LA CONFESION DE NARUTO

El dolor era inconmensurable, sus profundas cicatrices le hicieron maldecir ese viaje. Ni siquiera sabía cuánto tiempo se había quedado allí, al filo de un gran cañón que estaba cerca de la aldea que lo vio crecer. El viento soplaba ondeando su capa y sus rebeldes cabellos, su mirada oscura estaba simplemente estaba mirando a la nada, su mente divagaba y aceptaba las malas decisiones de su vida. Aun así, no se sentía conforme por haberla dejado. Con Naruto tendría una vida estable, incluso feliz; lejos de los demonios que a él lo atormentaban, pero...

«¿Había tomado la decisión correcta?»

Se preguntó. Ignorando que su única mano se había empuñado, capturando la frustración que lo embargaba. Hinata estaba en lo más profundo de su ser, la amaba lo suficiente para dejarla ir y desearle una vida llena de dicha. Sin embargo, su lado más egoísta broto cuando la vio besarla, tocarla, pero la peor parte fue verla corresponder, ese esperado beso por el tonto de su amigo. No pudo seguir viendo, no saludo; solo quería salir de allí y olvidar esa patética escena, la mujer a la que amo se estaba besando con otro y llorando, tenía la certeza que no era por él.

¿Por qué le dolía?, allí.. justo allí.

Un ventarrón se hizo presente, su mirada se trasformó, su capa se elevó y dos cristales amargos se dejaron llevar. El dolor que sentía en ese preciso momento, eran una caída libre a un vacío de olvido y desolación. Era demasiado tarde para dar marcha atrás, dentro de unos meses regresaría y la encontraría casada, con el título de la señora Uzumaki. Tendría que mentir una vez más, fingir que no la había conocido y que nunca hubo algo entre ellos; miraría sus ojos perlas y estaba seguro que no obtendría un ápice de lo que tuvieron, esa mirada llena de amor se había ido la noche que le destrozo la vida, pero aun asi..

Deseaba verla una vez más, aunque sea imposible...

.

Hace unos meses...

Amaba a su maestra, pero a veces le dejaba más trabajo que a Shizune, la única excusa que le ponía: "tienes que aprender de todo". Extraña mucho a su tierna amiga y también a él: su amor no correspondido. Aunque las cosas habían cambiado, sonreía cada vez que recordaba ese toque, acompañados con una promesa en su simple: gracias. El tiempo no era un problema, ella esperaría lo que fuera por él.

-no entiendo esto Sakura-chan..- se quejó mientras se rascaba la cabeza

Ella solo negó y sonrió, Naruto era tan torpe, pero incluso sabía que él estaba por encima de su querido Sasuke, de ella y de muchos. Ni siquiera sabía porque le pidió ayuda con el trabajo de su sensei.

-tienes que clasificarlos según...-Naruto escuchaba atento, estaba tan confundido- ¡shanaroo déjalo, mejor lo hago sola!- le grito

-Es demasiado difícil para mi Sakura-chan...

-eso es porque eres un tonto.. mejor tomamos un poco de sake..- le propuso y él acepto

Muy pocos conocían ese faceta de la bella pelirosa, pero había adquirido ciertas malas manías de su excéntrica sensei y bueno Naruto, solo se dejaba llevar. El trabajo no era muchos, así que tomo la decisión de posponerlo; saco la pequeña botella de su bolso, su querido amigo trajo dos pequeños vasos de su cocina.

El departamento era tan pequeño, Naruto vivía con lo estrictamente necesario, aun así era muy feliz. Ella sintió pena y amargura de su ser, si bien ahora muy amiga del impetuoso jovencito, en su momento lo trato como si fuera basura y hasta los últimos momentos de la guerra ninja, siguió los pasos de un hombre trastornado por su pasado; su reflejo en la temblorosa bebida le hizo sentir vergüenza. El efecto del alcohol había hecho efecto, sacando quizá la verdad que la avergonzaban. Su mirada jade se posó en él, tenía la cara muy ruborizada y estaba sonriendo quien sabe en qué.

«Hinata es muy afortunada»

Su frágil amiga tenía mucha suerte, tendría a un hombre leal, incapaz de dañar e incluso dar la vida por un extraño si lo encontrara necesario. No había duda que él la amaba, lo vio luchar y esforzarse como nunca, para rescatarla de aquella misión en la luna. Lo había visto no ser el mismo, desde que se fue.

¿Y ella que tenía?

Solo un toque en la frente, acompañado con una sonrisa y una promesa.

¿Acaso se conformaba con tan poco?

¿Acaso Sasuke se merecía su espera?

Había trabajado tanto para tener el magnífico nivel que tenía, era una de las kunoichis más poderosas de su generación, había salvado a sus amigos, aun así...

Seguía yendo tras alguien que no conocía.

Seguía esperando que volteara y la llevara con él.

Si bien la promesa de Sasuke la hacía ilusionarse y sonreír como nunca. Los últimos días se había preguntado ¿Qué tanto lo conocía?. Desde que lo conoció su físico fue el factor principal de su enorme "amor"

¿Acaso era amor..?

Su "amor" por ese orgulloso Uchiha fue lo suficientemente fuerte para alejarse de su mejor amiga; Ino había ayudado tanto en su autoestima y en su carácter; de la manera más estúpida se volvió rival de ella, Ino no lo pidió y Sasuke no le correspondía, aun así se alejó. Si bien estaba en el pasado, eran unas niñas; viéndolo ahora, desde un punto más neutral, fue realmente estúpido alejarse de alguien que la conocía y la había ayudado; había dejado a su amiga por alguien que ni siquiera le hablaba.

Ella ni siquiera lo sabía, pero... estando allí junto a Naruto, bajo la intimidad de la noche y la luz de la luna, le hizo cuestionarse tantas cosas. Si bien Sasuke le había pedido perdón:

¿Era suficiente?

¿Qué tanto la conocía?

Acaso sabía sus gustos, manías, su color favorito, sus gustos y disgustos. Innumerables preguntas llegaron a su mente, doliéndole no solo cabeza, también el orgullo que aún tenía. Seguía yendo tras alguien que la había lastimado, humillado y dilapidado de lo peor, aun así..

Ella seguía esperando.

Su bella mirada jade se posó en su rubio amigo, sonrió al darse cuenta que estaba tan ebrio como ella. Cuando la primera botella se acabó, supieron que necesitaban más; algo avergonzados salieron a comprar ente tambaleos y sonrisas exagerados. La primera hora Sakura podía escuchara lo lejos el tema "mi Hinata-chan", sabía que él la extrañaba y que estaba muy enamorado de ella, tuvo que fingir escucharlo, pero su mente estaba en otro lado. Naruto jamás la miro a ella, como miraba a Hinata; jamás le sonrió como le sonreía a ella; los días que se convirtieron en meses solo fueron la triste confirmación que Naruto nunca la quiso. Sería una gran mentiroso si negara que sintió lastima de sí misma y se dijo de la manera más triste:

«entonces.. ¿Podrá amarme?»

Todo siempre fue Sasuke, tanto como para ella y él; ambos iban tras alguien que los trato como basura. ¿Acaso eran masoquistas?¿no tenían dignidad?..

-Naruto...- su voz sonó, su mirada estaba fija en el techo de la habitación; necesitaba preguntar.

-¿ehm?

-¿Por qué Sasuke no me llevo con él?- quería llorar por preguntar, antes no le dolía tanto cuestionar cosas relacionadas con ese Uchiha, pero ahora tenía tantas ganas de hablar de esos asuntos con Naruto.

-Dale tiempo Sakura-chan... él aún se siente perdido.. no ha sido fácil para él.

Allí estaba una vez más, el bondadoso Naruto justificando a su amigo.

-Naruto...

Ella volteo recostando su cabeza entre sus manos, Naruto la imito y ambos se quedaron viendo, echados en piso del departamento. Ella se sintió extraña al ver los ojos tan azules de su amigo, ese sonrojo de la borrachera en su rostro lo hacían lucir diferente.

«luce tan diferente» pensó

Él no era como Sasuke, por supuesto que no; el hombre delante de ella, era mejor que Sasuke, no era mejor cualquiera. Su bondad y gran corazón, eran cualidades inherentes y únicas que cualquiera no merecía. Entonces él le sonrió...

«¡Hay que salir sakura-chan!»

Su corazón se acongojo y su mente la llevo muy lejos, hace tres años cuando eran solo unos pre-adolescentes y él le rogaba para salir.

-¿crees que soy bonita..?- pregunto avergonzada

-¿ehm? No entiendo Sakura-chan..

-¡baka!.. Sabes a que me refiero- le regaño- ¿acaso soy fea y por eso Sasuke no me llevo con él?.. Alguien como él tan atractivo.. quizá.. yo..

-Eso no es importante Sakura-chan..- la interrumpió y ella no supo interpretar el tono serio de la voz de él- la apariencia no es importante... si Sasuke no te llevo por razón, entonces no es hombre que pensé que era..

-Naruto...- dijo anonadada

-Deberías dejar de preguntarte si el problema eres tu... tu no eres el problema Sakura-chan, el problema es él... Sasuke ahora dudo que quiera estar con alguien.. quizá más adelante... la decisión es tuya si quieres esperar algo de su parte... o simplemente conformarte con que te corresponda porque eres una mujer maravillosa, apropiada...Sakura-chan..

Su mirada azul se clavó en la mirada jade, ninguno de los dos se dio cuentas, pero sus miradas estaban temblando y el rostro de la pelirosa estaba hermosamente ruborizado.

-eres hermosa... siempre lo has sido...- su voz sonó suave y tan sincera, que los ojos de Sakura picaban horriblemente

En otras ocasiones ella hubiera reaccionado diferente, pero cuando él le acomodo un mechón de su cabello rostro, la sensación más linda se anido en su pecho.

-Naruto...-musito..

Era la primera vez que la dejaba sin palabras. Una triste sensación por querer sentirse amada, la impulso a abrazarlo y aferrarse a su pecho, él correspondió de inmediato, sin titubear; sus ganas de llorar aumentaron...

«¿Por qué Sasuke no es como Naruto?¿Porque Naruto no es como Sasuke?»

Se preguntó mientras cerraba los ojos, tratando de imaginar lo que sentiría estar entre el brazo de su eterno Uchiha. Naruto la estrechaba como si ella fuera la flor más delicada del mundo, esos viejos sentimientos llegaron a su corazón «¿a quién engañaba?» en algún momento de su vida llego a sentir algo diferente por su impetuoso amigo, pero solo basto con ver a Sasuke, para que no diera oportunidad a sus sentimientos. Se apartó un poco, solo un poco para que sus alientos chocharan y sus miradas se conectaran.

-no deberías estar así.... no me gusta que te sientas así...

Entonces todo empezó, solo bastaron esa agrupación de simple palabras, para llegar a las fibras sensibles de la temperamental chica. Ella elevo su barbilla lo suficiente, no pensó mucho y entonces paso...

Naruto tampoco razono lo que pasaba, los labios de su amiga estaban sobre los suyos. Quizá fue el sake, quizá fueron las nuevas sensaciones que lo embargaron y termino por corresponder el lento y culposo beso. Ambos eran tan torpes, podrían ser ninjas de elite, pero no servían para besar.

No supieron cuánto tiempo paso, pero cuando un viejo sabor y la vieja sensación llego, Naruto se apartó suavemente. Vio que Sakura estaba sonrojada, avergonzada y le dolió tanto ver que había empezado a llorar. Sasuke no la merecía, no cualquiera se merecía a la mujer fuerte que estaba delante suyo, rogando ser amada; ella merecía todo el amor y no solo un amor unilateral a la que seguro se condenaría si se quedaba con Sasuke, él era su amigo y lo conocía a la perfección.

-Naruto... yo..- estaba avergonzada y muy triste.

La sensación en el aire era demasiado densa, ambos no pensaron si había un después, se volvieron a besar guiados por la sensación: del que hubiera sido. Todo pasó tan rápido, sus prendas terminaron regadas por la habitación. Desnudos piel con piel, se besaban apasionadamente, hasta quitarse el aliento, bajo la complicidad de luna que se adentraba por la ventana abierta.

Ella era tan suave, bella, vio la fragilidad y romanticismo que ocultaba bajo su personalidad temperamental y amargada; su mirada azul dudosa la miraba bajo su cuerpo, la tocaba y el cuerpo de ella le correspondía erizándose. Sakura querían que la amaran, que la tocaran y que se entregaran enteramente a ella, quería desesperadamente a alguien que la hiciera sentir valiosa, protegida; quería que la sintieran que no había mañana y que si el mundo se acabaría, ambos estarían juntos para siempre. Todo eso sintió Naruto y solo se confundió más.

El cuerpo de Naruto era fornido. La hacía sentir segura, estable y sobre todo amada. Con cada toque de las yemas de sus dedos su cuerpo se erizaba y eso la sorprendió. Todo empezó con un simple beso, para luego terminar sin ropa entregándose, de la manera más culposa posible. Los besos de él, le hacían sentir una sensación electrizante que era tan placentera. No quería pensar mucho, incluso cuando se avergonzó por el tamaño de sus senos, él le hizo ver que la seguía viendo hermosa y que le gustaban cuando se llevó uno de sus claros pezones a la boca. Todo lo que había leído cobraba fuerza, los senos pequeños eran más sensibles que lo grandes, dio fe de eso cuando sintió la lengua de Naruto rodeándolo. Sintió un vergonzoso dolor cuando el trato de entrar y se equivocó, pero cuando ambos se hicieron uno solo, la sensación de dolor no importo, verlo sudado, jadeante y encima de ella fue suficiente para seguir. Naruto no tenía nada de envidiar a Sasuke, Sauke tenía mucho que envidiar de Naruto.

Los vaivenes empezaron de manera lenta, poco a poco se volvieron erráticos; ella estaba tan lubricada, se mordía los labios tratando de contener los gemidos de su parte. Allí se dio cuenta que era pudorosa en algunos aspectos. Era su primera vez, estaba segura que también la de él. Esa noche...

No existió Sasuke...

No existió Hinata

No existía nadie, solo eran él y ella; amándose, entregándose bajo la noche. Sus manos se buscaban en cada vaivén, acompañados por profundos besos y suaves caricias. Naruto era algo torpe, aun así sabia complacer a una mujer; sus besos viajaron de sus dulces labios hasta los pliegues de su intimidad, su lengua se abría paso entre el himen ya roto, absorbiendo cada gota del néctar de su ser. Sakura arqueaba la espalda, estrujando entre sus manos el tupido colchón; gimiendo el nombre de Naruto, si, el nombre del único hombre que siempre la trato bien, del hombre al que había tratado como cualquier cosa al principio, a ese hombre que ahora admiraba y apoyaba. Él volvió adentrarse a ella, esta vez con fuerza y de manera jodidamente placentera, ella estaba a punto de llegar y guiada por su temperamento y personalidad, se movió de manera hábil quedando encima de él; montándolo y moviendo sus caderas de manera sensual. Sus miradas se volvieron a conectar...

Se dijeron mucho con solo mirarse..

.

El gran halo de luz llegó hasta sus ojos, le dolió cuando los abrió, para luego frotarse. Le dolía mucho la cabeza, miro a su alrededor; esa no era su habitación. Entonces se dio cuenta de la desnudez de su cuerpo...

«¡ahhh..Naruto!.. mas por favor..»

Se llevó una mano a su cabeza, reconoció la voz que empezó a retumbar. Era su voz.

«¡Sakura.. ahg!»

Entonces lo recordó. Se llevó una de sus manos a su boca y trato de cubrirse con la delgada sabana.

-¡Que he hecho!..- musito asustada

Miro a su costado, Naruto no estaba. Las lágrimas salieron de manera culposa, se sentía diferente con ese vacío y dolor, ella se había...

Sin embargo, sonrió.

Si, Sakura Haruno estaba riendo con lágrimas en los ojos, recordando lo hermoso que había sido la noche anterior, remembrando la sensación de amor único que le hizo sentir Naruto.

Se respingo cuando escucho unos ruidos proveniente del baño, cubrió su desnudez con la sabana y se dirigió hasta allá. Cuando abrió la puerta se asustó mucho, su corazón se detuvo cuando encontró a un tembloroso Naruto acurrucado bañándose en la tina que rebalsaba, se preocupó y se acercó enseguida ignorando que él estaba desnudo y por lo que había pasado la noche anterior.

-¡Naruto... ¿Qué te paso?!- su voz sonó preocupada al ver la piel roja.

Ella poso su mano encima del brazo de él. Cuando Naruto por fin la vio le quito la respiración. Esos ojos azules llenos de vida ya no estaban, su mirada era del dolor más puro y su semblante estaba desencajado. No hacia falta palabras, para entender lo que estaba pasando..

-Yo... yo lo siento Sakura-chan..- su voz sonó rota-¡no debió pasar... yo lo siento.. yo no quería que esto pasara... termino por decir derrotado.

Ella solo guardo silencio, entendiendo que Naruto estaba arrepentido. Le dolía, le dolía tanto y se sintió humillada. La mano que estaba sobre su brazo se parto, trago grueso y endureció sus ojos conteniendo las lágrimas.

-Hinata-chan..- dijo él con tanta pena

Era cierto, si había alguien afectado era la frágil peliazul. Si Sasuke se enterara que ambos habían hecho el amor, seguro no le importaba. Su corazón se estrujo al visualizar la sonrisa de su amiga Hinata.

-¡no... ella me va a perdonar.. si ella me ha perdonar.. por que ella me ama..!

Sus palabras eran dirigidas a nadie, se terminó por levantar de la tina de agua para salir de agua. Mientras que Sakura se quedó allí sentada a un lado, sintiéndose el ser más pequeño del mundo, sus amargas lágrimas salieron, le había fallado a Hinata, a su amiga. Su mirada cayo el piso y la culpa calo su ser, quería llorar, pero no podía..

«¿Por qué muy dentro de ella no se arrepentía de haberse entregado a Naruto?»

Se había sentido amada, especial y única. Le dolía tanto darse cuenta ese lado egoísta que siempre tuvo, pero...

Estaba mal si... pero lo que ella sentía ¿Acaso no importaba?

.

Agradeció a kamisama poder haber dormido, quizá fue la falta de sueño de los últimos días o simplemente el desgaste físico y mental, de la había estado sometida los últimos meses. Mirándose en el espejo no pudo sentirse más sucia, quiso recoger su cabello para quizá sentirse más bonita, pero no lo logro; termino por soltar su cabello como siempre, resignada sintiéndose un ser despreciable. Sintió lastima de lo frágil que era, cuando despertó se dio cuenta que estaba llorando, el recuerdo de Sasuke encima de ella sometiéndola, humillándola no la dejaba en paz, incluso cuando dormía. Lo meses de viaje fueron tan duros, pero no lo suficiente para mitigar su pena y el corazón roto que poseía; durante las noches tenia pesadillas de esa noche, aun podía sentir la mano fuerte de Sasuke sometiéndola, su aliento en su cuello, sus asquerosos besos y sus ojos fueras de sí.

«¿Por qué la beso si le aclaro que no eran nada?»«¿Por qué la siguió?»

Decenas de preguntas se formularon en su viaje regreso a Konoha, pero todas llegaban a una misma respuesta: "él la había usado, había usado su cuerpo como un pedazo de carne para satisfacerse la veces que quería". Esto siempre la hacía llorar y querer desaparecer, su cuerpo antes se sentía liviano y ahora le pesaba tanto, quizá era la culpa...

Ya había salido del complejo Hyuga, no quiso saludar a nadie, ni dar explicaciones a su padre hacia donde salía; solo quería terminar con todo y recibir el castigo que merecía por infiel, por ser una mala mujer. Pensar en el rostro iluminado y sonriente que seguro tendría de Naruto, hacía que su corazón se detuviera..

«ya no volveré a ver esa sonrisa..» pensaba

No faltaba mucho para llegar al parque que quedaba el hospital, inconscientemente disminuyo la velocidad de sus pasos, ella era valiente, pero humana y capaz de sentir miedo por lo que estaba segura que venía.

-¡Hinata-chan!...

Una conocida voz detuvo sus pasos, llevo su triste mirada hacia donde provenía la estridente voz. Eran Ino y Sakura que estaban a la entrada de una esquina no muy lejana, Hinata quiso tratar de sonreír, pero algo no andaba bien. Ino se acercó con una sonrisa en el rostro, pero cuando la mirada jade y perla se encontraron, hizo que una extraña sensación recorriera el cuerpo de la peliazul; Sakura bajo la mirada, dio media vuelta y se marchó de allí.

-¡¿Qué?..¿dónde está frente de marquesina?!- dijo Ino muy extrañada, puesto que hace unos segundo la pelirosa estaba a su costado.

-creo que acaba de irse..- respondió con un extraño presentimiento, quizá reconociendo implícitamente tal mirada.

-¡No importa!.. ¡buenos días Hinata-chan.. hace mucho que no te he visto!- saludo muy contenta la bella rubia

Hinata le dolió mucho ver esa sonrisa plasmada en el rostro de su amiga, ¿Qué pensaría Ino si se enterara de lo que paso con Sasuke, le sonreiría de la misma forma?.

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Quizá era tonto haber comprado los roles de canela, aun así lo hizo. Habían pasado meses desde aquel encuentro del que se arrepentía, se sentía miserable y un gran traidor por haberlo hecho. Le había fallado a Hinata, su Hinata, esa mujer que arriesgo su vida más de una vez para salvarlo, esa mujer que lo había amado desde siempre, esa mujer que prometió amar y proteger, esa mujer que a la prometió un final feliz y para toda la eternidad. Durante todo ese tiempo había evitado hablar con Sakura por lo sucedido, después de lo que paso entre ambos entro en negación diciéndose: "fue el alcohol y no significo nada", rascándose la cabeza y lamentándose una y otra vez. A pesar de lo vivido con Sakura, no podía verla de otra forma, ella seguía siendo su compañera y una de las mujeres más importantes de su vida, sabía que era un error, pero él sabía muy dentro que no era así, lo pudo ver en cara decepción de ella cuando despertó. Detuvo sus pasos, Hinata estaba sentada en una vieja banca luciendo más hermosa que nunca. Naruto no lo noto, pero los ánimos de su prometida estaban por los suelos, ocultos bajo un semblante neutral y perfecto, tal como le habían enseñado en su clan.

-Naruto-kun...- ella se puso de pie cuando lo noto.

El corazón del héroe de konoha se exalto, había llegado el momento de la verdad.

-Hinata-chan..- respiro hondo y trago grueso- te traje esto...

La mirada de ella cayó en la caja blanca, adornada con un listón; termino por recibirlo y agradecer el gesto de su prometido. Ambos tomaron asiento y el ambiente se tornó demasiado denso.

-Hinata-chan

-Naruto-kun

Ambos hablaron al mismo tiempo, en otros tiempos se hubieran reído de la peculiar escena, pero ahora estaban incomodos.

-yo..

-Hinata-chan.. hay algo que debo decirte..

-yo.. yo también tengo algo importante Naruto-kun..-dijo ella tratando de hablar primero.

-por favor..

Hinata termino por asentir, Naruto no era el mismo de siempre, lucia preocupado, pensativo e incluso demacrado. Ver todas estas señales le hizo pensar lo peor.

«¿Acaso lo sabía?» su corazón se exalto de solo pensarlo y se asustó mucho.

-Hinata..yo..

Tenía tantas dudas dentro suyo, apretó los puños dándose de valor. Durante semanas pensó en la mejor forma de decirlo, había ensayado una y otra vez su monologo, pero ahora, estaba allí sin decir una sola palabra. En una de esas tantas noches, pensó que la mejor idea era no contarle nada, estaba seguro que si le rogaba a Sakura que no dijera nada, lo más probable es que ella aceptaría, pero no estaba bien; finalmente decidió decirle la verdad con la seguridad de que Hinata lo perdonaría, Si... su Hinata-chan lo perdonaría porque su amor y bondad eran infinitas, lo perdonaría y lidiarían con eso. Su mirada azul se posó en la mirada de ella, Hinata había fruncido el ceño confundida por la situación y quizá con la necesidad de saber.

-¿Qué te pasa Naru..

-¡Estuve con Sakura-chan..!- lo dijo, prácticamente lo grito con frustración.

-¿ehm?..¿Que..?

Solo pudo pronunciar esos monosílabos, asustada y confundida por lo que acababa de decir; su voz había sonado derrotada y sus manos habían empezado a temblar, pero no dejo de verlo con los ojos bien abiertos.

¿Acaso habia escuchado bien?, no.. tenía que ser mentira y estaba malinterpretando ese "estuve" con otra cosa.

Naruto no...él jamas se atrevería

Sakura-san tampoco..

-hace.. hace meses me acosté con Sakura-chan..- su voz sonó lenta, triste y se llevó ambas manos a su boca y su mirada se alejó de ella para quedar enfrente.

Las manos de Hinata se abrieron apenas termino de decirlo, los roles de canela cayeron rebotando sobre el piso fértil del lugar.

«me acosté con Sakura-chan.. yo me acosté...»

La voz de Naruto comenzó a sonar en un eco constante, rodeando su cabeza y mareándola; ella no lo noto, pero palideció y una sombra de decepción se posó en su rostro, su cuerpo tirito y sus ojos picaron.

-yo.. ella.. estábamos en mi departamento... habíamos bebido demás.. nos besamos.. y paso..- dijo derrotado-.. Hinata..

Él quiso tocarla, pero ella se puso de pie de inmediato y barrio su contacto. Naruto se sorprendio, no esperaba ver esa reacción:

No había sollozos, lagrimas, gritos..

No.. no había nada de eso

Era algo mucho peor: un rostro neutral y confundido, acompañado con una sombra de decepción que le partió el corazón.

Entonces se asustó. Hinata estaba temblando, necesitaba calmarla, ella lo perdonaría, había esperado durante muchos años para que correspondiera sus sentimientos, si, ella lo perdonaría.

-¡No significa nada Hinata-chan.. te lo juro... me arrepentí.. desde ese día hasta ahora... le pedí perdón a Sakura-chan por lo que paso... sé que no debió pasar, soy el hombre más repudiable de este mundo... pero lo que yo siento por ti es real!..- vocifero

Hinata solo podía ver los labios de Naruto proninciando palabras, pero no podía oír su voz. Su cuerpo comenzó a pesar, el aire en sus pulmones se le acababan y su cabeza iba explotar, acompañado con una sensación horrible de regurgitar, lo poco que había desayunado.

-¡estaba solo... me sentí fatal cuando te fuiste.. no había noche que no esperará tu regreso.. yo te amo más que a nada en este mundo.. solo paso.. no tiene porque separarnos, lo podremos superar.. Hinata!- sus ojos estaban vidriosos y su voz era tan desesperada.

Ella no dijo nada. Naruto no pudo sentirse más frustrado por el silencio de ella. En la cabeza de ella todo era un desastre, estaba confundida, frustrada, se sentía decepcionada, triste, culpable e incapaz de hablar su secreto.

-perdóname Hinata-chan

Entonces por fin lo vio. No pudo reconocer al hombre que estaba delante suyo, Naruto estaba con la nariz roja y el rostro desencajado, suplicando con la mirada y al borde las lágrimas un perdón de su parte.

-Yo...- apretó los puños y volvió a bajar la mirada- sé lo que hice estuvo mal pero.. ¡te juro que no significo nada!- alzo la voz con desesperación para que le creyera- ¡ Yo te amo a ti Hinata.. Tu eres la mujer de mi vida... te lo juro!

Hinata se llevó sus manos a sus sienes y comenzó a negar erráticamente. No daba fe a lo que estaba pasando, seguro estaba soñando, rogaba a kamisama que la despertara. Primero Sasuke, ahora Naruto...pero

¿Quién era ella para juzgarlo, si también le había fallado?

-¡No..!- grito- por favor.. no lo hagas-

Sus amargas y culpables lagrimas habían salido por fin, lo detuvo al darse cuenta de las intenciones que tenía él de arrodillarse. Naruto no pudo sentirse mas miserable, ella habia empezado a llorar.

-yo.. lo siento. No quiero ser grosera, pero no me siento bien..- su voz sono pausada y rota

-pero...

-No deseo hablar ahora..

-Hinata-chan yo

Él trato de tomarle el brazo y ella no se dejó. Le palmeo la mano y su contacto poco sutil le quemo. Naruto se quedó estático, no esperaba esa reacción, Hinata no deseaba su contacto

-lo siento..- se disculpó

La culpa calo en ella, sintiéndose horrible por tratar de esa forma a Naruto, como si ella fuera digna. Necesitaba salir de allí, estaba segura que moriría si se quedaba un minuto más, con muchas cosas en la cabeza salió corriendo de allí, dejando a un Naruto roto y miserable.

La piernas de rubio le fallaron, termino en el suelo derrotado; sintiéndose el hombre más imbécil por creer que ella lo perdonaría así de fácil, pero realmente lo creía así, estaba seguro que ella lo perdonaría y lloraría en su brazos, pero no... lo supo cuando la vio desaparecer tras una esquina que estaba pocos metros.

-Que he hice....

.

La hermosa rubia esperaba ser besada, ya llevaba un tiempo saliendo con el frio dibujante. Había planeado el primer beso perfecto, harían un picnic en medio del bosque y ella tomaría la iniciativa de besarlo. Viéndolo allí, pintándola en silencio, solo confirmo que Sai era un buen hombre, si bien desconocía muchas cosas, ella tampoco era una experta.

-Que te parece si vamos más cerca al rio.. quizá tengas una mejor vista- propuso de la manera más coqueta y sugerente como solo ella podía hacerlo.

No era primera vez que ella lo tomaba de la mano, pero siempre se sentía como la primera vez. Sai se dejó llevar por la bella Ino, estando allí enfrente de la cristalina agua corriente, le confirmo que ella era el lienzo más hermoso, que había visto en toda su vida y estaba seguro que ni con todo su talento, podría retratar esa belleza única y especial que solo Ino desprendía. Se tomaron de las manos, sus miradas se compenetraron una vez más; no hacía falta palabras, ella había aprendido mucho de la personalidad silenciosa de Sai. Había llegado el momento, lo supo cuando lo vio cerrar los ojos e inclinarse, se sonrojo de inmediato y cuando estaba a punto de cerrar los ojos, algo llamo su atención..

-¿Qué es eso..?- dijo ella y Sai se detuvo

-¿Qué..?

-¡dios es una persona!..- su voz sonó preocupada y se soltó de las manos de Sai.

Ambos se acercaron rápidamente, el susto de Ino aumento cuando reconoció el cuerpo frágil que estaba en medio de un suelo duro y pedroso.

-¡Hinata!..- la tomo entre sus brazos.-¡Hinata!- llamo una vez mas

El cuerpo de la heredera Hyuga no respondía, el tenue color en sus mejillas no estaban y el color rosa de sus labios se habían ido. Cuando la mano de Hinata termino por caer, Ino pensó lo peor.

-¡rayos.. Hinata.. ayúdame Sai hay que llevarla al hospital!

Él obedeció y la tomo entre sus brazos, Hinata seguía sin responder y su peso era prácticamente nada. La amable Ino no entendía que pasaba, si hace menos de una hora Hinata lucia normal, ahora la encontraba débil y tirada en medio del bosque.

-¿Qué esta pasando..?- su voz sonó confundida, acompañado con una extraña sensación

¿Por qué Hinata estaba si?

Algo definitivamente no estaba bien.

.

Amaba que le hiciera el amor en la mañana, sentir su cuerpo fuerte contra el suyo era el complemento perfecto. Era algo vergonzoso hacerlo en la pequeña cocina, pero no podía resistirte a los roces y punteos de ese hombre que emanaba testosterona. Ya le había levantado la falda, le había hecho a un lado la parte superior del vestido, desnudando un seno del cual amasaba con premura; estaba dentro de ella haciendo sentir y vibrar, su aliento estaba en su cuello y sus labios devoraban su cuello; Hinata contenía sus gemidos acariciando la cabeza de Sasuke que devoraba su piel nívea de su cuello.

-Hinata...-gimió entre cada estocada.

Ya había perdido la cuenta de todas veces que intimidaron, pero siempre le ocasionaba la misma sensación: de placer acompañado por un invisible amor. Estaba a punto de llegar al clímax, sintiendo ese electrizante estimulo que estaba a punto de desatarse.

-Sa..

-¡Hinata-san!..

Una infantiles voces hicieron que su corazón se exaltará, reconocía perfectamente de quien se tratara.

-¡ahg.. mierda!..- se quejo él

Rápidamente saco su miembro de ella, el hilo de semen que los unía se terminó por romper, cuando escondió su virilidad entre sus pantalones. Hinata se acomodó la ropa, avergonzada por su comportamiento.

-¡Hinata-san!..- llamaron una vez mas

Ella se alejó y se apresuró por atender la puerta.

-¡Ryu-san..Naoko-chan!- saludo cuando abrió la puerta

-buenos días Hinata-san..¿esta bien?

-¿ehm?.. claro..

-bueno es que esta algo sudada y con la cara roja..- dijo con inocencia el pequeño niño

Sasuke solo se rio a los lejos, estaba seguro que Hinata estaba tan roja como un tomate. La escucho decir que estaba cocinando, pero él sabía que la cocina no estaba encendida.

-eres una mala mentirosa Hinata- musito, la vio y sonrió de lado.

Aunque estaba furioso por la interrupción, escucharla responder de esa forma lo hizo sonreír, pensándolo bien, los últimos días había estado muy sonriente.

«Tsk... tonterías»

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Habían pasado por tanto, pero estaba muy enamorada y ver esas facetas que estaba segura nadie había visto, le hizo entender que ambos compartían un vínculo especial que solo ellos conocían, que solo ellos habían visto. Sasuke había conocido facetas que ella juraba nunca haría y ella.. que otra prueba necesitaba.

Era suficiente verlo jugar con Ryu y Naoko, descubrió que su amado Sasuke era tan competitivo incluso en los simples juegos de mesa; sus expresiones de frustración la hicieron sonreír cuando Ryu le ganaba, era un mal perdedor. Hinata temía que reaccionaria mal y cuando observaba esa amargada mirada, ella lo tomaba de la mano bajo la mesa, su corazón se exaltaba cuando él entrelazaba sus dedos con los de ella, para luego mirarse como si no tuvieran un pasado y un lugar donde volver. Solo existían ellos: Sasuke y Hinata, ambos contra el mundo.

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Sus ojos se abrieron poco a poco, la luz del foco le lastimo sus ojos perlas. No reconoció el lugar donde estaba, pero luego se dio cuenta que era uno de los pequeños cuartos de hospital.

«¿Quién le había traído?» se pregunto

«perdóname Hinata-chan»

Esa voz hizo que le doliera la cabeza, la conversación y la revelación de la tarde llegaron como un horrible cumulo hasta su cabeza. La confesión de Naruto. Se llevó una de sus manos hasta su boca, la otra se posó en su abdomen; ahora entendía porque Sakura se fue y no la saludo en la tarde, ahora todo tenía sentido: el nerviosismo de él, su extraño saludo cuando regreso. Sus ojos picaron, su cabeza iba estallar y no paso mucho para que sintiera la culpa de su pecado sobre ella.

-¿ahora..? yo..- su mirada temblorosa estaba fija en suelo, estaba tan confundida.

En ese momento la puerta se abrió, interrumpiendo su monologo mental. Su confundida mirada se posó en la persona que acaba de entrar, su querida amiga entraba algo preocupada, con una tabla sujeta-documentos entre sus manos.

-Ino-san...-musita

La amable rubia solo le brindo una sonrisa forzada, tomo asiento y comenzó a hojear los documentos que tenía. Hinata opto por sentarse, su ceño se frunció al sentir un horrible piquete en la parte superior de la mano, ella no se había percatado que tenía una intravenosa, miro con vergüenza el suero colgado que caía por goteo.

-¿Cómo te sientes Hinata..?- pregunto despacio, era algo redundante preguntar ya que los papeles en sus manos, le brindaban un panorama mejor de lo que le pasaba a su amiga.

Hinata opto por mirar a un costado, estaba avergonzada.

-me duele un poco la cabeza..- su voz avergonzada sonó

Ino suspiro profundo, lo que Hinata tenía era algo un poco más complejo.

-Según los estudios rápidos que te he hecho, tus niveles de azúcar están por los suelos, estas en una pre-diabetes..

«¿Que?... ¿estudios?» la peliazul estaba tan confundida

Ino alzo el documento, para leer el que estaba debajo.

-también tienes anemia. ¿Qué es lo que paso?¿porque estas tan enferma, Hinata?- sonó como regaño

Hinata apretó su boca y empuño sus manos arrugando las sabanas, bajando la mirada; explicaciones sobre lo que vivió los últimos meses, era lo último de lo que quería hablar; su amable amiga debía mantenerse al margen de todo, lo que había estado viviendo; ella y todos sus seres queridos. Ella no quería hablar e Ino lo noto.

-Hinata...

El regaño futuro se ahogó cuando la puerta se abrió, Hinata levanto la mirada por instinto y su corazón dolio; una avergonzada Sakura hacia su aparición. Tanto mirada jade y perla no dejaron de temblar, sus corazones latina al mismo ritmo, todo a su alrededor se puso negro y en ese preciso momento solo estaban ellas solas.

-¿Qué haces aquí frente.? Te dije que yo atendería a Hinata..

Nadie conocía la apasionada noche que vivió con Naruto, ni siquiera Ino.

-Ino.. Sai te esta esperando..- dijo sin quitarle la mirada fija a Hinata

-¡Nahg! Que espere un po..

-¡Ino!- la interrumpio- necesito hablar con Hinata..

-¿Qué..?

Cuando los ojos azules se posaron en Hinata se asustó, volvió a ver a Sakura ambas tenían un semblante bastante serio. ¿Qué estaba pasando?, se sintió tonta al no notar el ambiente tan tenso que circulaba, si bien no quería dejar a Hinata, al parecer no se mostraba renuente a la idea de hablar con Sakura; no lo pensó más, dejo los papeles encima de la cama de hospital y salió.

Antes de irse eran las mejores amigas, antes de ese viaje ella esperaba que Sasuke regresara por ella, antes de ese maldito viaje ella sería la futura mujer de Naruto y ahora....

Viéndose allí, estando solas en medio de la pequeña habitación no pudieron reconocerse. Se sentían como unas desconocidas, a Sakura le envolvió la vergüenza cuando la vio en la tarde, se sintió cobarde por no enfrentar la verdad..

«Tarde o temprano.. ella y volver ¿no?»

Como podía seguir huyendo de lo que había hecho, debía decirle la verdad a Hinata, aunque estaba segura que Naruto ya lo había hecho. Se lo debía, por la amistad que tenían o bueno, tuvieron. En la cabeza de la peliazul era una guerra constante, Sakura había sido tan amable con ella, le había ayudado mucho con su relación de Naruto, pero..

«se había acostado con él, sabiendo el ferviente amor que le tenía»

No solo eso, también había salido corriendo huyendo de ella. Sin embargo, ella también había pecado acostándose con Sasuke, el imposible amor de su amiga y eso:

¿En que la convertía? ¿Tenía la calidad moral para reclamarle?

Tantas preguntas y ninguna respuesta le provocaron un fuerte punzón en la cabeza.

-¿Cómo te sientes?...

La voz de triste pelirosa sonó, pero Hinata y evito mirarla. Ella se acercó, tenía muchas dudas, pero le preocupaba mucho la salud de su amiga; cuando Ino y Sai aparecieron con Hinata cargada, su corazón se acongojo y dejo que la culpa le embargara. Cuando la vio de cerca tuvo la gran necesidad de llorar, nunca la había visto en un estado tan deplorable.

«Esto ocasione yo..»

No dudo en atenderla y pensar que todo mejoraría, quizá.. la perdonaría.

-me duele un poco la cabeza...-respondió despacio sin verla..

Sin meditarlo tomo la mano de su amiga y comenzó a quitarle la intravenosa. Sus pieles se tocaron, pero lejos de sentir algún tipo de repulsión, Hinata solo podía sentir nada, absolutamente de nada y se sintió culpable, muy culpable por tenía la sensación que estaba siendo demasiado injusta y severa con Sakura. Su culpa creció, cuando vio la devoción que le ponía cuando: le quitaba la dolorosa intravenosa, le ponía el pequeño algodón y lo sujetaba con el espadrapo.

-ya esta...

Ella siguió en silencio sin verla, dejo que Sakura dejara su mano sobre su regazo; no deseaba verla porque muy dentro se sentía traicionada y le dolía lo ambos había hecho, sería una mentirosa si dijera que no le molestaba. El humor estaba en su cresta más alta y la sensación de incomodidad era intolerable, pero todo cambio cuando..

Los ojos perlas se abrieron enormemente por lo que estaba pasando delante suyo, su cuerpo tembló y se puso de pie inmediatamente tomando distancia.

-Hinata... por favor perdóname..

Su voz rota, llena de culpa sonó haciendo que la piel de Hinata se erice. Ella no daba crédito a la que estaba pasando, Sakura, la temperamental kunoichi estaba arrodillada delante suyo con la cabeza gacha y con lágrimas que tocaban el piso.

-Perdóname Hinata.. sé que escucharme es lo último que deseas, pero... pero yo realmente.. yo..¡yo estoy arrepentida por haberte fallado..!- grito con lágrimas en los ojos.

El corazón de Hinata se estrujo al ver la mirada llorosa de Sakura, había sinceridad en su voz y mirarla desde la altura solo la hizo sentir peor y basura.

-antes.. antes.. me siento basura.. antes no hubiera aceptado el egoísmo que tenía, la mala persona que puedo a llegar a ser... pero ahora..yo..-estaba confundida, ni las palabras no fluían- ahora sé que he lastimado a alguien valioso para mi... Hinata..¡por favor perdóname..!- volvió a suplicar y se inclinó más, lo suficiente que su cabeza choco el suelo- ¡Naruto no tiene la culpa... fui yo quien se metió a su departamento.. fui yo quien lo beso fui yo..

-Sakura-san...- la interrumpio

El cálido tacto de la mano de Hinata, sobre su hombro hizo que se irguiera, grande fue su sorpresa cuando vio que la peliazul estaba arrodillada y a su nivel; con un extraño semblante en su rostro.

-yo.. yo.. – suspiro- lo que haya pasado entre Naruto-kun y tú ya no importa

-¿Queee?..-dijo asombrada

-no puedo juzgarte.. ¿Quién soy yo para hacerlo?. Han pasado muchas cosas.. he hecho cosas malas de la que estoy arrepentida Sakura escuchaba sin entender sus palabras-... he fallado a tantas personas. yo..

«tu y yo no somos nada»

Esa voz la hizo fruncir el ceño y doler el corazón

-yo solo quiero hacer lo correcto.

-¿no me odias?-pregunto con las lágrimas que brotaban en sus ojos

La mano de Hinata se posó en la mejilla de su amiga, trato de sonreír pero opto a limpiarle las lágrimas con su dedo pulgar, en un ritual de extraño consolación.

-jamás podría odiarte.. ni a ti.. tampoco a Naruto. Negarte que me duele seria mentir.. Soy humana.. negarte que me haces sentir incomoda también seria mentirte..

-no entiendo Hinata.. ¿Qué es lo que me quieres decir?.. tú y Naruto...

-Eso se quedó atrás hace mucho tiempo...

Sakura no entendía lo que pasaba. La persona que estaba delante suyo, brindándole un sutil consuelo era una desconocida, no podía reconocer a esa Hinata era más pensante que estaba arrodillada delante suyo.

-pero..

-No me siento muy bien ahora... lo siento Sakura-san- quiso despedirse e irse, pero la pelirosa la detuvo con un agarre en su brazo.

-¡Hinata, tienes que escucharme.. Naruto no tuvo la culpa.. él te ama y esta arrepentido.. yo se que se equi..

-¿acaso importa?-interrumpió- Así haya lamentaciones no cambiara las cosas.. ya están hechas.. ¿Qué se podría hacer..? ¿retroceder el tiempo..?.. es tonto ¿verdad?- la miro de frente- ya no hay nada que podamos hacer... solo continuar.. aunque sea muy difícil con tantas cicatrices..

Su mirada era triste, esa dulzura y gentileza que su rostro solía radiar ya no estaba, en lugar de todo lo anterior, solo quedaba el semblante triste e indescrifrable de una extraña. De manera muy sutil se zafo de agarre de la llorosa pelirosa, pero antes de ponerse de pie la volvió a tomar del brazo.

-¿Qué pasara con Naruto..?-pregunto sin verla y Hinata tampoco la vio.

Solo fueron segundos, pero el silencio fúnebre de Hinata fue suficiente para entender muchas cosas.

-Hinata..

La peliazul se zafo de su agarre y salió de la habitación, aún estaba triste y derrotada pero la extraña respuesta de Hinata la desencajo, no entendida, tampoco podía descifrar la extraña expresión en su rostro cuando pronuncio sus últimas palabras:

«Solo continuar... aunque sea muy difícil con tantas cicatrices»

-¿Qué me quiso decir?..

Sus ganas de llorar se acrecentaron, interpretando erróneamente que "esas cicatrices" ellas se le habían provocado, sintiendo un fuerte dolor abdominal y una irritación en los ojos. Se sintio tonta al creer que "la conversación" que tendría con ella iba ser diferente, la imagino llena de lágrimas, revelaciones y secretos, pero...

Todos acompañados con un perdón

Un perdón que no escucho, un perdón que quizá no merecía, pero estaba segura que Hinata la perdonaría, también que a pesar de todo ella estaría con Naruto, porque siempre lo amo. Ahora dudaba mucho del siguiente paso que la peliazul daría.

¿Se quedaría con Naruto?¿la había perdonado? ...

Tantas preguntas llevaban solo a acrecentaban su culpa y romper su corazón.

.

No sabía a donde ir, su noción del tiempo era perdida, el sol caía tentando la noche.

«¿Cuánto tiempo había pasado ?»

No había salido tarde de su casa, la conversación con Naruto no fue muy larga; sus conclusiones la llevaron a que se que dormida en medio del bosque unas horas y cuando Ino la llevo al hospital seguro también se quedó unas horas más allí, pero el tiempo ya no importaba. Sus pasos eran rápidos, quizá queriendo dejar atrás aquel hospital, pero sin tener la más mínima idea hacia donde iría o que haría, solo quería alejarse y tenía que ser rápido. El sol caía seguido por un escalofriante viento y una triste sensación de soledad recorrió su cuerpo, fue tanta que se detuvo. ¿Qué objeto tenía alejarse de la verdad?, Naruto seguiría allí, también Sakura y a miles de kilómetros también estaría el hombre que le rompió el corazón:

Sasuke Uchiha

¿De que servía correr y pensar que nada paso?...

No servía de nada.

Hace mucho que no se sentía tan sola y desamparada, sentía que no tenía un hogar hacia donde ir y unos brazos donde llorar, ¿Quién la aceptaría sin juzgarla? Hinata tenía la seguridad que la iban a odiar, si se enteraban de su amorío con Sasuke; solo pensarlo le dolía tanto la cabeza y el miedo recorría sus fibras sensibles, acompañados con la vergüenza de su pecado. Durante su viaje de regreso había planeado todo, controlado cada detalle, pero ahora no sabía qué hacer y estaba tan confundida. Nunca pensó tener que lidiar con una infidelidad del perfecto Naruto, jamás se imaginó que él le haría una cosa así y menos con una amiga querida; durante todo su viaje se sintió basura y miserable por haberle faltado con Sasuke, también por pretender quedarse con él. El orgullo también floreció doliéndole profundamente, ver el rostro de Naruto quien esperaba su perdón la ofendió «¿Cómo se atrevía?» ella era bondadosa y lo amaba, pero perdonar no es tan simple e implica tantas cosas.

La neutralidad llego, preguntándose: ¿lo hubiera perdonado en otras circunstancias?; pensarlo era simplemente doloroso y no importaba. Ya no importaba un "si hubiera sido así...", las cosas ya eran de una forma y no se podía cambiar.

Necesitaba tanto hablar con alguien, también que la escuchara sin hacerle preguntas. No tenía a nadie simplemente, se sentía tan sola como cuando su madre falleció. Quiza si ella hubiera estado viva la escucharía y le daría un consejo, le hacía tanta falta. Ya casi no recordaba la calidez de un abrazo de parte suya o un tibio beso en su frente, amaba a su madre, pero con el tiempo el dolor se vuelve imperceptible y los recuerdos borrosos. Entonces pensó en la única persona que podría escucharla, parecía tonto, pero sabía que no la juzgaría.

.

Ya era de noche, las luces de Konoha se habían encendido y las personas abrían sus pequeños puestos de comida con una sonrisa en el rostro. Todo lucia aparentemente normal, con una excepción; lejos de allí, apartado de todo, en una zona no muy iluminada se encontraba una rota mujer, caminando a pasos lentos de manera tambaleante y débil. Siempre que iba a su encuentre le llevaba flores, con una triste sonrisa, pero esta vez no. Sentía tanta vergüenza y no se sentía digna de estar junto a su persona. Ella se puso triste, sus ojos comenzaron a humedecerse y su corazón dolió.

-Nii-san...-musito y cayo de rodillas frente a su tumba.

Estaba derrotada, las fuerzas que la ayudaron a llegar a Konoha se habían ido. Sentía que su mundo estaba de cabeza y se había vuelto en una interminable pesadilla.

¿Qué más podía pasar?

La tumba estaba algo abandonada, con un jarrón de girasoles marchitos y muchas hojas que tapaban el nombre de ese genio que le salvo la vida. Los recuerdos de su muerte y cuerpo agonizante llegaron a su mente, trastornándola de horrible manera. Si bien nunca hablo de sus sentimientos con Neji, ella sabía que él los conocía perfectamente, su muerte termino confirmando sus sospechas. Su cuerpo moribundo, su voz débil y la marca de desvanecía se posaron en su mente, haciendo que solloce fuerte y quebrada.

¿Qué le diría Neji si estuviera vivo? ¿Qué haría él?

Después de tanto tiempo Hinata se dio cuenta que si bien Naruto era su inspiración, era su primo quien era su sostén principal, era él quien estaba a su lado, era él quien que a pesar de todo estaba allí para ella. Estaba segura que no la juzgaría, estaba segura que la estrecharía entre sus brazos y le daría el consuelo que tanto necesitaba. Solo Neji, él..

-¿Qué hago Nii-san?... me siento tan miserable. Yo.. no puedo odiar a Naruto-kun.. tampoco a Sakura-san. Ellos son tan valientes por decirme la verdad. Me siento tan cobarde por no querer decir mi vergüenza.. mi pena.. mi pecado...¿Por qué Niisan.. ?¿Porque soy tan miserable?- le pregunto como si de verdad la escuchara- ¿porque te fuiste..?¿Porque me dejaste sola?- dijo con la voz quebrada

Sus manos apartaban las hojas secas, que cubrían el nombre de su amado primo. Cuando su nombre fue revelado, los ojos de Hinata se inundaron y volvió a romper en llanto.

-¿Por qué no me dejaste morir..? debí ser yo, quien se fuera ese día.. Neji...¿puedes oírme.. por favor..? me siento tan sola.... No sé que hacer.. ¿debo odiar a Naruto?¿debo odiar a Sakura?.. ¿le debo decir la verdad? ¡¿Qué hago?!- pregunto como un reclamo.

Deseaba tanto que la escuchara, pero solo tenía delante suyo: una lápida fría de un héroe que muchos casi ya no mencionaban.

-me rompieron el corazón.. me duele tanto. Neji.. por favor...- lloro fuerte y se llevó sus manos a su rostro.

El viento nocturno soplaba, elevando sus cabellos y su cuerpo tiritaba. Sus lágrimas nunca fueron tan frías como ese día, su corazón estaba tan adolorido y mentalmente deseaba tanto estar muerta, el dolor le carcomía y la pena era una caída libre a un abismo de eterna oscuridad. Una extraña señal la respingo, dejo de llorar.

-neji..- musito y sonrió

Ella no lo veía, sabía que estaba sola, pero lo podía sentir: la calidez de la mano de Neji encima de su hombro. Todo se tornó en silencio, los sonidos se alejaron y el viento dejo de soplar. No lo podía ver, pero era el espíritu de Neji, quien posaba su trasparente mano en el hombro de la mujer que había amado en vida; él pudo escuchar su dolor, su pena y las barreras del tiempo y el espacio no eran impedimento, para que él regresara por un lapso de tiempo, para decirle:

«Hinata-sama, no estas sola»

Una fuerza interior comenzó a brotar, las dudas se alejaron, trago grueso y limpio sus lágrimas. La sensación fantasmal se había ido, pero, la sensación de valentía y consolación se habían quedado. Con dolor ferviente se puso de pie, elevo la mirada al cielo dando gracias, quizá todo iba a empeorar, pero ya sabía lo que debía de hacer.

.

Era la primera vez que declinaba en una misión, pero no tenía ánimos de hacer nada. Se sintió el ser más insignificante de este mundo y el más estúpido, tontamente creyó que Hinata lo perdonaría casi de inmediato.

¿Qué estaría pensando ahora de él?

No pudo cenar y se sentía jodidamente cansado. Habia llorado desde que ella se fue, aun recordaba su rostro lúgubre y sin expresión, para luego convertirse en uno triste. No se lo perdonaba. Dos toques a la puerta lo sacaron de sus cavilaciones, seguro era Shikamaru tratando de hacerlo sentir mejor, no quería atender. Los toques volvieron a sonar, se fastidio y se apresuró a abrir.

-¡Shikamru ya te di..

Sus palabras se ahogaron al ver a la persona que estaba delante suyo.

-Hinata-chan..-musito entre letras

-buenas noches Naruto-kun.. ¿podemos hablar?

Él no dijo nada, solo se hizo a un lado para dejarla pasar. Cuando la peliazul estuvo dentro sintió que su estómago se revolvía, al ver la cama donde seguramente ellos hicieron el amor en su ausencia. Podía sentir la mirada triste de Naruto en ella y se incomodó tanto.

-Hinata-chan yo..

-No sé si fue buena idea venir aquí..- volteo y ambos quedaron frente a frente

Naruto no reconocía a la mujer que estaba delante suyo, era tan diferente e incluso fría. Los hermosos recuerdos bombardearon su mente: sus ojos brillosos, sus tímidas sonrisas, la calidez de su mano junto a la suya, sus besos..

¿Por qué lo olvido, si estaba loco por ella?

-yo..he estado pensando en lo que hablamos esta tarde

El nerviosismo de Naruto se acrecentó.

-lo mejor que podemos hacer es romper el compromiso- su voz suave sonó firme y fría

Lo vio retroceder y se sintió culpable. Naruto estaba destrozado, desesperado y lloroso. Le dolió en el alma, pero su decisión ya estaba tomada. La verdad no era suficiente, no lo era en se momento, en esa situación ¿De que serviría que le dijera lo de Sasuke?¿ayudaría en algo a mitigar el dolor?, definitivamente empeoraría las cosas. Quizá era un acto cobarde no decirle, tenía miedo, pero ya no podría cambiar el destino de esa relación. Naruto se equivocó sí, pero no podía pagar engaño con engaño y fingir que nada hubiera pasado; le dolía aceptar que aun amaba a Sasuke, pero ese amor era doloroso y solo quería olvidar. Entre la pena y la traición ella resalto la valentía de Naruto y Sakura por decirle la verdad, ambos se querían mucho por tratar de afrontar toda la culpa del otro, ella deseaba ser así. Guardaría en lo más profundo de su corazón la vergüenza de su amor clandestino, la amistad de Naruto estaría intacta, igual que el amor de Sakura y ella....

Ya no importaba que pasara con ella.

-¡No Hinata-chan.. yo no quiero terminar contigo.. perdóname por favor.. lo podemos arreglar.. te juro que yo solo te amo a ti!- dijo con desesperación

-lo siento..pero yo ya no puedo continuar con esto..

-¡No!- grito

En un último intento se acercó a ella y la beso con desesperación, grande fue la decepción cuando vio el rostro sin expresión de Hinata, ella no había correspondido a su beso y no había reaccionado a su contacto.

-Naruto..

-¡No.. no quiero.. no dejare que todo esto termine.. te amo, eres el amor de mi vida y yo sé que amas..!- seguro mientras la estrujaba entre sus manos.

-perdoname Naruto.. pero esto ya no tiene nada que ver contigo

-¿Qué..?

-He visto cosas.. he hecho cosas de las cuales me avergüenzo. El mundo es más grande y triste, que todo esto...

-Hinata..-musito y ella se aparto.

-he estado encerrada durante toda mi vida en los muros de Konoha..pero ahora que he visto que tan triste puede llegar y miserable, siento que puedo hacer mucho más por lo demás. Quiero ir mas alla de estos muros.. más allá de todo... y el camino que he elegido no te incluye..

-¡ es por lo Sakura-chan verdad.. yo ya te di..

-No Naruto- lo interrumpió- esto ya no es un camino ninja.. esto es mi camino. Solo mío. Durante toda vida se me dijo que es lo que debería de hacer, pero ahora..

-No te entiendo, yo pensé que me perdonarías...

-lo siento, pero yo no soy la persona a la que deberías pedir perdón.

-pero..yo

-Sé que es un atrevimiento pedirte esto... pero necesito que me ayudes a romper el compromiso, mi padre no lo aceptara... por favor Naruto. Como un ultimo acto.. te pido.. te suplico que me ayudes..- pidió tristemente

Naruto estaba más confundido, Hinata no solo lo estaba terminando también le estaba suplicando.

-¡No.. no lo hare.. sabes que te amo.. podemos repararlo!

Ella bajo la mirada, estaba tan triste y Naruto no le entendía.

-¡¿Qué estas haciendo?!

La detuvo antes que ella se arrodillara, si.. Hinata Hyuga se estaba arrodillando.

-¡por favor Naruto... no me cortes las alas...!- suplico y comenzó a llorar

A Naruto se le partió el corazón.

-pero...

-por favor..déjame ir...

- Hinata..

Él la estrecho entre sus brazos, ella rompió en llanto y le correspondió. Ambos estaban destrozados, por la traición, la culpa y los actos que los avergonzaban.

-¿Eso es lo que quieres...?- pregunto con lágrimas en los ojos, mientras la atraía más a su cuerpo.

Hinata podía sentir el latir triste del corazón de Naruto, termino por asentir y el corazón de él se rompió. Hinata ya no lo quería en su vida ¿Quién era él para retenerla, si le había fallado?. Siempre fue amable, impetuoso y perseverante, pero verla tan rota y frágil le hizo ver que también podía ser muy egoísta. Ambos lloraron gran parte de la noche, ella no quiso quedarse y salió entre las sombras de la madrugada. El resto de la noche Naruto lloro y se sintió más solo que nunca, la familia que había soñado con ella, así se había quedado, como un hermoso sueño.

.

Tenerla a su costado, después de tres días era realmente doloroso. Había hablado con ella sobre cómo deberían manejar la situación, no iba ser fácil, pero no entendía porque ella le pidió eso.

«deja que yo me encargue todo, solo te pido que no le digas a nada sobre Sakura-san a mi padre»

¿Qué era lo que tramaba Hinata? Se preguntó. Ya habían servido el té, la mesa ratona era exquisita y el lugar era el más íntimo del líder Hyuga. Él estaba al costado de Hinata, quien estaba muy seria y callada.

-supongo que vienen a iniciar los preparativos de su boda.

-Otosama, hay algo importante que debe saber.

-adelante.

-yo-respiro e ignoro la mirada visceral de su padre- he decidió romper el compromiso con Naruto-kun

Hiashi abrió los ojos enormemente, tuvo que mantener la compostura a tal grave afirmación, incluso controlo su respiración y aflojo su agarre en la fina porcelana. Su mirada severa se posó en Naruto quien estaba triste y en silencio, era Hinata quien le daba la cara.

-Naruto-kun no tiene la culpa, soy yo la que he decidido romper con el compromiso- dijo firmemente.

-Sabes perfectamente que no me agradan este tipo de actos- dijo con severidad.

-lo sé otosama, pero es lo que quiero y Naruto-kun ha entendido.

Hiashi miro con molestia a Naruto.

-ambos hicieron mucho por comprometerse, ahora pretendes que se rompa así de simple.

-otosama...

-¡no!- respondió y grito- me hiciste una gran vergüenza y ahora pretendes hacerme pasar otra

-yo..

-¡No me importa! Naruto-san dio su palabra de casarse, prometió y pidió tu mano. Él debe cumplir su palabra.

El héroe de Konoha no pudo sentirse más basura.

-¡se casaran!- sentencio- es mi última palabra..

-¡no lo hare!..-alzo la voz

-¿Qué dijiste...?

-¡no me quiero casar con Naruto.. y si me obligas yo te desobedeceré!..

Hiashi desconoció a su hija, sonrió con ironía ante su osadía.

-eres una..

-¡por favor Hiashi-san.. yo tengo la culpa.. yo..

Un apretón de mano debajo de la mesa detuvo sus palabras, fue fuerte y lo suficiente para detenerlo. Se sintió tan mal, por ocultar su verdad; tuvo que apretar los dientes para no seguir hablando.

-Naruto, por favor sígueme...-pidió con suma educación.

El impetuoso muchacho obedeció. Ambos salieron de la habitación, hasta el jardín que no quedaba muy lejos. Los ojos de Naruto se abrieron enormemente, cuando vio que el orgulloso Hiashi Hyuga le daba una reverencia. Esto no debería estar pasando.

-te pidió perdón en nombre de mi familia y de mi hija.

-¡Hiashi por favor no haga esto!- pidió

El líder del clan se irguió, estaba muy serio, pero Naruto no notaba que la indignación y la vergüenza calaban cada fibra del señor presente.

-sería un gran mentiroso decirte que estuve de acuerdo en su compromiso, tu eres el héroe de konoha, todo el mundo ninja, pero Hinata es una heredera de sangre pura, una princesa que debe seguir con las tradiciones. Acepte porque me vi presionado, porque creí que ella lo deseaba y tu también.

-Hiashi las co..

No pudo continuar, la figura de Hinata se hizo presente. Ella lo miraba de lejos, desde la entrada de la habitación en la que habían estado. Naruto vio que Hinata negaba desde lejos, indicándole de manera implícita que se callara y que no lo complicara.

-De la mejor manera, te pido que no te acerques a mi hija, ni a los terrenos de mi clan. Somos nosotros los que no hemos cumplido con nuestra palabra.

-pero..yo

-No eras él lo que quería para Hinata, pero... tú eres digno de cualquier mujer. Te deseo felicidad infinita y que tengas una vida llena de bendiciones.

El orgulloso Hyuga le puso su mano en el hombro de Naruto, él solo guardo silencio. Supuestamente deberían humillarlo por hacerle daño a Hinata, pero en lugar de eso recibió una disculpa y un cumplido.

.

La puerta de la entrada fue deslizada, encerrándolos en la vieja habitación. Hinata estaba de pie, aguardando a su padre; cuando este entre rogo a Kamisama que Naruto no le haya contado nada. Con mucha vergüenza, se atrevió a mirar al hombre le había dado la vida. Todo paso tan rápido, cayó al suelo abruptamente y su mejilla dolió.

-¡No tienes idea la vergüenza que acabo de pasar..!-le grito

Hinata se apoyó con sus manos, su mejilla estaba muy roja y la bofetada fue lo suficientemente fuerte para tumbarla al suelo y desorientarla. Su cabello cubría su rostro, aun así pudo ver que su padre estaba agitado y furioso.

-¡primero el compromiso y ahora esto..!-bufo-¡ tendrás que afrontar a las consecuencias!- grito acercándose a la entrada- te aseguro que no me opondré, en la decisiones que tomen sobre ti

No había nada más que decir, salió, cerró la puerta y dejo a su primogénita tirada, en medio de la habitación como si una extraña. Hinata nunca se sintió más humillada por su progenitor, la hora de su juicio estaba por empezar.

Continuara...

Súper difícil, mi idea para este capítulo me costó más de 10 mil palabras.

Espero tener el próximo capítulo pronto, levanten las manos para que pueda actualizar rápido XD. Se viene la etapa difícil para nuestra protagonista, también quería decirle que si hay alguna parte que no se entendiera, les pido que completen la idea. Mi teclado no funciona muy bien y hay palabras que no se escriben, trato de revisar mis capítulos pero como lo hago muy rápido no me doy cuenta.

Espero que se cuiden mucho por esta pandemia. Estamos pasándola realmente mal, pero si no luchamos no sobreviviremos.

Muchas gracias por su tiempo para leer y su preferencia, estaré tratando de contestarle sus hermosos comentarios.

Muchas gracias

SkybluePetunia

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