La sombra de mi secreto

-fue una masacre- sentencio Kakashi

El ambiente en la habitación se hizo bastante pesada, cargada con un aire de desolación y desesperanza. El rollo secreto de Konoha había sido violado, pero también la biblioteca de información prohibida y valiosa. Los guardianes anbus que lo custodiaban, habían sido cruelmente masacrados, pero había algo que no encajaba o eso intuía Kakashi.

-¿Cuántas bajas hubo..?-pregunto Shikamaru, muy escéptico puesto que se había mantenido en secreto aquel cruel suceso.

-15 bajas- respondió

Tanto shikamaru como naruto se sorprendieron de manera desmedida, ¿15?, debía ser una maldita broma.

-pero... ¿Por qué hicieron eso..?- respondió Naruto, impotente de que vidas humanas se perdieran. Desde aquella monstruosa guerra, nunca fue él mismo. La paz teñida de violencia, fue algo que jamás pudo aceptar. En aquel evento perdió a muchas personas que le importaban, durante el trayecto a la guerra también.

-Hay algo que no termino por entender- hablo shikamaru

-lo notaste- soltó Kakashi, intuyendo que el genio nara intuía lo mismo.

-Si sabían la localización de rollo, ¿Por qué no se lo llevaron?- se quedó un momento meditando- Ya examinaron la escena.

-aun no. Necesito que ustedes lo hagan- el grupo de sorprendió- la masacre ya había ocurrido hace varios meses

-¡¿que?!¿cómo hace varios meses?- soltó Naruto- Recién nos llamas

- es más complejo de lo que crees. Te dije que había 73 bajas, pero según mis deducciones solo una persona lo hizo.

Era imposible, ¿solo una persona? Ante guerreros tan calificados como los anbus.

-Al parecer también se infiltro en el escuadrón, usurpando la identidad de cada uno de las victimas

-para que no notaran...- soltó el nara

-su desaparición. - completo sasuke con cautela.

Su ronca voz amenazaba con romper las barreras de tranquilidad de la única fémina del lugar. Hinata había permanecido en silencio, había escondido sus manos para que no notaran que estaba temblando. Trataba de concentrarse en su respiración, manteniendo su atención en lo que la misión demandaba, pero escuchar la voz rasposa de sasuke la descoloco, más de lo que quería aceptar.

-Hinata..- llamo kakashi, ella elevo su mirada hacia el Hokage, quien la miraba con algo de curiosidad- necesito que Sasuke y tu examinen el lugar..

Ella no oculto su asombro.

¿Qué sasuke y ella que..?

-sus poderes oculares podrían encontrar pistas que no percibimos.

-Yo..

-¿Por qué consideras esta misión como Rango S, Kakashi?- cuestión Sasuke

-La persona que hizo todo esto... es más hábil de lo que parece. Además he recibido informes que en otras aldeas, también han tenido sucesos similares intuyo que se han llevado información privilegiada de la aldea, necesito que revisen cada documento y lo recuperen.

-¿Cómo podríamos recuperarlo sino tenemos pistas, Kakashi-sensei?- pregunto Naruto

-ese es su trabajo. La vida de un shinobi no solo se basa en la fuerza, también en la deducción y la estrategia

-Creo que Naruto tendrá problemas en eso..- se burló Shikamaru

-¡cállate!..

El ambiente parecía menos tenso, pero Hinata se sentía fuera de lugar. No quería ser parte de misión, si, no era nada ético, pero no se sentía cómoda y menos si Sasuke estaba con ella. Porque la vida, tenía que complicársela aún más, colocándola en una misión a su lado y también con Naruto.

-Kakashi-sensei..- hablo al fin Hinata. Empuño sus manos, necesitaba reunir el poco valor que tenía, necesitaba no tartamudear en ese momento- yo no creo ser apta para esa misión..

Hubo algo de asombro en la habitación, tristeza por parte de Naruto al creer saber el porqué de su negativa, arrepintiéndose de haberla querido besar, aumentando la tensión que ambos tenían.

-¿porque?- cuestiono kakashi

-bueno yo.. Todavía soy Chunin, además yo no siento que estoy calificada, ni tampoco tengo el nivel para hacerlo..- trato de decir, no muy convencida de sus palabras.

-pueden dejarme solo con Hinata- solicito Kakashi

Naruto trato de protestar, pero shikamaru lo tomo del brazo para obligarlo a salir; Sasuke no dijo nada y abandono la habitación. Una vez solos, el peliplateado se dispuso a hablar.

-¿Por qué piensas eso Hinata?- le cuestiono mientras entrelazabas sus dedos, para luego apoyar su barbilla.

Hinata se sintió expuesta ante la mirada analítica del hokage, la estaba estudiando, buscando información implícita de sus expresiones y movimientos.

-Es solo.. que creo que otro hyuga podría ser un trabajo mejor- mintió

-Te equivocas- ella se sorprendió- Otro miembro de tu clan no haría un mejor trabajo. Te recuerdo que Neji dejo lo mejor de sí, en ti, enseñándote y todo aquello dio fruto.

Hinata sintió vergüenza de sí misma, escuchar el nombre de su primo la hizo sentir culpable. Era una cobarde, debía enfrentar la presencia de Sasuke y comportarse como una Kunoichi. En ese momento se convenció de que quizá, no sería tan malo. Después de todo, fue él quien rompió lo que hayan tenido en ese viaje.

« Seguro soy una desconocida para él»

Se dijo mentalmente, convenciéndose en que como iban las cosas, sasuke la trataría como al principio de aquel viaje.

-Sé que tu situación con naruto es complicada- soltó Kakasshi y la atrajo a la realidad con sus palabras.

«¿Naruto? », no, él impetuoso rubio ya había quedado fuera de su vida hace mucho. Si bien, se sentía muy mal por rechazarlo, cada vez que se encontraban. No era culpa de Naruto tratar de resarcir lo que él creía, que era su culpa. Hinata se echaba toda la culpa de lo sucedido.

-Kakashi-sensei yo..

-Naruto ha sufrido mucho por todo esto- aseguro y la miro directamente a los ojos- Quizá es incómodo para ti, pero de verdad te necesito en esta misión. A los cuatro, porque tengo un mal presentimiento y sus habilidades unidas son las correctas.

Hinata guardo silencio, meditando por un momento, tratando de pensar que todo saldría bien, si iba con cuidado, termino por asentir. Debía comportarse a la altura de la kunoichi valiente que era, dejar a un lado su vida amorosa y trabajar en equipo. Debía de hacerlo, para eso había entrenado tantos años. Kakashi sonrió al haberla convencido, se despidió y salió de la oficina.

« Solo debo mantenerme lo más alejada posible.. »

« Además el parecía no conocerme, eso está bien. »

Se propuso a mentir, no le gustaba, pero era necesario. Debía tratarlo como si nada hubiera pasado, no parecía tarea difícil, Sasuke se mostraba tanto o más alejado que ella.

-¡Hinata!

Esa enérgica voz la saco de sus pensamientos, detuvo sus pasos que la sacarían de pasillo de la torre.

-¿pasa algo Naruto-kun..?-pregunto ella, un poco confundida por todo lo que estaba pasando.

-Hinata. Shikamaru, Sasuke y yo iremos a ichiraku , ¿quieres venir?..- soltó casi con ingenuidad, señalando con sus dedos hacia atrás, donde se encontraban las personas mencionadas.

-Naruto yo no tengo mucha hambre- mintió

-¡vamos Hinata! Yo invitare..-insistió

-Naruto no creo...- ni siquiera termino de negarse, cuando la tomo de la mano y la jalo hasta el pequeño grupo. Hinata evito en todo momento mirar a Sasuke, trataba de ser disimulada cuando se colocó hábilmente detrás de Naruto, mientras que el rubio hablaba.

[...]

Ni siquiera podía sentir el olor del exquisito plato. el suculento miso-ramen estaba servido y el aroma acariciaba su nariz. Sus ojos picaban, ella adoraba comer ramen, pero esta vez no podía. Su corazón dolía, como podía ser tan mentirosa. Naruto hablaba con tanta felicidad en la mesa, ignorando todo el infierno interno que Hinata vivía. Ni siquiera podía levantar la mirada, Sasuke se había sentado enfrente de ella. No sabía si estaba en lo correcto o se estaba volviendo loca, pero podía sentir que él la miraba, aunque no estaba muy segura.

-Hinata ¿Por qué no has empezado a comer?- pregunto Naruto.

Él sabía que ella adoraba el ramen, incluso podía comer más que él. Sin embargo, el plato estaba igual que cuando lo sirvieron y él ya iba por su segundo plato. Hinata se mordió el labio, había ocultado sus manos en el regazo de la mesa, iba a verse muy obvia si comía y los palillos temblaran al vaivén de su mano.

-no.. tengo mucha hambre- mintió. Tenía unas ganas incontrolables de salir corriendo. Sabía que tenía que soportar a la presidencia de él, pero le parecía demasiado para un solo día. Elevo su tímida mirada encontrándose con la negra y fría. Él había estado..

« Observandome.. »

¿acaso nadie se daba cuenta como la miraba?

Desvió su mirada de inmediato y se puso de pie. Era mucho para un solo día.

-¡lo siento mucho!.. me acabo de acordar que tengo que ir al hospital- volvió a mentir, esperaba sonar convincente ante la mirada de Naruto y shikamaru- Ino-san me pidió un favor, lamento mucho, pero me retiro- dio una rápida reverencia y salió tratando de no correr.

-¡espera!- quiso ir tras ella.

-¡Detente Naruto!- exigió shikamaru- Deja que asimile que tendrá esta misión- hablo con seriedad- tampoco para ella debe ser fácil..-regaño

-yo solo quiero que se sienta a gusto.- soltó tristemente

-No se la estas poniendo fácil. Desde que ustedes terminaron, no has perdido oportunidad en acercártele- recalco y lo regaño con la mirada.

Naruto empuño sus manos, impotente quizá. Hinata no era la misma desde que terminaron, incluso juro que ya no sonría y cada vez que hablaban parecía que ella había superado su nerviosismo hacia él. Ya no habían sonrojos, ni tartamudeos o tímidas miradas. Hinata, su Hinata estaba cada vez más lejos de él y se resistía en aceptarlo.

[..]

Le dolía mucho la cabeza y casi la respiración se le acaba, había salido prácticamente huyendo del lugar de comida, para adentrarse al bosque cercano que rodeaba su aldea. Se sentía una cobarde, bajo la sombra de un frondoso árbol se animó a abrazarse, buscando el consuelo que nadie le daba. Su cuerpo temblaba, quizá por la pena y desesperanza; por alguna razón no podía llorar. Le sorprendió. Si bien hace minutos, en aquel lugar de comida quería hacerlo; pero no era por la presencia de sasuke, era por ella, por el gran secreto que cargaba en sus espaldas. Sentía que no podía seguir viviendo de esa forma, mintiendo, sin siquiera poder comer su comida favorita con culpa. Naruto también le había fallado, pero eso casi no le dolía. Quizá por el prolongado olvido de su dolor, Sasuke dolía, pero había llegado a un punto que simplemente ya no.

Necesitaba volver, así lo hizo. Sus inseguros pasos la llevasen a su casa o eso creía, ya había avanzado un tramo, solo faltaba voltear por la esquina caminar una cuadra más y llegaría a la puerta principal de su clan. Había muchos sentimientos dentro de ella: vergüenza, dolor, culpa y un poco de desesperación, era un día muy cargado. Un viento inesperado soplo, su vista siguió unas hojas, que volaron al vaivén del viento otoñal.

«Es cierto.. es otoño »

Solo quería olvidar, pero al parecer la vida y el destino querían que no lo hiciera. Sus pasos se detuvieron, sus ojos se abrieron enormemente y separo los labios. Su corazón se detuvo, el viento soplo y el cabello oscuro, de la persona que estaba delante de ella se movió.

Era sasuke

Y estaba a escasos metros de ella, en medio de la calle que estaba vacía. Solo estaba allí, parado. Hinata pestaño varias veces, su pecho se estrujo y su respiración amenazó con acabársela. Necesitaba ser fuerte, después de todo Sasuke no estaba haciendo nada.

«No hará nada»

Se convenció para seguir su camino, desviando la mirada, avanzando lo más extremo posible para no chocarse. No debía lucir débil ante él, todo que alguna vez tuvieron estaba roto. Él solo había jugado con ella, la quebró, también hizo pedazos su dignidad, honra y orgullo, tratándola no como una mujer enamorada, sino como una más que pasaba por su lecho. Ella avanzo con una sombra en su rostro, producto del flequillo que portaba, estaban al mismo nivel. Todo paso muy rápido, su brazo dolió y todo se puso negro..

-Por fin llegas..- saludo su amigo de ojos morados, hacía meses que no había visto.- ¡hey!¿A dónde vas?- le pregunto con el ceño fruncido. Sasuke no solo ignoro, también su semblante desgastado y poco intimidante le llamo la atención.- quizá fue por el viaje- trato de dejarlo pasar, Sasuke se adentró en las penumbras de esa guarida.

Los días se hicieron semanas, entonces comprendió que algo le pasaba a su amigo pelinegro. Su extremo silencio, sus pocas ganas de comer y mantenerse en la lluvia por largas horas, viendo el cielo nublado e incluso los luminosos rayos. Las pocas platicas que tenían se volvieron prácticamente nulas e incluso las comidas que usualmente tenían dejaron de existir. Ahora, Sasuke se encontraba en la cima de un peñasco cercano, viendo simplemente a la nada.

-¿algo le pasa no?- karin llegaba al lado de Suigetsu. Ambos prestaron atención al pelinegro, estaban preocupados, sobre todo ella, porque seguía endemoniadamente enamorado de él.

Suigetsu sonrió- lo dices porque ya no ha querido acostarse contigo- se burlo

-Cierra la boca- dijo entre dientes.

Y si, era tan cierto. Desde hace más de un año, no habían vuelto a tener el sexo salvaje que solían. Después de su regreso, ella había ido a buscarlo como cada noche, pero Sasuke no la quería en su cama y mucho menos en su habitación, pero Karin era insistente. Lo fue tanto que el Uchiha, sin medir su lengua afilada, la insulto de la manera más denigrante. Ese fue el punto de quiebre para ella, la hizo sentir tan miserable.

-¿haz tratado de hablar con él?-pregunto ella. Si bien aún, sus crueles palabras resonaban en su mente, le tenía mucho cariño y se preocupaba por él. Sasuke ya no era el mismo.

-he tratado maldición- se quejó por impotencia de no poder ayudarlo- pero el muy imbécil no me quiere decir nada.

-ya hace dos semanas que volvió. ¿sabes dónde estaba?

-en su aldea supongo.

-No creo que haya estado en su aldea- cuestiono Karin- él no suele vivir en la cuidad en sí, siempre en los alrededores, algo debió pasarle.

-Recuerdo que hace más de un año, me dijo: estaré en una misión, regresare en más de un año.

-algo debió pasarle- señalo karin, estaba preocupado, su semblante lo decía

-quizás se enamoró el muy idiota- se burló y dio una muy sonora carcajada- que tonto verdad, sasuke enamorado, ¡qué va!..- se siguió riendo a carcajadas.

Ignorando lo que su amigo decía, karin siguió viéndolo tratando de adivinar que le había pasado. ¿Por qué parecía que él se desgarraba por dentro?¿porque tanto silencio?, no lo había visto así, desde aquel doloroso día, en el que se enteró de la verdad de Itachi. Ahora lucia igual o quizá más descompuesto, parecía que..

-estuviera muriendo por dentro..- soltó ella.

La brisa marina llego hasta su rostro, un mal presentimiento se anido en su pecho. Quería ayudar, pero ya no sabía como.

-¡como que te vas..!-grito ella

Sasuke había alistado algunas cosas, sorprendió a los miembros de su equipo que se iría nuevamente. Jugo, suigetsu y karin se pusieron de pie.

-¿A dónde se va?- pregunto el pasivo Jugo

-es importante- se limitó a decir

Todos se vieron la cara, sasuke se iba nuevamente sin explicar nada. Un halcón se posó en la ventana, con un pequeño papel en una de sus patas; sasuke frunció el ceño y salió de su hogar.

-¡espera Sasuke.. es un mensaje de tu aldea!- le grito Suigetsu, reconoció el sello de konoha. Aun así, los pasos de su amigo no se detuvieron. Sasuke había desaparecido.

Suigetsu tomo el pequeño papel y se debatió en abrirlo.

-no lo hagas- advirtió jugo- ese mensaje es para sasuke

-Como si le importara, le dije que era un mensaje para él, pero el muy cretino no me hizo caso- se quejó. Vio la carta entre sus manos, alzo los hombros despreocupado y comenzó a romper el sello.

-no sé si es buena idea-hablo Karin- no vaya ser que sasuke se moleste

Él hizo caso omiso, estiro el rollo. Comenzó a leer, sonrió de lado, dio un bufido- escuchen, el amigo tonto de Sasuke no se ha casar..- dijo sin importancia.

Sasuke no quería abrir aquella carta, creyendo que en aquel papel estaría la información del lugar y hora, donde se realizaría aquel magnánimo evento. Él nunca la mereció, solo era un alma que buscaba redención, de un infierno que él mismo creo, que para su dolor y culpa, se llevó las alas de un ángel que lo amo, que destruyo con sus crueles palabras, cuerpo y quebrantando su alma. Naruto era el hombre que Hinata necesitaba, él la haría feliz porque ese tonto era mejor que él.

Ni siquiera tuvo rumbo fijo, deambulo por la otra parte del mundo que no conocía, casi guiado por un débil recuerdo, llego hasta aquella cabaña levantada entre las rocas.

«Ella estuvo aquí.. »

Había algunas cosas que no estaban en su lugar, la única persona que pudo entrar habría sido ella. Tuvo la seguridad que cuando Hinata regresaba a konoha, había pasado por allí, seguro por víveres y ropa.

-Hinata..- musito mientras las olas rompías en los peñascos.

Esa noche, sus recuerdos comenzaron a atormentarlo, al punto de enloquecer. Le dolía la cabeza, gruñía y se llevaba su única mano a su frente tratando de mitigar su molestia. Aquella vena que le saltaba, cada vez que pensaba en aquella peliazul con mirada temblorosa.

Su aroma a canela y miel

Sus ojos brillantes llenos de esperanza, amor y todo lo bueno de este podrido mundo

Su cabello lacio con destellos azules

Y su corazón, ese bello corazón...ese que latía al mismo ritmo que el suyo, cuando hacían el amor. Casi podía escuchar su suave voz cuando el viento soplaba.

-¡joder!- se quejó, Acaso se estaba volviendo loco.

No tenía derecho a replicar, él la había abandonado, la dejo para que ella sea de otro hombre, aunque le quemara las entrañas, pero aun asi..

-no puedo olvidarla, joder..

Y como podría, Hinata había calado más de lo que nunca creyó. Parte de lo bueno que tuvo volvió a revivir gracias a ella. Esa tonta niña de cara de ángel y gran corazón, lo estaba matando lentamente. No era fácil. Las noches eran eternas que tenía grabado su voz, su cuerpo y su piel; era una tortura que lentamente lo consumía. Trataba de pensar que, en esas horas, quizá el imbécil de Naruto ya lo hubiera hecho suya, pero dudaba mucho que la hiciera sentir mujer como él lo había hecho.

-¡mierda!- se quejo

Si desde el principio de aquella relación, supo que todo iba salir mal. Sí, siempre supo que la dejaría..¿Porque se arrepentía de haberla dejado?. Quizá sabiendo que muy dentro de él, se escondía un hombre inestable, egoísta y con unos demonios que la dulce Hinata no merecía cargar.

El tiempo paso...., pero no la olvido.

Solo se conformó con imaginársela feliz, ella lo merecía, él solo fue un maldito bastardo que se aprovechó de ella, solo fue un error, él se sentía un error en la vida de ella. Hinata merecía ser feliz, merecía sonreír cada día, sonrojarse cada vez que la besaban, merecía esa familia que estaba seguro quería, lo merecía todo y el..

No sentía que merecía algo, al menos no a Hinata.

El amor no duele, el amor no lastima, no es egoísta y te hace sonreír. Todo aquello, todo lo descrito se lo dio ella y el..

Solo le rompió el corazón..

Quizá tuvo miedo a que alguien lo amara de verdad, quizá tuvo miedo a la presión, quizá tuvo miedo de Naruto o quizá simplemente fue un maldito cobarde.

Los meses se trasformaron casi un año, volvió a donde estaban sus amigos, aquellos que dejo sin dar una explicación.

-¡hey sasuke, que bueno que te apareces!- soltó suigetsu, bastante sorprendido- tienes decenas de mensajes de tu aldea, tome la decisión de enviarles un mensaje, diciendo que estas en otro de tus viajes astrales- se burlo

Su amigo vio que el semblante de Sasuke había mejorado, bueno, no se miraba tan hecho mierda como tiempo atrás.

-este rollo está abierto- volteo y lo miro severamente.

-¡tranquilo hombre, me dio curiosidad y lo abrí!

Quizá fue un presentimiento, comenzó a abrir aquel pergamino.

-ah cierto, el tonto de tu amigo naruto no se casó. Te envió un mensaje disculpándose, también explico que se había tardado en dar contigo. Karin y Jugo están a punto de regresar. ¿Qué te parece si salimos a comer, no crees sasuke?¿Sasuke?-volvió a preguntar al encontrarse solo una vez más en la cabaña.

-¡mierda!- gruño

Ni siquiera él se imaginó el contenido de aquel papel, Hinata, la mujer que había estado en su mente desde hace casi un año, no se había casado, debía ser una maldita broma. Quería abrir un portal y llegar rápidamente, pero no podía, estaba jodidamente débil para usar su rinnegan.

-¡carajo!- volvió a gruñir

Avanzaba rama tras rama, a una velocidad increíble. Su cabello se iba hacia atrás, producto de como rompía el viento mientras corría. No imagino que Hinata haría tal estupidez, no casarse, ¿Por qué demonios lo hizo?.

Arribo a konoha al caer la noche, se vio tentado a buscarla, pero para su mala suerte se encontró con Naruto, quien lo recibió con la misma sonrisa. No fue difícil deducir que Naruto no sabía nada, al parecer el rubio necesitaba hablar con alguien, terminaron en un bar y el impetuoso joven termino llorando, hablando de lo afectado que estaba. A sasuke le dio una gran punzada en su cabeza, entrecerraba los ojos conteniendo el dolor. Luego llego kakashi agradeciendo su presencia en la aldea, ya que tenía una misión para una misión importante.

Ni siquiera el pelinegro se esperaba que ella estuviera en el equipo, su sorpresa fue grande al verla entrar, lucia como la recordaba, o eso pensó, cuando sus miradas se encontraron no la reconoció. Ella físicamente lucia igual, pero la persona con la que compartió el viaje, no estaba. Esa mirada brillante, el amor que ella emanaba al verlo se había esfumado. Lo sorprendió. Más aun cuando en lugar de todo lo mencionado, solo hallo miedo, dolor y olvido..

Si, olvido.

Su ceño se fruncía cada vez que miraba a Naruto cerca de ella, al parecer su amigo no lo había superado.

¿tenía derecho a hablarle, pedirle explicaciones?

Luego fueron al dichoso ichiraku, ella lucia tan distante y también había notado que ni siquiera lo miraba o evitaba hacerlo. La pudo sentir nerviosa, sobre todo cuando Naruto la tocaba y eso lo hacía enfurecer.

¿Tenía derecho a quejarse?

No paso mucho para que sus miradas se encontrarán nuevamente, durante toda la dichosa comida él no dejo de verla, el miso-ramen le importaba una mierda. Si acepto, solo fue.. ni siquiera sabía porque demonios había aceptado. Cuando el negro y la luna se encontraron, la sintió triste y la vio bajar la mirada con decepción. Ella se fue. Naruto se quedó triste y el Uchiha se preguntó:

¿Si ella se había ido por Naruto o por él?

Con alguna excusa tonta se marchó, sin dar explicaciones para que el rubio no lo siguiera. Solo quería una cosa:

Hablar con ella..

Aquel hilo que se unía hebra por hebra, hizo que se encontraran en la calle vacía.

¿fue un error?

Pronto lo sabrían.

Su corazón latía tanto, que se le salía del pecho. Sus ojos se habían abierto enormemente, no se dio cuenta, que había empezado a negar con la cabeza, estaba horrorizada. Retrocedió hasta que su espalda choco contra la pared de una casa.

¿Dónde estaban?

Sus piernas amenazaban con no responderle, miro a su alrededor reconoció el lugar como una habitación. Trato de hallar una salida, vio una ventana cerrada y un puerta, pero estaba custodiada por el Uchiha, que la miraba, estudiaba..

¿Qué era lo que quería?

Su brazo dolía, seguro él había imprimido mucha fuerza al traerla allí

Sasuke pudo sentir lo descolocada que estaba ella, necesitaba calmarla. Recordar la manera en como la trajo lo hizo despreciarse, solo la había tomado del brazo de manera desmedida, había abierto un portal y la había traído a su habitación en las ruinas, del clan Uchiha. No la dejo decidir, como siempre.

-Hinata- hablo rompiendo el tenso silencio. Su voz ronca e intimidante recorrió todo su cuerpo. Necesitaba salir de allí.

Pudo escuchar uno de sus pasos, sus ojos se abrieron aún más, estaba a punto de entrar en un ataque de pánico. No quería que se acercara, mucho menos que la tocara.

-¡no se acerque!..-pidió nerviosa- no dije nada..- hablo como un susurro- Sasuke se detuvo- nadie sabe nada.. lo juro

Sasuke frunció al ceño al saber el significado de sus palabras. Verla hecha tan pequeña hizo que su culpa creciera, ella se miraba tan frágil, parecía que si el la tocara se rompería. Ansiaba tanto..

Tocarla..

Habían sido noches interminables sin tocarla, se acercó un poco más.

-¡No quiero que se acerque!- le grito tan sonoramente que podía escucharse desde afuera.

No pudo más, ver que la distancia entre ambos se acortaba, fue suficiente para ella. El cristal crujía y de su cuerpo brotaba gotas de sangre. No había medido las consecuencias de su escapada, sabía que no le ganaría, sabía que si seguía quedando él seguro..

No lo pensó mucho y se aventó contra la ventana, rompiéndola en el acto. No pudo sentir ni el dolor de las cortadas, tampoco de los pequeños fragmentos incrustados en su piel. Solo quería estar lejos de él. Se recompuso después de caer, entonces corrió, corrió como aquella vez en el bosque oscuro frio, como aquella noche donde él trato...

Sasuke la vio desaparecer por el tejado de la casa contigua, su mirada ennegreció a un más y el ambiente desolador que tenía clavado en el pecho, aumento, lo hizo tanto que le quito la respiración.

[...]

-¡Shino...!- llamaron

El joven Aburame detuvo sus pasos, reconocía perfectamente de quien se trataba. Ino aparecía corriendo varias metros tras él.

-Ino..- saludo

La joven rubia respiraba bocados de aire, estaba sumamente cansada, ya que había estado buscando al chico que ahora se había convertido en su novio.

-¿has visto a Sai?

-No

-Rayos..- se quejó, había esto buscándolo durante todo el día, ya le había preguntado a muchos de sus amigos si lo habían visto.

«¿Dónde estás? »

-bueno no importa, seguiré buscándolo..

Ambos estaban a punto de despedirse, pero un silueta conocida apareció corriendo, a tal punto de chocar contra ambos, por la velocidad en la que venía.

-¿Hinata?- llamo shino, pero ella no le contesto.

Los ojos de aburame se abrieron enormemente bajo las gafas, al ver la mirada horrorizada de su amiga.

-¿Qué te paso?..¿porque estas sangrando?

Hinata vio sus manos manchadas, viejos y dolorosos recuerdos vinieron a ella, ahora temblaba, solo que estar lejos de allí.

-me.. me cai..- mintió- tengo que irme..- pidió, pero su amigo la detuvo

Algo le pasaba a Hinata, estaba demasiada asustada y descolocaba, abrumada y a punto de un colapso nervioso.

-Hinata- llamo Ino preocupada, busco acomodarle los mechones que ocultaban su rostro, pero Hinata se lo impidió.

-es..estoy bien- trato de sonreír- solo me caí cuando entrenaba, me tengo que ir.. lo siento mucho.

-Hinata..

Esta vez no pudo detenerla, la peliazul se fue y tanto Ino como shino se vieron los rostros preocupados. El aburame apretó los puños, no había visto esa mirada llena de desesperación desde aquel día.

[..]

La noche nunca lucio tan larga, había llegado a su casa para encerrarse directo en baño. Se sumergió en la bañera, sin importarle derramar el exceso de agua, luego se abrazó y negó, se negaba a aceptar la presencia de Sasuke en su vida. Quiso llorar, pero más que quería no podía, tenía miedo, mucho. Todos sus esfuerzos de mantener oculta esa parte de su vida, se irían al tacho si la encontraban con sasuke, tendría que dar muchas explicaciones.

-no..- susurro

Todo, todo se sabría. De que Sasuke y ella fueron amantes, la verdadera razón por la que rompió el compromiso. Cada vez que se imaginaba la decepción plasmada en su familia, se le detenía el corazón y Naruto.. Ese chico de ojos cielo, no podría imaginarse su rostro de decepción pura, por ese amor clandestino que tuvo con Sasuke. La amistad que tanto cuido, aquella que casi lo lleva a morir se vendría abajo. Hinata no quería eso, quien era ella para arrebatarle la ilusión del mejor amigo.

Su cuerpo débil se levantó, el agua escurrió por cada una de sus curvas. Había permanecido mucho tiempo allí, pero aún se sentía sucia. Su alma se sentía indigna, sucia, ni un largo baño podría quitarle esa sensación tan desagradable. La suave toalla comenzó a resbalar por su cuerpo, absorbiendo el líquido de agua tibia, tomo un ungüento y se colocó en sus heridas, no dejarían cicatrices, su efectividad era milagrosa. Se miró al espejo, su rostro lucia perfecto, intacto al parecer los vidrios no lo habían tocado. No pudo seguirse viendo, reconociéndose como una mentirosa.

-tengo que hacerlo..- soltó casi como susurro

Solo esperaba que la sellaran, si sobrevivía su siguiente paso sería huir de la aldea. Hinata era consiente que podría hacer más por otros estando afuera, que estando en su propio clan. Después de todo, ya no la necesitaban en su clan. Lo lamentaba por Hanabi, sabía que ella sería una buena líder, también lamentaba dejar su casa y todas sus cosas, pero se llevaría lo más hermoso. Sus recuerdos. Aquellos donde su madre y Neji estaban presentes, aquellos donde su padre sonreía y Hanabi la abrazaba.

Su padre era fuerte

Su madre era amable

Conoció un mundo sumido en la desesperanza, con personas que tenían menos que ella y eran feliz. Hinata era una hermosa ave encerrada en una jaula de oro, ahora solo ansiaba volar, ser libre y poder ayudar como siempre quiso.

¿Quién dijo que la vida de un Shinobi debía ser para siempre?

¿Dónde estaba escrito que su destino era liderar un clan, solo por ser primogénita?

Nunca le dieron la opción de decidir, ahora quería hacerlo, seria libre y no regresaría a Konoha. Llevaría en su corazón sus recuerdos e iría más allá de los muros de su aldea y ayudaría a quien lo necesita. Aquellos olvidados por sus propias aldeas, aquellos que no vivían sino sobrevivían.

El medicamento hizo efecto en su sangre, había tenido que tomar un calmante, para relajarse lo suficiente y poder dormir. Su cabeza dolía demasiado, había sido mucho para un solo día, pero debía continuar, su misión aun trascurría y debería concentrarse para mañana.

Era una noche oscura con un viento nocturno estremecedor. Dolor, era lo que ella reflejaba en sus lágrimas nocturnas, ella estaba dormida, pero lloraba. Unos ojos negros la vigilaban, sintiéndose miserable por estar allí, buscándola, acechándola y trastornándose al punto de enloquecer. Sus pasos acortaron la distancia, había sido muy fácil adentrarse en la habitación de la heredera, ni siquiera sabía que hacia allí. Quizá..tan solo quería..

Verla

Su ceño se frunció sintiéndose un hijo de puta, Hinata no lo quería en su vida, pero allí estaba, comportándose como un patán, obligándola a recordarlo. Ver como sus cristalinas lagrimas caían en el futon lo sumergían a un infierno que lo quemaba por dentro.

-Hinata..- susurro

[..]

-lo que vean tras esta puerta solo será visto ante sus ojos- advirtió kakashi.

El grupo estaba a la expectativa de lo que se hallaría, dentro del peliplateado había un sentimiento de mucho dolor. Aun recordaba que fue testigo de la masacre del clan Uchiha, siendo muy joven. Si fuera su decisión, no sometería a ninguno de sus alumnos a este tipo de misiones, pero no podía, la vida de un shinobi era muy difícil después de todo.

La puerta se abrió, el grupo de cuatro se horrorizaron al verlo. El hedor del lugar amenazó con hacerlos vomitar, pero aquel nauseabundo hedor quedo atrás, al ver el estado en el que se encontraban los cuerpos. Kakashi tenía razón, esa masacre había trascurrido hace mucho.

¿Cómo no se dieron cuenta antes?

Cuerpos apilados en posición fetal reducidos, algunos con el cuerpo hinchados y miembros que se desprendían. La piel estaba extrañamente pegada a los huesos y muchas marcas de sangre en el lugar desde el alto del techo y el piso. También notaron que la persona que perpetró el hecho, se había tomado la molestia de no manchar lo pergaminos.

-co.. como no se dieron cuenta- hablo el más horrorizado del grupo, Naruto.

Kakasi dio un profundo respiro- este almacén es secreto, pocos conocen su existencia. Solo le es permitido el cuidado de dos anbus durante 3 semanas, luego se van turnando.

-¿Cómo no pudieron notar que otros miembros desaparecían?-pregunto Sasuke

-La persona que hizo esto fue un infiltrado, supongo que se encarga de usurpar el lugar de un anbu, tomaba su lugar y estando solo con el otro..

-lo asesinaba.- completo shikamaru- al parecer utilizaron químicos para evitar la propagación de los olores- dedujo el genio nara

-¿Cómo sabes eso?- pregunto Naruto.

Shikamaru resopló por la larga explicación que daría- un cuerpo en descomposición en la primera hora, las partes húmedas del cuerpo empiezan a secarse piel, ojos, labios. Después de cinco horas ocurre rigor mortis..

-¿rigor mortis.?

-Tsk.. rigidez cadavérica- soltó- los músculos se vuelven rígidos, ya para este tiempo el hedor empieza hacerse presente y cuando cumple más de un mes los miembros empiezan a desprenderse, los cuerpos de hinchan producto de los gases y se da la putrefacción.

-¡vaya shikamaru eres un genio tenebroso!

-¡cállate!- renegó- ¿Cómo se dieron cuenta de esto?

-Solicite la presencia del zorro, pero nunca vino a mi llamado. Supuestamente había estado en mi oficina un día antes, se me hizo extraño y luego vine aquí. Tenía conocimiento que este era su trabajo y me encontré con todo esto.

-Eso quiere decir que viste a su usurpador- planteo shikamaru- siendo un Hokage no lo notaste.

- me temo que no, se movía como el, el tono de su voz era el mismo.

-pero no explica las demás muertes.

-Al parecer se encargó de los anbus que se asomaban por aquí. Ya estábamos reportando desapariciones de hace meses, algunos en misiones que se les daban, pero no notamos que quedaban menos porque también lo suplantaron.

-entonces estamos ante un genio del disfraz..- seguro Shikamaru, al imaginarse a una misma persona poder suplantar a 15 más, era una tarea imposible- ¿Dónde están los manuscritos secretos?

-detrás de la pequeña puerta.

El grupo se adentró al tenebroso lugar, cuidando de no tropezar con los cadáveres. El corazón de la peliazul se estrujo, era una escena horrible.

«Eran tan jóvenes»

Una vida por delante, truncada por un asesino silencioso. Se distrajo un poco viendo un cuerpo que lucía como sentado contra la pared, un kunai estaba clavado. Ella dedujo que el hampón lo acorralo, lo redujo y quizá la victima pidió clemencia, pero no lo hallo.

-Hinata..- sintió un tacto tibio en su espalda- no te asustes..- era Naruto- vamos..

Ella asintió y sonrió. Él era muy amable, ninguno noto que eran vigilados, por esa mirada oscura secreta y en un acto casi inocente el rubio poso su mano en la espalda baja de ella.

-¿no deberíamos levantar los cuerpos primero?- pregunto Naruto

-aun no- soltó shikamaru- primero hay que ver con detenimiento la escena del grupo.

Sasuke se mantuvo alejado del grupo, viendo analizando y acechando con la mirada a Hinata, quien no lo miraba y no supo como descifrarlo.

Fue muy agotador, la biblioteca secreta estaba pulcra, no había rastros de sangre del perpetrador. El asesino se había tomado el tiempo de realizar, la masacre solo en la entrada.

¿Qué era lo que buscaba?

Luego de eso se dispusieron a recoger los cuerpos. Habían llevado bolsas negras y otras más pequeñas para los rastros. Tanto Hinata como sasuke activaron sus poderes oculares, examinando los cuerpos. Un arma punzo-cortante había acabado la vida con esos desdichados, quizá un kunai o una katana. Tampoco habían rastros de huella ni en los cadáveres, ni las armas halladas, recogieron más de 60 muestras entre sangre y fluidos del lugar.

-¿ehm?..- algo llamo la atención de la peliazul-¿pueden ver eso?-pregunto

El grupo volteo hacia donde ella señalaba, su byuakugan seguía activado y tenía el ceño fruncido.

-Aquellas marcas- señalo en una esquina de la habitación- ¿pueden verlas?- pregunto y volteo a ver al grupo

Todo el grupo se acercó inmediatamente. Hinata aún se sentía abrumada por aquellas extrañas marcas en lo alto de la habitación.

¿Cómo podía ser posible que no lo vean?

-No puedo ver nada- contesto Naruto rascándose la cabeza.

-¿Qué es lo que ves?- pregunto Kakashi

-Parecen manos.. pero- guardo silencio tratando de encontrar explicación alguna, a lo que veía- es como si hubiera estado "caminando"

-¿que?- solto shikamaru

- no te estas confundiendo Hinata-chan- cuestiono Naruto

Ella negó, se llevo sus manos a su pecho. Eran manos, definitivamente lo eran y estaban en algunas partes de techo, también habían pisadas.

-Puedes verlos sasuke- dijo Kakashi

El Uchiha ya había activado su sharigan pero extrañamente..

-No lo puedo ver- sentencio frustrado

-huellas extrañas.. que sólo el bakugan puede ver, es demasiado extraño- solto el Nara

-¡Traigan lápiz y papel!- pidio hinata

Rápidamente Naruto se apresuró en hacerlo.

-Necesito que dibujar lo que veo- sin meditarlo comenzó a plasmar lo que sus ojos únicos veían, marcas, extrañas marcas que parecían guardar un secreto.

¿Que estaba pasando?

Hinata terminó de dibujar algo asustada y confundida.

¿Por qué no lo veían?

-es como.. si hubieran caminado por el techo

Tomo un hisopo que aún le quedaba, reunió chakra en sus pies y comenzó a caminar hacia donde estaban, tomo una muestra, ella esperaba que ayudara en algo.

-es un líquido aparentemente invisible- dedujo ella. Algo definitivamente no estaba bien, un líquido incoloro e inodoro en una habitación cerrada con chakra, la persona que lo había hecho conocía más de lo que intuían.

-algo no anda bien- soltó kakashi con el ceño fruncido

-iré inmediatamente a analizarlo- dijo Shikamaru dando la vuelta, para salir de la habitación.

-es todo por hoy, sasuke- lo llamo- podemos conversar un momento

El pelinegro lo miro de lado con cierta expectación, termino por asentir y salir tras el hokage. Hinata, fue consiente que solo habían quedado ella y Naruto en la tétrica habitación.

-yo también me retiro- se apresuró a decir cuando lo escucho acercarse- que tengas buenas tardes Naruto-kun- soltó antes de salir casi corriendo, dejando a un naruto con la mano estirada, impotente de no haber tomado su brazo para hacerla quedar.

¿Por qué Hinata se mostraba tan renuente?

¿Por qué ya no lo miraba igual?

Le dolía, mucho casi no podía respirar. Antes que la puerta terminara por cerrarse, solo musito su nombre. El nombre de aquella chica que un día estuvo enamorado de él, aquella que se iba volver su esposa, la madre de sus hijos. Todas las afirmaciones parecían tan lejanas, vagas, casi como un hermoso sueño que una vez tuvo, pero casi ya no podía recordar.

[...]

-Hinata ¿estas segura?- cuestiono Ino muy preocupada- haz estado tomando estos medicamentos muy seguidos.

-Es solo que no puedo conciliar el sueño, te prometo que no los volveré a tomar..- se urgió en decir

-Hinata

No pudo evitar mirarla con preocupación, si bien Hinata había pasado por un médico para medicarse, verla demasiado nerviosa para que se lo entregue, solo avivaba su preocupación por la dependencia. Los calmantes tenían una dosis media, pero todo en exceso era dañino, más aun ver a la peliazul temblorosa y un poco ida, iba ayudarla.

-Toma..- le dio el pomo de pastillas en una bolsa de papel

-gracias..

-te parece si te tomo el pulso, me gustaría poder monitorearte

-¿ehm?..claro- respondió sin mucho ánimo, se aflojo su blusa dándole paso al instrumento para medirse.

Hinata solo atino a agachar la mirada, sus manos estrujaron la sabana de la camilla. Su cabeza estaba a punto de explotar, además de sentir muchas nauseas.

-tu pulso y presión están elevadas- dijo ino al leer los parámetros en su instrumento.

-Creo que estoy algo estresada

-si deseas puedes tomarte un descanso en el turno del hospital, si quieres yo..

-¡no!- la interrumpió- venir al hospital me distrae mucho, además están escasos de personal. Sakura-san y la Hokage no pueden atender a todos.

-Hinata..

Estar lejos de la mansión Hyuga, había sido una de las tantas cosas que había optado hacer. El poco tiempo libre se le dedicaba a asistir a pacientes en recuperación. Si bien estar junto a Sakura no había sido nada fácil, aprendió a lidiar con ella tomando turnos en los cuales ella no estaba.

-¡No insistas en eso!

Una ronca voz se escuchó tras la puerta, la poca tranquilidad que tenía casi se ve desaparecer al verse nuevamente con él. Kakashi y sasuke habían entrado sin pedir permiso a la habitación donde estaban.

-Que bueno que te encuentro ino, ¿has visto a Sakura?-pregunto Kakashi

El cuerpo relajado de Hinata se volvió tenso, al verse nuevamente reflejada en esa mirada oscura. Sasuke le dolía mucho y aun no podía olvidar el abrupto encuentro, que tuvo con él en las ruinas del clan Uchiha. Él estaba en frente de ella, observándola de la manera más profunda y analítica posible.

-creo que está en el pabellón A2- respondió

-Hinata ¿Qué haces aquí?- le cuestiono Kakashi

-¿yo..bueno? solo vine unos medicamentos, justo ahora ya me estaba retirando- se bajó de la camilla, tomo la bolsa de papel despacio- con permi..

-¡Sasuke-kun!- la puerta se abrió abruptamente, acompañado de una voz conocida.

El pelinegro ladeo un poco su cuerpo, encontrándose con una sonrojada y casi llorosa Sakura. Él no dijo nada, su cuerpo se hecho un poco hacia atrás, por el movimiento abrupto que tuvo cuando la pelirosa se hecho sobre él, abrazandolo efusivamente.

-¿estas aquí..?- su voz se quebró y termino por hundir su rostro en el pecho del pelinegro. Su corazón dolió mucho, Sasuke había vuelto y rogaba que sea por aquella implícita promesa que le había hecho

Los ojos tristes de la peliazul no dejaron de detallar la dramática escena. La habitación era muy grande, pero se sentía tan sofocada. Casi de manera disimulada salió de la habitación, desconociendo lo que sentía, no era molestia, no era dolor. Solo era mucha incomodidad, por Sasuke, por Sakura, por ambos. Ya los había perdonado, solo quería olvidar y cuando los vio abrazados destilando algo semejante a la añoranza, supo que sería difícil, demasiado; solo rogaba no morir en el intento de olvidar su verdadero pecado.

[..]

La enorme habitación ya no era tan desagradable, aunque el olor a muerte a un seguía inscritas en sus paredes. Hinata había estado revisando rollo por rollo desde muy entrada la mañana, necesitaban revisar uno por uno, buscando alguna huella o detalle de aquel invisible fluido. Su byakugan estaba activado, ya estaba muy cansada. Naruto y sasuke también estaban allí sentados frente a ella, el rubio no evito demostrar lo mucho que quería estar a su lado, tal situación la incomodaba. Ella solo quería olvidar y Naruto no ayudaba en nada, sumado la presencia constante y depredadora del Uchiha.

-¡bah! Ya me canse- se quejó el rubio, hizo a un lado el rollo que tenía- ¿Qué les parece si vamos a comer ramen?- sugirió-¿Qué te parece Hinata?- le pregunto y sonrió, ignorando al Uchiha.

Hinata se sonrojo. Aun no podía verlo a la cara, más aun con sasuke allí, recordándole lo pecadora que fue.

-yo.. yo aún no tengo hambre.

-¿y tú teme?- le pregunto volteando un poco de lado

-¿ramen? Tsk. Es en lo único que piensa

-El ramen es delicioso, además a Hinata-chan le encanta. Supongo que tú lo sabes ya que son amigos..

El corazón de Hinata se detuvo y Sasuke se tensó.

¿Amigos?

La imprudencia de Naruto hizo que el cuerpo de ella temblara. Sus ojos picaron, su culpa aumento. El ambiente se hizo pesado, Naruto no lo noto.

-Ya que ustedes compartieron mucho tiempo ¿no?. Además...

- no Naruto-kun- hablo despacio y se animó a alzar la mirada- Uchiha-san y yo no somos amigos- aseguro con una seriedad desbordante, pero había algo más en su mirada. Un chispa de dolor punzante que le quemaba las entrañas- Me disculpan..- soltó y salió despacio de la habitación.

-¿A dónde vas?- pregunto el rubio, al darse cuenta que sasuke también se había puesto de pie, frunció el ceño al verse rodeado de una extraña sensación. Su mirada volvió a ver hacia donde se había ido Hinata.

Naruto aún era ajeno a la difícil situación, quizá más adelante se daría cuenta, que a pesar de ya no estar comprometido con Hinata, estaba más involucrado de lo que jamás pensaría.

[...]

el sentimiento de vacío dentro suyo la hacía desvanecer, allí estaba tratando de mostrar su mejor rostro después del impase. Sus piernas le fallaron al llegar al pequeño cuarto de baño, su espalda de arrastro por la puerta desordenando su cabello. Se abrazó a sí misma y negó,

¿amigos? ¿ellos nunca fueron amigos?

Su cabeza dolió, el poco desayuno que había ingerido amenazaba con hacerla regurgitar. Era difícil, casi imposible, pero debía estar preparada para ese tipo de comentarios "inocentes" de parte de Naruto. El rubio ignoraba todo y así debía ser.

Casi sin mucho ánimo salió, se recompuso para continuar su trabajo, debía terminar de examinar cada rollo, ya no tenía hambre, lo poco que tenia se le fue. Al pasar las horas se avanzó mucho, los rollos tendidos en las enormes mesas debían ser ordenados con detenimiento. Naruto insistió en ayudarla, después de tratar de persuadirlo que ella podía sola, era realmente inútil.

-solo faltan esos Hinata-chan- sonrió

Sería más fácil utilizar su jutsu más popular, pero no era conveniente. Naruto era muy distraído y alguna minuciosa pista podría no ser notada. Sasuke ordenaba en otra área del enorme lugar, Hinata estaba al extremo de la habitación usando la larga escalera, para llegar a los estantes más altos. Unos rollo en una sección contigua se cayeron, la peliazul suspiro resignada, pero..

El ceño de la peliazul se frunció, algo llamo su atención y con mucha curiosidad se acercó.

-¿Qué pasa Hinata?-pregunto Naruto desde abajo-¿Qué..?- su rostro palideció

No paso mucho para que el cuerpo de hinata cayera en caída libre, con extraños espasmos que la rodeaban.

-¡Hinata!- grito presuroso a recatarla.

La bella peliazul estaba inconsciente.

¿Qué había pasado?

Estaba listo para atraparla entre sus brazos, pero una sombra aprecio y se la arrebato. Naruto se sorprendió y reconoció al salvador a su gran amigo:

Sasuke

El nunca bajo la guardia, tampoco dejaba de mirarla acomodar aquellos rollos. Estaba al otro extremo y pudo presenciar que Hinata comenzaba a tener una descompensación al observar un detalle, en el cajón donde se ubicaban los rollos. No dudo ningún segundo, sabía lo que tenía que hacer. Sus raudos pasos de ninja de elite y su gran poder llegaron al momento exacto donde ella iba a caer en los brazos de Naruto, arrebatándole una vez mas de sus brazos.

-Hinata..- la llamo el rubio preocupado acercándose.

La peliazul débilmente abrió los ojos, encontrándose en unos negros profundos, pero..

No era ella.

Un dolor agudo se implanto en la parte izquierda de la cabeza de Sasuke, gruño y rugió. Su sharigan se activo.

¿Qué demonios había visto?

-¡Ahg! ¡maldición!- se quejó al punto de doblarse.

-¡¿Qué te pasa sasuke?!- grito Naruto

Todo se puso negro. Su cuerpo grande cayó a un lado de Hinata, sus ojos se cerraban de a poco, con la imagen borrosa de aquella chica que abandono hace más de un año. Pudo escuchar la voz de Naruto y algo que se parecía a su sombra.

«Hinata.. »

Era lo único que le importaba.

[..]

Sus ganas de vomitar eran demasiadas, no le importo la luz del sol, tampoco era consiente que estaba vestida con una bata, que le cubría apenas. Vio un pequeño cuarto y le dio fe a su razón. Los presentes se quedaron sorprendidos del abrupto despertar de Hinata, habían pasado alrededor de seis horas desde aquel extraño incidente.

-¡Hinata!- llamo ino.

Su querida amiga fue a sostenerle el cabello para que no se manchara, Kakashi miraba su reacción como demasiada extrañeza. Naruto y Sakura estaban muy preocupados. La peliazul además de espamos abruptos, también había dejado de respirar más de una vez. Sumado a la fiebre que tenía y que extrañamente su byakugan se activaba estando inconsciente. El hokage llevo su mirada hacia la cama de hospital.

«¿Qué has visto Hinata? »

Entrecerró los ojos. Escuchando las declaraciones de Naruto, supuso que todo tenia conexión, pero la pregunta surgia..

¿Por qué afecto directamente a Hinata e indirectamente a sasuke?

El Uchiha también había sido afectado, quizá no en la misma medida, pero empezó a sangrar por la nariz y sentía un punzante dolor en la cabeza.

-¡por favor salgan!- ordeno Sakura. Hinata necesitaba privacidad. Naruto y Kakashi salieron de la angosta habitación sin mucho que decir y cuestionándose todo.

[....]

A la mañana siguiente. El estado de Hinata había mejorado, Hanabi había ido a visitarla trayéndole un delicioso desayuno. Para sorpresa de la peliazul, su orgulloso padre también había ido, preguntándole un seco:

¿Cómo estás?

Escuchar el escueto "estoy bien", fue suficiente para que se retirara.

-entonces ya podemos irnos- pregunto Hanabi a Ino

-solo tengo revisarla una vez y podrás irte a tu casa Hinata- le sonrió. La peliazul tomo fuertemente la mano de su hermana, tenerla a su lado le daba confianza y una fuerza increíble. -Hinata, Kakashi-sensei desea verte ahora. Te está esperando afuera

-Sí, hablare con el ahora mismo. Hanabi- la llamo- puedes esperarme afuera, terminare y nos vamos a casa si- sonrió y la pequeña hyuga asintió. Ambas hermanas estaban más unidas que nunca, lo sabían con solo mirarse.

Hanabi salió y kakashi entro casi de inmediato, el semblante serio lejano al sonriente y carismático kakashi, le hizo saber que algo no estaba bien. Ino salió dándoles privacidad, entendiendo poco de lo que estaba pasando.

-¿Cómo te encuentras?- le pregunto, sentándose en la silla que estaba contigua.

-Me encuentro bien Kakashi-sensei.

El peliplateado respiro hondo, no quería sonar demasiado duro, pero necesitaba saber ¿Qué había pasado?.

-Hinata. Naruto me dijo que posiblemente viste algo extraño ¿podemos hablar de eso?- pregunto y la peliazul asintió despacio, apretó los puños arrugando las sabanas.

-unos rollos se cayeron, entonces me aproxime a acomodarlo. Ese sector aun no lo había revisado así que.. yo..- el ceño de ella se arrugo y una de sus manos fue a dar a su frente- había algo.. algo allí que me hizo perder el conocimiento..entonces..eso parecía

-Hinata..-la llamo

El cuerpo de ella comenzaba a tiritar, su cabeza volvió a doler y sus ojos se cerraron inconscientemente. Ese extraño dibujo, allí estaba, entre los pasajes oscuros de sus memorias. Estaba borroso, pero estaba allí, pero por alguna razón no podía describirlo. Se sintió sola, sola corriendo tras algo que ella sabía que había visto, aquello se alejaba y cuando estaba a punto de tocarlo la oscuridad la atrapo, cayendo en un vacio sin fin.

-¡Hinata!- la peliazul abrió los ojos, encontrándose con un confundido Kakashi que la sostenía de los hombros.

Ella no lo había notado, pero mientras trataba de recordar había empezado a hiperventilarse, sudar y confundirse diciendo cosas como:

Lo he visto..

Esta cerca

-lo siento..- se disculpó Kakashi, debió dejar reposar a Hinata- toma estos días como descanso- soltó y se apartó-si recuerdas algo, no olvides buscarme ¿está bien?

-Kakashi-sensei- soltó despacio Hinata, estaba aún confundida por lo que había pasado, pero..

¿Por qué había reaccionado así?

-hay alguien que quiere verte..

-¿ehm?- el apuesto kakashi salió con una mueca simpática. Naruto llegaba con un semblante muy preocupado, con unos rolles de canela en la mano.

Hinata oculto sus sentimientos confusos, le trato de sonreír. Naruto era tan amable.

-buenos días Hinata-chan, te traje esto..- se sento y se los ofrecio.

-muchas gracias Naruto-kun..- los tomo y los puso en su regazo.-¿Cómo estas?..

-Eso debería preguntarlo yo..-sonrió

-lo siento...

-No, No, no te disculpes- se apresuró en decir-¿Cómo esta Hinata-chan?

-me siento mejor..- respondió con voz dulce y sonrió.

Un sonrojo se posó en su rostro, Naruto trago grueso, Hinata era realmente bonita y la luz que desprendía lo atraía, lo suficiente para seguir allí, sufriendo por estar a su lado sabiendo que quizá ella..

-gracias por salvarme..-rompió el silencio- naruto-kun es realmente amable

Él se rio y no dudo en sonrojarse, Hinata lo imito y ambos compartían una cálida sensación que les comenzó a llenar el pecho.

-Me hubiera gustado mucho quedarme con el crédito, pero tienes que agradecérselo a Sasuke. El teme llego prácticamente volando para ayudarte.

El semblante cálido de Hinata se trasformó casi de inmediato, sus ojos se abrieron enormemente y su pecho dolió.

«No.. »

-¿estás bien, Hinata?-le cuestiono- pareces algo afiebrada

-no..-negó y fingió sonreír. El solo hecho de escuchar el nombre de Sasuke, la descompensaba mucho- estoy bien...

-¿segura?- le volvió a cuestionar.

Quizá fue un acto inocente, pero Naruto poso su mano en la mejilla de Hinata, ella se paralizo. Su dedo pulgar delineo su rostro gentil, los ojos de ella picaron mucho y los de Naruto, sus azules ojos parecían sumergirse en la mirada triste de ella. Una promesa, no pudo ser cumplida. Ya habían terminado, pero le seguía doliendo, el moría por ella y Hinata se sumergía en un mar de culpa que no la dejaban dormir.

Naruto había acortado la distancia, Hinata reconoció por primera vez, que si bien había dejado de amar a Naruto, podía envolverse en la luz infinita que él desprendía. Ella estaba marchita, seca como las hojas de otoño, Naruto sufría, sabía que lo hacía por ella. No pudo sentirse más culpable, cerró los ojos y sintió que el corazón se le rompía en mil pedazos.

«¿Por qué.. porque todo termino así? »

Viejos recuerdos, bellos y agonizantes con el dolor impreso en cada uno.

«¿Qué.. Que nos paso Hinata? »

La primera vez que se hablaron, su primera misión, la pelea con pain, la triste declaración, la luna y un juramento que fracaso en su intento de ser real. Sus alientos chocaban, ambos habían entrelazadas sus manos y el corazón de ella volvió a latir, al ritmo de Naruto.

¿Por qué Naruto no olvidaba?

Eso ya no importaba. Los sentimientos eran fuertes y estaban más vivos que nunca, pero el peso del pasado y triste secreto estaban más cerca que nunca. La puerta se abrió abruptamente, ambos voltearon inmediatamente encontrándose con una figura conocida.

-naruto..- hablo él, con una sombra en el rostro.

Ambos se separaron, dándose cuenta que sus manos estaban unidas, Hinata ladeo su rostro avergonzada de su comportamiento. Ella estaba apunto de..

-¿Qué pasa teme?- le cuestiono con cierto resentimiento, estaba a nada de besarse con Hinata. Eso encendió la poca esperanza que creía muerta.

-Sakura te esta buscando..- su voz sonó amenazadora, extraña, muy ronca.

-¿Qué..? pero acabo..¿para que?

-¿Por qué crees que debería saberlo?- bufo- me dijo que quiere hablar contigo..

-¡rayos!- se quejó- ya regreso Hinata-chan.. te puedo llevar a tu..

-no hace falta- lo interrumpió, su voz sonó dolida. Sakura lo buscaba y ella estaba a punto de besarlo- Hanabi-chan vino por mi así que no te preocupes..

-Hinata..

-Muchas gracias por los roles.. nos vemos luego sí..- lo miro con una triste sonrisa.

El semblante de Naruto volvió a ser triste y sin mucho que decir salió de la habitación.

Su mirada triste trataba de mantenerse firme en la puerta, pero atraída como un imán, llego hasta donde está la otra, aquella que la vigilaba, esa que estuvo a punto de presenciar algo que casi lo hace enloquecer. Sintió mucho miedo, como una niña se abrazó a si misma cuando pudo ver la mirada fría y llena de desprecio del Uchiha. Estaba incomoda, el ambiente pesado por ese perturbador silencio, solo rogaba que alguien entrara y la sacaran de tan incómoda escena. Podía sentirlo, tan cerca, esa mirada la intentaba traspasarla

¿Por qué..?

¿Por qué el seguía allí..?

-al parecer te encuentras muy bien.. Tsk- su voz ronca sonó bastante irónica, con una pizca de molestia, pero Hinata no lo noto, se sobresaltó al escucharlo hablar.

Su débil mirada llego hasta él. Parecía molesto y ella no entendía el porqué. Aún estaba convaleciente, quizá fue eso o también fue esa negación, la cual traba de convencerla que ella no fue nada para Sasuke.

-No sé de que está hablando- respondió

-tu compromiso está roto ¿no?- a Hinata le dolió en la manera tan dura como lo dijo- al parecer el imbécil de Naruto te sigue reclamando como suya ¿o me equivoco?- soltó con mucha molestia, con su mirada tan fría como el invierno.

Habia llegado hasta allí, buscando saber cómo estaba, porque él aún le dolía extrañamente la cabeza. Su sorpresa fue mayor al encontrarse una patética escena. Hinata y el tonto de su amigo sonrojados, tomados de las manos y a punto de...

El solo hecho de pensarlo le molestaba, y sintió una extraña ira interna que le quemaba. Aquella que estuvo a poco de armar una patética escena. Hinata seguía allí en frente de él, tan neutral y confundida.

-¡responde!- le alzo la voz-Tu compromiso está roto..- se acercó, pudo ver que el nerviosismo de Hinata se acrecentaba, la vio palidecer.

-No sé de que me esta hablando- respondió a duras penas, Sasuke la intimidaba al punto de desfallecer- Además..-prosiguió- es un asunto privado..

-Tsk- no pudo enfurecerlo mas su escueta respuesta

-Le pido Uchiha-san que se retire..¡Ahg!- se quejo

Sus ojos luna se abrieron enormemente, su brazo dolió y su respiración fue inconstante. Sasuke había acortado la distancia, tan rápido que no le dio tiempo de reaccionar. La estaba lastimando una vez más, su única mano tomaba del brazo de ella, con una fuerza innecesaria, tenía el ceño fruncido y Hinata solo pudo verse reflejada como una presa. Solo había odio, un profundo odio y desprecio en su mirada, todo dirigido hacia ella.

-¡odio que me llames así!- le grito y su aliento golpeo su rostro- ¿Qué pretendes?.. Fingir que nada paso y quedarte con Naruto ¡eso quieres! - le grito

Hinata negó con los ojos aguados, aun se sentía débil e impotente.

-me esta lastimando..

-¡deja ya de fingir!.. ¡mírame!- le ordeno al verla ladear su mirada, su voz tenía un tinte de desesperación que parecía ir en aumento- ¡te digo que me mires! ¡no juegues conmigo Hinata!

Sus pocas fuerzas volvieron a ella, su mano pico y tembló, sasuke ladeo su rostro y ella tomo distancia. Una fuerte bofetada retumbo en la habitación. Ira, humillación e indignación la inundaron, sasuke era un atrevido. El uchiha la volvió a ver, Hinata estaba de pie en una esquina de la habitación, temblorosa y su única mano llego hasta donde ella lo golpeo. Su mejilla se enrojeció.

-¡váyase!- le grito

No juegues conmigo

Si claro, si él había sido quien jugo con lo que ambos tenían.

-¡¿Qué hace aquí..?!- le grito, pero se llevó una de sus manos a su boca. Su razón volvió a ella y fue consiente que aún estaban en el hospital, alguien podía haberlos escuchado- no debería estar aquí..- dijo y la mejilla roja de Sasuke fue visible para ella.

Él sonrió de lado, esa miedosa chica lo estaba echando como si él fuera una basura o simplemente nada para ella. No le dolía la mejilla, le dolía el orgullo y reconocerse que era él quien ahora la buscaba.

No, Hinata aún no debía.

Hinata había tocado su orgullo y no podía aceptarlo.

No dijo nada, solo la vio desde su altura. Hinata parecía tan pequeña ante él, pero su mirada mostraba hostilidad, rechazo y un profundo temor, lejos quedo esa mirada llena de súplica y dolor cuando le pidió que no se fuera. Ahora ella lo estaba echando, la vida daba muchas vueltas. Su mejilla ardía y ella no era la misma. Salió de la habitación no sin antes volver a verla de lado, Hinata solo negaba y le dio la espalda. Por primera vez, vio el resultado de haberla quebrado de una manera tan inhumana, de haberla dejado sin espíritu y haberle arrebato la ilusión de ser amada. Definitivamente era un maldito bastardo, pero irónicamente se encontraba allí, reclamándole algo que ni siquiera él sabia, pero sentía que debía.

[...]

El resto del día la paso con la bella Hanabi, Hinata tenía tiempo libre y salieron al parque. Los dulces llegaron al caer la tarde. Ambas podían sentir el hilo invisible que las unían, Hinata por su parte se sentía indigna de su hermana, no se creía un ejemplo para ella. No solo había traicionado a Naruto y su compromiso, también enlodado sus principios y buenas costumbres que le enseñaron durante toda su vida. Ella sentía que había perdido todo en solo segundos, no fue la primera vez que se entregó a sasuke, no, fue cuando ambos se besaron por primera vez olvidando todo. Trato de mostrar su mejor semblante para Hanabi, si tenía que fingir ser feliz lo haría por ella, porque la amaba.

La noche cayo, decidió ordenar comer en su alcoba, pero eso era por el nulo apetito que tenía. Ella solo quería una cosa, era tomar un largo baño; tenía una necesidad imperiosa de bañarse y refregó su cuerpo tan fuerte que su piel se enrojeció. Sobre todo, lavo donde él la toco, no pudo llorar, solo sentía miedo y desesperación; solo deseaba una cosa:

Que él se fuera de Konoha..

Salió de la tina de baño, se acercó a su tocador tomo el frasco nuevo de pastillas. Su mirada se tornó triste, un poco pensativa, sabía que esos medicamentos eran fuertes, pero los necesitaba, más ahora que Sasuke llegaba molestándola, colocándola en una situación que sentía que se escapaba de sus manos.

-quizás no..- se arrepintió, no podía seguir solo fingir que no pasaba nada, dormir para olvidarse del mundo real. Debía afrontarlo- tengo que...

Una de sus manos fue hasta su frente, sintiendo tanta soledad dentro de ella. Sus ojos amenazaron con mojarse, pero esta vez no quería llorar por Sasuke, esta vez lloraba por ella, por su culpa y las consecuencias de sus actos. Devolvió el frasco de pastillas, debía calmarse, no podía permitirse verse débil, no ahora que estaba a un paso de empezar una nueva vida lejos de todo.

Tomo su toalla, su cuerpo desnudo se dirigió hasta su habitación. Hinata siempre secaba su largo cabello azulino primero, algunas gotas cayeron en piso de madera, se dirigió hacia un pequeño tocador que tenía al lado de un mueble, donde guardaba su ropa. Allí estaba, la peineta fina que le regalo su madre, la miro con nostalgia y pensó:

¿Qué hubiera pasado si su madre se enteraría de su aventura?¿se hubiera decepcionado?

Negó casi de inmediato, su madre era incapaz, ella la amaba y así la recordaba. Siguió pasando la toalla por su cabello, estaba casi seco volteo y un miedo atroz la envolvió, soltando la peineta de inmediato. En la esquina de su enorme habitación, entre las penumbras de la poca iluminada habitación estaba el..

Sasuke

El orgulloso Uchiha hizo su aparición, sintiéndose más fuerte que ella. La tonta Hinata, no había notado su presencia desde que entro a su habitación. La vio desnudarse completamente antes de entrar a bañarse, ¿Acaso era invisible?. No se había quedado conforme con esa conversación, se preguntó miles de veces si era buena meterse en su habitación como ya se había acostumbrado desde que llego a Konoha. Al principio su orgullo lo detuvo, pero termino por flaquear y trastornarse al recordar ese casi beso.

El rostro de Hinata se dibujaba un semblante de horror, retrocedió negando hasta que choco con el pequeño tocador tras ella. No era consiente que la toalla no le estaba cubriendo casi nada. Las curvas de su cuerpo completo, las líneas de sus senos y su sensual intimidad eran vistas por sasuke, quien se sintió un grandísimo imbécil al sentirse duro por ella. Hacía mucho que no había estado con una mujer, la última fue ella y estaba allí, arrastrándose una vez más. Hinata parecía que lo atraía a la locura.

-por favor..- pidió quebrada. No quería que la tocara, la última vez él la obligo y casi..

-Hablemos..- soltó con seriedad.

-no...-esta vez fue consciente de su desnudez, por la mirada de él sobre ella, se cubrió disimuladamente.

-No me iré hasta que hablemos..-amenazó y Hinata sintió que sus fuerzas la abandonaban.

¿Qué debía de hacer?

Su mirada estaba asustada, miraba su única ventana, su puerta hacia el jardín y la otra hacia la mansión, estaba atrapada. Si algún miembro del clan activaba su byakugan seria su fin.

¿Huir?, no era una opción. Lo notarían y la descubrían.

¿Gritar?, seria peor.

-¡neechan!

«Hanabi»

Su corazón se salía de su pecho, su mirada fue hacia la puerta y el halo de luz por debajo de la puerta se podía ver la sombra de su hermanita.

-¡neechan estas despierta!-pregunto y la perilla comenzó a sonar.

-¡espera Hanabi!- le grito, volvió a mirar a sauke quien lucía indiferente ante la situación.

Definitivamente es un hombre cruel, reconoció ella.

-voy a bañarme, espera que termine y..

-¿podemos bañarnos juntas?- sugirió y había alegría en su voz- hace mucho que no lo hacemos ¿Qué dices?..

El aire le faltaba, sasuke estaba en su habitación incapaz de irse. Si Hanabi activaba su byakugan lo vería, no, no debía ser así.

-por favor váyase- susurro en suplica y él lo escucho

-hablemos entonces

-¡neechan!

-No..-respondió nerviosa y su mirada iba de la puerta hacia Sasuke.

-No me iré hasta que hablemos..-sentencio con suma frialdad

Ella negó y su cabeza dolió

¿Qué debía de hacer?

-¡Neechan!- insistió

-Ya voy..- mintió y su mirada llego hasta él- está bien..- acepto y se arrepintió- mañana.. hablemos mañana...-su mirada cayó al piso resignada- pero.. le suplico que se vaya..-le volvió a pedir. Su mirada rota llego hasta él, incapaz de conmoverlo o eso creyó.

-¡neechan!

-mañana, cinco de tarde, mansión principal del clan uchiha..- soltó con compromiso. Un agujero negro se abrió en la habitación y sasuke desapareció.

Las piernas de Hinata le fallaron, cayó al piso y su corazón dolió mucho; Hanabi seguía llamándola y ella solo quería desaparecer y que todo acabara.

¿Qué tanto debía sufrir, que tan miserable debía sentirse para que todo terminara?

[...]

-porque..

El viento meció su largo cabello, el otoño estaba en su punto más alto. Delante de ella estaba la persona que lo amo en vida, había ido haberlo creyendo inocentemente que estaría protegida.

-porque..-volvió a decir el ventarrón pareció arrastrar cada letra

Incapaz de cumplir su promesa, se desvió hacia donde yacía la única persona que la quiso de verdad. Tras ella estaba el otro hombre, aquel que le destrozo el alma y que amenazaba por hacer añicos más ínfimos de su ser. Los pequeños trozos que habían quedado, amenazaban con ser aún más pequeños con lo que le estaba pasando.

-Porque no viniste- pregunto él y el viento meció su enorme capa. Hinata estaba delante suyo, de rodillas ante una tumba que no conocía, ella era incapaz de darle la cara.

Entonces ella volteo lentamente, Sasuke se miraba más alto por lo erguido que estaba. Negó y sus ojos picaban tanto.

-porque no me deja olvidar..- su voz sonó rota y él pudo sentir por primera vez el dolor que la embargaba.

El viento soplo llevándose algunas hojas y pétalos secos del cementerio. Estos los rodearon, danzando quizá, o las animas que no descansaban podían sentir: el infierno al que se habían sumergido.

-porque..no me deja olvidar- repitió con voz fúnebre

Ella estaba rota, Sasuke sintiéndose un verdadero miserable hablo con la poca sinceridad que tenía..

-porque yo no he podido olvidar..

Los ojos de ellas se abrieron enormemente, sus lágrimas escaparon al fin y esas escuetas palabras hicieron mella en ella, los cerro con un amargo dolor.

La vida fue cruel con ellos y lo seria a un más al tratar de reparar un corazón roto y una relación que nunca debió existir.

Continuara....

He estado dibujando sobre este fic, pueden verlos en una cuenta de Instagram que acabo de abrir. Me encuentran con el mismo nombre SkybluePetunia

Gracias por sus votos y los que se toman dos segundos en comentar

SkybluePetunia

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