Capítulo 16.

Hay necesidades físicas y emocionales que solo podemos satisfacer interactuando con otra persona. Lo difícil es... encontrar a la persona apropiada para ello.

—Stella Gibbons

Dos días después.

Dos días en los que estuve encerrada en mi habitación pasando la humillación que me hizo pasar Leon, no quise ver a más nadie después de ello, mi ceja y parte de mi ojo quedaron morados y quedará una cicatriz en mi ceja.

Tuvo la decencia de aparecerse en mi habitación, no lo deje hablar porque no me interesaba hablarle ni escucharlo, Leon me dijo más de mil veces que el no fue quien lo trajo hasta aquí, pero por supuesto que no le creí una mierda, estaba harta de que me mintiera, habíamos pedido una tregua, pero el no la acepto. Lo odio. 

Nunca odié a nadie más que a mi misma, siempre luche por no tener ese sentimiento dentro de mi, pero Leon se ha encargado de sembrarlo con sus acciones. Estaba harta de que me tratara como un trapo viejo o de que no valía como persona, estaba harta de eso. Iba a demostrarle que conmigo nadie juega y le haré sentir lo mismo que me hizo sentir a mi pero de la peor forma.

Gérard me aviso que hoy hay un almuerzo con el gobernador y algunos empresarios, debido a mi golpe en el rostro, le tocará a Leon ir.

—Sigue en su habitación Princesa, no ha salido de ahí en dos días —me dijo Gerard.

Asentí y salí de mi habitación para bajar hacia la cocina donde estaban los empleados.

—Su alteza ¿se le ofrece algo?

—Si, una hielera por favor, pero que tenga mucho hielo y agua..

La chica asintió y me dio la hielera donde colocan el vino, con una sonrisa subí hasta la habitación de Leon, abrí la puerta de su habitación donde esta estaba oscura, abrí una de las cortinas y miré hacia su cama donde estaba dormido, camine hasta su lado y le vacíe la hielera encima, por supuesto que el se levantó gritando como lo loco.

—¡¿Que mierdas Parker?! ¡¿Estas loca acaso?!

Deje la hielera en una mesa y me cruce de brazos.

—Primero bajale a tu tono voz, segundo, llevas encerrado dos días en ésta habitación... Debido a mi golpe en el rostro —lo señalé—, no podré asistir al almuerzo que hay hoy con el gobernador y demás personas importantes, así que levántate y vístete porque bañado ya estás querido.

El se levantó de la cama molesto, estaba usando solamente un pantalón de chandal. Llegó hasta mi quedando cara a cara, trato de controlar su enojo, bien así me gusta, domadito.

—¿Que es lo que pretendes Parker? —su tono de voz era tranquilo.

—Que hagas tu trabajo como próximo Rey, no pretendas de que siempre haré tu trabajo para irte con tu... Mujercita, ya es tiempo de que vayas adquiriendo responsabilidades querido.

Me acerque a su rostro y roce mis labios con los suyos, vi como trago grueso y tenso su cuerpo. Como lo pensé sería fácil de caer ante mi. Así lo haré pagar por todo.

—Vístete querido.

Sonreí y salí de la habitación rumbo a la mía, sabía que Leon era fácil de caer para así poder ejecutar mi plan de enamorarlo o al menos hacerlo caer ante mi, sabia que debía esforzarme ya que el esta detrás de esa mujer, haría todo por humillarlo.

Más tarde..

—Entonces planeas enamorarlo.. Hayl nena ¿no crees que sería jugar su mismo juego? Digo, puede que todo te salga mal y termines tú enamorada de él.

—No lo sé Joana, estoy tan molesta con el... Me siento molesta por la forma en que me trato, me ha golpeado, humillado de muchas formas ¿no crees que merece un poco de lo que he recibido?

Le conté a Joana sobre cómo me sentía, ella sabía todas las humillaciones que Leon me ha hecho pasar, sobre cómo me hizo sentir y de la última que hizo que fue empujarme y abrirme la ceja, con eso fue suficiente para mi, desde ese entonces jure que lo haría pagar por tantas humillaciones.

Puede que en algún momento el juego vaya a voltearse y termine lastimada pero eso no lo iba a permitir, ya no más.

—Bueno nena, piénsalo bien.. Aunque para serte sincera mi parte vengativa quiere que lo hagas sufrir pero la otra es que no quiero que te lastimen y ya.. Tu solo piensa lo que harás de forma pausada y calmada, pensar en los pros y los contra de todo... Tu solo has tu trabajo como princesa y demuestrale a todos y sobre todo a Leon que tu puedes con el y con lo que se te venga encima... Has podido con cosas peores Hayl.

—Lo sé —suspire— lo pensaré lo prometo.

—Oye Hayl, sabes que Ryan ha estado agresivo últimamente... Hace dos días lo arrestaron por violencia doméstica.

—¿Me estas jodiendo Joana?

—No nena, se había emborrachado y agredió a su padre, fue horrible... Lo arrestaron en ese mismo momento, desde que llegó de Alemania ha estado así y supongo que tienes que ver con ello.

Es cierto, algo tiene que ver, no le había contado sobre el show que hizo Leon con Ryan. Le conté lo que sucedió con Ryan cuando vino a Alemania y del cómo se puso, también sobre la infidelidad de su parte, no había tenido tiempo de hablar con ella ya que siempre estoy ocupada.

¡Es un imbecil Hayl! ¿Como atreve a hacerse el ofendido cuando claramente fue el quien te engaño por años? Te juro que cuando lo vea voy a patearle los huevos por poco hombre y al esposo tuyo igual, es un idiota... De verdad que a los hombres a veces les falta cerebro.

Pues si, Leon creyó que iba afectarme verlo —caminé por toda la habitación con el telefóno en la oreja— al final de todo, me abrieron los ojos sobre Ryan y salí de ahí antes... Cuéntame ¿como esta todo allá?

Aquí todo esta más que bien, cuando se enteraron de que eres la esposa del príncipe de Alemania todos estaban hablando de lo bien que se llevaban contigo —rio sarcástica— puros idiotas interesados, porque cuando estabas aquí, fueron crueles.. Definitivamente como dice mi mamá, por la plata baila el mono y es cierto.

Sabía que algo así iba a suceder, todas esas personas que me humillaron en los trabajos anteriores, me trataron mal por tener una madre adicta, todos fueron malos conmigo y ahora que estoy en la cima y siendo la esposa de Leon, quieren decir estupideces, de verdad que la hipocresía es enorme.

Hable un poco más con Joana hasta que ella se despidió ya que tenía que ir a trabajar, ya era la hora de la cena y baje hasta el comedor donde estaba Leon esperando la comida.

En silencio me senté a su lado y poco después trajeron la comida, ordene que hicieran pollo a la naranja con arroz blanco y jugo de papaya, mi favorito. Me gustaba comer en silencio, era placentero pero Leon lo arruinó abriendo la boca.

—Hoy fue un día pesado.. El gobernador no hacía más que hablar y hablar, estaba estresado.

Lo mire y me reí, deje el tenedor sobre el plato y coloque mis manos sobre la mesa.

—¿Y? —reí — escucha Leon, me importa poco lo que haya sucedido en tu día, no me importa lo que hagas o digas ¿bien? Ahora dejame comer en paz.

Seguí con mi comida, siempre se encargaba de joderme la comida, estaba esperando que reaccionara, le diera un golpe a la mesa o gritara pero no, no lo hizo, siguió comiendo en silencio tal cual lo quise hacer desde un inicio.

Ahora me gustaba este Leon, calladito y sumiso, iba a aprovechar esto para desquitarme de todas las que me ha hecho.



Hola, espero que esten bien, lamento haberme tardado con las actualizaciones de esta historia, pero había estado demasiado ocupada. 😣

No olviden dejarme sus votos y comentarios. 

Besos, Ross. 

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