Ella

La vista era realmente hermosa, las montañas se erigían de manera tan perfecta como si la mano de Dios las hubiera tocado. Ella aún se limpiaba las lágrimas, su corazón estaba tan acongojado por lo que hace unos instantes había vociferado sin embargo se sentía tan libre.

Su mirada negra se perdió cuando pudo ver su perfecto perfil, su nariz pequeña y sus cabellos que adornaban la parte de acostado de su cara, ella era bella pero no podía verla de otra forma.

-hace frío... debemos darnos prisa- su voz ronca sonó con la clara orden de que deberían apresurar el paso.

Él paso por su delante; su imponente figura era la clara representación que ella no debía olvidar su lugar; debería demostrarle a esa gentil joven que ella era su protegida mas no su amiga y que se halla expresado de esa forma delante de él, no era apropiado para ambos.

Hinata miraba con una tenue sonrisa la vista del gélido lugar, fue tras los pasos de la persona que había estado a su lado los últimos meses. Ambas figuras descendieron de las frías e imponentes montañas, su empinado camino los obligo a ir despacio. A medida que descendían el camino se volvía llano y no tan accidentado, pero la nieve aún les quemaba la piel, a pesar de contar con gruesas y pomposas botas que ambos traían.

Estaban a pocos kilómetros de su destino, habían perdido la mayoría de sus cosas y las que traían ahora eran "regalos" de los pobladores del paso que dejaron atrás. Mientras seguían su camino, la falta de chakra y de un cálido oxigeno hizo trastabillar a la frágil joven, la cual en un acto de orgullo se apoyó con la palma de sus manos para no caer de cara contra la nieve.

Sasuke ladeo ligeramente de mirada, se encontró con la imagen de una Hinata agotada que luchaba por respirar y cuando levanto el rostro pudo notar la palidez de su bello rostro, frunció ligeramente el ceño al ver que la nieve que estaba debajo de una de sus manos se teñía de rojo, producto de la herida que tenía. Ella levanto la mirada encontrándose con los ojos profundos de Sasuke, los cuales la intimidaron lo suficiente, aparto la vista inmediatamente. Solo Sasuke podía ocasionar ese efecto en ella, quizá ese efecto que Neji solía darle antes de la pelea de los exámenes chunin, cuando la odiaba.

-¿Puedes caminar?- su voz ronca y varonil la hicieron sentir tan frágil

Hinata apretó los labios, se sentía tan débil, quizá de una forma distinta a la que se solía sentir. Negó por dignidad, lo último que quería era que la cargara en su espalda como hace un tiempo atrás. Sasuke supo que ella mentía, él era orgulloso e insistirle si ella se sentía bien no iba con su personalidad. Continuo con su camino y Hinata se puso de pie con mucha dificultad.

Los bellos ojos perlas posaron su tembloroso mirar hacia aquella persona que la había salvado y cuidado las últimas semanas, Quizá provocaba dentro de ella una sensación de miedo y desesperación pero también le provocaba una singular curiosidad. «¿Qué ocultaba Sasuke Uchiha?», se preguntaba; las pocas veces que lo había visto en su estado más vulnerable, pudo conocer un lado que quizá solo su amado Naruto conocía, ver en aquel gentjutsu un niño tierno y luchador, le hizo preguntarse «¿La desesperación y la desolación pueden trasformar a tal grado a una persona?". Aparto la mirada al recordar todo lo que su prometido le dijo antes de se enrumbaran en ese viaje, recordando esas palabras que simplificaban la rivalidad que alguna vez tenían «Él quería romper los lazos para volverse fuerte». Su mirada se perdió en el ancho de su espalda, se llevó la mano al pecho y entonces lo supo, supo que Sasuke Uchiha aún se sentía tan solo como nadie y que a pesar de los innumerables intentos de Naruto, él aun seguía perdido y con el corazón hecho pedazos.

-¡Hyuga!- llamó

El llamado de atención la sacó de sus cavilaciones.

-ha..hai- respondió muy nerviosa

Ella no lo noto, pero Sasuke podía sentir la mirada de ella puesta sobre él. Lo último que quería era involucrarse con ella, porque a pesar de todo lo que había pasado y de todo lo que había aceptado lo que esa curvilínea mujer le provocaba, él se mostraba bastante renuente a formar algo con ella, por mínimo que sea.

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Habían caminado cerca de tres horas sin descanso, Hinata disimuladamente curaba su herida pero estaba tan débil que poco o nada servía su jutsu. Se detuvieron en un gran y hermoso pino, buscaron algo de leña e encendieron una fogata, cocinaron un almuerzo que habían cazado. Hinata comía con prudencia y delicadeza el trozo de carne, todo gesto era observado de manera atenta bajo la negra mirada del uchiha. El cual no sabía porque demonios no dejaba de verla, tanta sencillez, tanta delicadeza; lo molestaban o quizá no. Aparto su mirada, visualizo el momento donde aquella gran pared de lo que parecía hielo se erigía enfrente de la frágil mujer, «¿Dónde salió tanto poder?» se preguntó. La verdad era que no conocía mucho a los Hyuga, alguna vez de niño escucho a su padre minimizar al clan de Hinata, tildándolo de ocultar su debilidad con su elegancia y pomposidad, pero, la única persona que siempre tuvo palabras de halago hacia aquel silencioso clan fue su querido hermano; «¿Quién en realidad eran los Hyugas?».

-¿Desde cuándo alcanzaste ese poder?-

Aquella pregunta hizo que ella pusiera su mirada en él, pudo ver curiosidad en sus rostro y escucharlas en sus palabras y era cierto, Sasuke sentía curiosidad porque hasta donde sabía el rinnegan era más poderoso que cualquier poder ocular que haya conocido.

-¿ehm?.. bueno yo... -tomo un poco de aire, sentir la filosa mirada de Sasuke la intimidaba a pesar de todo lo que haya pasado entre ellos- Cuando estuve en la luna, yo bueno pude leerlo en alguna de sus ruinas..- su corazón se estrujo al recordar todo los malos momentos vividos en ese lugar-.... En los escritos resaltaban el verdadero poder del byakugan y sus alcances, el tenseigan es un poder ocular capaz de mover grandes masas de materia como la luna.. o eso entendí- dijo con humildad

-tsk... ¿Cualquiera que posea el byakugan puede usarlo?-

Ella negó- solo los que somos de la sangre más pura, los descendientes más cercanos a Hamura, no todos pueden despertar el byakugan- resalto

-Naruto me comento algo de que le robaron los ojos a tu hermana, ¿era cierto?-

-si, la persona que me secuestro se vio en la necesidad de hacerlo al no ser de la rama principal del clan de la luna-

El tema era interesante, conocer una historia de otro poder ocular como el de ella, le llenaba de una sensación de satisfacción, ¿y porque?, quizá era porque no lo hacía sentir un extraño.

-entonces.. eso fue lo que paso- dijo resaltando lo ocurrido en aquella aldea- debiste usar demasiado chakra.. Aun luces muy débil..- resalto

-me toma alrededor de unas horas recuperarme cuando muevo masas de pesos mediados- sonrió ligeramente

-¿Qué es tan gracioso?- dijo mientras frunció el ceño

-pensé... sinceramente pensé que moriría-

Hubo un silencio sepulcral acompañado de un gélido viento que movió ligeramente sus largos cabellos. La mirada negro llego hasta la mirada honesta de la joven.

-dijiste que no le temes a la muerte-

-yo.. yo estaba dispuesta a dar todo por esas personas.. ya no puedo concebir que mueran más personas delante mío y no poder hacer nada..-

-tsk-

-No puedo hacer mucho.. algún día espero poder ser lo suficientemente fuerte para...- dijo tristemente

-te falta entrenar..- la interrumpió- no deberías quedar a tal estado que no puedas ni levantarte.. mi poder ocular es muy diferente al tuyo.. es más poderoso que tu dounjutsu pero no me deja en tu estado-

Las mejillas de Hinata se tornaron rosas, a pesar de las filudas palabras encontró un halago implícito entre sus palabras.

-supongo que me falta entrenar- acepto- créame que mover la masa de esa montañas no fue nada fácil, podía sentir cada...- abrió las palmas de sus manos mientras las miraba fijamente-.. cada unidad de tierra.. cada roca.. cada parte helada.. podía sentir como mi chakra se compenetraba con la masa de roca y hielo para moverla.. podía sentir como cada parte de mi cuerpo se estremecía ante la sensación que una parte vital se iba junto a esa gran muralla..-

La manera sutil y efusiva en como narraba lo sucedido, le hizo comprender que en realidad ella deseaba morir por aquellos extraños porque de lo contrario se hubiera detenido pero, no lo hizo.

«interesante» pensó

Una extraña sensación recorrió su cuerpo, al darse cuenta que había encontraba algo en común que comporta con ella, pero lo minimizo.

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La noche no tardó en hacerse presente. El frio se intensifico, haciendo que ambos buscaran refugio en sus capas, Hinata a veces solía sostenerse en uno que otro árbol; ella tontamente pensaba que él no lo notaba pero cada paso que ella daba era percibido por la silenciosa mirada de Sasuke.

Hinata se detuvo en seco, mientras que Sasuke frunció el ceño; unos luminosos ojos se hicieron presentes y el rugido estremecedor de los que parecían lobos les daban la bienvenida en esa parte oscura y helada del bosque. La espada fue desenfundada mientras que Hinata saco un kunai, sus ojos no estaban lo suficientemente fuertes para activar su línea sucesora.

Entre las sombras un hermoso lobo hizo su aparición, a pesar de la poca luz de la luna su imponente y feroz figura se vislumbraba. Su fino pelaje con colores grises en su lomo y una blancura pura en su pecho, era la clara representación de lo hermoso que podía ser la naturaleza plasmada en un animal. La mirada aperlada se clavó en el animal, tal exuberante belleza no era comparada ni siquiera con algún perro del clan Inuzuka.

Aquel feroz animal le enseñaba sus filudos dientes y en ese momento tres más hicieron su aparición. Hinata pudo escuchar a sasuke chasquear la lengua, estaba irritado, molesto; lo último que quería el uchiha era lidiar con tales canes.

-Espere- dijo con suavidad mientras le tomaba sutilmente su brazo.

Sasuke estaba dispuesto a matar a esos feroces animales, no sintió ni el más pequeño ápice de miedo o de intimidación, solo sintió asco porque nunca le gustaron los caninos ya que su familia siempre estuvo familiarizados con los felinos. Frunció el ceño al ver que la hermosa joven tomaba posición delante de él.

¿Acaso era una broma? ¿Hinata iba a defenderlo?

La sola idea de que ella lo defendiera lo irrito pero se contuvo cuando la vio colocarse de cuclillas en un acto que no entendía. El lobo se mostraba más feroz mientras le mostraba sus colmillos, su manada comenzó a acercarse, acechando, tanteando el terreno.

-Hinata..- sonó como advertencia

-por favor espere... no hay que hacer movimientos bruscos- indico

Hinata había aprendido muchas cosas acerca de los perros gracias a su querido compañero, también conocía acerca de ese instinto de ferocidad de los canes. La feroz mirada no se amilano ante el rostro de ella, el hermoso lobo comenzó a tomar velocidad con claras intenciones de atacarlos.

-¡mierda!- bufo Sasuke al ver a la manada acercarse.

Hinata pudo ver la silueta de Sasuke posicionarse delante de ella mientras estiraba su brazo con su katana desenvainada.

-¡Quieto!- gritaron

La feroz manada se detuvo en segundos pero no dejaron de hacer sonidos de rugidos y amenazadores. Hinata se puso de pie y se colocó al costado de Sasuke, quien tampoco entendía «¿Qué demonios había pasado?».

Entre las sombras apareció un hombre vestido entre pieles. Cuando aquel atlético hombre se posó más a la luz se pudo apreciar su imponente figura, sus atractivos rasgos varoniles; su cabello rubio, sus ojos azules claros y la punta partida de su mentón. Era tal el atractivo del muchacho que Hinata aparto la mirada al darse cuenta que no dejaba de verlo; y en verdad lo era, el sonrojo en su rostro y la disimulada sonrisa la delataron, era el joven más atractivo que había visto. Sin embargo, era diferente ya que mostraba tanta hostilidad en la mirada como su protector.

-¡tranquilo Ame!- llamo la atención a su lobo quien no dejaba de rugir pero al escuchar el llamado de su amo dejo de hacerlo.

El lobo poso su parte trasera en la nieve pero sin dejar de ver a los extraños.

-¡Quita a tus bestias del camino.. Estorban!- advirtió Sasuke

-No nos gustan los forasteros... vuelve a decir que mis lobos son estorbos..- dijo lento en todo de advertencia mientras se acercaba

Hinata supo que esto iba a terminar mal y antes que pasara decidió tomar las riendas de la situación, tratando de apaciguar el mal humor del Uchiha. Con cierto temor tomo sutilmente el brazo de Sasuke.

-lo.. lo lamentamos- dijo entre timidez y rapidez- solo pasábamos por aquí.. no quisimos molestar a sus lobos... ¡lo sentimos!- dijo con propiedad mientras daba una reverencia

El joven de mirada azulada dirigió su feroz mirada hasta la persona que tenía la mirada puesta en la fría nieve, cuando Hinata levanto su mirada pudo apreciar sus rasgos finos: su nariz, sus delgadas cejas, sus carbonosos labios rosas pero lo que más le llamo la atención fueron esos hermosos ojos perlas «¿y porque?», por alguna extraña razón le recordaban la pureza de la nieve. Sasuke poso su gélida y negra mirada en el joven, lo encontró analítico, pensante y entonces supo que estaba apreciando la belleza de su protegida.

-¿tienen dónde quedarse?- pregunto sin dejar la hostilidad en su mirada

Ella negó pero Sasuke..

-ese no es tu problema..- refuto el gesto sutil de ella, quien se quedó muy sorprendida de la respuesta del Uchiha.

Sasuke comenzó a caminar hasta pasar la silueta del desconocido, Hinata lo imito dando otra reverencia disculpándose por el impase entre ellos.

-comenzara a nevar..-ambos se detuvieron- El siguiente pueblo está a una semana de aquí- recalco

-tsk- chasqueo molesto e irritado

-está mal herida..- dijo viendo la herida de Hinata en la mano- tiene que tratarse y descansar.. luce bastante pálida.. no creo que resista el viaje- indico

Las sugerencias y advertencias del desconocido comenzaron a retumbar en la mente del Uchiha.

« ¡Mierda! »- pensó

-Mi campamento está a media hora de aquí.. Pueden pasar la noche allí si lo desean- dijo mientras señalaba la dirección

Hinata quien había permanecido en silencio y en medio de la tensa situación, analizo que era realmente malo viajar con una nevada.

-sasu..-

-cierra la boca- la interrumpió en voz baja

El joven entendió que habían aceptado, así que tomo la delantera.

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Cuando llegaron al campamento la herida de la joven fue atendida con propiedad, le otorgaron una pequeña vivienda para pasar la noche. Hinata podía ver que todos de esa aldea tenían una apariencia parecida al del joven (rubios y de ojos azules). Había una enorme fogata en medio del campamento con personas de todas las edades a su alrededor. La joven de ojos perlas sonrió al ver la tierna escena de niños jugando, luego poso su mirada en el cálido fuego del lugar y se perdió en sus pensamientos y emociones.

-¡Disculpe!- ella volteo al sentir que la llamaban

El desconocido se acercaba con dos platos en la mano hasta donde estaba la joven junto al fuego.

-gra..gracias- dijo al recibir el plato de arroz

Él le sonrió y enterneció los ojos, verla de cerca era mejor, y mejor si no estaba la espectral figura de Sasuke.

-tu esposo no quiso comer- dijo mientras tomaba un poco de arroz hasta su boca- creo que está molesto por estar aquí- indico

Hinata se estremeció al escuchar esposo, suspiro al pensar que tendría que lidiar con su mal carácter más tarde.

-No es mi esposo- recalco- Sasuke kun es mi.. bueno.. es un amigo y cuida de mi- aparto la mirada ante la vergüenza que le generaba estar dando explicaciones a un extraño

-Inoue Yuki.. mucho gusto- dijo en presentación mientras le sonreía

-Hyuga Hinata.. es un placer- dijo con educación

-no quiero sonar inoportuno pero ¿Por qué tuvieron que venir por esas montañas?... bueno los aldeanos del paso utilizan otra ruta-

-Se presentaron muchas cosas en el camino...- dijo tratando de ser mesurada con su explicaciones

Así comenzó una amena platica entre Yuki y Hinata; hablaron tanto que el tiempo se pasó sin que uno de ellos se percatase, los temas de sus infancia, sus travesías y sus sueños eran tan entretenido. Hinata descubrió que Yuki tenía gustos similares a Kiba pero era mesurado y pensante como Sasuke sin embargo solía sonreír mas que este ultimo; era una persona muy agradable. Ella miraba a su alrededor y noto como las miradas femeninas se posaban en él pero Yuki no le tomaba importancia.

Yuki disfrutaba la compañía de Hinata; además de ser bella y educada, era inteligente y bondadosa; sin conocerla demasiado supo que ella valoraba lo interior más que lo exterior, se enteró que tenía una hermana y eso le enterneció. Yuki creció solo en esa pequeña aldea, invirtió gran parte de su tiempo en entrenar a los lobos que resguardaban los alrededor a tal punto que le obedecían.

Ambos no se dieron cuenta que cada sutil gesto era vigilado por la expectante mirada de Sasuke. El aburrimiento y el poco cansancio fueron los detonantes para que salieran de la acogedora vivienda; el resplandor del fuego lo atrajo, cuando estuvo cerca, se propuso a descansar cerca de él, pero sus pasos se detuvieron al ver a dos figuras conocidas para él. Su protegida charlaba de lo más a gusto con el idiota que lo amenazo, ver sus gentilezas, sus sutiles sonrisas y sonrojos inconscientemente lo hizo apretar el puño pero lo que le colmo fue que el imbécil oso acomodar uno de sus mechones que cubría ligeramente uno de sus bellos ojos, frunció el ceño al ver que ella no rechazo su contacto.

-tus.. tus ojos son muy bellos- dijo el joven mientras delineaba ligeramente su rostro con uno de sus dedos.

Los azulados ojos palpitaban ante la belleza de peculiar joven, mientras que Hinata se mostraba sonrojada y sorprendida ante la cercanía del joven, a tal punto de no mostrarse renuente a su contacto. Cuando la punta del dedo que había delineado su mejilla llego hasta la comisura de sus labios rosas, poso su mirada en los ojos perlas de ellas y entonces lo supo; el quería...

-¡Hyuga!- la voz roca sonó atrayéndolos a la realidad

Ambos se separaron un poco confundidos por la situación; Hinata, quien ahora lucia temerosa se encontró con la filuda mirada de Sasuke; lo noto tenso, molesto, furioso. Recibió un ademan con la cabeza indicándole que viniera a su lado.

-ha..hasta mañana Yuki-san.. que descanse- dijo presurosa

La mirada azul y la negra se encontraron dejando la idea implícita que no debió tocarla, a pesar de haber sido solo segundos; el mínimo roce irrito al uchiha. Hinata llego a su lado sintiéndose tan pequeña y avergonzada.

-tsk- chasqueo la lengua y comenzaron a caminar

Hinata evito mirarlo y tomo una disimulada distancia.

-¿Terminaste?-la incomodidad en su voz era notoria

-¿ehm?..- reacciono confundida ante el coraje del uchiha- no.. no lo entiendo- cuestionó

-Mhp..- sonrió de lado con ironía

Sasuke se preguntaba si Hinata era inocente o demasiado estúpida.

-Comportarte como una mujer comprometida..- detuvo su andar y enderezo su postura- deja de darle motivos a ese imbécil para que crea que eres otro tipo de mujer-

-yo jama..-

-Mhp...- la interrumpió- debes saber que cualquier tipo de gesto puede ser mal interpretado por un hombre- acuso

-pero.. yo solo estoy siendo amable..- se defendió

-al parecer él no te ve amable... tienes que entender una cosa- achico los ojos tratando de intimidarla- tu estas prometida a Naruto, serás su futura esposa.. así que- se acercó a ella imponiéndole su altura-..... Compórtate como tal-

Un extraño calor llego hasta los ojos de la asustada joven. Sasuke pudo ver como una lagrima resbalaba por las mejillas tersas de ella; luego vio temblar sus labios se tristeza, de vergüenza. No pudo seguir viéndola, continuo su marcha dejando a una acongojada Hinata en medio de las rusticas casas.

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Cuando Sasuke llego a la pequeña vivienda, miro la improvisada cama tendida en el suelo.

«¿Por qué la había tratado de esa forma? ¿Porque sentía esa extraña sensación el pecho? ¿Por qué le dijo todo eso?». Arrastro su cabello y se apretó el puente de la nariz.

-¡Mierda!- bufo

Se acostó en la cama con un sinfín de preguntas en la mente. Sin embargo, había una que no se atrevía a formular: ¿Qué era lo que le molestaba tanto?.

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Hinata decidió quedarse en una parte alejada de la aldea, su mirada se perdió en el panorama de ese humilde gran hogar. En ningún momento dejo de llorar; su llanto silencioso no podía ser audible ya que se perdía en el gélido viento que se asomaba. Se regañó a si misma por no haber puesto un límite al contacto de Yuki. Ella iba serla esposa de Naruto, del futuro hokage, del héroe de mundo shinobi; y ella, debía serle fiel antes, durante y después de toda su relación.

-Sasuke tiene razón- se dijo

Se puso en un tercer plano y se dio cuenta que si ella hubiera visto a Naruto acariciar la mejilla a otra chica, no le hubiera gustado. Inconscientemente ella justifico el comportamiento de Sasuke, porque él era su mejor amigo casi su hermano y ver a la futura esposa de su hermano mantener una inapropiada cercanía con una persona que recién conoce, molestaría a cualquiera.

Después de tanto pensar, sus pasos se enrumbaron hasta donde pasaría la noche, entro con timidez

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El silencio en la habitacion era la bienvenida de la temerosa chica, entro en silencio a la improvisada habitacion; tenía el corazón acongojado por las duras palabras de su protector y consciente de lo que había pasado decidió hacer lo mejor creía, disculparse.

La silueta durmiente del último de los Uchiha, crearon una desilusión muy grande dentro de ella. Había dejado atrás la mucha vergüenza que sentía por haberle faltado el respeto a su amigo. Con muchas dudas dentro de ella, se acercó lentamente, se colocó de cuclillas; comenzó a acercar su mano hasta tocar su brazo, casi se arrepiente a milímetros de estarlo. Sin embargo, no lo hizo; posó su mano suavemente y con los ojos vidriosos y la vergüenza plasmada en su rostro de atrevió a decir:

《perdón.. sasuke》

Luego de esto apartó su mano como en un susurro. Con intenciones de dormir, se recostó a su lado, posicionó su espalda contra la de él, sin querer incomodarlo y cerró los ojos tratando de olvidar su vergüenza. Lo que Hinata desconocía era que Sasuke nunca estuvo profundamente dormido, al mínimo contacto de su suave calor abrió los ojos. Reconoció internamente que Hinata estaba deprimida y gran parte de la culpa era suya.

《Perdón》

Aquella única palabra, que había sido dicho con toda la sinceridad del mundo; se mantuvo toda la noche en su mente y por alguna razón desconocida le provocó un nudo en la garganta.

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La fría mañana fue la abertura del día. Sasuke fue el primero en despertar, Hinata quién dormía a su lado aún tenía lágrimas en sus mejillas. Era evidente que había estado llorando toda la noche. Frunció el ceño, toda la maldita noche podía escuchar las lágrimas de ella cayendo, podía percibir cada maldita gota de sus cristalinas lágrimas impactando contra el suelo. En un momento dado en la noche se obligó a querer callarla «¿Acaso pensaba que no la escuchaba?», pero detuvo sus intenciones al notar que lloraba mientras dormía, no pudo trastornarlo más de lo que ya estaba; entonces optó por salir de allí y dirigirse a un lugar apartado. Una hora más tarde regresó y ella ya no lloraba pero la tristeza plasmada en sus arrugadas cejas, su enrojecida nariz eran las claras consecuencias que sus palabras no solo hirieron sus sentimientos, sino que lastimaron su honra.

Sasuke no podía quejarse, sus intenciones eran claras para lastimarla y hacerla sentir que se estaba comportando de una manera indebida pero lo que él no se imaginó, era que la hicieron sentir como una mujerzuela, una mujer fácil que se dejaba acariciar por cualquiera pero, «¿quien era él para juzgarla?»; si la había tocado más de lo debido, la había visto con lujuria y se había masturbado en su nombre. Inconscientemente aceptó que ella podría provocar ese tipo de sensaciones a cualquier persona, ella era hermosa y deseable. Se recostó a su lado dándole la espalda, cerró los ojos buscando dormir pero no podía.

Salió de la empobrecida tienda con el ceño claramente fruncido mirando hacia a un horizonte inexistente. Elevo su mirada hacia el cielo buscando una respuesta de lo que pasaba dentro de él. ¿Amor?, no, no era amor; pero era un maldito sentimiento que nublaba su frio juicio; ¿Qué era lo que sentía?.

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Las horas pasaron, la durmiente chica despertaba dándose cuenta que su protector no estaba a su lada; bajo la mirada avergonzada por lo que había pasado el día anterior. No era momento de lamentaciones pero tenía que lidiar con su vergüenza, se puso de pie buscando las pocas cosas que tenía para seguir con el ya largo camino hacia su destino.

Una vez afuera la nublada pero brillante mañana le lastimo sus ojos perlas haciéndola parpadear varias veces para acostumbrarse a la luz. Cuando su vista se acostumbró a la luz metros de ella se encontraba una impotente y negra figura que la observaba; inconscientemente llevo una de sus manos al pecho al reconocer de quien se trataba. Sus pasos dudosos se dirigieron a él, Sasuke se miraba listo para continuar. Mientras caminaba podía ver el semblante mas frio del uchiha y nunca antes le había parecido más alto.

-Lo... lo siento.- dio una ligera reverencia- No debí hacerlo esperar..- había vergüenza en su voz

-Tsk..-

Su irritada mirada traspasaba el inocente semblante de la avergonzada joven, la cual tuvo que ladear su rostro muy apenada.

-Sasu...-

Sus palabras se ahogaron al notar que Sasuke le dio la espalda, entonces supo que él no quería escucharla; su silencio era la respuesta clara de que no la escucharía. Los firmes pasos comenzaron a aparecer entendiendo que debían continuar con su viaje. Se dispuso a seguirle el paso pero un llamado la detuvo.

-Buenos días yuki san..-

-Hinata-chan el día de hoy me gustar...-

-Lo siento..- su voz sonó apenada pero cortante- estamos muy agradecido con su hospitalidad pero es hora de irnos... lamento mucho rechazar su invitación.. Yuki san- sentencio

El joven de rubios cabellos frunció el ceño al ver la inesperada respuesta de la bella joven, aparto ligeramente la mirada encontrándose con la mirada fría de Sasuke, era más que una advertencia, era una amenaza.

-Esta bien Hinata-chan.. Espero que le vaya bien-termino de decir

Ella agradeció y siguió los pasos de Sasuke. Cuando ambas figuras se perdieron en el espesor del invernal bosque, Yuki continuo su camino con mucha suspicacia dentro de el. Hinata había dejado una magnifica impresión en el atractivo joven, para él ella era simplemente perfecta: gentil, respetuosa, bondadosa y muy hermosa; nada comparado con otras mujeres que había conocido; se preguntaba ¿Qué hacia una mujer como ella al lado de un hombre con Sasuke?, negó tratando de despejar ideas de su mente.

«Hinata-chan no es de ese tipo de mujeres»

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La noche llego, el viento soplaba dando el inicio a una ventisca; la capa de Sasuke se ondeaba y el cabello de Hinata también pero siguieron su camino. Durante todo el día el silencio fue poco para describir la situación tan tensa entre ambos, si ambos habían mostrado alguna cercanía ahora eso no existía. El viento soplaba levantando la nieve su alrededor, nublando la visión de ambos; Sasuke estaba con el ceño fruncido por la situación y Hinata contenía sus espasmos productos del inclemente frio.

El nivel de la nieve en el suelo subió, era hora de buscar un lugar para refugiarse. Hinata estaba dispuesta a buscar un lugar pero...

«¡¿Que?!» pensó

-Te lo dije..-

La voz ronca la saco de sus cavilaciones, a pesar del viento fuerte con nieve pudo ver la mirada negra a través de la espesa ventisca. Sasuke hizo un gesto para que lo siguiera. Los presurosos pasos lo llevaron a una cueva oculta entre arbustos llenos de nieve. Hinata entro primero, se acomodó a un lado de la estrecha cueva, busco calor debajo de su capa mientras se abrazaba a sí misma, Su triste mirada se perdió en la entrada. Sasuke llego 15 minutos después trayendo leña, Hinata vio que la madera estaba congelada y el pelinegro cubierto con nieve. Él dejo los maderos en el suelo para luego prenderlos. Se acomodó cerca del fuego tratando de buscar el calor de este; cuando su cuerpo encontró el calor suficiente se dio cuenta que Hinata aún estaba recostada a un lado de la cueva, su mirada negra se posó en la mirada perdida de la joven, la cual aún seguia puesta en la entrada que poco a poco se cubría con la blancura de la nieve.

-Nunca quise faltarle el respeto a Naruto-kun...- su voz triste sonó- Le pido perdón si lo he ofendido con mi comportamiento.... Perdóneme Sasuke-kun- Su mirada avergonzada y acongojada llegaron hasta la mirada fría y calculadora del Uchiha

-Mhp..- sonrió con ironía- cualquier palabra que salga de mi boca te ofende.. debes dejar de complacer a todo el mundo pidiéndoles perdón...- sentencio mientras apartaba su mirada, verla tan débil lo irritaba

-se equivoca... no a todo el mundo- capto la mirada negra del uchiha-.. Solo a usted Sasuke-kun..- termino de decir

-¿A mí?- dijo con ironía

-si..-afirmo- solo a usted-

-¿Porque?-

-porque me importa el concepto que usted tenga de mi persona.. usted ha dejado de ser un desconocido para mi...-

La dura mirada de Sasuke desapareció al escuchar estas últimas palabras de parte de la acongojada joven, pudo ver su semblante triste y avergonzando. La sinceridad en sus palabras y en sus facciones le dio la razón. Todo lo dicho por él, la habían afectado.

El silencio entre ambos se volvió más incómodo que nunca, sin embargo ninguno parecía querer de dejar de mirar al otro. Hinata no podía descifrar la oscura mirada de él mientras que Sasuke podía ver el alma pura y trasparente de ella. Sus ojos perlas nunca fueron tan hermosos para él, cuando vio que una tenue sonrisa apareció en rostro de ella en modo de disculpa; su rostro paso de triste a ser bellamente tierno.

-Tsk..- chasqueo la lengua- te vas a enfermar si sigues allí...-

Ella entendió lo que quería decir. Sasuke sutilmente le decía que se acercara al fuego, pero a la vez, escondía entre sus palabras estaba implícitamente escondida su respuesta. Esto la hizo sentir muy bien, no podía esperar más de él ya que Sasuke Uchiha era un hombre de pocas palabras.

Cuando estuvo bajo la luz y el calor del flameante fuego, casi pudo escuchar de parte de él decirle: «todo está bien Hinata».

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Día 73

El ambiente entre ambos había mejorado mucho, a pesar del acostumbrado silencio entre ambos. Hinata podía conocer un poco más de Sasuke.

La fría mañana arribo, dos figuras se encontraban rumbo a su destino que estaba cada vez más cerca. Los ojos perlas no dejaban de apreciar lo hermosa que podría ser el invierno. Los arboles cubiertos parcial mente por la blancura del manto invernal, el viento helado acariciando e erizando su piel. La caída de los hermosos copos de nieves en forma de cristal era la perspectiva perfecta de un bellísimo invierno; durante toda su vida pudo ver muchos pero este era el más hermoso, solía hacer invisibles paradas para apreciarlo por breves momentos, era el paisaje perfecto cualquier artista. Sin embargo el protector de la chica no pensaba lo mismo, odia el frio y le fastidiaba que sus pisadas se hundieran en la nieve.

-¿Algo pasa?-

El sintió que la nieve dejo de crujir detrás de él, las pisadas de Hinata eran tan evidentes para el, cuando los dejo de escucharlas volteo y se encontró a una Hinata evidentemente cansada que se sostenía de un árbol.

-No.. podemos continuar- dijo con una sonrisa

-tsk- chasqueo la lengua

Cuando el Uchiha volvió a tener la mirada en frente, Hinata llevo su mano a la cabeza tratando de mitigar lo que le estaba empezando a pasar; ella no pensó que pasaría ya que ahora era una mujer adulta y supuestamente lo había dominado, pero al parecer no era así.

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Día 79

Había sido duro llegar hasta allí pero lo consiguieron. Un gran portón les dio la bienvenida pero esta vez era diferente, estaba adornado de guirnaldas de papel y copos de nieve de cristales que estaban en la entrada. Tal escena solo hizo que Sasuke mirara con fastidio el lugar, estaba más que cansado, había sido un viaje bastante duro y los últimos 4 dias Hinata estaba diferente y su silencio se había vuelto más incomodo que antes.

-¿Qué pasa Sasuke-kun?- pregunto ataviada de tanto bullicio que podía ser percibidos desde la entrada- ¿Es un festival?-

-eso parece.. andando- su voz sonó molesta y con fastidio

Todo lo que se escuchaba era tan reconfortante: las risas de los niños jugando, las personas riendo o conversando y los sonidos tradicionales propios de un festival que celebraba los últimos días de invierno. Hinata se llevó las manos al pecho en señal de añoranza y necesidad, cerró los ojos tratando de sentir la textura de las hebras del cabello de su hermana, sus manos suaves y dedos delgadas y también a ella, su madre. Cada festival que había en konoha siempre era visto por ella desde la soledad de su casa, su padre siempre impidió que interactuara con los aldeanos. Sin embargo su madre siempre tomaba su mano y le pedía que cerrara los ojos y le decía que podía ir a donde quisiera, o eso recordaba. Un nudo se tejió en su frágil corazón, recordó que el día que su madre falleció; desde ese día su padre no fue el mismo, solía encerrarse en su estudio por horas y dejo de verla. Cuando cumplió más edad ya podía salir pero siempre vigilada, fueron tantas cosas que la sometieron al yugo de su familia: la muerte de su madre, la muerte de su tío y ese horrible secuestro que silenciosamente la encerraban en su lujosa mansión.

-lo.. lo siento- dijo apenaba al chocarse con una persona

-Ten más cuidado- replico el extraño

-¿Qué pasa?-pregunto el Uchiha

-etto..- desvió la mirada- solo estoy muy agotada- mintió

A pocos metros pudo ver un pequeño hospedaje, a pesar de estar a solo dos días de su destino final, verla de esa manera tan extraña solo hizo a avivar su sospecha.

-Nos quedaremos allí- señalo pero ella solo tenía una mirada vacía- partiremos mañana temprano-

Sasuke comenzó a caminar, su alta silueta tomaba la delantera, pero ella, ella solo podía ver una sombra que se alejaba.

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La bella cabellera y esa singular belleza no pasó desapercibida para los que estaban el recibidor. La gran mayoría era hombre que se fijaron en la hermosa peliazul quien estaba ausente o eso notaron.

-una habitación-

Hinata levanto ligeramente la mirada, lo hizo por la manera tan particular en como solicito la habitación. Su voz fuerte y ronca sonó más alto de lo convencional y le pareció muy extraño. Esas miradas lascivas y morbosas no paso desapercibidas por el uchiha quien si bien el pueblo pequeño era humilde y próspero; también era conocido por ser escenario de las artimañas de algunas personas que llevaban su doble vida a ese lugar; desde sus furtivas amantes hasta tratando de ocultar sus otras vidas. Este pueblo era uno de paso , era el escenario perfecto para romances fugaces de los viajeros o de turistas que trataban de ocultar su vergüenza. Cuando vieron a Hinata lo primero que pensaron que ella podría ser la esposa de su acompañante pero verla tan cohibida y extraña lo que le cruzo en la cabeza de que seguro era su amante.

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La madera de puerta crujió. Sasuke se hizo a un lado para que ella pasara. La vio dudosa y silenciosa, cosa que le molesto; parecía que estuviera dudando en entrar.

-Hemos dormido juntos.. no debería avergonzarte- dijo de manera incisiva

Ella se sonrojo. Sasuke tenía razón habían dormido juntos producto de su viaje entre la nieve, pero esa no era la razón por la que ella estuvo en el umbral de la puerta.

Sasuke se dirigió al baño, necesitaba quitarse toda la suciedad que traía encima. Mientras que Hinata coloco las pocas cosas que portaba en suelo, sintió la cama tan suave; hace mucho que no dormía en una, no era un futon pero sería igual de cómoda. Su bello y perdido rostro se tornó rosa al pensar que dormiría con Sasuke una vez más. Hinata pudo escuchar como llave de la ducha se abrió.

El agua recorría cada parte de su perfecta anatomía, cerró los ojos tratando de buscar un momento de tranquilidad. Cada gota de agua que resbalaba por cada uno de sus marcados músculos, lo relajaban tanto; abrió los ojos empeñados por esta, llevo su mano hasta donde nacía su bien dotada intimidad, imperceptible e inconsciente musito un nombre.

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Sasuke salió de la ducha solo con una toalla bastante delgada, pudo ver que Hinata lo aguardaba sentada correctamente en la cama. Frunció el ceño al darse cuenta de su mirada perdida y al descubrir por fin su secreto.

-¿Ha terminado?-

-Si- Sasuke lentamente fue deshaciendo el nudo de su toalla; camino lentamente hasta quedar en frente de ella y la dejo caer.

El escenario tan incómodo desde una tercera perspectiva; Sasuke Uchiha totalmente desnudo en frente de Hinata Hyuga, exhibiendo su bien dotada virilidad pero ella parecía que no estuviera allí. La miro y ella no mostro ningún tipo de reacción. Hinata se puso de pie, paso rozando la piel de su único brazo y se encerró en el baño.

Sasuke se quedó allí parado, se sintió como imbécil al darse cuenta de lo que había hecho pero, había algo diferente en el ambiente, arrastro el cabello hacia atrás y apretó el puente de nariz.

«maldita sea...Hinata»

Cuando Hinata salió de la ducha con una delgada tela como pijama, conto sus pasos hasta llegar a la cama; tanteo el borde de la cama paso su mano hasta que la punta de sus dedos toco la fornida espalada de Sasuke. Se deslizo hasta quedar acostada dándole la espalda y cerró los ojos tratando de conciliar el sueño.

«mañana..mañana será un nuevo día»

Susurro hasta quedar dormida

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-¿Qué le ofrezco?- dijo muy animado el niño de no más de 13 años

-ehmm.. bueno... -

La carta en sus manos no era suficiente para que pueda tomar una decisión.

-¿Señorita?.. ¿Está bien?- pregunto el joven mesero

Ella le sonrió y él se sonrojo.

-Si desea puedo elegir por usted..- contesto un poco nervioso y avergonzado

-¡hai!- respondió

La hermosa silueta no paso desapercibida por dos hombres quienes miraban con lujuria a la hermosa peliazul. Ya la habían visto llegar con aquel hombre pedante, miles de ideas pecaminosas pasaron por sus mentes, verla bajar tanteando las escaleras, cansada y sobre todo arribar al comedor en las horas de almuerzo, solo avivó lo que creyeron que había pasado con el uchiha en su habitación.

Cuando Hinata termino de almorzar el pollo asado con arroz blanco, supieron que era el momento perfecto; su acompañante no se aparecía y ella estaba sola.

-Disculpe señorita.. puedo sentarme- dijo uno de ellos desde su espalda

Hinata volteo extrañada por la repentina presencia

-etto.. si desea ocupar la mesa yo estaba por retirarme..-dijo de manera educada

Él sonrió con malicia

-bueno.. yo solo vine a preguntarle si tenía hora.. Aunque veo que aún le falta terminar de tomar su té-

-lo lamento.. no puedo decirle la hora.. Perdone-

- no se preocupe..-

Cuando los pasos de aquellos extraños tomaron distancia, Hinata bebió su té con elegancia y garbo, pago la cuenta y se propuso ir a su habitación. Unos ojos maliciosos la observaban, sonrieron cuando la vieron trastabillar en el primer escalón.

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-¿Qué.. Que me pasa?.- dijo evidentemente confundida

El dolor en su cabeza era inconmensurable, más que los días anteriores, tenía ganas de regurgitar todo lo que había comido. En ese momento sintió un leve tirón, pero no era sasuke era otra persona.

-no se preocupe.. estará bien..-

Escucho dos risas, dos voces que le decían que iba estar bien pero incluso en su estado, podía sentir que eso no era verdad.

-su..suélteme..- exigió y trato de zafarse con ningún éxito

-nos vamos a divertir.. –

Hinata sintió un escalofrió al escucharlo, de pronto sintió como uno de ellos la tomo de la cintura apegándola con fuerza y posesividad contra su cuerpo.

-por..porfavor- suplico al sentir sus húmedos labios en la nívea de su cuello.

Se sintió débil, se sintió frágil; la frustración estrujo su corazón, tanto entrenamiento, tanto esfuerzo para que ahora dos extraños se aprovecharan de ella. Se sintió sucia al estremecerse al contacto del desconocido «¿Qué le pasaba?», se sintió una mujerzuela al sentir cierta sensación nueva cuando uno de ellos deslizo una de sus manos pos su espalada y cuando estaba a milímetros de tocar una de sus formadas nalgadas...

-¡Ahhhh!-

Sintió que tiraron de ella, el olor a sangre llego a su sentido. Sasuke quien había parecido de la nada, corto la parte superior de superior de la mano. Un corte profundo y certero acompañado de una mirada asesina fueron suficiente para imponerse ante esos hombre.

-¡Bastardo!- grito el herido mientras trataba de evitar el sangrado

Sasuke vio de reojo a una Hinata sonrojada y jadeante que estaba bastante confundida por lo que estaba pasando. Uno de ellos se le fue contra el Uchiha pero hábilmente lo esquivo y lo mando lejos con un rodillazo. Las paredes del estrecho pasillo temblaron ante el impacto del hombre, al ver la descomunal fuerza del Uchiha y su mirada asesina, él que oso tocarla se dispuso a escapar pero Sasuke lo tomo del cuello contra la pared.

Su mirada más negra, sus ojos entrecerrados, su mandíbula tensa y su ceño más que fruncido; hicieron pensar que lo mataría.

-yo..yo.. yo lo siento... no sabía.. que era tu mujer.. yo..¡Ahhh!- se quejó al sentir el agarre más fuerte de Sasuke que le quitaba la respiración.

-vuelve a tocarla.. y te matare tan lentamente que rogaras que la muerte llegue a tu miserable vida- dijo tan lenta y certera que hizo estremecer hasta a la propia Hinata.

El hombre se fue despavorido dejando a su amigo inconsciente a un lado del pasillo. Hinata quien estaba jadeante, solo miraba y tocaba el piso.

-¿puedes levantarte?- pregunto

-etto..yo..-dijo entrecortada

Sasuke la tomo del brazo con más fuerza de lo común y la arrastro hasta su habitación.

-¿Qué paso?- pregunto molesto

-yo.. no sé.. me siento extraña..- su respiración era más irregular y la temperatura corporal se comenzó a elevar.

.tsk..-arrastro su cabello hacia atrás- ¡Maldita sea.. Porque mierda no me dijiste que estabas ciega!-recrimino con odio y frustración

-no.. no se de qué me habla..- dijo tratando de disimular su nerviosismo

-Mhp- sonrió con ironía- Que subestimes mi inteligencia me ofende.. ¡Porque demonios no me lo dijiste!..- volvió a gritar

Hinata apretó sus puños

-¿Te drogaron?..- ella se sintió tonta- es evidente que lo hicieron.. ¡mírate!.. ¡se nota que estas excitada!..-

-porfavor..- la manera tan vulgar la lastimo-.. sé que cometí un error pero no quería ser una carga..-

-¿una carga?... Mhp- volvió a burlarse de ella- lo eres ahora.. ¿Qué paso Hinata?.. te excitaste porque ese hijo de puta casi toca el tras..-

Sus palabras se ahogaron, su cara se ladeo y la mano de ella comenzó a escocer por la bofetada que le había dado. Quizá no tuvo mucha fuerza para voltear su cara pero si, para silenciar sus palabras. Sasuke solo pudo ver frustración en el rostro de ella «¿En que momento se puso de pie?» «¿Cómo su golpe pudo llegar perfectamente hasta su rostro?». Sasuke apretó el puño y Hinata tomo distancia.

-¡basta!... ¡ no permitiré que me siga ofendiendo!.. y ¡Si!.. hace unos días empecé a perder la visión, sé que esto es pasajero pero yo solo.. yo solo quería..- la tristeza torno su voz- ¡Yo solo quería que Sasuke-kun no me viera como una carga!-

Un incomodo silencio hubo entre ambos, Hinata estaba triste y lo que sentía sasuke era indescifrable.

-¿Desde cuándo?-

-como una semana... el tenseigan es capaz de mover mucha materia.. cuando lo hice pensé que no pasaría.. que no perdería la vista.. pero paso.. me sentí patética, inútil... ya me había pasado.. he aprendido a lidiar con esto- sentencio

-debiste decírmelo..- recrimino

-¡no....no debi.. era mi problema!-

Sasuke arqueo la ceja. ¿Orgullo?, acaso Hinata le había dado un momento de orgullo.

-¿Orgullo?, Hyuga...- esbozo una sonrisa irónica

-Acaso no tengo derecho a sentirlo....- dijo ladeando el rostro

-No debiste ocultarlo..-

-¿para que?.. para seguir escuchando sus crueles palabras.. No.. ya no quiero eso.. yo puedo cuidarme sola..-

-¿cuidarte sola?.. tsk- chasqueo la lengua- no lo creo, unos imbéciles casi te..-

Por alguna razón no pudo terminar lo que quería decir. Hinata trato de apartarse pero Sasuke la sostuvo del brazo.

-supongo que tengo la respuesta del porque no te recuperaste-

-¿ahm?-

-como te habrás dado cuenta, en esta parte del mundo el chakra no existe, supongo que si hubieras estado en un lugar ordinario, tu vista se recuperaría mejor..-

-eso no podría asegurarlo- dijo esto y se liberó de su agarre

-no debiste salir en esas condiciones.. la oscuridad es algo que alguien como tú no podría lidiar-

Hinata bajo la mirada, sintiendo la nostalgia escondida en sus palabras.

-como ya le dije.. hay cosas que no pueden ser percibidas solo por los ojos.. los sonidos, los olores.. los sabores.. Son diferentes cuando no se ve..-

-tsk..Tonterías-bufo

Algo temblorosa por su estado, se colocó delante del altivo y orgulloso uchiha, podía percibir su mal humor y escepticismo.

-Sasuke.. tienes que aprender a ver más allá de tu ojos..-

Las temblorosas manos se posaron con cierta duda en ambos lados del rostro de Sasuke, quien solo estaba concentrado en ver las perfectas facciones de Hinata. Sus delgadas cejas, su piel de porcelana , sus carnosos y rosas labios, la caída de su cabello y sus ojos, sus hermosos ojos que a pesar de estar incapacitados momentáneamente de ver, podía sentir como lo desnudaban, podía sentir como aquella aperlada y violácea mirada se impregnaba en su ser.

Ella cerró los ojos en un acto inconsciente y de compasión, a pesar de no ver podía sentir lo que pasaba delante de ella, podía sentir eso que solo Naurto sentía, su soledad.

-sabe que es lo peor de todo...- él no respondió- es tenerlo todo y seguir siéndose tan solo tan vacio... esa soledad que te carcome el alma.. esa que te obliga aislarte.. esa misma soledad que te obliga a sonreir fingiendo que no te pasa nada.. recuerdo que dijo que yo no he perdido a nadie.. o no he perdido lo suficiente.. quizá tenga razón... pero ahora tengo la certeza que no volveré a tener esa sensación de soledad en mi pecho.. porque bueno.. yo...-

Hinata se puso de puntillas para acercar su frente con la de él.

-Esto es patético..-

Ella le sonrió

-Poque ahora siento que puedo devolverle una autentica sonrisa a alguien..- musito

-¿Alguien?- dijo tratando de tomar distancia pero ella se lo impidió

-es un secreto..-

Unos húmedos labios se posaron en la mejilla izquierda del Uchiha. ¿Acaso Hinata Hyuga se había atrevido a besarle?, si, la respuesta era si. Parecía un sueño, ella sonriéndole de la manera tan jodidamente dulce, pero como todo sueño se acabó; Hinata se deslizo por su costado cayendo al piso.

«mierda»

La vio desde arriba, al parecer el efecto de la droga había terminado de hacer efecto. Negó y se sintió un imbécil por aquel peculiar momento. Verla tendida en suelo lo hizo esbozar una sonrisa diferente.

«¿sonreir?... eres una tonta»

Su durmiente sonrisa lo hizo negar con ironía.

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Una pequeña y hermosa cabaña cubierta con nieve, adornada por árboles que no podían saber de qué tipo lo eran, pero, lo más hermoso del lugar era un gran lago congelado que estaba delante de la cabaña.

Sasuke miro de reojo a Hinata lucia emocionada. Ya había recobrado la vista hace un día y no recordaba de aquel inocente beso y dulces palabras. La droga era tan potente que mientras vigilaba su sueño ella se estremecía y se acariciaba.

«bastardos»

Maldijo al imaginarse todo lo que esos miserables le hubieran hecho. Durante un día, no la dejo sola; a pesar de mantener una distancia considerable siempre estaba allí para ella. Sin embargo, Hinata podía sentir su presencia volteando siempre hacia donde estaba él.

-Es una casa hermosa Sasuke-kun....-volteo y le sonrió

-tsk.. Andando- ordeno

«¿Una sonrisa?» pensó

Aquellas palabras sinceras se le habían impregnado en su ser, ella era tan bondadosa y ese día pudo ver el alma desnuda de Hinata Hyuga.

La peliazul analizo el lugar, trato de activar su Byakugan pero no tuvo éxito, La alta silueta de su protector abrió la puerta con una llave oculta entre los maderos de la pared. Ambos entraron y dejaron todo lo que se habían abastecido en el pueblo.

Hinata colocaba las cosas en los estantes, dejaba su ropa en una pequeña comoda; todo bajo la mirada atenta y negra de Sasuke. ¿una sonrisa?, por supuesto que había vuelto a sonreír, todo gracias a su estúpido amigo, pero, él supo de que no se trataba de cualquier sonrisa; era aquella la cual retrataba su alma, de la cual su madre le había hablado.

«tonterías»

Desechó la idea rápidamente.

La noche llego, Hinata había cocinado una deliciosa sopa de hongos y onigiris. Una de las nuevas manías de Sasuke era verla cocinar, ese aroma tan hogareño que desprendida cada uno de sus platillos lo atraían en sus mejores recuerdos de su infancia.

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La fría noche llego, la mirada negra se posó en ella quien dormía plácidamente, bajo la luz de una flameante llama. Hinata estaba acostada de costado, su cabello largo caía con tanta hermosura sobre su cuerpo y unos mechones sobre el bello rostro de ella. Sasuke quien la observaba desde la esquina del amplio lugar; ella era tan distinta, tan extraña. Las horas pasaban y poco a poco sus orbes oscuros se cerraron abrazando a un sueño acogedor y profundo que casi nunca tenía.

Un viento Helado apago el lamparín, los bellos ojos perlas se abrieron al sentir el contacto gélido del clima. Aun adormilada busco con la mirada a Sasuke, pero la habitación en penumbras se lo impidió; sin embargo un halo de luz que entraba por el techo la hizo vislumbrar a una silueta que estaba profundamente dormida en una silla arrinconada en la pared.

Hinata se acercó, sus pasos suaves y casi imperceptibles llegaron hasta donde estaba él, se colocó de cuclillas y a pesar de no ver bien su rostro podía ver que Sasuke estaba profundamente dormido, se respingo al escucharlo roncar; sonrió por este inconsciente acto. Con sumo cuidado lo llevo hasta la cama, lo cubrió con la gruesa frazada y acomodo su cabeza en la única almohada. Sasuke abrió ligeramente los ojos por todo el contacto de la joven pero cuando lo hizo, el halo de luz que entraba por el techo y el angulo donde estaba Hinata con esa sincera sonrisa fue la personificación perfecta de la bondad, pero no cualquier bondad, ese bondad que se realiza sin esperar nada a cambio, de esa que se realiza de corazón.

Continuara....

Perdón la tardanza, había estado ocupada pero ahora en vacaciones tendré más tiempo libre

Gracias por la paciencia.

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Los siguientes capítulos trataran sobre su vida en ese lugar.

Los amo :3

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