Roto
El espectáculo nocturno termino, la iluminada zona dejo de apreciar tal bello ser en sus frías aguas. Hinata recogió su vestimenta en el tierra fértil y se lo puso, estrujo una vez más su cabello dejando caer el agua acumulada en sus cabellos. Una sonrisa se plasmó en su rostro, estaba completamente relajada y en paz consigo mismo; hace mucho que no tomaba un baño tan largo, eso le decían las arrugas en sus manos y pies. Sus pasos se enrumbaron hacia la pequeña casa haciendo crujir las ramas secas y el pasto; abrió la puerta con suavidad como si de una niña después de una travesura se tratara.
Cuando estuvo adentro todo parecía bastante normal pero su corazón se detuvo igual que su respiración, retrocedió unos pasos negando y se sintió realmente tonta.
«Sasuke-kun no está» pensó
Ver la improvisada cama desacomodada era el hecho claro de que se había ido, lo peor es que no estaba en la casa. Su temblorosa mirada, volvió a buscarlo en la pequeña casa quizá con la tonta esperanza que no haya salido y lo peor.. que la haya visto.
Se llevó una de sus manos a la boca, retrocedió unos pasos negando lo evidente. El ruido de unos pasos la detuvo pero se contuvo para mirar, conocía perfectamente el sonido de esas pisadas, sabía con certeza de quien se trataba. Su cuerpo empezó a tiritar, su rostro se volvió del mismo color que el tomate más rojo y enderezo la postura, se puso nerviosa al sentir la alta presencia del uchiha rosar su brazo cuando pasaba delante de ella. Hinata rogaba a kami para que no volteara pero al parecer no la escucho. El uchiha volteo de lado y no evito sonreír con ironía. Ante los ojos de él estaba una Hinata temblorosa, avergonzada, con la ropa pegada a su cuerpo delineando sus perfectas curvas, pudo apreciar sus pezones erguidos producto del frio; ella era la presa más pecaminosa que había visto: curvilínea, menuda pero hermosa. La peliazul no dudo en evitar mirarlo, ladeo su mirada se mantuvo allí incapaz de dar un paso más.
-está haciendo frio, debes cambiarte esa ropa.
Sus sentidos reaccionaron, la voz de Sasuke la recorrió totalmente dando el impulso necesario para que ella saliera corriendo encerrándose en el pequeño baño. Una vez allí, su tembloroso ser se puso de espalda a la puerta.
-Sasuke-kun me vio.. no puede ser...eres una tonta..- dijo en voz baja.
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-la amo sasuke.. la amo tanto que moriría las veces que sea necesaria solo por ella
-eso es patético
-deberías intentarlo con sakura-chan.. ella siempre te ha amado a pesar de todo
-tsk.. por eso te digo dobe, no tengo un interés amorosa por nadie, ¿Acaso ya te dejo de interesar sakura?
-eso fue cosas de niños... solo no quería perder contra ti teme.. quiero a sakura-chan de una manera distinta
-sabía que dirías eso..
-ya verás que llegara la mujer de tu vida.
-no estoy esperando nada dobe.. no es algo que me importe
-heeee teme, eso dices ahora. Cuando llegue solo tendrás ojos para ella, cuando ella llegue a tu vida habrá días donde no podrás ni dormir por estar pensando en su sonrisa, en su voz en su aroma..
-¡patético!...¡eres patético Naruto!
-te acordaras de mis palabras..
-luces como un idiota hablando así de tu prometida, ¿Cómo se llama?... creo que Hinara
-Hinata teme.. se llama Hinata. No tengo nada que avergonzarme porque yo la amo
-tsk
Había pasado más de una semana desde aquel incidente nocturno, Hinata aún no se animaba a darle la cara; los entrenamientos eran desastrosos, ella estaba muy distraída se caía constantemente y eso lo frustraba; sabía que tenía que hablar con ella pero no lo hacía; en cierta forma verla sonrojarse y temblorosa mientras le ofrecía cualquier alimento era un espectáculo aparte. Solía fastidiarse con facilidad, porque en los últimos días había empezado a verla demás mientras cocinada, mientras lavaba la ropa o limpiaba, a verla dormir y masturbase; se sentía un gran imbécil al hacerlo. Había cientos de chicas que matarían por estar en su lecho, sin embargo la única mujer que le interesaba, estaba comprometida y con su mejor amigo.
Para aumentar su trastorno con toda esa situación, su amigo Naruto se aparecía en sus sueños atormentándolo con sus pláticas, discusiones y su promesa, esa estúpida promesa.
«Cuando llegue..» pensó
Aquella plática había llegado atormentarlo y le dio la razón como pocas veces lo hacía, le dio la razón a su amigo cuando le dijo que no iba a poder ni dormir por estar pensando en su voz, su aroma, en sus ojos y demás.
Hinata cocinaba y alistaba la mesa bajo su mirada acechadora, aun podía recordar la noche en que la vio bajo la luz de la luna y mojada, jodidamente mojada. Su vista se fue hasta su trasero, ese era un hermoso vestido; la vio sonreír al probar el guiso de pollo en la olla. Su negra mirada viajo hasta sus senos, sus senos jugosos y carnosos; luego llego hasta su bello rostro, ese rostro de ángel que lo llevaban al clímax cada noche mientras se tocaba.
«he besado a Hinata-chan, Sasuke.. me gusta besarla»
Sus puños se cerraron y le dio la espalda. Cada vez que su mirada recorría el voluptuoso cuerpo de la peliazul, la voz de Naruto surgía diciéndole alguna cosa de que había hecho con ella. Le dolía la cabeza y se sentía...
-Sasuke-kun, la comida ya está lista..- fue tímida y mesurada
Cuando el Uchiha volteo se encontró con la comida servida, Hinata estaba sentada esperándolo.
«¿Cuánto tiempo estuvo así?» el tiempo trascurría rápido cuando sus cavilaciones lo llevaban al mismo tema
Como se había vuelto costumbre en los casi ocho días, ella comió en silencio y evito mirarlo. Sasuke estaba tan acostumbrado a sus pláticas dulces y triviales, por primera vez después de mucho tiempo el silencio lo empezaba a incomodar.
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Día 128
-¡Levántate!..
Su voz ronca la hizo sentir miedo, la frustración en los ojos de Sasuke eran evidentes. Hinata había caído casi doce veces en la pelea de casi una hora.
-¡Maldita sea Hinata!..¡concéntrate por un demonio!
Ella se levantó tambaleante y tomo posición. Su vergüenza no había disminuido desde aquella noche. Habían pasado diez días pero para ella era como si él la hubiera visto ayer, a veces se consolaba diciéndose «él ya me ha visto desnuda» pero no era suficiente, algo había cambiado y ella lo sabía.
Ver el semblante pensante de la peliazul lo frustro más, Hinata estaba en posición perfecta pero su mente no estaba allí.
-¡Me largo!- tiro su arma-¡No puedo entrenar de esta forma tan estúpida!.- arrastro su cabello y apretó el puente de la nariz
-¡espere!..
No dio ni cinco pasos para alcanzarlo cuando cayó al suelo.
-¡ahh!...mi.. mi tobillo..
Sasuke pidió paciencia, estaba irritado a punto de explotar por estar los últimos días con ella y ahora Hinata se cae.
-¡no lo toque!..-le grito-me... me duele..
La mano del Uchiha se movió de manera sutil, la cara de dolor de la peliazul por cualquier mínimo movimiento empeoraba. Un esguince era el responsable de la agonía de tan frágil mujer; durante días había tratado de no tocarla, sin embargo, por la situación tenía que hacerlo. Sin que ella protestara la tomo con su brazo y muñón y la llevo a la casa. Hinata rodeo con sus manos en cuello de Sasuke, el mantenía su mirada enfrente. Mientras caminaba podía ver como sus rebeldes mechones moviéndose al compás de sus pasos, se ruborizo cuando él la vio. Con sumo cuidado la coloco sobre la piel donde solía dormir. Era hora de aclarar ciertas cosas.
-Hinata..
-¡lo lamento!- lo interrumpió- lamento haberlo arruinado de nuevo.. es solo.. bueno.. yo..- su voz sonó con vergüenza y comenzó a jugar con sus dedos
-tsk..¿lo dices por lo de aquella noche?..
Sus miradas se encontraron, Sasuke la desnudaba y los colores no tardaron en aparecer.
-Mhp..- sonrió- te he visto denuda más veces de las que quisieras contar, he tocado tu cuerpo muchas veces- ella se sobresaltó - a estas alturas no deberías avergonzarte de algo normal..
-no creo que sea normal que vea mi cuerpo..
-tsk.. escucha Hinata, hemos pasado muchos meses juntos, es hora que dejes tus complejos.
-pero..
Su avergonzada y temblorosa mirada llego hasta el, su mirada negra dejo de desnudarla para dar paso a la compresión. Sasuke parecía relajado, incluso pudo sentir una pizca de amabilidad en su voz; miro hasta la puerta que estaba abierta, miro su pie un poco hinchado.
«el me ha ayudado» pensó
Su relación había mejorado abismalmente. El Sasuke de antes, quien la ofendía, la maltrataba adrede, el que era cruel, sin compresión había desparecido. Ahora delante de ella estaba un Sasuke completamente diferente, uno que la comprendía, la protegía y en cierta forma era amable con ella.
-¡tiene razón Sasuke-kun!.. no volveré estar distante contigo.- le sonrió y él se sorprendió-.. yo estoy feliz de compartir esta experiencia contigo, tu eres como una hermano para mí..- ella rodeo con sus brazos su cuello y cerró los ojos.
«hermano» pensó y se ofendió
La sensación de molestia recorrió su ser, Hinata parecía estar disfrutando tan inocente abrazo y Sasuke, solo trataba de no pensar mucho.
-trata de no realizar movimientos bruscos..- dijo esto y se marchó sin mirarla
Una vez más la culpa la invadió, Hinata se llevó una de sus manos a su pecho en señal de un corazón oprimido y una mente confundida.
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Día 129
Sasuke se había encargado de realizar las labores hogareñas como: cocinar, limpiar, lavar y barrer. Hinata se sentí muy mal por no poder ayudarle, pero, no podía hacer mucho; su hinchazón aún se notaba y le dolía toda la parte afectada. El azabache hizo las labores en silencio, evitaba mirarla y acercarse a ella, por la condición de la joven evito realizar su acto nocturno habitual en cierta forma respetaba la condición de Hinata.
Sasuke cortaba los tomates, zanahorias y demás; el arroz ya estaba listo, pero, para la sopa aun faltaba unos minutos por los fideos. Hinata jugaba con sus dedos ruborizada, sentía mucha vergüenza de no poder ayudar como era costumbre. Al parecer, él no necesitaba ayuda.
«¿habrá alguna cosa que haga mal?» pensó
El último Uchiha siempre demostró independencia en muchas cosas. Cuando empezó a vivir solo, no le fue fácil adaptarse; no solo por las nuevas tareas adquiridas, fueron aquellas pesadillas que la atormentaban en las noches y sus traumas de todos los días. Combatir con sus demonios lo llevo a una interminable desesperación pero la forma en como salió, es algo conocido para todos.
-¡espere!..-protesto cuando el Uchiha la alzo
Sasuke la cargo y la sentó con cuidado; Hinata pudo sentir por primera vez delicadeza de su parte. El Uchiha tomo asiento delante de ella en silencio, fijo su vista en la mesa perfectamente puesta, sonrió al ver la manera tan perfecta en que su acompañante lo había puesto para ella.
-muchas gracias.
-tsk.. se enfría
Hinata sonrió, una sopa roja con arroz y un guiso de tomate con trozos de pollo; se miraba suculento. Su mirada perla noto que en su lugar había más comida que en la de Sasuke. había notado su apetito. La hizo sentir mal ya que era más grande y tenía menos comida.
-porfavor tome un poco..- dijo con amabilidad mientras le ofrecía su tazón de arroz
-tsk...- lo tomo
No había duda, él tenía hambre. Hinata comió con gusto, los sabores eran un mosaico de gustos que jamás había probado, no podría decir que la comida era cien por ciento perfecta, pero estaba bien para ella.
-esta delicioso..
-come..
-creo que va ha llover..-dijo mientras tenia los palillos en su boca
Sasuke miro a través de la ventana, confirmando lo dicho por la joven.
-será peor, parece una tormenta- afirmo
Ella permaneció en silencio, su cuerpo se tensó y sus ojos se cerraron arrugando su frente. Hinata era una persona que trataba de ocultar sus miedos y debilidades. Ver en la forma en como estaba y apretaba los palillos hizo suponer a Sasuke que la idea de una tormenta la asustaban.
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La noche dejo paso de oscura a gris, el color de las nubes que aparecieron en la mañana se intensifico por el pasar de las horas. La primera gota de lluvia cayó, seguida por miles más. Sasuke recogió la ropa aguardándose en su pequeña casa, mientras que Hinata permanecía en cama.
Ya eran casi 10 de la noche, las gotas pasaron de ser un simple rebote en el tejado a ser un golpeteo constante. El primer trueno había aparecido hace casi media hora, he hizo estremecer a la pequeña Hyuga. La lluvia junto a los truenos era la muestra clara de cuan intimidante podría ser la naturaleza. La temblorosa joven se puso de pie y camino hasta llegar a la ventana; la lluvia la empañaba completamente como si de un chorro de agua directo se tratara, lo poco que pudo apreciar fue el lago aumentando su volumen, la tierra mojada, las flores que combatían para no perder su belleza y los arboles desafiando la fuerza de lluvia. Una luz apareció seguido por un horrible estruendo, Hinata retrocedió temblorosa; odiaba los rayos incluso en la edad que tenía. En su niñez, en lo poco que pudo disfrutar a su madre siempre en noches siniestras como esa buscaba refugio en su regazo hasta que el sueño llegara, su pérdida solo avivo sus miedos buscando infantilmente refugio en su pequeña hermana. La naturaleza parecía implacable, los rayos no dejaban de hacerse presente, haciéndola que ella se ponga de cuclillas y se tape los oídos. Tenía miedo y mucho. Su vista se fijó en Sasuke, el parecía totalmente indiferente a todo lo que pasaba afuera, parecía profundamente dormido por sus poco audibles ronquidos. Muy temerosa acorto distancia.
-sasuke..sasuke-kun..- llamo con suavidad mientras tocaba su hombro
Los ojos del Uchiha se abrieron despacio.
-¿Hinata?..- se sentó somnoliento- ¿Qué paso?..
-etto.. yo.. bueno
-habla de una vez, tengo sueño..-regaño
-Quería pedirle algo
El la miro con suspicacia, pero intuyo su pedido. Verla temerosa, frágil, con las manos en el pecho y temblorosa lo hizo sacar una conclusión obvia. Ella estaba avergonzada, él estaba seguro que le costaba decirlo; si bien el podía completar la frase, quería que ella lo hiciera.
-puedo dormir contigo.. solo esta noche
Él sonrió: Hinata lo necesitaba y eso hacía que su ego creciera. Otro trueno sonó y ella se respingo. La mirada perla volvió hacia el azabache, vio como el hacía espacio para ella.
-gra-gracias..
En otro tiempo el la hubiera dado la espalda, pero esta vez no fue así; Ella se recostó dejándole buena vista de su hermoso redondo trasero, de ese punto de inflexión entre su cadera y su espalda. Hinata estaba a milímetros suyo y su mirada no dejaba de recorrer su cuerpo; ella estaba cohibida, eso dedujo por la posición fetal en la que se encontraba. Otro trueno sonó, ni siquiera él pudo contar los segundos cuando ella volteo y busco refugio en su pecho; ella estaba temblando y apretando su ropa con sus manos; otro trueno sonó y sus cuerpos estaba al ras pero no dejaba de temblar, entonces, en ese preciso momento él supo lo que ella necesitaba: un abrazo. Su único brazo rodeo su cintura y la apego más a su cuerpo, ella no protesto; cerró los ojos sintiendo por primera vez de una manera autentica, a una Hinata Hyuga que lo necesitaba; puso su muñón debajo de la cabeza de ella, se sentía tan bien.
-gracias Sasuke-kun..
Fue lo único que dijo ella, podía sentir sus voluptuosos senos en su pecho, sus piernas lisas y suaves y su aroma, un aroma que desprendía ese cabello largo que tanto le gustaba. Por un momento el mundo se detuvo para él, por un breve momento no existía mas allá, sus ojos permanecían cerrados tratando quizá de guardar en su memoria aquel intimo momento.
«su aroma es a flores»
Los abrió cuando la voz de su tonto amigo retumbo en su mente, sonrió con ironía y volvió a inspirar sus cabellos. No, su aroma de era a flores; su aroma era a miel, a clavo, a canela. El verdadero aroma de esa mujer que lo trastornaba era una mezcla de dulces y aromáticas especias; ese era el verdadero olor de ella y él era el primer hombre que lo conocía, él era el primero.
Día 130
Sasuke no pudo dormir en toda la noche, después de mucho su lujuria desapareció. El hecho de tenerla tan cerca y para él, fue algo que no esperaba. Hinata seguía adormida entre sus "brazos" , la paz de su rostro lo hizo sonreír. Ella solo buscaba su refugio, su apoyo, no buscaba más.
«Todas ellas.. son.. no tienen..»
Siempre las mujeres buscaban ser amables con él por interés, siempre le traían dulces u otras cosas con el interés que le correspondiera o por una cita. En cambio ella, Hinata no era así; su naturaleza amable y pura no tenía punto de comparación con ellas; Hinata actuaba con desinterés, amabilidad propia y sacrificio; nunca busco nada de él, incluso en sus peores días no le pedía ayuda por sentirse una carga.
-tsk..-chaqueo la lengua con fastidio
Sakura siempre era amable con él y nunca con Naruto; en cambio ella, Hinata siempre fue amable con todos, incluso con él cuando la trataba como basura, ella mostraba una sonrisa y se levantaba. No podía negar que quería a Sakura, pero verla como mujer era algo difícil. Aunque no negaba que si podía llevársela a la cama y luego dejarla; que concepto podría tener de una persona que se arrastró por él hasta el último minuto, pero hasta Sasuke sabía lo que valía Sakura, pero la pelirosa no se daba cuenta valiosa podía ser.
Quizá ahora él sentía o pensaba como su compañera de equipo, lo se sentía por sus rechazos, resalto su insistencia y trato de alejar la otra idea de que ella no tenía orgullo y dignidad. Ahora el se encontraba en una situación similar, estaba interesado en una mujer que le pertenecía a otro.
«Quiza..si fuera alguien más» pensó
Pero no lo era, no era nada más y nada menos que su mejor amigo, su hermano. Si ella hubiera sido la prometida de alguien más, no dudaría en realizar todo lo que pensaba y no se estaría conteniendo tanto en hacerse notar. Todo lo que hacía era por él, por Naruto; si se contenía era por él; pero ya sentía que estaba a punto de cruzar la raya con ella. Volvió a verla, seguía dormida y su mano estaba vulgarmente en su trasero. Ella no lo merecía y Naruto tampoco
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Día 175
Habían pasado dos semanas desde aquel esguince. Ayudar con las labores hogareñas empezaba a molestarle. Ella no podía movilizarse con normalidad. En su intento de ayudar se volvió a lastimar, alargo así su agonía y la de él, ya que continúo cuidando de ella. Sasuke se encontraba en la cocina, el almuerzo ya estaba casi listo. Hinata estaba sentada en una cómoda silla a las afuera de la casa, tejía una bufanda con una lana reciclada de un viejo suéter.
«Fueron 3 noches» pensó él
Y fueron maravillosas, durante tres noches Hinata había dormido cómodamente con él. Ella había buscado refugio una vez más la segunda noche y en la tercera, la tercera fue maravillosa porque Sasuke la había levantado de la silla y la llevo hasta su lecho. Esa noche, esa noche ella lo abrazo fuertemente rodeando su cintura mientras ocultaba su ruborizado rostro en su pecho. Amaba su aroma, al principio pensó que eran flores pero luego descubrió otras especias propias de ella. Eran tan cómodo dormir con ella cubiertos por una gruesa frazada; en esas tres noches no hubo pesadilla o un horrible recuerdo pero si hubo culpa. Ambos sentían culpa por la sensación invisible que estaba en el ambiente cuando ambos se acercaban, cuando se miraban, cuando recostados en la cama él solía acariciarle el rostro y ella lo aceptaba; todo en silencio, era como si ambos ocultaran lo que estaba pasando delante de ellos pero ninguno se atrevía aceptar. Todo estaba mal, jodidamente mal y lo sabían. Cuando llego la cuarta noche, no había tormenta. Sasuke se sintió un verdadero imbécil cuando espero que ella fuera con él; eso sintió cuando la vio dirigirse con dificultad a su cama con ayuda de las improvisadas muletas. Hinata le dio la espalda, parecía que no deseaba verlo y eso lo frustro, después de tanto contacto íntimo y sugerente entre ambos.
Ella parecía la misma de siempre durante el día, pero cuando llegaba la noche parecía que su presencia la aterraba. Siempre se iba a diciendo «gracias por la comida» «hasta mañana», Hinata le ocultaba cosas y no podía culparla, incluso Sasuke pensaba que ella ya había notado su cambio pero él también había todo el suyo.
Él puso la mesa a la perfección y ella ya se acercaba, no hacía falta mucha comunicación entre ellos. Cada vez que sonaba algún plato puesto en la mesa, ella sabía que tenía que acercarse. Yakisoba mas caldo de cerdo eran el almuerzo de ese día. Hinata resaltaba que Sasuke había mejorado mucho en cocinar, incluso podía asegurar que se esforzaba.
-gracias por la comida- dijo ella
Una vez más el silencio entre ellos. Su relación era bastante extraña, se volvió más aun después de esas tres noches. Hinata parecía más triste y más silenciosa que de costumbre, Sasuke parecía el mismo con el notorio cambio, que cada vez que tenía una oportunidad deseaba tener un simple roce, cualquiera así fuera un mechón de su cabello.
-gracias por la comida..
Tan inmerso en sus pensamientos estaba que ella ya había terminado sus platillos.
-que crees que estás haciendo..- dijo con ceño fruncido al ver como ella tratada de levantar sus platos
-puedo hacerlo, ya estoy mejor.
-¡déjalo Hinata!.
Ella hizo caso omiso, con dificultad se dirigió hasta el lavadero para dejar sus pequeños platos. Hinata sonreía, pero al parecer giro mal y se fue contra el piso; sintió como una fuerte mano la tomaba de la cintura pero ni aun así pudo evitar caer. Cuando abrió los ojos se encontró con Sasuke encima de ella en una posición incómoda, sus piernas estaban abiertas y él entre ellas. La posición quedo en segundo plano, la punta de sus narices de rozaron y sus miradas estaban pendientes una de la otra. Hinata era jodidamente bella, sus voluptuosos senos bajan y subían, su vista se fijó en sus labios ligeramente carnosos, estaban temblando; ella los abrió ligeramente y pudo ver sus dientes superiores con el esmalte blanquecino; la manzana de adán de él subía y bajaba, sus alientos chocaban y sus miradas traspasaban hasta sus almas.
Parecía que ella quería ser besada.
La temperatura subió, Hinata vio a Sasuke que jadeaba, la miraba a los ojos y luego a sus labios. No, no podía pasar; pero, no se movía. Sasuke estaba en sus piernas, con la piel de sus piernas expuestas y no se movía.
-ehhm.. lo siento- lo aparto y se arrastró hasta alcanzar su muleta- me duele la cabeza.
No pudo sentirse peor, Hinata llego a su cama y le dio la espalda.
«¡Que demonios estás haciendo!» se regaño internamente
Hinata no deseaba su contacto y eso le dolió el orgullo. Habían pasado tanto y el resultado seguía siendo el mismo. Ella huía de él, porque sabía que no estaba bien. Se puso de pie fastidiado y la miro molesto. Era la segunda vez que se sentía abiertamente rechazado, nunca había tenido rechazo por una mujer, pero como dicen para todo hay una primera vez.
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Día 177
-podemos ir más lento.- pidió ella
-disculpe Hinata-chan- dijo Ryu
Los víveres se están acabado regresare en 3 días.
Eso decía la escueta nota. El mismo día del incidente, Sasuke se había ido dejando esa nota. Una vez más se sintió culpable por lo que estaba pasando, no debía pensar en ello, no quería pensar en lo que estaba pasando. Al día siguiente Ryu y Naoko habían ido a visitarla, le pidieron que vaya con ellos a la escuela y acepto gustosa. Si bien aún le dolía el tobillo, podía caminar con ayuda de su muleta, Sasuke regresaría en un día más, así que evitaría que se moleste con ella. Hinata sentía que la casa la asfixiaba, necesitaba un respiro.
La peliazul sonrió al ver la rustica escuela, era pequeña y hecha de palos con adobes.
-Hinata-chan, te presento a mi sensei..
Ella trago grueso, tuvo que sostener bien porque caería. El hombre que estaba delante de ella se parecía mucho a Naruto, si no tuviera el cabello negro podría asegurar que era un gemelo. Se sintió mal, sentía que la vida y kamisama se empeñaban en mostrarle su promesa y como poco a poco su palabra se estaba rompiendo.
-Buenas tardes, soy Mamoru Sotemaru..- dijo cortésmente
-Soy Hyuga hinata, un placer.
Un niño se cayó y profesor sonrió. Hinata se llevó una de sus manos al pecho, incluso sonreía de la misma forma. Esa pelicular sonrisa con los ojos cerrados mostrando todos los dientes, era igual al de su prometido. se sintió una traidora. Inmediatamente pudo ver la imagen de Naruto encima del profesor.
-por favor pase.. Ryu y Naoko me dijeron que usted sabe tocar el koto..
-bueno yo..
-nos encantaría escucharla tocar... a mí y a los niños
-esta... esta bien-se limitó a decir
-entonces nos espera a culminar la clase, Hinata-san
-¡hai!
Hinata tomo asiento en una silla cómoda por su condición. Lo restante de clase trascurrió normal, Mamoru era un excelente maestro, ejemplos simples pero prácticos. La peliazul estaba pasando una agradable momento, escuchar sobre historia, literatura y un poco de matemáticas le atrajo viejos recuerdo. Se parecía tanto a Naruto, incluso el tono de su voz era el mismo.
«es su gemelo perdido» pensó y sonrió
La sonrisa no le duro mucho, sus ojos picaron cuando recordó aquel día donde..
«¿Te acuerdas de aquella lección en clase?¿Dónde nos preguntaron con quién querríamos estar si fuera el ultimo día de la tierra? Yo no escribí ningún nombre no conocía a mis padres y no tenía amigos. Pero ahora lo sé, quiero estar contigo. A partir de ahora, quiero pasar todos y cada uno de mis días hasta que muera contigo, y solo contigo, Hinata»
Aquellas palabras, aquel hermoso beso hizo mella en ella. Se sintió el ser más miserable del mundo al sentir que había olvidado todo ese hermoso suceso que había ansiado tanto por años. Por fin era correspondida, al fin el chico que siempre observo desde las sombras le decía abiertamente que quería compartir su vida a su lado; pero ahora.. ella..
-Hinata-san, ¿Esta bien?..
Un sabor salado llego a sus labios, estaba llorando y no se había dado cuenta. Los pocos niños en clase la estaban viendo y el maestro había detenido su escritura en el pizarrón.
-etto.. si disculpe. Creo que necesito un poco de aire- se justifico
Se puso de pie y se dirigió a la puerta.
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«¿Qué me esta pasando?» pensó tristemente
Había preferido permanecer afuera, se sentía realmente mal y estaba empezando a aceptarlo poco a poco, pero la presencia del profesor no ayudaba mucho.
-¡Hinata-san!
Ella volteo a verlo
-¿Aun desea tocar para nosotros?. No quise incomodarla.. bueno usted..
-no se preocupe, pero no me siento bien por ahora
-entiendo, ¿hace cuando ha comido?
-creo que hace unas horas
-por favor acepte esto de mi parte..- de sus ropas saco un dumpling envuelto en papel- espero que le guste
-no creo..que
-por favor acéptelo, usted luce pálida y un poco decaída.
El viento soplo moviendo los cabellos de Hinata hasta su rostro. Mamoru no podía dejar ver la pureza de sus ojos, notaba su tristeza por mas intentos de ella en ocultarlos.
-Alguien tan bello como usted no debería estar triste..
Ella se ruborizo
-no sé de qué me habla
-Ryu y Naoko me han hablado mucho de usted. Me hablaron de su bondad pero nunca de su belleza. Perdón por el atrevimiento pero su tristeza se plasma en sus ojos..- tomo un mechón y lo acomodo detrás de su oreja.
Hinata estaba perdida en la profundidad de sus ojos, eran más oscuros incluso que lo de Sasuke.
-Si desea hablar, no dude en acudir a mi persona..- rozo sus mejillas con la parte superior de la mano y se tuvo en su hombro.
-gracias..
El ambiente cambio, ambos voltearon al mismo tiempo y dirección. Una mirada asesina había visto cada minúsculo movimiento entre ambos. Hinata trago grueso, su nerviosismo era evidente para Mamoru quien se irguió haciendo notar su talla.
- Hinata..- su voz intimidante y ronca sonó
-Buenas tardes..- saludo Mamoru pero no recibió respuesta
-sasuke-kun, etto yo ya me iba..
Hace mucho que no veía tanto odio en su mirada. ¿había hecho algo malo?, evidentemente no pero él no lucia para nada contento.
-nos vemos luego Mamoru-san.
Hinata se adelantó, Sasuke se proponía ir tras ella, pero un agarre lo detuvo. Un nudo se formó en su pecho al ver el parecido del tipo con su tonto amigo, eso fue un castigo de kamisama y una patada en su ya herido orgullo.
-No debería tratarla así, será su hermana pero merece respeto de su parte.
-tsk, eso no asunto suyo.- soltó y fue tras ella
Cada mínimo contacto, cada gesto de su parte terminaban de la misma forma, Hinata huyendo de él, de sus miradas, de sus presencia y de todo.
-¡Mierda!..-bufo
Se parecía tanto, eso lo molestaba. Ver el rostro de su amigo plasmado en aquel extraño era un golpe bajo para su ya mancillado orgullo; Hinata había aceptado su contacto, había permitido ser tocada y casi acariciada por un tipejo que conocía hace minutos, sin embargo, cuando él lo hacía, ella se sentía mal.
-¡aun lo ama.. que esperabas imbécil!- se regaño
Quien no pensaría de esa forma, si ella lucia tan frágil y se dejaba tocar de manera tan sutil por alguien que se parecía a su futuro esposo. Sasuke avanzaba con la rabia a flor de piel, chocando su único puño contra las cortezas de los árboles, haciendo crujir la pequeña leña y hojas debajo de sus pies y maldiciendo a quien se atreverá en su camino.
Hinata entraba a su casa, agitada y muy cansada por la presurosa caminata, quiso mantener distancia de Sasuke; no paso mucho para que él entrara. Ella tomo asiento bastante intimidada por una sola mirada, le dio la espalda. No quería hablar con él, no era el momento y sabía que estaba furioso con ella.
-veo que te sientes mejor..- su sarcasmo fue notorio
Hinata trago grueso y evito mirarlo
-pensé que regresarías en tres días
-Mhp..-sonrió con ironía- no pierdes el tiempo.. antes me iba y regresaba a salvarte. Ahora vuelvo y te veo acompañada con un imbécil en esa estúpida aldea- soltó con colera
-la aldea no es estúpida.. Mamoru-san tampoco es un imbécil..- regaño sin perder la compostura
-Tsk.. ¿ya son amigos?, no sabía que hacías amigos tan rápido..- no estaba midiendo sus palabras- no sabía que los amigos se tocaban el rostro Hyuga- la tranquilidad de ella estaba a punto de hacerlo estallar
Ella subió su mirada, Sasuke estaba en su enfrente, mirándola como si la odiara, como si fuera una desconocida.
-solo me acomodo el cabello..-minimizo
-sabes perfectamente lo que pienso sobre eso, te lo repito una vez más estas comprometida.. Compórtate como tal. No puedes ir por allí comportan...
-¡que es lo que esta mal!..- le grito y lo interrumpió.
No iba a permitir que la insulte, ya no.
-¡Que esta mal!..¡Responde!..- exigió y puso de pie enfrentando su mirada- No hice nada malo, las personas son amables conmigo y yo..
-y tu quieres devolverle la amabilidad- ironizo- No sabía que eras de ese tipo de mujeres Hyuga.. ¿Dime que sentiste?..- ella retrocedió y el la siguió-..vamos dímelo
Hinata no bajaba la mirada, y tampoco parecía ceder. Los sentimientos que él no quería aceptar estaban sacando lo peor, era la primera vez que se sentía de esa forma tan..
-o dime.. acaso sientes lo mismo cuando yo te toco..
-¿Que?..no.. no entiendo-sonó su voz nerviosa
-cuando ese imbécil te toco... te hace sentir lo mismo que yo.. vamos dímelo..-dijo despacio
Sasuke estaba acorralándola, acechándola sin medir toda la intimidad que se estaba haciendo presente.
-no sé de qué me hablas..
-¡Vamos dímelo, seguro recuerdas cuando Naruto te tocaba cuando el lo hizo..!
Sus palabras se ahogaron, su mejilla ardió y la palma de ella comenzó a escocer. Sasuke tenía la cabeza ladeada y la miro. Hinata estaba con los ojos aguados y muy roja.
-¡como te atreves!.
No quería verlo, necesitaba aire, espacio. Lo aparto con brusquedad y se disponía a irse pero él la sostuvo del brazo.
-¡suéltame!-exigió
Él no respondió, tampoco la miraba; seguía en la misma posición.
-¡basta por favor!..¡ya!..- seguía en su intento de zafar su agarre-¡no quiero hablar contigo..!- su voz quebrada sonó
Ni siquiera sabia porque no la dejaba ir, Hinata estaba quebrada y muy maltratada. Siempre el resultado era el mismo «qué demonios estaba haciendo», necesitaba escucharlo, necesitaba algún maldito indicio de que ella..
-¡No sentí nada!..- grito y sus intentos por zafarte se detuvieron
Su mirada se fijó en la peliazul, ahora era ella quien no quería verlo.
-no sentí nada cuando me toco..no lo sentí igual como cuando tú..
Un fuerte sollozo ahogado salió que interrumpió su frase, se llevó ambas manos a la boca tratando de mitigar los sonidos de su quebrada alma. Sasuke se sintió basura, ella lloraba una vez más por su culpa; había quebrado su espíritu haciéndola decir una cosa que ella guardaba secretamente, una cosa intima para ella. Él trato de tocarla pero ella se alejó despacio, seguía llorando fuertemente y no quería mirarlo.
-Hinata..
-¡Basta!..¡Aléjese de mi!- volteo para gritarle pero no la dejo ir
-no llores..- la atrajo y la abrazo-No llores yo..
Ella lloro más fuerte y se aferró a su pecho, su ropa se empapo con las lágrimas de la temblorosa chica. Era un maldito bastardo.
En la quieta habitación estaban dos almas quebradas, dos seres incapaces de decir lo que realmente sienten el uno por el otro. El hombre se sentía miserable, mientras que ella se sentía el ser más ruin de la tierra por sentir eso, que no debería sentir. Era tan injusto. Nunca hubo una oportunidad para ellos, quizá ahora había una sola pero el camino era el más triste. Ambos eran conscientes en ese preciso momento, en ese doloroso abrazo que estaban al borde de romper un compromiso, una amistad y una promesa.
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Día 180
La primera hoja se cayó, se ponían tan frágiles por la estación que se venía. Su belleza perdía fuerza pero no significaba que aquel acontecimiento que estaba a puertas de llegar tengo algo en particular. Los días dejaron de ser más largos, el clima cálido cambio a uno ventado y un poco nublado y las aves, las bellas aves migraban una vez mas; quizá por instinto o quizá porque kamisama lo quiso así.
-¡Bienvenidos Hinata-san, Sasuke-san!.. por favor
tomen asiento- dijo muy animada Naoko
El festival de otoño estaba por empezar, el clima ya estaba cambiando. Había una enorme fogata en medio de las rusticas casas, su flamante luz iluminaba todo a su alrededor incluso los arboles parecían disfrutar del todo el jolgorio; unos lamparines de papel iluminaban alrededor de las casas; eran pobres pero seguían fervientemente las tradiciones del lugar. Habían frutas, vegetales ahumados, arroz y otros alimentos tendidos en suelo, estos estaban sobre unas mantas de encendidos colores. Las personas estaban riendo, niños jugando a atraparse, otras compartiendo comida y unas pocas estaban tocando instrumentos.
Hinata había recibido la invitación un día después, le pareció buena idea para que Sasuke sociabilizara un poco. Todos en la aldea lo veían como un demonio y para ella no se merecía ese concepto. Después de aquel doloroso abrazo, no hablaron mucho, solo se dieron un momento de tranquilidad durmiendo una vez más juntos; ella podía sentir la compasión de Sasuke, incluso podía sentir que cada caricia en su cabello le dolían a él. El orgulloso Uchiha también la estaba pasando mal.
Algo se estaba rompiendo
Ambos lo sabían, pero estaban al límite en sus emociones y su compromiso para hablar de ello. No fue difícil convencer a Sasuke a que asistiera, sabía que ese típico evento era importante para Hinata, solo por ella acepto. Ambos tomaron asiento uno al costado del otro. aun estaba sensación invisible de incomodidad y tensión.
Las mujeres del lugar eran hermosas, todas portaban un vestido blanco sencillo escotado por la espalda y un tul rojo encima, iban recogidas el cabello con flores silvestres como adorno. Hinata sintió que su vestimenta no era apropiada para la ocasión ya que solo era un simple vestido color cielo, pero, sonrió. Todo alrededor desprendía humildad, sencillez y felicidad; se acomodó un mechón de su cabello detrás de su orejando dejando ver la parte inquiera de su rostro, era hermosa; sus movimientos eran vigilados por Sasuke, la mirada oscura no solo apreciaba su cándida belleza, también podía ver su tormento disimulado por sus tiernas sonrisas. Era consciente de lo que pasaba, apretó los puños por frustración.
«¡maldición!.. todo esto..»
Sus pensamientos negativos pasaron a segundo plano cuando sintió el contacto de la mano de ella contra su puño.
-¿Esta todo bien?, ¿Quieres que nos vayamos?..-pregunto con seriedad sin dejar su ternura
Hinata pensó que se sentía incómodo por el evento, pero no; esa conclusión estaba lejos de ña realidad, de cruel verdad. Solo atino a negar.
-¡Hinata-san! ¡vamos hay que vestirla para la ocasión!- grito la pequeña Naoko mientras la tomaba de la mano
Quiso resistirse y negarse, pero Sasuke dio su aprobación con la mirada. Ella temia que el muy mal humor de Sasuke aflore en medio de ese hermoso lugar. Mientras tomaba distancia, Sasuke solo se hundía mas en una desesperación que hace mucho no sentía.
¿iba traicionar a Naruto?, ¿Qué sentía Hinata por él?
Eran preguntas que se volvieron en un dolor de cabeza los últimos días, no podía traicionar a su amigo, no a él. Su vida había estado manchada por mentiras, secretos y sangre; hubo alguien quien nunca no se rindió en atraerlo a la luz y ahora estaba traicionando todo lo construido por años, por mirar hacia una mujer que no era para él.
-Tsk..
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-no crees que es muy revelador Naoko-san
-no lo creo, Hinata-san luce bellísima. ¿No lo crees okasan?
La bella y humilde señora asintió.
-solo falta recogerle el cabello, Naoko ayúdame a colocarle estas hortensias en su cabello.
-¡hai!
Un vestido blanco escotado en la espalda y por el busto; un sencillo tul de rojo intenso ajustado a la perfección con la primera prenda que le llegaba 3 dedos por encima de la rodilla. Hinata estaba sonrojada, apenada porque sentía que toda su piel estaba expuesta; no podía negarse ya que habían hecho un vestido que se ajustaba a sus curvas voluptuosas, si bien el escote al frente era revelador, cubrían de manera sensual sus enormes pechos dejando la piel expuesta entre ellos hasta llegar a su ombligo.
-ya esta lista..- Naoko se parto para apreciarla mejor- owww Hinata-san luce muy hermosa
-etto gracias...-dijo muy sonrojada- esto no era necesario..- comenzó a jugar con sus dedos
Tanto madre como hija negaron, nada era suficiente para la persona que había salvado a la pequeña.
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«¿Qué debería de hacer?»
Con el ceño fruncido y apartado en sus pensamientos de todo lo que pasaba a su alrededor, Sasuke Uchiha planeaba su siguiente paso.
Otros leños fueron echados al fogón haciendo chispear la leña ardiente. Una bella mujer se aproximaba a mediana velocidad, reconoció que era bella por el hermoso vestido que portaba; no podía distinguir bien su rostro ya que estaba en una posición poco favorecedora.
-tsk..- chaqueo la lengua y dejo de verla sintiéndose patético de estar viendo mujeres
-Buenas noches, Mamoru-san..
Esa voz..
Conocía perfectamente esa voz. Aquel desconocido sentimiento bullo en él, era Hinata la dueña de esa dulce voz. Frunció el ceño y se puso de pie; ella le sonreía, le sonreía a ese tipejo que se parecía tanto a Naruto. Ese vestido era hermoso pero era demasiado sugerente para su gusto, era una invitación a pecar y comerla con la vista. No la reconoció ya que había recogido su cabello; la caída de sus mechones en su rostro delineaban sus facciones y esas flores, solo la hacían lucir más bella.
-rezo por escucharla cantar..- dijo el galante sensei
-gracias, quizá lo haga pronto.. que le pare..
Una sombra opaco el lugar donde se encontraban.
-Hinata..- su voz ronca y evidentemente molesta sonó
-¿ehm?..
-Buenas noches..- dijo con educación Sotemaru
-tsk.. - tomo su capa y se la puso
-espero volver a verlo Mamoru-san..
-si está bien..
El apuesto sensei observaba como ambos se iban, Hinata era una joven muy bella y le interesaba, pero su hermano, era un gran problema.
-Que hermano tan celoso..-refunfuño y tomo asiento alrededor de la fogata
Hinata no podía sentirse más nerviosa, él parecía molesto una vez más y no sabía la razón. Era muy ingenua para discernir ciertas cosas, sabía que estaba pasando algo entre ellos pero había sentimientos que aún eran extraños para ella.
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Los canticos sonaban, unas panderetas con tambores de piel con pegajosos sonidos los acompañaban. Había trascurrido cerca de tres horas desde que el evento empezó. Lo primero fue degustar la deliciosa comida, se tomaron de las manos agradeciendo a kamisama por todo lo acontecido. Lo segundo que vino fue compartir las tradicionales actuaciones de las leyendas del lugar. Y lo último era el popular baile hasta el amanecer alrededor de la fogata.
Sasuke tuvo que contener sus oscuros sentimientos cuando el imbécil sensei saco a bailar a Hinata, verla tomarla de la cintura y ella sonrojarse le dieron ganas de apartarla y romperle la nariz. Lo peor fue cuando la invitaron a bailar en medio de todos juntos a la pequeña Naoko, ver como la mirada de los jóvenes la devoraban, escuchar silbidos y piropos hacia ella, estuvieron al punto de llevarlo al colapso, pero se contuvo, una vez por ella, solo por ella. Verla sonreír inocentemente ajena a las miradas lascivas o disimulados murmullos, verla tan feliz con simples detalles, simples actos era algo que nunca pensó volver a ver en una mujer.
Celos
Era algo que no pensó volver a sentir desde aquellos lejanos días donde quería tener todas la atención de su hermanos. Celos era lo que sentía cuando ella le dedicaba sus sonrisas a alguien más, celos era lo que sentía cuando otro la tocaba y miraba su cuerpo, celos era lo que sentía al imaginarse a Naruto haciéndole el amor y ella devolviendo sus caricias.
-Estoy tan cansada..- dijo con un suspiro y tomo asiento
-has estado girando por más de hora y media, ¿Qué esperabas?..- bufo
-¿estas molesto?..-le sonrió- ¡vamos sasuke-kun! Es una una linda noche, todas las jóvenes que te han invitado a bailar las has alejado solo con verlas..
-tsk.. yo no hago ese tipo de cosas
-No.. no quieres.. bailar conmigo
El volteo a verla, Hinata le sonreía de la manera más tierna del mundo con un rubor precioso en sus mejillas. Era de noche pero eso no impidió que el no viera cada parte de su bella persona; trago disimuladamente, Hinata estaba sentada con las piernas estiradas, no se daba cuenta pero le daba una visión de su escote privilegiada. Como no bailar, como no tenerla cerca. No la tenía, nunca ella seria de él, verla allí pidiéndole que bailara con él; le hizo sentir dolido. Siempre llegaba a la misma conclusión que por más privilegiadas vistas, sutiles toques o miradas comprometedoras ella seria de Naruto.
-no..-termino por decir
Hinata no disimulo su decepción, había estado esperando que él la invitara a bailar, pero era mucho esperar de su parte. Se abrazó las piernas y hundió su rostro en sus muslos.
-tsk.. Será mejor que me vaya.- dijo con incomodidad
-¿ehm...?, espere- lo tomo del brazo- yo también quiero irme.. es una noche hermosa no lo cree..
Ambos vieron la luna, estaba tan grande y reluciente. No había estrellas solo la luna. Hinata se despidió y agradeció por la invitación. Mamoru se acercó para despedirse ofreciéndole unos dumplings y ella agradeció con gusto, dejándole el compromiso que cantara para la clase.
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-mañana empieza el otoño..sasuke-kun
Ambos estaban sentado a orillas de la cristalina laguna. Sus siluetas eran reflejadas cual espejos en sus aguas, la luna creaba un efecto único en ese lugar. Todo estaba en calma, los sonidos del grillo o el ligero viento que chocaban entre las hojas daban quietud y paz. Sus almas estaban atormentadas, ambos trataban de disimular sus la florecientes sentimientos.
-han pasado casi 6 meses..- la preocupación en su voz era palpable
-es verdad, han pasado muchas cosas- suspiro ella mientras abrazaba sus piernas
El guardo silencio
-Sasuke-kun es importante para mí..-ella ladeo su mirada para no verlo- he aprendido y he vivido como nunca lo he hecho en toda mi vida. El mundo es más grande de lo que nunca pensé- sonrió- he estado en tantas misiones, he visto tanta maldad y daño pero.. el mundo real es más hostil y cruel..
El la escuchaba atentamente pero no la miraba
-he aprendido mucho.. Ahora tengo la certeza que puedo ser fuerte por mi.... Que la fuerza no es suficiente si no ayudas a quien lo necesita. Las naciones shinobis se preocupan por su gente pero no por otros.. es lamentable.. es triste
-el mundo siempre ha sido asi..
-quiza antes solo apartaba la mirada para no darme cuenta, gracias por hacerme más fuerte Sasuke-kun
El contacto sobre su hombro lo hizo virar hacia ella,Hinata estaba ruborizada, sus cejas tiritaban, sus ojos temblorosos y su labio entreabierto le hicieron saber que ella hablaba desde lo más profundo de su ser.
-Gracias por mostrarme el mundo.. gracias por volverme fuerte.. gracias por mostrarme que puedo hacer más por otros.. gracias Sasuke-kun
Ese rostro tan lindo. Tanta fragilidad, belleza y bondad en una sola persona. La distancia se empezó acortar, Sasuke poso su mano en el rostro de ella. Nunca deseo besarla tanto como en ese momento. Sus alientos chocaron y volvieron a verse, sus miradas se encontraron tratando quizá de apresurar lo que habían estado conteniendo durante tanto tiempo.
-hace frio..
Fue lo que dijo y se puso de pie. Dio el primer paso y sintió un sutil agarre, ladeo su mirada; Hinata lo había tomado de la capa con la punta de sus dedos, tenía la mirada gacha con una sombra en su rostro creado por el flequillo que tenía.
¿Qué estaba pasando?
Hinata elevo su mirada, sintió su corazón oprimido vio como tomaba distancia. Sus manos terminaron en su pecho, sus ojitos amenazaban con empaparse pero se contuvo, dio media vuelta para dirigirse a la casa. Cerro los ojos, no quería llorar se sentía tan rechazada, pero, también sentía culpa, culpa por un beso que ella esperaba que él le diera. Un beso prohibido. Puso su pie en el primer escalón, la culpa iba en aumento cuando..
-¡Hinata!..
Ella trago grueso y volteo lentamente, subió su mirada hasta donde yacía los ojos de Sasuke.
Sasuke estaba agitado, furioso, con la rabia a flor de piel. Hinata estaba sorprendida, después de su rechazo. Ahora Sasuke estaba allí jadeante, molesto y frustrado delante de ella..
-Sasuke yo..
Sus labios se estamparon con gran fuerza que se vio obligada a sostenerse, con timidez ella no dudo en tratar de seguir el ritmo. Necesitaba de ella, un beso, necesitaba eso de ella. Un beso hambriento y lleno de miles de sensaciones prohibidas para ambos. Su sabor era como siempre pensó, uno dulce pero triste. Sus labios eran carnosos y firmes. Hinata llevo sus manos al pecho del uchiha y él las tomo, el sabor del Uchiha era amargo y lleno de pasión. La sintió estremecerse contra su cuerpo, Hinata estaba reaccionando a él y se sintió orgulloso. No paso mucho para que el beso prohibido cambiara a uno más lento. Dos almas atormentadas daban el doloroso beso jamás visto; sus bocas se abrían conteniendo los sollozos ahogados de ella ya que había empezado a llorar; pero no se detuvieron. Cerraron los ojos no queriendo ver su pecado, solo querían sentir, solo querían dar rienda suelto a sus mas profundos sentimientos.
La vida era realmente injusta, nunca tuvieron oportunidad para ellos y ahora cuando se encontraron no dudaron en quererse en secreto; porque estaba mal, realmente mal. Ahora el destino cruel los juntaba en las peores circunstancias, ella comprometida y él era el mejor amigo casi hermano del prometido. La luna fue testigo de un largo pero doloroso beso, de un compromiso roto, una amistad de años hecha pedazos y de una promesa que no pudo ser cumplida.
Ya no había vuelta atrás..
Ellos se..
.
A miles de kilómetros de allí, un joven de ojos azules tristes sostenía en su mano un trozo de bufanda; sonreía con nostalgia al recordarla. Su corazón dolía y su mente daba vuelta contando los más de ciento ochenta días restantes para que ella, su Hinata regresara.
-Hinata-chan..-dijo y empuño el trozo de tela de lana maltratada
Continuara...
NOOOOOO
SE ACABO SEÑORES
Me siento súper mal por escribir este capítulo. Te amo a Naruto no sé porque te hago esto :v.
Aún sigo en cuarentena, el siguiente capítulo saldrá pronto. Este capítulo era esperado por muchos de los que leen esta historia, no me fue fácil escribirlo por la simple razón que ambos aman a Naruto, se rompen muchas cosas cuando ocurre una infidelidad. Todo se complicara, eso se los puedo asegurar.
GRACIAS POR LEER
No duden en comentar y tratare de responderles.
Cuídense mucho por este virus.
SKYBLUEPETUNIA
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