bragas y las rompió ahora si dejándome desnuda, se subió encima de mi y besó de nuevo mis labios, su mano apretó mi seno, lo soltó para deslizar su mano hasta mi intimidad e introducir sus dedos en mi, arquee mi espalda al sentir los enormes dedos de Leon entrar y salir de mi humedad. Luego los sacó y los saboreo.

—Deliciosa mi amor.. Pero aun no he terminado.

Me volteó y tomó mis brazos, luego puso las esposas sobre mis muñecas, tomó mi cintura para alzarla y recargarme sobre mis rodillas, se bajó para después subir a la cama y sentir cómo amarraba mis tobillos con su corbata dejándome completamente inmovilizada. Di un respingo cuando sentí un azote en mi trasero, luego otro y otro, ya la piel estaba ardiendome pero no quería que se detuviera.

Solté un fuerte jadeo cuando entró en mi sin piedad, me embestia mientras me azotaba y Dios, que bien se sentía, sus estocadas se hicieron más y más fuertes al igual que rápidas.

—Oh Leon voy a.. —Las palabras no me salían.

—Eso es mi amor, correte conmigo —aumentó la velocidad.

Dio unas cuantas estocadas más hasta que sentí como se corrió dentro de mi mientras que yo dejaba salir mi orgasmo.. Los espasmos de Leon terminaron y salió de mi, podía sentir su semen salir de mi intimidad y bajar por mis muslos, es mucho.

Soltó mis manos y luego mis tobillos, cerré los ojos tratando de recuperar el aliento.

—Vamos mi amor, nos daremos una ducha —jadeaba.

Me tomó en sus brazos y camino hasta el baño donde me sentó en la tina y la empezó a llenar con agua tibia y jabón, luego el se metió conmigo y pude relajarme por completo, mi espalda estaba contra su pecho y Leon acariciaba mi cuello con su nariz.

—Eres increíble —murmuró sobre mi cuello— me encantó que hayas sido atrevida.. Me siento orgulloso por eso.

—¿Orgulloso? —reí leve.

—Si mi amor.. Porque me generas placer con solo verte así —apretó mis senos— jamas voy a cansarme de ésto..

—Eso espero..

—Me encanto mi sorpresa —sonreí— dejame decirte que el rojo te queda espectacular.

—Leon... Mañana tengo una pequeña reunión con el gobernador, el alcalde y demás personas ¿Irías conmigo?

—¿Reunión?

—Si, creí que lo sabías.. —frunci un poco el ceño.

—Nathan no me dijo nada, quizá se le haya pasado, últimamente hemos estado muy ocupados con el trabajo.

—Claro..

Estúpido Nathan, mandé a que le avisara a Leon ya que debíamos ir juntos, no entiendo porque no le avisó, pero ya después me arreglo con ese chico.

—La reunión es sobre lo de la planificación familiar ¿no?

—Si, es un proyecto que empezó una chica, oí hablar de ello y quisiera participar, no lo sé, dar alguna charla.

—¿Sabes sobre el tema?

—Un poco —me giré para verlo—, donde vivía habían muchas chicas en estado de embarazo, por no tener una buena planificación o quizá otras cosas.. Me gustaría que hubiera centros dónde hayan charlas sobre el tema, cómo deben cuidarse si tienen actividad sexual pronto, para evitar embarazos no deseados, abortos clandestinos y enfermedades de transmisión sexual.

Leon me miró sonriente.

—Me parece una buena idea.. Iré contigo, así también hablamos sobre el hombre, que también juega un papel importante en la relación sexual.

—Gracias —le di un beso— eres el mejor..

—No, tu eres la mejor.. Me haces sentir orgulloso y afortunado. Mañana iremos y haremos todo lo que quieras, tienes mi apoyo.

—Gracias.. Quería preguntarte ¿Cómo te fue en Austria?

—Bien —sonrió un poco— fue algo cansado pero todo bien, quería regresar rápido y dormir con mi esposa..

—Yo también te extrañe mucho éstos días.. La casa se sentía más enorme de lo normal sin ti —acaricio mi mejilla.

—Puedo imaginarlo.. —dejó de hablar cuando escuchó su teléfono sonar, frunció el ceño y salió de la bañera para colarse una toalla en la cintura, salió del baño a contestar.

¿Quién será a esta hora? Salí de la bañera y me puse la bata para salir del baño, Leon estaba caminando de un lado a otro con el teléfono en su oído.

—Nathan te dije que mañana no puedo.. Acompañare a mi esposa a una reunión, la cual no me avisaste.. —hablaba serio.

Nathan tenía que ser, ese chico de verdad estaba siendo un dolor de cabeza..

—Pues cambia la maldita fecha.. —se estaba molestando— iré con mi esposa a la reunión mañana, puedo hacerlo pasado mañana.. Me importa una mierda el protocolo.. —me miró.

—¿A donde tienes que ir mañana?—le pregunté. 

—A ver al consejo de nuevo, necesitan verme..

—¿A que hora es?

—A las dos de la tarde..

Maldito Nathan..

—Dile que si irás.. —me metí al closet a buscar mi pijama, ese chico estaba empezando a molestarme demasiado pero no voy a darle el maldito gusto.

—Mi amor —Leon me abrazo por la cintura y escondió su rostro en mi cuello— no te enojes por favor..

—No estoy enojada —suspire—, iré contigo a ver al consejo.

—¿Que hay de tu reunión?

—La reunión es en la mañana, es a las nueve, tenemos tiempo de ir..¿Que dices?

—Me parece muy bien.. Llamaré a Nathan y le diré que si iras conmigo..

—No, mejor dile que si irás, pero solo.

—¿Por que?

—Solo hazlo mi amor..

—Está bien —beso mi mejilla—, iré a llamarlo.

Salió del closet y yo empecé a vestirme, ese chico gusta de mi esposo, está más que claro y lo sabe disimular muy bien frente a el, me importa una mierda que sea su asistente, el es mi esposo y tengo que dejarle muy en claro que el es solo mío, el quiere alejarme de Leon pero no lo va a conseguir, Nathan no me ha conocido realmente y puedo ser muy peligrosa si se meten en mi camino.


Esto cada vez se pone mucho mejor!! 😱 El Nathan esta empezando a meterse en medio de nuestros tortolitos, pero Hayley no se va a dejar.. 😏✨Cómo son tan buenas lectoras, voy a dejarles un Spoiler, para lxs que no están en mi grupo de WhatsApp porque lxs que si están saben cositas 😏

Spoiler: Nathan esta enamorado de Leon, pero su amor va más allá de la obsesión, de vuelve enfermizo y va a lastimar a Hayley, será mucho peor que Giselle 🤫

Suficiente Spoiler jeje dejen sus comentarios para que no se pierdan de nada. 

Por favor dejen sus votos y comentarios.. Lxs leo 💕

Besos, Ross. 

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