𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟹 𝙻𝚊 𝚏𝚒𝚐𝚞𝚛𝚊 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚙𝚞𝚌𝚑𝚊𝚍𝚊

El resto del camino estuvo tranquilo, solo el silencio acompañando a ambos príncipes que seguían sin cruzar palabra.

—Altezas, estamos entrando en Aranya. —les aviso el cochero.

—El hogar de las panteras. —murmuró Aiden que seguía mirando por la ventana.

—¿Por qué bajaste del carruaje? —preguntó su hermano mayor con curiosidad.

—Vi algo que me causó curiosidad. —respondió sin mucho ánimo. —Pero ya no importa, pronto verás a tu amor.

Esa declaración sorprendió a Elio, incluso lo hizo ruborizarse un poco.

Se aclaró la garganta y dijo:Han pasado siete años desde que me fuí, no me sorprendería que ya no me quiera.

—Si Juke no pudo esperar tan poco tiempo entonces no es el indicado, admito qué me parece un hombre atractivo y aún más desde la última vez que lo vi, pero si es alguien impaciente entonces debería cambiar mis estándares. —Sonrió burlón.

Su hermano mayor rió mientras negaba levemente.

—Has cambiado, ya no eres el lindo adolescente que me despidió hace siete años en la ceremonia del sol o más bien, debería llamarte, sucesor de la luz.

—He sido el sucesor de la luz desde que tengo diez años, comienza a ser algo cansado pero sigue siendo divertido. —Aiden sonrió cálidamente.

—Si, me pregunto cómo estará Juke y Naya.

Aiden se sorprendió de escuchar el segundo nombre, cosa que sorprendió a Elio.

—¿Sucede algo, Solebaby?

—Bueno… al respecto de Naya, ella… fue exiliada el año pasado.

La confesión de su hermano menor lo sorprendió, tanto que sus ojos se abrieron de par en par.

—¿Cómo es qué… ? ¿Por qué la desterraron?

—Por el actual rey de Blackwell. Ella se enamoró a primera vista de Donovan Blake en un baile y desde ahí se encaprichó con él, peleó con sus padres por él, incluso con Juke, incluso mató a alguien de Aranya por información que Donovan quería. Cuando sus padres se enteraron de esto, la desterraron y dicen que ahora vive en Blackwell como la princesa y prometida de Donovan.

—Dios mío… es por eso que Donovan nunca me ha caído bien, todo con lo que se cruza termina haciéndolo malvado o destruyéndose. —Elio frunció el ceño, mostrando su descontento. —Un momento, tu… ¿No te has encontrado con él?

—No, solo he oído de él, como sabes a Blackwell no le gusta asistir a la ceremonia del sol así que no he tenido él gusto, aunque dicen que es muy atractivo. —Bromeó el príncipe mientras cruzaba sus piernas.

—No digas esas cosas, Donovan Blake es lo peor de este mundo, no te atrevas siquiera a verlo. —Elio extendió sus manos a los hombros de su hermano. —Solebaby, ese hombre no es ninguna broma.

Aiden alejó con esfuerzo a su hermano y luego suspiró.

—Tranquilo, puedo cuidarme solo, no tengo diez años para que tengas que cuidarme, yo solo me he podido cuidar muy bien, tienes que superar el hecho de que ya no soy un niño indefenso.

—Lo sé… pero, entiéndeme, es difícil para mí dejar de verte como un niño o incluso como ese adolescente del que me despedí hace siete años, dame tiempo.

Ambos volvieron a quedarse en silencio, al menos por un breve período de tiempo ya que su carruaje se detuvo.

—Parece que llegamos.

Elio asintió y se preparó para bajar, acomodando su ropa. Aiden hacía lo mismo, además de sacudir sus hombros.

La puerta de su carruaje se abrió y en las escaleras rápidamente pudieron ver a Juke con una sonrisa cálida.

Aiden bajó rápidamente para poder abrazarlo. Mientras que Elio fue más despacio, no fue hasta poco tiempo después y cuando Juke soltó a Aiden que ambos príncipes se miraron.

—Alteza, se va por siete años a un lugar remoto, además de que nunca escribió y lo único que hace es verme mientras se queda ahí parado, creo que entonces merezco un regalo de disculpas.

Elio miró de reojo a su amigo detrás de él y a Aiden y su sirviente a su lado por lo que solo sonrió. —Le daré algo después, lamento mi poca cortesía, prometo compensarlo.

—Está bien, lo esperaré ansiosamente. —Juke tomó del brazo a Elio, este lo recordaba más bajo que él, pero ahora parecía que lo había dejado dos centímetros abajo.

Las sirvientas y Juke se encargaron de poner cómodos a los hermanos y a sus acompañantes con todo lo necesario, Aiden decidió dormir un rato por el camino que resultó ser bastante largo mientras que Elio fue a pasear con Juke.

Ambos caminaban por el gran jardín del palacio en silencio, Elio no sabía qué decir, habían pasado siete años sin verse, era difícil decir algo.

—Elio, ¿Realmente no planeas decir nada? Y pensar que todo este tiempo he estado esperándote. —Juke caminó más rápido hasta entrar en el laberinto de rosas.

Elio, Aiden, Juke y Naya solían jugar a las escondidas ahí, además ahí había recuerdos de ambos príncipes.

El príncipe camino rápidamente para alcanzar a su amado de cabello negro, podía ver su silueta pasar pero no podía tomarlo, corrió y pasó por encima del laberinto hasta poder alcanzar a Juke a quien tomó del brazo para atraerlo de espaldas a su pecho.

—Siempre escapas así, recuerdo todos tus trucos. —Elio beso su mejilla manteniendo su abrazo por la espalda.

—Eso es trampa, alteza.

—¿Estás enojado por no haber escrito?

—¿Quién no se enfadaría si sabe que su amado está lejos en quién sabe dónde sin escribir? —Juke se giró sin apartar los brazos de Elio para poder estar cara a cara. —Pensé que en algún momento llegaría Aiden a decirme que estabas muerto.

—Claro que no, solo fui a entrenar, estoy esforzándome para ser rey, cuando eso suceda todo esto del matrimonio por conveniencia terminará, y tú y yo podremos ser felices juntos.

—Lo sé, pero fue difícil, eso es lo que quiero que comprendas, si me hubieras dicho hubiera ido contigo.

—¿Y el asunto de tu hermana? No la hubieras visto una última vez.

—¿Cómo sabes… ? —Juke no terminó la pregunta porque se dio cuenta al momento. —Aiden. —Resopló fuertemente con su mano en su frente. —Aún así, hubiera ido contigo.

—De igual manera, ya pasó, no discutamos más y mejor abrázame, siete años me pusieron muy ansioso. —Elio atrajo a Juke y este pasó sus manos por su espalda para abrazarlo fuertemente.

Mientras que Aiden que dormía, estaba muy inquieto, una sombra que había entrado por su balcón solo observaba.

La figura encapuchada y misteriosa se acercó a él para admirar su rostro, pero en el momento en el que quiso tocarlo una pared transparente no lo dejó.

Elio y Juke que estaban a punto de besarse fueron interrumpidos por el príncipe mayor que sintió algo raro. —¿Qué tan común durante las futuras guerras es qué entren por los balcones del castillo? —preguntó mientras miraba el balcón de la habitación de su hermano.

—Ha pasado pocas veces.

Con esa declaración Elio salió corriendo hacia el palacio y detrás de él Juke.

La figura encapuchada sin poder pasar la pared invisible solo se acercó al oído del príncipe para susurrarle algo rápidamente, después caminó hasta el balcón.

A punto de saltar vió al joven príncipe despierto y levantado a punto de caminar al balcón, con sorpresa se quedó estático.

Los ojos de ambos hombres se encontraron pero no duró mucho ya que la puerta del cuarto de Aiden fue abierta por su hermano y Juke, la figura misteriosa al verlos decidió saltar, rápidamente Aiden y Elio quisieron alcanzarlo pero no pudieron.

Para sorpresa de ambos, en el suelo no había ningún rastro de la persona misteriosa.

Por el alboroto, también llegaron Noah y Jake.

—¿Aún estás seguro de que puedes cuidarte solo? —cuestionó el príncipe mayor con un toque de agresividad.

—Estaba despierto, no me hizo nada, solo se quedó ahí parado. —contestó Aiden con el ceño fruncido.

—Aún así. Jake. —lo llamó

—A sus órdenes, alteza.

—Quiero que estés fuera de su cuarto lo más posible de tiempo, no lo dejes solo. —Ordenó. —Estamos a punto de ayudar a defender Aranya, no podemos tener bajas tan rápido.

—Como ordené.

—No puedes hacer esto, yo puedo solo.

—Lo lamento, Solebaby. No planeó perderte tan rápido. —Elio se acercó a la puerta para salir rápidamente de la habitación de su hermano.

—¡Elio!

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