Capítulo 33.
Dos grandes verdades que en ocasiones necesitas recordártelas, especialmente cuando te desanimas o desalientas por alguna razón: Puedes más de lo que te imaginas.
—Anónimo.
Había pasado ya una semana desde la muerte del Rey, todo estaba volviendo a la normalidad por así decirlo. Ya todo estaba abierto de nuevo y el palacio estaba funcionando de a poco. La reina se ha tomado unos días más para poder descansar a gusto y poder afrontar con calma su pérdida.
Leon estaba encerrado en su habitación, tiene ya cinco días que no sale se ella y me preocupa porque no ha comido bien estos días, se muy bien que la pérdida de su padre le duele mucho, pero no puede estar así, tiene que comer o enfermara.
Ayer tuve un incidente con Nathan, estaba insistiendo en que Leon debía cumplir con su agenda de trabajo cuando sabemos que todavía no está en condiciones de hacerlo, mi esposo necesitaba tiempo y ese chico no se lo que estaba dando, no quisiera generar un problema pero ese chico no ayuda. Al final se rindió y dejo de insistir.
Hoy estaba decidida a sacar a mi esposo de la cama, así que me puse manos a la obra y prepararle una rica comida, las chicas del servicio insistieron en hacerlas ellas, pero no, yo quería hacerle la comida a mi esposo.
—Bien —murmuré mientras probaba el pollo— delicioso..
—Princesa podemos terminar por usted..
—Oh no gracias —reí— ya está todo listo, busca una bandeja por favor.
Ella asintió y busco una bandeja, empecé a colocar toda la comida sobre la misma, hice arroz blanco, pollo en salsa de naranja y puré de papas con jugo de limón, le va a encantar. Tomé la bandeja en mis manos y salí de la cocina para subir a la habitación, como pude abrí la puerta y dejé la bandeja sobre la mesa. Leon estaba dormido, me acerque a el y acaricie su cabello.
—Mi amor —susurre—, arriba.. Ya son las dos de la tarde.
—No quiero.. —su voz salió espesa por el sueño.
—Tienes que comer —Besé su frente.
—No tengo hambre mi amor.. —se acurruco en la cama.
—Bien, entonces haré que alguien se coma la comida que hice para ti —me levante de la cama—, la hice con mucho amor..
Lo mire de reojo y vi como se levantó de la cama, se sentó en ella y se tallo los ojos, bien hecho Leoncito.
—¿Tu cocinaste amor? —preguntó como niño pequeño.
—Así es mi amor, cociné para ti —tomé la bandeja y la puse en la cama— aquí hay para ambos.
—Gracias mi amor —sonrió—, no podría desperdiciar la comida de mi esposa.
—Es que no puedes, me esforcé mucho.
—Mejor bésame —le di un beso corto.
Sonrió y empezó a comer, gimió al probar la comida y siguió comiendo muy rápido.
—Leon, despacio, puedes atorarte con la comida.
—Lo siento mi amor —habló con la boca llena—, ésto está delicioso, no sabía que cocinabas tan bien.
—Ahora ya lo sabes.
—Si y espero seguir comiendo tu comida.. Tienes manos de diosa.
—Gracias..
Ambos seguimos comiendo mientras le contaba sobre lo que ha sucedido en éstos días que estuvo encerrado, del cómo está su madre y lo demás. Recogí la bandeja y la dejé sobre la mesa, el teléfono de Leon sonó y el contestó.
—Si Nathan.. ¿Ahora?.. Bien iré en un momento con Hayley... Oh entiendo, esta bien.. Nos vemos en un momento —colgó.
—¿Pasó algo?
—Si —se levantó de la cama— tengo que ir al palacio, el consejo real vino y quieren reunirse conmigo..
—Ah vaya.. ¿Quieres que te acompañe?
—No mi amor —me tomó de la cintura—, debo estar solamente yo, sólo deseame suerte.
—Claro que si —le di un beso.
Me soltó para ir al baño y ducharse. Solté un suspiro pesado, ahora esta nueva reunión quién sabe que le dirán, aunque lo más probable es que le hablen sobre la coronación.
Baje de nuevo a la cocina y dejé la bandeja ahí, hoy tenía que reunirme con Gerard, tenía que saber que actividades tendría estos días, necesito estar ocupada lo más que pueda, porque se que Leon estará ocupado estos días.
Me quede en el living a esperar a Leon, Nathan estaba ahí también. No quiero pensar mal o desconfiar pero ese chico no me da buena espina, tiene algo que me inquieta y lo peor de todo es que vive en esta casa, tiene que estar constantemente aquí para trabajar con Leon, tengo que ser sincera, no me gusta que esté cerca de él.
Leon bajó arreglándose el traje, se veía muy apuesto vestido de azul.
—¿Todo listo?
—Si, su majestad —sonrió— todo está arreglado.
—Bien.. —se acercó a mi— regresaré más tarde mi amor.
—Tranquilo —arreglé su camisa— llámame si algo sucede.
—No va a pasar nada —beso mi frente— te veo en la cena o quizá antes..
—Ve con cuidado.
Asintió y beso mis labios para después salir, Nathan me miro extraño y salió detrás de él, definitivamente tendría problemas con ese chico, tengo la leve sospecha de que el siente algo por Leon, solo espero estar equivocada
(...)
Estaba en el salón reunida con Gerard quien me estaba enseñando como hacer un bordado y sinceramente lo odié, esto es difícil además de quw tengo que armarme de paciencia para hacer una simple hoja, no puedo.
—Esto es muy difícil Gerard —deje todo sobre la mesa—, no nací para bordar definitivamente.
—Mejor dejémoslo por hoy.
—Por hoy y por el resto de la vida, no quiero hacer esto, mejor salgamos ¿si?
—¿Salir? —asentí— ¿a donde quiere ir?
—Fuera del palacio, estoy harta de estar encerrada en esta enorme casa, quiero conocer el país, desde que llegué no he podido hacerlo..
Junte mis manos en una súplica esperando que dijera que si, necesitaba estar lejos del castillo por un momento.
—Bien, iremos al pueblo.. Mandaré a ordenar la seguridad.
—¡Gracias, gracias! —lo abracé— me voy a cambiar..
Subí a mi habitación y me cambie por una ropa más cómoda, jeans azules, zapatos deportivos y una camisa azul con una chaqueta, me hice una coleta y tomé mi bolso junto con mi cámara. Volví a salir de la habitación y baje a esperar a Gerard.
—¿Saldrá?
Me asusté cuando escuché la voz de Nathan.
—Deberías dejar de hacer eso, aclárate la garganta antes de hablar.. Y si, saldré.
—Usted no debería salir.. Y menos sin el príncipe.
—¿Y quién lo dice? —alce una ceja.
—Está en las reglas, princesa, usted debe respetar el protocolo y seguir las reglas.
Decidí ignorarlo, el no tiene que decirme que hacer, ni siquiera Leon puede hacerlo. Gerard llegó hasta mi y me dio un asentamiento para salir, subimos al auto y yo no pude estar más emocionada, iba a tomarle fotos a todo lo que pudiera.
Ya afuera del palacio fuimos a muchos lugares como La Galería de Arte y la Galería de Arte Contemporáneo se encuentra cerca de la estación central un poco más alejada del palacio. Luego fuimos al Museo de la Ciudad de la Emigración BallinStadt recuerda los grandes flujos de personas que emigraron en masa de Europa entre 1850 y 1939 al norte y sur de América. Un lugar sin duda fascinante.
Hamburgo cuenta también con un jardín botánico diseñado como parque, en el que se pueden pasar varias horas admirando la vegetación, tiene todo tipo de flores y árboles, es lo más hermoso que he visto en mi vida.
—Princesa —mire a Gerard—, ahí viene su esposo..
Mire hacia donde lo hacía Gerard y efectivamente, Leon venía hacia nosotros, Abel y Nathan venían detrás de él, sonreí cuando se acercó más a mi.
—Es una traición haber salido sin mi —susurró sobre mis labios—, merece ser azotada señorita.
De inmediato sentí mi cara arder.
—Creí que llegarías tarde y quería salir a conocer un poco, desde que llegué aquí no había podido..
—Entonces terminemos con tu paseo para ir a casa —beso mis labios—, necesito los mimos de mi esposa.
—Hecho..
Tomó mi mano y seguimos paseando por el jardín botánico, Leon saludaba a todas las personas que estaban aquí, también me contaba la historia de éste lugar, mi salida mejoró mucho más ahora que esta conmigo.
Fuimos a un lugar donde era como una calle de comidas callejeras, habían puestos y carritos de comida, todo se miraba muy delicioso.
—Quiero que pruebes el Birnen, Bohnen und Speck.
—¿Que es?
—Es uno de los platos típicos de Hamburgo, el Birnen, Bohnen und Speck, consiste en peras, judías verdes y bacon, se suele denominar también en el dialecto de la región como: "Grööner Hein", es muy conocido en Schleswig-Holstein, Baja Sajonia, Mecklemburgo-Pomerania Occidental y aquí en Hamburgo. Debido a los principales ingredientes que contiene este plato se prepara sólo en los meses de agosto y septiembre, pero aquí en Hamburgo lo preparan todo el año.
—Suena delicioso..
—Lo es, es uno de mis platos favoritos —sonrió— aquí hay un puesto donde preparan los mejores.
—Creí que eras más de ir a los restaurantes caros.
—Si y no —reímos—, voy a restaurantes caros cuando tengo que cumplir la agenda, pero estando aquí, casi siempre vengo a comer a éstos lugares.
Asentí y llegamos a un puesto, más bien a una Food truck, habían mesas al aire libre y un par de personas en el lugar. Saludaron a Leon y el mismo buscó la mesa y me sentó en ella.
—Iré a pedir la comida, ya regreso —asentí.
Saque la cámara y empecé a tomarle fotos a todo el lugar, me encanta, es muy lindo todo. A pesar de la seguridad, de personas tomando fotos y queriendo estar cerca, estaba feliz, lo sentí como un momento solo nuestro, dónde éramos solo el y yo.. Nadie más.
Regresó con la comida y las bebidas, sin pensarlo demasiado le tomé de las mejillas y le di un beso, beso donde le demostré todo lo que estaba sintiendo por él, no había duda, lo amo.
—Te amo Leon Fischer.
Sus ojos brillaron y sonrió ampliamente, me acercó más a el y me rodeó con sus enormes brazos.
—Yo también te amo Hayley Fischer, te amo..
Al fin se lo dije.. Se lo dije, le dije que lo amo.
AHHHHH! Le dijo que lo ama gente! Que lo ama!! ❤️✨ Que emoción jeje..
Bueno gente, prepárense para el siguiente capítulo que va a estar muy fuerte.. 😫 Será momento de las revelaciones jeje
Por favor dejen sus votos y comentarios lxs leo ✨
Besos, Ross.
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