Capitulo 1 "Me despidieron, otra vez"

Declan

La música suena a todo volumen mientras doy vueltas a lo loco por mi habitación actuando como si fuera algún tipo de super estrella.

Losing him was blue like I'd never known. Missing him was dark gray, all alone. Forgetting him was like tryin' know somebody you never met. But loving him was red —cantó a todo pulmón, una de mis canciones favoritas, como si tuviera de alguna forma una vida romántica de la que presumir o quejarme.

Estoy tan perdido que no me doy cuenta cuando mi hermana entra a mi habitación, observándome divertida.

Me sorprendo al verla por lo que tropiezo cayendo al suelo, soltando un quejido ante el dolor.

Ella apaga la música, antes de ayudarme a levantar.

— ¿Estás bien? —pregunta con un tono medio burlón.

— Estoy bien, pero deberías tocar antes de entrar. —le cuestiono levemente.

— Lo hice, varias veces, en realidad —contestó tranquilamente.

Hago una mueca.

— No escuché, lo siento. —me disculpo con ella.

— No hay drama, ¿otra vez escuchando a Taylor? —bromea con lo último, porque sabe que soy fanatico.

— Taylor Swift no es una moda, es un sentimiento universal, es una forma de vida —respondo encogiéndome de hombros.

— Ya, lo que me asombra es que no escuches nada mas. —cuestiona amablemente.

— Claro que escucho otra música, de vez en cuando. —aclaró para luego darle una gran sonrisa.

— ¿Cómo cuáles? —me pregunta dudando de mi variedad de gusto musical.

— Pues...yo... la verdad... —trato de buscar algo pero mi mente no ayuda en estos momentos.

—Olvidalo ¿No tenias que estar en tu trabajo? —inquiere, lo que me hace soltar un gruñido de fastidio.

—Me despidieron, otra vez. —me siento en la cama bruscamente.

Arianne niega suavemente, observandome.

— Declan...es la tercera vez. —protesta en tono bajo.

— ¡No fue mi culpa! ¡Lo prometo!—intento explicarle, esa era la verdad. — Todo iba bien hasta que mi compañero de turno cometió un error y me culpó a mí por ello, el jefe ni siquiera quiso escuchar mi versión.

— Está bien, comprendo. —asiente ella llevando una mano a su barbilla como si estuviera sopesando algo.

Yo solo me quedo en silencio, si tan solo pudiera demostrarle que no era un inutil.

Había sido buen estudiante y fuí un mejor universitario, me gradué con honores.

Solo... No conseguía un buen trabajo y mucho menos algo aceptable a la carrera que había estudiado.

Solo necesitaba otra oportunidad.

Esta vez lo haría mejor.

Levanté una de mis manos, para correr los mechones cobrizos de mi cabello lejos de mis ojos.

— ¡Lo tengo! —exclama sorpresivamente, como si hubiera descubierto alguno de los secretos del universo, clava los ojos en mí antes de sonreír ampliamente. — Creo que conseguí el trabajo perfecto para ti.

Eso me descoloca.

— ¿Si? ¿Y qué debo hacer? —pregunto, un poco entusiasmado y con miedo a la vez, si lo arruinaba, estaría acabado.

— Dereck ha estado buscando a alguien que se encargue de la hija de uno de sus chicos, creo que puedes hacerlo, además te pagarían muy bien ¿Que dices? —inquiere esperando una respuesta.

— ¿Eso no sería aprovecharse de tu esposo? —pregunto dudando.

—Claro que no, Dereck no dudará en despedirte si ve que no sirves. —declara ella, moviendo la mano en señal de que no me preocupe.

— ¿Eso es bueno o malo? —interrogo aún manteniéndome algo reacio.

— ¿Quieres el trabajo o no? —me cuestiona.

— Si. — afirmo, no muy seguro.

— Entonces no hay nada más de que hablar, hablaré con él una vez llegue a casa. —declaró mi hermana.

— Esta bien —digo, dejando que ella se encargará.

No es que tenía una mala relación con el esposo de mi hermana, realmente lo apreciaba, el tipo era genial y todo.

Simplemente a veces sentía que no pertenecía al mundo en el que se movía.

Sabía que representaba a una banda famosa y que de alguna forma también eran como su familia.

Incluso venían aquí, de vez en cuando, pero como yo me desligaba de todo el asunto de la fama prefería no interrumpir.

La verdad es que ni sabía los nombres de los integrantes, solo conocía el nombre de la banda.

Heartless.

Sonaba bastante deprimente, y bueno, también un poco playboy, la verdad.

Sin embargo, parecía que hacían buena música por los comentarios que había escuchado.

¿Estaba demás decir que no había escuchado ninguna?

Y ahora, al parecer tendría que cuidar a la hija de uno de ellos.

Ni siquiera sabía que uno de ellos era padre.

O bueno, tal vez no era del todo cierto.

Recordaba vagamente que Dereck se había encargado de papeles de adopción en algún punto.

Pero, no era mi asunto así que no profundice.

Y ahora tenía que trabajar con ellos, hablar con ellos y todo mientras intentaba mantener el trabajo que se me había asignado.

¿Y si metía la pata?

— Vamos, no puedes echarte para atrás.—me doy aliento, esforzándome en quitar los pensamientos negativos que no me llevarían a ningún lado.

¿Qué tan malo podía ser?

***

Esto era malo, muy malo.

Era lo único que pensaba cuando mi hermana medio me arrastra hacia la camioneta, la cual es resguardada por musculosos guardaespaldas como si esto fuera una película de mafias.

— Necesito que me repitas por qué estoy haciendo esto. —le pido, sintiendo el nudo de pánico al notar como los vecinos nos ven raros, odiaba tener atención mal dirigida.

¿Actuar como un payaso?

Hecho.

Que la gente se me quede viendo raro.

Me asustaba hasta la médula.

— Necesitas un trabajo y este es el que se consiguió, fin —contesta mi hermanita sacandome de mis pensamientos.

— Si, necesito esto. —asiento pero no doy un paso para subir al vehículo.

— Anda, sube, no tenemos todo el día. —pide Arianne, por lo que acepto, de mala gana.

Ya de camino mis nervios solo aumentan

— Respira —dice mi hermana observando mientras me ahogo en un vaso de agua.

— Estoy respirando. —declaro intentando que no me tiemblen las piernas.

— Lo harás bien, hermanito. -me apoya, tomando mi mano suavemente.

— Lo haré. —afirmo dándole un apretón antes de soltarla para por fin calmarme.

Cierro mis ojos.

Podía con esto.

No era como si tuviera que salir a modelar o algo así.

Una vez que pudiera controlar mi miedo podría hacerlo.

Siempre era lo mismo, me terminaba preocupando demasiado por algo que no debía. Necesitaba relajarme un poco, a este paso me moriría del estrés.

Era un trabajo como cualquier otro.

— Llegamos —dice ella, cuando el auto se detiene.

Olviden todo, no estaba preparado.

— Ari...no creo que... —trato de hayar una forma de escapar pero no me deja terminar.

— Tonterías. —me interrumpe antes de que pueda terminar la oración, arrastrándome fuera, bueno, supongo que no había vuelta atras.

La sigo en silencio, resignado, de pronto una luz blanca me ciega, parpadeo atontado.

— Nada de fotos —declara mi hermana, metiendome rápidamente al edificio, antes de que otros fotógrafos se acercan corriendo a la entrada.

— Perdona eso, los paparazzis son un incordio. —destaca mi cuñado, acercándose a nosotros.

— No hay problema —murmure incómodo.

— Bien te dejo en las mejores manos, tengo una reunión con mis socios. —informa mi hermana antes de despedirse de ambos con sus respectivos besos, uno en la mejilla para mi y uno en los labios para él.

— Entonces, adelante. —pide él, señalando el ascensor.

Subimos y suspiro viendo el techo de este.

— Gracias Dereck. —realmente él no tenía porqué hacer esto.

— No hay de qué, muchacho —responde con una sonrisa.

Nos quedamos en silencio todo el camino desde ese momento, y no uno incómodo, era algo reconfortante la verdad.

— Tu primero. —indica, por lo que salgo primero, observando todo a mi alrededor.

— Como te dijo tu hermana, voy a necesitar alguien que se encargue de la pequeña, eso quiere decir, que te encargaras de todo lo que tenga que ver con ella y vendrás a las giras con nosotros, si ella viene. —me informa, así que lo escucho detalladamente.

— ¿Cuántos años tiene? —pregunto necesitando saber como debia comportarme.

— Tiene cuatro y su nombre es Aurora, pero que no te oiga llamarla así, prefiere Rory. —abre la puerta del departamento donde hay un montón de gente que definitivamente no conozco.

— ¡Ey, Dereck! ¿Dónde está la linda belleza? —pregunta el chico de ojos azul demasiado claro.

— No seas idiota Hale. —le pide otro, de cabello castaño oscuro.

— ¡Mami, Oliver dijo la palabra con I! —expresa el recién mencionado en tono de reprimenda.— Qué boca tan sucia tiene nuestro amiguito.

— Deja de llamar a nuestro manager así. —se exaspera el llamado Oliver.

Los demás no se meten en el intercambio de esos dos quienes siguen molestando, aprieto mis labios pero no puedo evitar soltar una risa ante la actitud algo infantil que tenían, era divertido.

Pero la diversión se me va cuando noto que todos estan mirandome fijamente.

— Pero qué tenemos aquí... ¿A quién nos trajiste Dereck? —pregunta con curiosidad.

— No lo asustes, Erick. —pide mi cuñado al hombre frente a mi, el cual solo le da una sonrisa antes de dar un paso atrás.

— Lo que pidas, pero no creo que él dé un paso atrás, cuando lo vea —declara este en tono cantarín volviendo a su sitio, dejándome algo confundido.

— ¿Cuando quién vea qué? —una voz se hace presente dejando ver a un chico alto entrando a la sala dejando a todos en silencio.

— Nada, Dereck solo nos estaba presentando a... — Oliver interviene hasta que se da cuenta de que no sabe mi nombre.

— Declan —susurro hacia el ayudándolo.

— ¡Declan! ¡Si! —asiente él en acuerdo.

Observo que Erick se golpea la frente levemente y Hale intenta contener la risa.

— Declan... —declara el recién llegado posando los ojos en mí pero no sé qué mirada me da porque sus lentes dificultan mi visión, luego se enfoca en mi cuñado.— El mismo Declan que sale corriendo cada que nos ve.

— En realidad, salgo corriendo siempre, no es personal. —señalo como si eso ayudara a mi causa.

Al parecer no por la mirada que me da.

— Eso no responde la pregunta. —inquiere, con sus ojos verdes fijos en mí, pero sabía que no hablaba conmigo.

— Técnicamente no hiciste una pregunta como tal, así que no debería...—guardo silencio en el momento en que él arquea una ceja, veo a mi alrededor intentando buscar ayuda pero casualmente todos estaban muy interesados en el tapiz de la sala como para intervenir, así que, trago saliva e intento recuperarme.— Ya, mejor me callo.

— Ya basta Ascian, es el nuevo niñero de Rory, compórtate. —le pide Dereck.

— No jodas —responde éste.

— No a las malas palabras papi. —una vocecita suave interviene, observo a la niña con una mano apoyada en la puerta, restregando sus ojos levemente, antes de bostezar.

— Ya escuchaste a la niña Ascian. —lo molesta Hale, quien se gana que el otro le de una mala mirada antes de acercarse a la pequeña quien extiende sus brazos dejándose alzar.

— ¿Dormiste bien? Hay alguien que quiere conocerte —dice su padre, el cual, aún no podía creer que fuera padre.

La niña lo ve con curiosidad para luego recorrer con su mirada la habitación hasta enfocarse en mi intensamente.

Justo el mismo momento en que su padre también me mira.

Dos pares de verde me toman, haciéndome sentir algo raro en el estómago.

Estaba jodido.

— No malas palabras —dice la niña y me da una sonrisa.

—Si, Declan, eso no es educado. —la apoya el rubio con una leve sonrisa divertida.

Genial había dicho eso en voz alta.

Tragame tierra y escupeme en Marte.

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Holaaa.

Aqui con esta nueva historia.

Espero que les guste.

La escribí medio en las sombras y aún no sabia si publicarla o no.

Pero aquí está al fin.

Solo me queda preguntar.

¿Les gusta Taylor Swift?

Aqui veran muchas de sus canciones por culpa del protagonista.

Sin mas que decir, nos vemos luego.

Con amor.

Alexia.

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